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Dallas Morning News resalta logros del programa de reinserción

"GUERRILLEROS SE ESTÁN DESMOVILIZANDO A CAMBIO DE VIVIENDA Y EMPLEO"

Bogotá, 25 ago (CNE). El periódico estadounidense The Dallas Morning News resaltó los avances del Gobierno Nacional en materia de desmovilización, afirmando que "en un país donde la civilidad ha estado tan ausente, la generosidad se convierte en una táctica que funciona."

Una crónica escrita por Todd Robberson explica que la administración del presidente Álvaro Uribe Vélez, con la ayuda de Washington, le ha dado gran prioridad al desarme de los grupos al margen de la ley al ofrecerles dinero, vivienda, comida y empleo.

Según Robberson, el programa no sólo ha producido la desmovilización de más de 1.700 combatientes durante el último año, sino que ha contribuido a que los desertores informen sobre la forma como opera la insurgencia.

La siguiente es la traducción oficial del artículo publicado hoy en The Dallas Morning News.

MENSAJE DE COLOMBIA A LOS ALZADOS EN ARMAS: RETÍRENSE Y COBREN

Cientos de guerrilleros se están desmovilizando a cambio de vivienda y empleo

Por Todd Robberson / The Dallas Morning News

Bogotá, Colombia - Eliminar con generosidad las estrategias utilizadas en los campos de batalla no suele ser la línea de ataque preferida por los generales. Pero en un país donde la civilidad ha estado tan ausente después de cuatro décadas de conflicto, la generosidad se convierte en una táctica que funciona.

El Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, con la ayuda de Washington, le ha dado gran prioridad al desarme de los grupos guerrilleros y paramilitares ofreciéndoles dinero, vivienda, comida y empleo.

"El éxito del programa - con un 40 por ciento de participación este año - ha sido una gran ganancia para el Gobierno," dicen fuentes oficiales. No sólo ha producido la desmovilización de más de 1.700 combatientes durante el último año, sino que los desertores están proporcionando información sobre la forma como opera la insurgencia.

Washington percibe esta desmovilización como clave para el desarme de los grupos alzados en armas que, a su vez, protegen el comercio creciente de cocaína y heroína. Éste es el principal objetivo de un programa de ayuda estadounidense de 2 billones de dólares y cinco años de duración.

"La razón por la cual yo ingresé a la guerrilla fue la falta de un empleo," dice Jorge, de 19 años, un veterano de las FARC. "El Gobierno me prometió que podría tener un negocio propio si me retiraba de la guerrilla. Así que me retiré."

Como otros ex guerrilleros, Jorge se rehusó a dar su nombre completo, explicando que por su renuncia, él y su familia han recibido amenazas de muerte por parte de las Farc. Jorge dice que se ha escondido durante semanas enteras mientras el Gobierno encuentra la forma de trasladar a sus padres y hermanos del pueblo tolimense donde viven.

Los temores de los ex guerrilleros

"El miedo constante a ser asesinados es uno de los principales problemas que deben enfrentar los ex combatientes," explica Martha Cecilia Robledo, psicóloga asignada para el programa de reinserción. A todos los participantes se les otorga vivienda temporal y comida en Bogotá, mientras asisten a las sesiones de rehabilitación y orientación profesional, creadas para que pueden regresar a la vida civil con el menor número de problemas posibles.

"Después de estar tanto tiempo en guerra, tienen dificultad para controlar sus impulsos. Pelean mucho. Tienen dificultades para controlar su sentido de pánico," sostiene Robledo. "El dolor siempre está presente. Han visto a sus amigos morir. Sueñan con las personas que mataron."

Las pesadillas son comunes. Adicionalmente, los ex guerrilleros, levantados ruralmente, están expuestos a un ambiente urbano que nunca antes habían conocido. Muchos de ellos son analfabetas. La adicción a las drogas y el alcoholismo son constantes amenazas, así como la prostitución, tanto para mujeres como para hombres.

"Eso ocurre en segundos porque, repentinamente, ellos están disfrutando de la independencia y del dinero que jamás habían tenido," manifiesta Robledo.

"Tienen que ser pacientes"

Los funcionarios del Gobierno coinciden en la dificultad de hacer coincidir sus promesas - ayudar a los ex alzados en armas a encontrar un trabajo o a establecer sus negocios propios - con el hecho que un gran número de ellos escasamente califica para ser contratados como conserjes.

