PALABRAS DEL PRESIDENTE LAGOS DURANTE EL ALMUERZO OFRECIDO EN HONOR DEL PRESIDENTE URIBE
Santiago de Chile, 9 dic (SNE). El siguiente es el discurso del presidente de Chile, Ricardo Lagos Escobar, pronunciado durante el almuerzo oficial ofrecido en honor del presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, quien cumplió una visita de Estado de dos días en ese país austral:
"Nuestros países comparten historia, comparten lenguaje. La inmensa mayoría de nuestros ciudadanos comparten religión. Nuestros poetas, nuestros narradores, nuestros pintores, Neruda, Mistral y García Márquez, Parra y Mutis, Botero y Mata, no son sólo patrimonio de la humanidad, sino también son una clara señal de identidad allá y acá. En ellos nos reconocemos, nos encontramos, asumimos una identidad común. En ellos apreciamos una comprensión profunda de nuestras propias realidades.
Como ha dicho Gabriel García Márquez, Colombia está aprendiendo a sobrevivir con una fe indestructible, cuyo mérito es el de ser fructífera cuanto más adversa. Se descentralizó la fuerza por la violencia histórica, pero aún puede reintegrarse su propia grandeza por obra y gracia de sus desgracias.
Así lo dice García Márquez. Hoy es cierto. Nuestros países enfrentan una encrucijada histórica en época de gran incertidumbre. Hay hechos claves en la historia reciente de la historia contemporánea. Tan reciente que no nos damos cuenta aún de la magnitud de lo que viene. Cómo apreciarlo, cómo medirlo. El mundo bipolar, que pasa a ser unipolar, los atentados del 11 de septiembre, que plantean desafíos distintos. Es cierto: hoy la Guerra Fría es cosa del pasado. No lo es en cambio, que mientras la economía se globaliza, la gobernabilidad del mundo se hace más compleja, se restringe, no tiene reglas.
Nuevos motores de la economía mundial emergen, pero todavía tenemos continentes tan grandes, tan enteros, que se hunden en la miseria. Lo sabemos, lo que vivimos es que estamos aprendiendo a definir cómo nos relacionamos. Cada vez más descubrimos que los temas nacionales tienen repercusiones internacionales, y lo que ocurre allá, más allá de nuestras fronteras, es parte de nuestra política interna. Cada vez más decisiones afuera influyen en nuestras políticas internas.
¿Cómo, entonces, aprendemos a relacionarnos aquí, en América Latina? Esa historia que nos une, esta comunidad tan rica en aportes, tan diversa y, a la vez, con tantas raíces comunes, tiene que ser capaz de sobreponerse a los matices y diferencias que suelen separarnos.
Nuestros desafíos son mayores. Y usted, presidente Uribe, se ha destacado por combatir la corrupción y la violencia que azota a su país, así como también promover la inversión social. "Mano firme y corazón grande", fue su lema de campaña, y es el espíritu que guía su Gobierno. Como nos dijera en nuestras conversaciones de hoy: 'Mano firme, cinco días a la semana, corazón grande, los otros dos, para explicar las políticas sociales".
Ambas cosas son imprescindibles para cumplir con las metas que se ha propuesto. Por eso usted ha dicho tan recientemente, hace poco más de 48 horas: "Ya no valen excusas ni teorías que justifiquen la inacción o el fracaso, y los objetivos deben ser alcanzados de manera limpia". Eso es. Usted quiere alcanzar los objetivos de derrotar el terrorismo con más y mejor democracia, con más y mejor respeto a los derechos humanos. Por eso, aplaudimos su gesto, y así decimos que todos queremos superar las limitaciones, los defectos, los problemas que han afectado nuestro desarrollo desde que iniciamos nuestra vida como naciones independientes.
Queremos construir una comunidad latinoamericana fuerte, responsable, abierta al mundo, con voz propia, que nos represente de manera adecuada ante el mundo. Cuando la globalización derriba fronteras, cuando son comunes tanto nuestros desafíos como nuestros problemas, se hacen más urgentes aun las tareas grandes, aquellas de la participación, de la búsqueda de la equidad, de la erradicación de la pobreza, del combate al narcotráfico, a la delincuencia.
Por eso, en esta su visita, hemos podido pasar revista a nuestros temas bilaterales, los que hacen relación con cómo profundizar la democracia, con cómo poder aprender el uno del otro, con cómo aprender lo que ustedes hacen en materia educacional, con cómo somos capaces de combinar nuestros sistemas de seguridad social para que sea efectivo que aquel que trabaja aquí y va allá, pueda llevarse sus propios beneficios sociales y viceversa, con cómo somos efectivos para aprender mejor lo que ustedes hacen y nosotros hacemos en el ámbito forestal. Son muchos los ámbitos, en el ámbito bilateral, del comercio, de inversión, la cultura, la democracia, el respeto a los derechos humanos.
Y por eso, entonces, su presencia entre nosotros fortalece la relación entre Colombia y Chile, una amistad que se remonta en el tiempo y que ahora puede hacerse más profunda. Por eso también para nosotros es tan importante expresarle a usted nuestro apoyo por su lucha, que es la de todos nosotros.
El problema es de Colombia, pero es de todos nosotros. Y lo que Colombia sufre, lo sufrimos todos los latinoamericanos, por no ser capaces de hacer más por el esfuerzo suyo.
Por eso hoy aquí, con motivo de esta visita que nos honra tanto, los chilenos quisiéremos desearle a usted lo mejor para Colombia. Y usted sepa, señor Presidente, que puede contar con nosotros aquí, en este pequeño país en el sur del mundo. Que unos y otros, en momentos difíciles de nuestra historia, hemos sabido de la forma en que somos recibidos allá y acá. En momentos duros, muchos de los nuestros que están hoy aquí, supieron del cariño, del afecto de los colombianos con que los recibieron. Es el momento de decir las gracias por aquello.
Y también es el momento de decir que por todo ello usted es bienvenido. Por lo que está haciendo, por el pasado que nos une, y por eso quisiéremos brindar. Brindar por usted, por su ventura personal y la de su familia. Brindar por su Gobierno y por su pueblo. Brindar por la amistad de Chile y Colombia, que queremos a partir de ahora ser un poquito mejores ante el mundo para que se nos escuche un poco más. Bienvenido, Presidente".