COMUNICADO DEL MINISTERIO DE DEFENSA SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL CAÑON DE ANAIME

Bogotá, 12 abr. (SNE).- El siguiente es el comunicado del Ministerio de Defensa sobre los hechos ocurridos en el Cañón de Anaime.

COMUNICADO DEL MINISTERIO DE DEFENSA SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL CAÑON DE ANAIME

ANTECEDENTES

Desde 1997, cuando destruyeron la población de Anaime, las cuadrillas 21 y 50 de las FARC ejercían control sobre el llamado Cañon del Río Anaime, que va desde el municipio de Cajamarca, en el Departamento del Tolima hasta el de Pijao en el Quindio.

Este control les permitía atacar con facilidad a los viajeros que usan la vía entre Ibagué y el Alto de la Línea y secuestrar y extorsionar a los habitantes de toda la región. (VER ANEXO)

En días previos a la Semana Santa el Ejército y Policía recibieron información reiterada y de fuentes diversas, según la cual las FARC preparaban ataques contra los turistas que se desplazarían hacia el Eje Cafetero y el Occidente del país con motivo de las vacaciones de Semana Santa.

Unidades de la Sexta Brigada del Ejército se encontraban desarrollando operaciones en la zona con la misión de proteger tanto a los viajeros, como a los habitantes de la región.

LOS HECHOS

El Jueves Santo se presentó un combate del Ejército con una cuadrilla de las FARC en una zona comprendida entre las veredas de Cajones y Potosí, municipio de Cajamarca. Durante el enfrentamiento fue herido un miembro de la cuadrilla que dirige alias "Enrique" y encontró una caleta con explosivos y armas.

El Sábado Santo, información suministrada al Ejército por habitantes de la región permitió establecer que el herido y 8 terroristas más, huían por la vía que comunica a Cajamarca con Santa Helena. Se trata de una vía destapada, estrecha, llena de curvas y por la cual las FARC no permiten el paso de personas después de las seis de la tarde.

Confirmada la presencia de los terroristas, el Comandante de la Sexta Brigada del Ejército, General, Lelio Suárez Tocarruncho, envió tropas en procura de su captura.

Al anochecer del Sábado Santo, los soldados del Batallón Pijaos llegaron a la vereda Potosí y desde allí iniciaron su ascenso en dos grupos en forma paralela a la vía en dirección al área en donde se encontraban los terroristas.

Hacia las nueve de la noche, en completa oscuridad y en medio de la niebla, un suboficial y cinco soldados de uno de estos grupos, advirtieron la presencia de unas personas que bajaban a pie por la carretera en dirección a Cajamarca. Un soldado ordenó: "ALTO", en la creencia de que podría tratarse del grupo terrorista que intentaba huir. Una de ellas empezó a correr y el soldado disparó en dirección al ruido. Sus compañeros reaccionaron de la misma forma. El resultado fue de cinco personas muertas.

A las 9:20 p.m. el Cabo del Ejército al mando del grupo informó a su superior inmediato, el Teniente Ordóñez de lo ocurrido y el Teniente Ordoñez reportó los hechos al Comandante de la Sexta Brigada en forma inmediata.

El Comandante de la Sexta Brigada, general Suárez Tocarruncho dio la orden proteger las pruebas hasta cuando llegaran las autoridades judiciales. Los fiscales delegados para el caso arribaron al sitio hacia las 7:30 a.m. del domingo.

Los fallecidos, según el primer reporte no portaban identificación, no llevaban maleta, ni morral. Sólo hasta la una de la tarde del domingo, cuando dos hermanos de las víctimas identificaron los cuerpos, se tuvo conocimiento pleno de su identidad. Se trata de Albeiro Mendoza Reyes y su esposa Yamile Urueña. De Norberto Mendoza Reyes, hermano de Albeiro y dos menores de edad, entre ellos un bebé de 7 meses de nacido.

Los hermanos de las víctimas fueron localizados por el Ejército tras una búsqueda casa por casa que duró toda la mañana del domingo.

Hoy en la mañana, durante una reunión con el Presidente de la República, el Ministro de Defensa y la Cúpula Militar, los familiares dijeron no saber que sus parientes se iban a desplazar a pie por esa carretera a esas horas de la noche.

El Ministro de la Defensa, Jorge Alberto Uribe anunció que la Procuraduría y la Fiscalía iniciaron las investigaciones de los hechos. Admitió que hubo un doloroso error y ofreció todo el respaldo a los familiares.

En igual sentido se pronunciaron los Generales Carlos Alberto Ospina y Lelio Suárez, comandantes de las Fuerzas Militares y de la Sexta Brigada, respectivamente.

Todos los integrantes del Ejército que participaron en esta operación son profesionales de buena conducta y de reconocido servicio a la Patria.

Bogotá, abril 12 de 2004