COMUNICADO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ÁLVARO URIBE VÉLEZ, SOBRE LAS AMENAZAS A LOS INTEGRANTES DE LA CORRIENTE DE RENOVACIÓN SOCIALISTA La Corriente de Renovación Socialista es una organización política integrada por ex militantes del ELN, quienes, desde 1994, se acogieron a los beneficios de amnistía e indulto que otorgan la Constitución y la ley, como resultado final de acuerdos de paz celebrados con organizaciones alzadas en armas.
Durante ocho años, la Corriente de Renovación Socialista ha actuado en todos los escenarios legítimos de la política colombiana, dando ejemplo de civilidad y vocación democrática. Como congresistas, escritores públicos, conferencistas e intelectuales, los activistas de la Corriente han aportado sus luces al debate político democrático de la Nación.
El Gobierno ha recibido información seria sobre la posible existencia de un plan contra los miembros de la Corriente de Renovación Socialista.
He dado órdenes a las fuerzas de seguridad del Estado para que, de inmediato, se ponga en marcha un programa de protección a los integrantes de la Corriente, a sus familias y sus bienes. Exhorto a todas las demás autoridades a colaborar con el Gobierno en este propósito, e invito a la comunidad a cooperar con el Estado para brindar protección a estas personas. Nuestra política de Seguridad Democrática debe ser la coraza protectora de todas las tendencias del pensamiento, para que los violentos no lleven a cabo sus oscuros designios contra la democracia y el pluralismo.
El Estado colombiano investiga, con todos los medios legales, la procedencia de tales amenazas y agresiones. Necesitamos miles de ciudadanos vigilantes que ayuden a la autoridad a cumplir su deber y que ayuden a prevenir cualquier ataque a esos meritorios y esforzados compatriotas.
Nuestra política de Seguridad Democrática es un compromiso con los campesinos, para que no sean desplazados; con los sindicalistas, para que ejerzan libre y pacíficamente su misión gremial; con los empresarios, para que no sean secuestrados y amenazados; con los periodistas, para que informen con libertad; para los pastores del culto, a fin de que prediquen libremente su mensaje. Es el instrumento para garantizar a todos los actores legítimos de la política el ejercicio pacífico y tranquilo de su tarea proselitista.
Bogotá, 30 de enero de 2003.