Bogotá, 9 ago. (SNE).- El gobierno colombiano pidió ayuda a la comunidad internacional para seguir avanzando en la implementación del programa Familias Guardabosques, que se desarrolla desde hace año y medio en 13 municipios de siete departamentos del país, con recursos única y exclusivamente del Presupuesto Nacional.

Durante una visita a Necoclí, Antioquia, donde el programa ha vinculado a más de 3.000 familias, la canciller Carolina Barco dijo que es necesario que el mundo entero ponga sus ojos en este programa del Plan Colombia, si en realidad el propósito es ayudar al país a superar el problema de la droga.

La funcionaria visitó la región en compañía del Alto Consejero Presidencial para la Acción Social, Luis Alfonso Hoyos, y de voceros de las Naciones Unidas y de ocho países, que destacaron los alcances y los efectos de la iniciativa.

En ese sentido, la comunidad internacional elogió el avance del programa y el empeño que ha puesto el Gobierno Nacional para sacar adelante proyectos que le han permitido a miles de familias erradicar voluntaria y manualmente sus cultivos de coca y, además, convertirse en protectores del medio ambiente.

Sandro Calvanni, representante de las Naciones Unidas en Colombia, felicitó a los campesinos y dijo que este ejemplo es muy importante para destruir la droga y conseguir la paz en Colombia.

Jean Luc Bodsom, embajador de Bélgica, por su parte, se mostró altamente sorprendido y gratificado por la forma como los campesinos del Urabá Antioqueño, han puesto todo su esfuerzo para sacar adelante el programa Familias Guardabosques. El diplomático afirmó que en Bruselas va a hacer todo lo que esté a su alcance para que países como el suyo, respalden a Colombia en este propósito de favorecer a los campesinos que erradiquen manualmente los cultivos ilícitos.

A su turno, el Alto Consejero Presidencial para la Acción Social, Luis Alfonso Hoyos, resaltó el esfuerzo de las comunidades de municipios como Turbo y Necoclí, las cuales han superado toda clase de obstáculos impuestos por los actores armados, para unirse en torno al propósito de abandonar lo ilícito y luchar unidos por su bienestar.

“No hacemos milagros, pero esfuerzos como éstos demuestran que podemos salir adelante y continuar sembrando la semilla para erradicar la pobreza de nuestro país”, puntualizó Hoyos.

EL PROGRAMA

La iniciativa vincula como Guardabosques a familias campesinas e indígenas, brindándoles un apoyo económico y un acompañamiento social y técnico ambiental, en zonas de ecosistemas estratégicos o áreas de conservación y protección, con presencia o en riesgo de ser afectadas por los cultivos ilícitos.

La estrategia está encaminada a reducir los cultivos ilícitos y prevenir su expansión, brindándoles a las familias vinculadas una alternativa legal de ingresos.

Las metas del programa son vincular a 50.000 familias campesinas, mantener libres de cultivos ilícitos por lo menos 60.000 hectáreas, revegetalizar por lo menos 40.000 hectáreas en zonas ambientalmente estratégicas y conservar alrededor de 700.000 hectáreas de bosques.

En año y medio que lleva el programa se han vinculado más de 18 mil familias con contrato individual en 13 municipios de 7 departamentos. Estas familias reciben un incentivo equivalente a 833 mil pesos bimensuales.