Presidente
orienta a funcionarios sobre importancia del periodismo
TEXTO
DOCUMENTO SOBRE PROTECCIÓN A LA LIBERTAD DE PRENSA
Bogotá,
22 ene (CNE). El
siguiente es el texto de la circular expedida hoy por el presidente
Álvaro Uribe Vélez al término de su encuentro
con una delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa,
SIP.
En
ésta, el Jefe del Estado explica su política para
garantizar la libertad de prensa y reitera a sus funcionarios el
deber de proteger de manera eficaz la libertad y vida de los periodistas:
Libertad
de Prensa
Es
nuestro deber proteger de manera eficaz la libertad y la vida de
los periodistas.
La
Seguridad Democrática es para defender a todos los ciudadanos
como mecanismo de consolidación del pluralismo. Este, que
es una institución esencial de la democracia, necesita de
la libertad de prensa.
Nuestra
Patria ganó hace tiempo la batalla formal a favor de la libertad
de prensa, pero fenómenos como la criminalidad se han constituido
en obstáculos materiales al ejercicio de esta libertad.
El
asesinato, las amenazas contra los periodistas y la impunidad, son
motivos de vergüenza para nuestra democracia.
El
Gobierno insiste en el empeño de proteger periodistas, sindicalistas
y maestros. En esta tarea debe trabajar el Presidente de la República
y el último de los soldados y policías. Debemos prestar
todo el apoyo a la Fiscalía y a los jueces para superar la
impunidad.
Requerimos
que los ciudadanos, con sus denuncias y cooperación, ayuden
a la Fuerza Pública a proteger a los periodistas y a la justicia
a derrotar la impunidad.
El
asesinato de los periodistas es un medio para consolidar el poder
de los violentos y de la corrupción.
La
política de autoridad necesita sostenibilidad en el curso
de los años y ello exige que sea creíble, para lo
cual requiere ser eficaz, transparente, esto es, respetuosa de los
derechos humanos, y democrática para que todos los ciudadanos
sientan en ella una garantía eficaz.
Cuando
la política de autoridad necesite cooperación de los
periodistas, por ejemplo, que no divulguen a destiempo una acción
militar contra los violentos, el caso debe tramitarse pedagógicamente,
a través del diálogo con los mismos periodistas, pero
nunca con restricciones normativas al libre ejercicio de la profesión,
ni con intimidación, ni con agresiones de hecho. Cualquier
equivocación debe ser corregida, y en tiempo oportuno.
Para
la Nación y para el Gobierno, la libertad de prensa tiene
que ser un motivo de orgullo democrático, un supuesto necesario
para la confianza ciudadana y un elemento esencial de unidad del
pueblo.
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