Cincuenta jóvenes viajarán a La Habana a estudiar medicina, gracias a convenio del Icetex y el Gobierno de Cuba.

JOSÉ WILBER NUNCA IMAGINÓ QUE ESTUDIARÍA MEDICINA EN CUBA

Bogotá, 14 mar (CNE). La noticia causó gran revuelo en Condoto (Chocó). José Wilber Mosquera, un joven de 20 años y quien desde hace 8 trabaja en la pequeña tienda de su tía Elsa para pagarse el bachillerato, había sido beneficiado por el Icetex con una beca para estudiar medicina en Cuba.

La oportunidad fue tan sólo para 50 jóvenes colombianos y José Wilber estaba entre ellos. “Me enteré de la oferta de las becas a través de los medios de comunicación. Presenté los papeles para estar en la jugada, para ver si tenía la oportunidad, a pesar de la gran cantidad de estudiantes que estaban aspirando a lo mismo”, relató el joven bachiller.

José Wilber Mosquera es hijo de una de las tantas familias humildes de esta región del país. Fue adoptado a los 12 años por doña Elsa y de inmediato entró a trabajar en su tienda. Ahora ella, que es como la segunda madre del muchacho, tiene un motivo más para sentirse orgullosa: su sobrino será, muy pronto, un flamante médico, egresado nada menos que de la Escuela Latinoamericana de Salud de La Habana.

Doña Elsa confiesa que nunca se imaginó que su sobrino viajaría algún día a Cuba y menos para estudiar medicina. “Eso no estaba en los sueños de nosotros. Pensábamos en un futuro hacer el esfuercito para que estudiara en una universidad de aquí de Colombia, aunque esa era una posibilidad muy remota. Jamás pensamos nos fuera a dar esta dicha”, sostuvo Doña Elsa.

Al término de la ceremonia de entrega de las becas y de las visas, que se llevó a cabo en las dependencias del Icetex de Bogotá, José Wilber con algo de nostalgia recordó a los amigos del barrio, a su familia y a los profesores que siempre estuvieron apoyándolo.

Ahora él es conciente de que, aunque ha ganado la oportunidad, lo que viene tendrá que hacerlo con mucho esfuerzo, si en realidad quiere llegar a ser un gran médico. Lo que sí tiene claro es que en cuanto termine sus estudios en Cuba, regresará a su tierra chocoana para aplicar lo aprendido entre su gente, y de paso, obtener algunos recursos con los que piensa financiar la educación de sus 6 hermanitos.

Eso sí, tanto él como su tía Elsa, le agradecen al Icetex por esta oportunidad y, sobre todo, por haberlo tomado en cuenta, sin necesidad de palancas ni tráfico de influencias. “Lo que he recibido hoy es una bendición”, dijo José Wilber Mosquera, quien apresurado salió con su pasaje y su visa a alistar maletas, pues mañana, muy temprano, viajará a una tierra nueva, a hacer realidad su máximo sueño: ser médico