Presidente sobrevoló zona incendiada de Medellín
DE LAS CENIZAS DE 'MANO DE DIOS' NACERÁ UNA 'CHISPA DE PAZ'
Medellín, 9 mar (CNE).- "De 'Mano de Dios' hoy quedan cenizas de cuyas entrañas nacerá una 'Chispa de Paz".
Lo anterior no es un pasaje bíblico ni un simbolismo religioso. Es la frase con la que los habitantes del barrio Mano de Dios -destruido por un incendio el jueves anterior- resumen la visita que el presidente Álvaro Uribe Vélez les hizo durante toda la mañana de hoy.
Todo empezó con un sobrevuelo que hizo el Jefe del Estado sobre lo poco que quedó del barrio. Una zona deprimida y habitada en su mayoría por familias desplazadas por la violencia. Después el Presidente llegó hasta el Palacio de Exposiciones, lugar en donde se recibe la ayuda para los damnificados de esta tragedia.
El Mandatario fue recibido por cerca de 400 personas que residían en la zona y que lo perdieron todo por culpa de las llamas. Ellos a pesar del dolor y la frustración, dialogaron y escucharon a su Presidente. Plantearon sus propuestas para solucionar el problema y buscar la manera - de la mano del Gobierno y de las autoridades locales- de levantar de las cenizas "rapidito", un techo nuevo, digno y bueno.
Al final, la comunidad que el jueves vio impotente arder a "Mano de Dios", aplaudió cuando escuchó de su Presidente que sus nuevas casas quedarían localizadas en un terreno donado por la Gobernación y adecuado por la Alcaldía. Y que pese a la grave situación que vive el país, su Gobierno se comprometía a desembolsar en el muy corto plazo los dineros correspondientes a subsidios de vivienda.
Pero no se limitaron a aplaudir. Las víctimas de la tragedia tomaron la palabra y dijeron al Presidente que ese compromiso lo iban a responder con dedicación y con su trabajo, y que ellos mismos evitarían que inescrupulosos se aprovecharan de la situación.
Vicente Martínez, uno de los afectados, contó que el incendio comenzó hacia las cinco de la tarde del pasado jueves y que arrasó con todo su barrio, incluido su negocio. Por eso, pidió, en medio del llanto, que la reconstrucción incluyera también la oportunidad de trabajo.
Martínez dio alternativas: "puede ser una olla comunitaria, un restaurante, una panadería o una colchonería", dijo. El Gobierno tomó nota.
Luego, el que habló fue Daniel Sánchez, otro de los residentes que lo perdió todo. Él Resaltó la necesidad de incluir a todos los vecinos en los proyectos de reconstrucción del barrio. Sánchez dijo que los afectados están dispuestos a poner la mano de obra para la construcción de sus nuevos hogares. En ese momento, el Presidente fue el que aplaudió.
Otro gesto aplaudido por Uribe Vélez fue el del señor Alirio Restrepo. Para él es muy importante que sus vecinos jueguen una labor de fiscalización. Lo que en sus palabras simplemente es "sacar a la gente colada que ahora quiere aprovecharse de la tragedia".
El señor Restrepo aprovechó para felicitar al Presidente, pues en su opinión, "este es un Gobierno que está demostrando que sí atiende a los pobres". "El país por fin dio una vuelta mayor que con los otros presidentes".
Finalmente, el que intervino fue Antonio Gómez, que no sólo desprendió aplausos sino también la risa del Mandatario y de sus compañeros por su memorable frase: "Ante la respuesta tan oportuna y rápida del Gobierno no nos queda otra cosa que hacer lo que dice alguien que está aquí presente: trabajar, trabajar y trabajar".
A renglón seguido, el señor Gómez propuso a sus vecinos hacer un pacto que sintetizó en una frase: "ni los unos, ni los otros, ni nosotros nos robamos".
Así, en medio de la tragedia, el Presidente de la República celebró que cuando hay disposición para ayudar y para salir adelante, no sólo de los gobernantes, sino también de sus gobernados, se puede enfrentar con éxito cualquier eventualidad.
Por eso al final del encuentro Gobierno - comunidad, el Presidente tomó la palabra y en memoria de lo que fue una tragedia y de lo que será un bello ejemplo de trabajo en equipo, decidió bautizar el parque que nacerá de las cenizas de Mano de Dios como: 'Chispa de Paz".