CANCILLER
MEXICANO DA “LUCES” PARA
NEGOCIAR EL TLC CON ESTADOS UNIDOS Bogotá, 26 ago. (SNE).- “El acuerdo comercial con
Estados Unidos no es malo y las cifras así lo demuestran.
Un superávit comercial con dicho país de 41 mil millones
de dólares anuales es muestra de ello”.
Con esa afirmación el canciller mexicano, Luis Ernesto
Derbez, quien en su visita a Colombia se reunió con los
empresarios colombianos, resumió la experiencia de su país
con el Tratado de Libre Comercio que firmó con Estados Unidos.
Para el ministro Derbez, si bien el acuerdo
les ha dejado muchas enseñanzas con respecto a lo que se debió hacer,
es importante reconocer las grandes oportunidades que le ha abierto
al país y la posibilidad de convertir a México en
una “potencia” comercial internacional, al ubicarse
en el puesto 10 con sus exportaciones e importaciones.
Dentro de sus reflexiones el Canciller
mexicano llamó la
atención en cinco puntos que los países andinos deben
tener en cuenta dentro de las negociaciones comerciales con Estados
Unidos.
El primero de ellos es la integración fundamental que deben
tener las pequeñas y medianas empresas en el desarrollo
exportador del país, como lo ha planteado el Gobierno Nacional
y como se ha reflejado en las tres primeras rondas de negociaciones
que permitieron crear un espacio especial para este sector.
“Un tema que deberán analizar es cómo sacan
políticas complementarias para la integración del
producto. Es un tema de cómo desarrollan la pequeña
y mediana empresa para que ésta pueda abastecer a la empresa
de exportación”, explicó Debez.
A través de esa combinación –agregó-
puedan darle un mayor valor agregado y puedan desarrollar por lo
tanto la fortaleza de su economía a través del impulso
a la pequeña y mediana empresa, que a su vez le van a dar
un mercado interno mucho más amplio.
En tal sentido es fundamental la integración de las mipymes
en el desarrollo de las cadenas productivas y tener una economía
fuerte.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es
el sector agropecuario y en él especialmente las actividades
que tienen un mayor impacto social.
“Si nosotros no revisamos que en nuestras economías
hay todo un sector social en el sector agropecuario y no ponemos
programas especiales para que ese sector pueda irse adaptando y
para que la asimetría que van a enfrentar con los subsidios
norteamericanos pueda ser corregid, vamos a tener problemas de
ajuste social y por lo tanto de la capacidad política de
defender el tratado de libre comercio”, enfatizó el
Canciller.
Para el funcionario mexicano no se puede
hablar de bueno o malo persé, y por ello no se puede tener
un concepto de que el acuerdo comercial de entrada es malo para
el sector agropecuario.
“Hay una visión en México que ha sido pésimo
para el sector agropecuario, pero el sector comercial agrícola
mexicano ha crecido tremendamente, se ha desarrollado y le ha permitido
tener grandes niveles de productividad y gran cantidad de exportación.
Por ejemplo, uno de cada dos pepinos que se consumen en Estados
Unidos es Mexicano”, aseguró el Canciller.
De hecho, este sector es el que más ha venido creciendo
en los últimos años en su país, aunque se
debe tener en cuenta que también tiene su factor negativo
especialmente en la parte de granos, ganadería y azúcar,
donde no se ha logrado
Llamó la atención con respecto a lo que se conoció en
el acuerdo entre México y Estados Unidos como “cartas
paralelas”.
“En la negociación se cometieron dos o tres errores.
Uno de ellos fue sacar “cartas paralelas” en las que
se definían términos bajo los cuales iba a ser el
proceso, y los norteamericanos han estado usando eso como el elemento
que ha impedido que entre el azúcar mexicana libremente.
DESARROLLO REGIONAL
Un tercer factor a tener en cuenta es el
desarrollo regional, porque no se puede permitir una desarrollo
inequitativo como sucedió en
México donde el norte del país tuvo mayor crecimiento
y produjo un flujo migratorio desde el sur.
Así mismo advirtió con respecto a la necesidad de
tener un avance en la infraestructura del país que permita
integrar a la Nación y generar un desarrollo regional más
equilibrado.
El tema de la infraestructura no sólo se requiere para
ser más competitivo y abrir canales o vías de comercialización
de los diferentes productos, sino para tejer la red que permita
interconectar al país.
Y un quinto factor en el cual llamó la atención
fue la necesidad de un programa científico y tecnológico
porque para ganar competitividad no se puede pensar todo el tiempo únicamente
en mano de obra barata.
“Desde el punto de vista del proceso de nuestra integración,
la gran necesidad que va a tener que plantearse es un programa
de desarrollo científico y tecnológico, porque no
puede ningún país pensar en que va a estar compitiendo
con mano de obra barata”, aseveró Derbez.
Para ello ejemplificó con el caso de China donde cada año
15 millones de jóvenes chinos llegan a la edad de empleo
y además al entrar a la Organización Mundial de Comercio
se han cerrado empresas públicas que han generado 10 millones
de pérdidas de empleo. Es decir que el año pasado
hubo 25 millones de chinos buscando empleo y eso abarata mucho
la mano de obra y por lo tanto ese aspecto no es suficiente para
tener en cuenta como factor de competitividad.
“La industria de mano de obra barata va a ser la China y
si se le agrega la India peor y eso hace que sus sueldos y salarios
sean mucho más bajos. Por eso hay que tener cuidado de cómo
se avanza en el proceso porque no puede ser por mano de obra barata
porque va a ser difícil”, puntualizó.
Por eso el recurso científico y tecnológico
va a ser fundamental para ganar competitividad y mejorar la calidad
de los productos y servicios que se pretendan comercializar.
Finalmente explicó que los tratados de libre comercio no
son acuerdos en los cuales se vende todo en el otro mercado, sino
que son acuerdos para establecer reglas que den certidumbre a los
inversionistas para entrar los productos al mercado al que se quiere
entrar y con ello definir qué se debe hacer para aprovechar
el mercado.
“En teoría nos interesa a los latinoamericanos entrar
al mercado estadounidense porque es grandotote y siempre tener
acceso a ese mercado permite ampliar las posibilidades de ventas
porque voy a pasar de un mercado de 40 millones de bajo ingreso
a uno de 280 millones de muy alto ingreso. Y eso es lo que me interesa”,
concluyó el canciller mexicano.
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