Combate a la pobreza, el narcotráfico y el sida forman parte de las prioridades de los dos Gobiernos
COLOMBIA Y BRASIL JUNTOS CONTRA EL TERRORISMO
Brasilia, 7 mar (CNE). Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, y de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, sostuvieron hoy un encuentro en el que definieron las prioridades de los dos gobiernos: integración regional, combate contra el hambre y la pobreza, control y prevención del sida, lucha conjunta contra el terrorismo de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, restricción al tráfico de drogas ilícitas, conservación y uso sustentable de la diversidad biológica, conformación de una Zona de Libre Comercio entre los países de la Comunidad Andina y el Mercosur y elaboración de estrategias para enfrentar la crisis mundial del café.
Estos compromisos quedaron consignados en un comunicado conjunto que los dos Jefes de Estado entregaron al final de la reunión.
En relación con el terrorismo, los dos presidentes expresaron en el texto del comunicado “su más profundo rechazo e indignación frente a los actos terroristas perpetrados en Colombia y reiteraron su determinación de combatir todas las formas de terrorismo en los términos de los compromisos asumidos en el ámbito de la Organización de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos y de conformidad con los instrumentos internacionales de los que son parte Colombia y Brasil”.
En este mismo contexto, se comprometieron a examinar “la conformación de un grupo de trabajo, para ser integrado por los Ministerios de Relaciones Exteriores, de Defensa y de Justicia de los dos países, con el objeto de promover la cooperación y el intercambio de informaciones para la efectiva prevención y represión de la criminalidad y el terrorismo, inclusive en el ámbito de los Acuerdos bilaterales vigentes de extradición y cooperación judicial en materia penal”.
Para ponerle freno al narcotráfico, que es uno de los fenómenos que afecta a Colombia y a Brasil, los presidentes “determinaron que se estudie a fondo la cooperación bilateral en materia de inteligencia e investigaciones, con el fin de cohibir el tráfico con mayor eficacia en los dos países”.
El comunicado señala que para darle desarrollo a esta iniciativa, “la Comisión Mixta Antidrogas deberá reunirse en el segundo semestre de 2003 para evaluar los progresos obtenidos y coordinar acciones futuras, en especial en el combate al desvío de precursores químicos, tráfico de armas y lavado de dinero”.
Los Presidentes dicen en el comunicado que enfrentarán el hambre y la pobreza “por medio de la implementación de políticas eficaces de empleo, educación, salud y derechos humanos, como también el respeto al medio ambiente”.
Colombia y Brasil comparten ventajas por la biodiversidad biológica y por tanto destacaron “la importancia de emprender esfuerzos comunes enfocados a la conservación y uso sustentable de la diversidad biológica y la promoción de la repartición justa y equitativa de los beneficios asociados a su uso”.
La Amazonía, que se extiende por los dos países, fue también tema de interés. Los dos mandatarios “saludaron la instalación en Brasilia de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, la cual constituye un valioso mecanismo de coordinación política y de canalización de proyectos de interés de los dos países, en la búsqueda del desarrollo sostenible de la región amazónica”.
En relación con la agenda comercial, los Jefes de Estado de Colombia y Brasil decidieron trabajar de la mano con el fin de conformar una Zona de Libre Comercio entre los países de la Comunidad Andina (CAN) y el Mercosur. Y como está sobre la mesa la discusión sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), Uribe y Lula señalaron que es importante “coordinar las posiciones de los países suramericanos” en esta negociación y en la Organización Mundial del Comercio.
También en el ámbito comercial, los presidentes decidieron crear un mecanismo bilateral para examinar temas comerciales de interés mutuo, tanto bilaterales como multilaterales. El Gobierno colombiano manifestó especial interés en cooperación en el área del alcohol, incluyendo la adquisición de destilerías, como también en la compra de maquinaria agrícola y eventualmente de embarcaciones para la navegación fluvial.
Colombia y Brasil, que sustentan buena parte de sus economías en la producción y venta de café, entienden que deben unir esfuerzos para enfrentar una crisis que en los últimos años dejó el precio del grano en niveles muy bajos. “Los Presidentes darán instrucciones a los órganos competentes de sus dos Gobiernos para estudiar mecanismos conjuntos para el fortalecimiento de la comercialización del café de los mercados internacionales”, concluye el comunicado
