Afirma presidente Uribe ante Corte Interamericana de Derechos Humanos
VIOLENTOS HABLAN COMO POLÍTICOS Y ACTÚAN COMO TERRORISTAS
San José de Costa Rica, jun 19 (CNE). Los miembros de los grupos armados ilegales no son reconocidos por el Gobierno Nacional como combatientes por “las condiciones propias de la democracia colombiana, por los métodos de estos grupos y por la manera de obtener sus recursos”, explicó hoy el presidente Álvaro Uribe Vélez.
Ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica, el Jefe de Estado explicó que si bien estos grupos iniciaron con una base ideológica, actualmente tienen una doble moral: “Hablan como políticos y actúa como terroristas”, razón por la cual es imposible reconocerlos como combatientes.
La de Colombia –continuó Uribe– es una de las democracias más antiguas del continente, con una “continuidad sorprendente en medio de las dificultades”, que se ha deteriorado ante las acciones terroristas, pero que a su vez se ha sostenido.
“Es una democracia que todos los días se ha perfeccionado más y más, sin límites. Cuando hay un Estado constituido institucionalmente para garantizar el ejercicio pleno de la democracia, no se puede admitir la legitimidad de la oposición armada”, agregó.
¿Por qué por sus métodos? Porque estos son atroces y no combaten a la Fuerza Pública, porque plantan minas antipersonales y atacan a la población civil, dejándolos a todos, tanto militares como ciudadanos, lisiados.
Y ¿porqué por sus recursos? Porque las fuentes de financiación son la droga y “la más repugnante de las conductas contra la libertad: el secuestro”.
La droga, insistió Uribe, es la que ha hecho que la guerrilla esté “corrompida” y es con la misma con que se financian “los mal llamados grupos paramilitares. La misma droga que amenaza con acabar con la ecología, con la ética, con la democracia del continente”.
El Jefe de Estado fue enfático al decir que con estas tres maneras de actuar de los grupos violentos, Colombia no puede admitir una oposición armada ni reconocerlos en calidad de combatientes. Por el contrario, su comportamiento es cínico al insistir en búsqueda de una audiencia internacional para engañar “como han engañado históricamente” al país y al mundo ejerciendo como terroristas y hablando como políticos sociales.
“Que se decidan, que dejen esa hipocresía, que dejen esa doble moral, que no le hablen al mundo como políticos mientras en Colombia están procediendo como terroristas”, reiteró el Primer Mandatario.
Las limitaciones a la democracia
Durante su discurso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Mandatario colombiano dijo que las actuales limitaciones que sufre la democracia (alcaldes, gobernadores y demás miembros de la política amenazados), han sido impuestas por los grupos violentos, los mismos que en un principio decían que “para hacer la paz se requería que el pueblo pudiera elegir sus autoridades inmediatas”.
“Eso se concretó en Colombia en 1988 y posteriormente con la Constitución de 1991. Y la guerrilla, en lugar de haber depuesto sus armas, para haber dado una lucha ideológica y política y haber buscado el poder local o regional ya lo estaba destruyendo por la vía armada”.
Álvaro Uribe reiteró que su Gobernó está dispuesto a combatir a los violentos y lo está haciendo, de la mano de la Constitución y de los Derechos Humanos.
“Colombia tiene un desafío. Colombia tiene el desafío de derrotar el terrorismo y, simultáneamente, de poder mirar al mundo con la conciencia tranquila, por haberlo hecho con total ajuste a los Derechos Humanos”.
El Mandatario recordó que en la lucha por recuperar la Seguridad Democrática el Estado no restringe ninguna de las libertades de los ciudadanos ni de la prensa, como si lo han tenido que hacer otros países en épocas recientes.
“Esto no ha pasado por la mente del Estado colombiano. Nosotros vamos a derrotar el terrorismo con cumplimiento de los derechos humanos y sin restringir las libertades públicas”, enfatizó.
El Mandatario reiteró que en el país sí hay posibilidad de lograr la paz, que ésta se dará en el momento que los grupos violentos decidan abandonar la doble moral que también afecta a los países vecinos, los cuales con justa causa hacen el reclamo a Colombia para que estos no pasen sus fronteras y actúen en sus territorios.
“Hoy se destruye la selva colombiana para sembrar droga y financiar estos grupos. Mañana se puede destruir la parte amazónica del Perú, o del Ecuador, o del Brasil, o de Venezuela. Hoy las minas quiebrapatas son contra los colombianos. Mañana pueden ser contra los vecinos. Ya hay terroristas colombianos secuestrando en Ecuador, por lo cual se queja con toda justicia el Gobierno ecuatoriano. Y hay terroristas colombianos en Bolivia, por lo cual se queja con toda justicia el Gobierno boliviano”, enfatizó Uribe