"Muchos están desmoralizados porque piensan que estarán administrando su propia tienda en la próxima semana," explica alias El Médico, un doctor de 32 años que abandonó la guerrilla a finales a julio. "No entienden que deben tener paciencia."

El viceministro de Defensa, Andrés Peñate, explica que gobiernos anteriores fallaron en la aplicación de programas de desmovilización similares. Atribuyó el éxito del programa actual a diversos factores como las campañas publicitarias de radio, afiches y panfletos colocados en áreas donde guerrilleros y paramilitares circulan.

"La campaña publicitaria coincide con la campaña militar financiada por los Estados Unidos, que ha ayudado a aumentar la presencia del Ejército y la Policía en áreas rurales, y que ha puesto a la defensiva, por vez primera durante años, a los 25.000 insurgentes guerrilleros y paramilitares," sostiene Peñate.

Una campaña psicológica estadounidense también pretende convencer a los insurgentes que el combate constituye un esfuerzo en vano.

"La mayoría de las personas que se desmoviliza le dirán a usted que lo hicieron porque estaban hartos de esta guerra," explica Peñate. "Al principio, dirán cosas como: 'Hice esto porque quería una mejor oportunidad para mi vida o porque deseaba tener dinero extra.' Pero si los presiona, le dirán que la guerra es inútil."

Las campañas de radio incluyen la declaración de algún ex rebelde sobre la manera en que recibió una educación o estableció su propio negocio después de rendirse ante el Gobierno. Los mensajes contienen instrucciones específicas sobre cómo y dónde pueden rendirse.

Las Farc han reaccionado con rabia, advirtiéndoles a todos los desertores que ellos y sus familias serán perseguidos y asesinados. Los guerrilleros también han intentado lanzar un programa de radio prometiendo aumentos en los salarios y mejores condiciones a las tropas del Gobierno para que "se unan al enemigo."

"Si esto irrita a las Farc es porque debe ser bueno," sostiene Peñate.

Alias El Médico dice que su posición - proveer de cuidados médicos a los comandantes de las Farc y al ELN - le permitió el acceso a la inteligencia y movimientos, así como a las tácticas utilizadas por los rebeldes para viajar a "países amistosos", como Cuba y Venezuela.

Dijo que colaboró con los interrogadores del Ejército, quienes por días, después de su retiro, se dedicaron a cuestionarlo.

"Participé en el parto de 57 bebés, realicé 12 amputaciones y 25 cirugías complejas," puntualiza. Aunque alias El Médico espera recibir entrenamiento paramédico para poder desempeñarse en el campo de los cuidados de la salud en el campo, afirma que la guerrilla se esforzará por capturarlo.

"Sé que sus espías han infiltrado el programa. Todos tenemos miedo porque sabemos que alguien entre nosotros puede ser un informante de la guerrilla," dice.

Tomando una nueva ruta

Algunos graduandos del programa hablan sobre los resultados sorprendentes del programa. Miguel Abdalá, de 39 años, un ex comandante de las Farc y el ELN, desertó hace tres años, después desilusionarse del Marxismo.

"El mundo ha cambiado. Comprendí que no tiene sentido luchar en una guerra sangrienta sin apoyo externo. La Unión Soviética ya no existe. Nicaragua ha caído," dijo, refiriéndose al colapso de la administración marxista - sandinista que gobernó en Managua de 1979 a 1990.

Como un capitalista renacido, Abdalá es el director de una pequeña compañía de jugos de fruta, administrada en su totalidad por ex guerrilleros. El inicio de la organización estuvo a cargo de ocho inversores principales (todos ellos, en algún momento fueron guerrilleros) que utilizaron el equivalente a 4.000 dólares (dinero proveniente del Gobierno) para comprar el equipo necesario.

"Nos encontramos en un punto muy importante," explica Abdalá. "Intentamos conseguir un contrato con una cadena de supermercados. Si eso ocurre, obtendremos muy buenas ganancias." Entre sus clientes, hay hoteles, la Cruz Roja colombiana, iglesias, colegios y las casas temporales en donde los ex guerrilleros se están hospedando.

Aunque culpa al Gobierno de no cumplir algunas de las promesas que le hace a los ex insurgentes, Abdalá dice que se encuentra motivado por la voluntad del mismo para enterrar las enemistades del pasado.

Afirma que el Ejército colombiano es uno de los principales clientes de su compañía. Los soldados toman jugos empacados y proporcionados por los hombres que con los que anteriormente lucharon

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