Bogotá, 24 ago. (SNE). “No hay duda que la juventud es químicamente buena y la presencia de ella como interventora de esos procesos ayuda a purificarlos y a que la Nación pueda creer en ellos”.

Con esas palabras, el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, aplaudió la idea de que el Programa Presidencial Colombia Joven implemente el Control Social Juvenil en los proyectos de Transmilenio que se adelantan en el país.

El Control Social Juvenil, es un programa que se viene desarrollando en diferentes regiones del país, con el cual se buscar realizar una especie de veeduría a los funcionarios, proyectos y ejecución de los dineros públicos, mediante la participación de jóvenes capacitados en dicho control.

“La presencia de ustedes vigilando los grandes contratos del Estado es muy importante”, dijo el Presidente a los jóvenes reunidos en el tercer Encuentro de Productividad Juvenil.

Para el Jefe del Estado es fundamental que los jóvenes ejerzan una veeduría en todos los programas que desarrolle el Estado, con lo cual se puede cumplir uno de los fundamentos básicos del Gobierno: la transparencia.

“En ese tema la labor de los jóvenes es muy importante y que el país pueda confiar en la contratación estatal, que esa contratación sea transparente. Exíjanos, nosotros les abrimos las puertas para que ustedes se tomen a profundidad esos temas”, dijo el Mandatario a los asistentes al encuentro.

De acuerdo con el director de Colombia Joven, Nicolás Uribe, esa veeduría ciudadana ya se viene realizando en el Transmilenio de Bogotá y se busca que se pueda implementar en las demás ciudades donde se van a realizar los Sistemas de Transporte Masivo Integrado (Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Soacha, Pereira-Dosquebradas y Bucaramanga)

La idea es realizar convenios con las universidades y cámaras de comercio de cada región para que conjuntamente con el Programa Anticorrupción, Planeación Nacional y el Ministerio de Hacienda, se capacite a los jóvenes que participen en la veeduría.

Se busca que los jóvenes sean de los últimos semestres de las facultades de ingeniería y arquitectura, con el fin de aprovechar los conocimientos que ellos han adquirido.