Propuesta del presidente Uribe
¿POR QUÉ NO HACEMOS UNA CARAVANA PARA QUE LOS NIÑOS
CONOZCAN LAS BALLENAS?
Bogotá, 28 abr. (SNE).- El presidente Álvaro Uribe Vélez
planteó la posibilidad de realizar una caravana Vive Colombia,
hacia el mes julio, para que especialmente los niños viajen al
Mar Pacífico colombiano y conozcan y aprecien las fabulosas ballenas
jorobadas que, por esa época, llegan a nuestras aguas con el propósito
de aparearse.
"¿Por qué no hacemos lo siguiente: por qué no
hacemos unas caravanas, de julio a septiembre, al Pacífico, desde
el interior del país, y que la coordinemos con la Armada, para
que haya desde un buque de la Armada la posibilidad de que los turistas
que lleguen observen las ballenas y llevar niños de escuelas y
colegios?".
Así lo propuso el presidente Uribe a Franco Ospina, uno de los
líderes de la Expedición Natibo, que emprenderá la
próxima semana un periplo tras las ballenas jorobadas que recorren
nueve mil kilómetros desde la Antártida, donde se alimentan,
hasta el Pacífico colombiano, donde se sienten a salvo y se aparean.
Ospina le respondió al Presidente: "Una ballena en el mercado
japonés o noruego vale más o menos de dos a tres millones
de dólares. Pero la opción que tenemos para preservar esta
especie es el turismo ecológico. O sea el hecho de tener el privilegio
de observar, a unos 150 metros de distancia, a un animal de esta magnitud.
Las ballenas siempre fueron y serán los animales más grandes
sobre el planeta".
Una buena parte de las ballenas jorobadas o yubarta
son nacidas y apareadas en aguas colombianas del Pacífico y se alimentan en la Antártida.
Precisamente uno de los objetivos de la Expedición Nativo es determinar
dónde empieza la zona de apareamiento, cuando los machos empiezan
a entonar sus cantos para enamorar las hembras.
En el 2006 se acaba la moratoria de la caza de
ballenas y hay un grupo de países que planea empezar a cazarlas. Expedición Natibo
se propone aportar su grano de arena para protegerlas, pues aunque las
ballenas jorobadas son patrimonio de la humanidad, muchas de ellas nacieron
en Colombia. "Queremos aportar algo para ver si nuestros nietos
pueden conocer y disfrutar estos animales fabulosos", dijo Navia.
Entre las ballenas colombianas que fueron vistas
en la Antártida
y en Gorgona a la vez, figura Carlos IV, jorobada colombiana que tiene
alrededor de 50 años. Esa ballena fue identificada en el año
1989 en Gorgona. Ellas se identifican por su huella digital que es la
cola y su vida es de entre 70 y 80 años. Mide 15 metros y pesa
30 toneladas. Cualquier persona cabe dentro del ventrículo del
corazón de una ballena.
El recorrido entre la Antártida y aguas colombianas, alrededor
de nueve mil kilómetros, lo hacen las ballenas todos los años.
A Colombia están llegando aproximadamente a finales del mes de
julio. En estas aguas, por tradición, nunca se pescaron. De Ecuador
para abajo, todos esos países las pescaron por varios siglos.
Así que por genética, según Navia, ellas saben que
están a salvo cerca a las costas colombianas.
Se estima que hay 1.200 ballenas colombianas.
El total de las que vienen a aparearse en aguas colombianas suman alrededor
de dos mil. La población
total de ballenas jorobadas en el mundo asciende a casi 20 mil ballenas.
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