Resumen de los acuerdos adoptados por la XVII Cumbre Presidencial del Grupo de Río
CONSENSO DEL CUSCO
Cuzco, 24 may (CNE). Al culminar hoy la XVII Cumbre Presidencial del Grupo de Río que se llevó a cabo en Perú, los días 23 y 24 de mayo de 2003, los 19 países de la región suscribieron el Consenso de Cuzco –aparte de varias declaraciones que tocan directamente con el interés nacional de Colombia–, cuyos puntos principales son los siguientes:
1. CONTRA LA CONEXIÓN TERRORISMO-NARCOTRÁFICO. El Grupo de Río fue enfático al señalar que el terrorismo y el narcotráfico, que afectan con especial énfasis a Colombia y actúan en conexión, constituyen una seria amenaza para la paz, la seguridad y la gobernabilidad democrática en América Latina. De aquí que convinieron redoblar los esfuerzos y la cooperación para combatir conjunta y eficazmente estos dos flagelos de la humanidad.
Al respecto el Consenso de Cuzco manifiesta: “Reiteramos nuestra más enérgica condena al terrorismo que representa una amenaza para la paz y la seguridad, la efectiva vigencia de los derechos de todas las personas y la estabilidad democrática. Igualmente recalcamos la necesidad de combatir el problema mundial de las drogas y los delitos relacionados, particularmente en su conexión con actividades terroristas. Asimismo destacamos que la lucha contra el terrorismo debe realizarse en un marco de pleno respeto al derecho internacional y a los derechos humanos”.
2. POR LA REVERSIÓN DEL PROTECCIONISMO Y UN TRATO ESPECIAL PARA LATINOAMÉRICA EN MATERIA DE COMERCIO AGRÍCOLA. El Grupo de Río destacó que la liberación del comercio de productos agrícolas, conjuntamente con la eliminación de los subsidios y ayudas internas a la producción y exportación de dichos productos, es un “elemento esencial” para el desarrollo de la región.
Esto a sabiendas de que el Grupo ha percibido lo que llamó “un inquietante aumento del proteccionismo comercial”, particularmente por parte de las naciones más industrializadas.
En este sentido los 19 países acordaron identificar coincidencias en relación con las negociaciones comerciales en marcha, con miras a garantizar que éstas se centren en el acceso efectivo al mercado. De tal forma que dichas negociaciones permitan el desarrollo de políticas para el incremento de los productos de la región con valor agregado.
El propósito del Grupo es que las negociaciones comerciales en curso contemplen especialmente la reversión de las prácticas proteccionistas, que retrasan el crecimiento y el desarrollo, mediante la aclaración y mejora de las reglas del sistema multilateral de comercio y la aplicación clara y concreta del trato especial y diferenciado a favor de los países en desarrollo.
En el mismo ámbito del comercio, el Grupo acordó realizar próximamente una reunión donde se discutirá a fondo el estado actual de las negociaciones en curso para la constitución del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), con miras a que este proyecto continental “alcance resultados equitativos y equilibrados teniendo en cuenta los intereses del Grupo de Río”.
3. MISIÓN ANTE EL G-8. El Grupo de Río comisionó a los presidentes de México y Brasil, Vicente Fox y Luis Inácio Lula, para que impulsen entre los países industrializados pertenecientes al G-8 los acuerdos consignados en el Consenso del Cuzco. Especialmente en materia de ayuda efectiva para combatir el terrorismo, el narcotráfico y la pobreza en la región, problemas que están minando la gobernabilidad democrática en América Latina.
De igual manera deben buscar canales ante el Grupo de los 8 (Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) para obtener financiamiento, con miras a generar empleo e incrementar la inversión pública en educación, salud, vías, electrificación y saneamiento básico. Dicho financiamiento debe ir más allá de los límites de endeudamiento externo y apuntar a fortalecer las instituciones democráticas en los países del Grupo de Río.
4. POR UN CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU MÁS EQUITATIVO Y REPRESENTATIVO. El Grupo de Río propendió porque la Organización de Naciones Unidas brinde una mayor atención a la problemática de la región. El propósito del Grupo es que dos países latinoamericanos entren a hacer parte, en forma permanente, del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Estimamos indispensable que el sistema internacional (de la ONU) cuente con mecanismos que mejoren la transparencia y una mayor participación en el proceso de toma de decisiones de sus órganos, en especial del Consejo de Seguridad, con el fin de hacerlo más democrático. En este contexto, se deben reactivar iniciativas para reformar y actualizar el sistema de Naciones Unidas, en especial en materia de seguridad colectiva. Se requiere reafirmar el papel y la legitimidad del Consejo de Seguridad como el órgano con la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, por lo que debe ser reestructurado a fin de asegurar un mejor equilibro y representatividad”, dice al respecto el Consenso de Cuzco.
Aparte de estos puntos, el Grupo de Río consideró que es necesario fortalecer los partidos políticos de los países de la región, asignarle un carácter prioritario a la superación de la pobreza, combatir con eficacia la desnutrición y el analfabetismo, insertar a las nuevas generaciones en las tecnologías de la información, asegurar una mejor calidad de vida para la infancia latinoamericana, incorporar plenamente a la mujer en el quehacer político y social de los países, afrontar los flujos migratorios de habitantes entre una nación y otra, combatir efectivamente el tráfico ilícito de personas y la prostitución infantil, y propender por el fomento del respeto y el desarrollo de la identidad cultural de todas las naciones de la América Profunda.
