Afirmó Presidenta de la Cámara Colombo Venezolana
SI HAY OPCIONES PARA COMERCIO CON VENEZUELA
Bogotá, 25 mar (CNE).- La escasez de divisas que enfrenta Venezuela, producto de la caída de las exportaciones de petróleo, no puede ser un obstáculo insalvable para el comercio bilateral, afirmó hoy la presidenta de la Cámara Colombo Venezolana, María Luisa Chiappe.
“Es necesario buscar alternativas para preservar los flujos de comercio entre Colombia y Venezuela y mantener el intercambio de productos para los cuales no habrá divisas”, agregó.
Chiappe propuso evaluar tres alternativas como solución coyuntural para facilitar el intercambio comercial: mecanismo Aladi Completo, pago en moneda local y compensación o canje de mercancías (swap).
Según la Cámara, mediante el mecanismo Aladi Completo, mecanismo que permitiría garantizar el pago a los exportadores colombianos de los productos que venden al vecino país, se extendería al pago de todas las exportaciones, sin restringir el uso del convenio a los productos autorizados por la Comisión de Administración de Divisas de Venezuela (Cadivi) como sucede actualmente.
“Este sistema -que no requiere erogación de divisas para el pago de importaciones porque la negociación se haría a través de cruce de cuentas entre los bancos centrales- se utilizó con éxito entre 1994 y 1995, cuando Venezuela también impuso un control de cambios”, resaltó Chiappe.
A juicio de la Cámara Colombo Venezolana, para ponerlo en marcha nuevamente sólo se requiere ajustar la normatividad de Cadivi y del Banco Central de Venezuela para eximir del permiso a todas las importaciones realizadas vía compensación Aladi.
Chiappe afirma que es la alternativa de más fácil aplicación y tendría un impacto inmediato en el flujo comercial, que en la actualidad está totalmente paralizado.
Respecto al pago de importaciones en la moneda local, el comprador venezolano paga el valor correspondiente de las mercancías importadas de Colombia en bolívares, mediante un abono al exportador colombiano en un banco ubicado en Venezuela.
Por su parte el banco, a través de su homólogo en Colombia, realiza el pago al exportador colombiano en pesos. El mismo mecanismo se aplicaría para el pago a los exportadores venezolanos.
Para minimizar el riesgo cambiario que corre el intermediario financiero, estos deben procurar que los pagos por el intercambio sean, en lo posible, equilibrados, es decir, que los saldos resultantes sean mínimos.
Con el sistema swap, la Cámara Colombo Venezolana propone el intercambio de mercancías a través de operaciones intra-empresariales, que las pueden hacer firmas que operan en los dos países y que utilicen insumos venezolanos producidos por ellas mismas o sus filiales.
Por operaciones intra-sectoriales, realizadas entre empresarios de una misma cadena productiva: en esta categoría se incluyen las cadenas con alta integración binacional como la metalmecánica, la petroquímica y otras en las cuales Venezuela produce los insumos que son exportados a Colombia, donde se transforman en productos terminados que a su turno se venden a Venezuela.
Operaciones multi-sectoriales: en las que se intercambian mercancías de diferentes sectores. Es necesario identificar la disponibilidad de productos en ambos países, para lo cual sería deseable la participación activa de comercializadoras.
Para poner en marcha el mecanismo swap o canje se requiere complementar el Régimen Cambiario Colombiano, de forma que se permita la extinción de la obligación cambiaria mediante el canje de mercancías. Igualmente se requiere que el régimen venezolano permita explícitamente esta figura.
Los tres sistemas propuestos reducen al mínimo la erogación de divisas de Venezuela, lo que significa que todos se ajustan al propósito de defender sus reservas internacionales. Adicionalmente contribuyen a fortalecer las cadenas productivas binacionales y promueven la recuperación económica de Venezuela en la medida en que estimulan sus exportaciones.
