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En acto de desmovilización del Bloque Cundinamarca de las AUC

PALABRAS DEL ALTO COMISIONADO PARA LA PAZ, LUIS CARLOS RESTREPO

Yacopí, Cundinamarca, 9 dic. (SNE).- A continuación las palabras del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, durante el acto de desmovilización y entrega de armas por parte del Bloque Cundinamarca de las Autodefensas Unidas de Colombia.

“El acto que tiene lugar hoy en el Instituto Luis Carlos Galán del corregimiento de Terán tiene un alto significado para la región. Un grupo de hombres que durante muchos años ha tenido en sus manos las armas y que de manera inevitable ha hecho parte de la larga historia de violencia que ha azotado a esta región y al país, toma hoy, de manera autónoma y voluntaria, la decisión de deponer sus armas ante el Estado legítimo y de reincorporarse a la civilidad y a la democracia.

Este acto es un acto de confianza en el Estado de derecho y es la reafirmación de un principio básico que nunca más debe ser olvidado: las armas solo pueden estar en manos del Estado. Solo las autoridades legítimas, investidas por la decisión popular y el poder del pueblo pueden portar las armas y emprender labores de defensa de las comunidades y sus territorios.

Es cierto que como parte de los extravíos históricos de esta Nación, hemos vivido durante los últimos años un proceso de desestitucionalización, que llevó a que algunos ciudadanos, a que ustedes, en un momento dado, considerarán justo o legítimo tomar en sus manos las armas invocando el principio de la autodefensa.

Sin embargo, debe quedar claro que ese es un camino equivocado. Debe quedar claro que el único camino adecuado es el de fortalecer la Fuerza Pública y rodear a las autoridades legítimas.

Las tareas de la seguridad solo pueden estar en manos de los gobernantes. Las tareas de la justicia solo pueden estar en manos de las autoridades legítimamente investidas para aplicar esa justicia. Cuando los particulares toman en sus manos las tareas de la seguridad, o las tareas de la justicia, inevitablemente terminamos echando más leña al fuego y se termina escalando la espiral de la violencia.

Es por eso, altamente significativo el paso que ustedes dan hoy. Ese paso es un paso de paz, es un paso de valor. Es entendible sicológicamente que en Colombia muchas personas se hayan aferrado al arma, creyendo que de esta forma defienden mejor sus vidas, sus propiedades o sus intereses.

Pero ahora, comenzando el siglo XXI, bajo el mandato de la Seguridad Democrática, bajo la Presidencia de Álvaro Uribe Vélez, no hay lugar para modalidades de seguridad por fuera de la ley. No hay lugar para que los ciudadanos porten armas por fuera de las leyes y los reglamentos legítimamente instituidos.

De allí que al dar el paso ustedes hacia la civilidad, no solamente contribuyen a la pacificación y a la institucionalización de la región, sino que dejan un claro mensaje a estos niños, a estas niñas y a estos jóvenes que nos acompañan hoy. Ustedes niños y niñas, jóvenes que están mirando este acto, deberán recordar siempre la importancia de este momento. Las manos de los campesinos no deben destinarse a empuñar armas. Esas manos deben orientarse al trabajo. Ustedes deben consagrarse al estudio, ayudar a construir una patria mejor y entender que es mucho más valiente aquel que entrega su arma y que deposita su confianza en las autoridades legítimas para que sean solo ellas las que brindan seguridad.

Que este acto de hoy signifique, de manera clara, que la región de Yacopí y el departamento de Cundinamarca, que el país que tanto queremos y que esta amada Colombia, van encontrando poco a poco el camino de la reconciliación.

(fin)

El futuro inevitablemente está por la paz. Este paso que se da hoy, cuando tantos hombres que han tenido las armas en la mano las entregan ante el Estado legítimo, muestra de manera contundente que la política de Seguridad Democrática y la política de diálogos y negociación de paz del Gobierno Nacional, va dando sus frutos.

El acto del día de hoy es parte de una gran decisión de las Autodefensas Unidas de Colombia, que hemos venido materializando en las últimas semanas y que tiene como propósito, desmovilizar al menos tres mil hombres antes de terminar el año 2004.

Hoy estamos aquí, hoy están ustedes cumpliéndole al Gobierno, al país y a sus comunidades. Mañana estaremos en el Catatumbo, donde también un número significativo de hombres, cerca de 1.500, entregarán sus armas y se integrará a la civilidad.

Confiemos en Dios que este paso que estamos dando sirva para mejorar significativa la región.

De parte del Gobierno existe la mayor disposición a seguir acompañando la región. Hemos encontrado en el señor Gobernador de Cundinamarca y en el señor Secretario de Gobierno, la mayor disposición para buscarle alternativas a una región que sigue teniendo mucho futuro, pero que en el presente sigue teniendo dificultades.

Hay que encontrarle una alternativa radical y efectiva al problema de los cultivos ilícitos. Donde hay coca hay violencia. Tenemos que superar ese problema, no puede haber ningún tipo de connivencia con la ilegalidad, ni con los cultivos ilícitos. Por eso es importante buscarle alternativas productivas a la región para que haya también vías eficaces para solucionar ese delicado problema.

Hemos encontrado igualmente en la Fuerza Pública, en la Policía Nacional, en el Ejército de Colombia, la mayor disposición a brindarle toda la seguridad a la zona. Pueden estar tranquilos, de parte del Gobierno Nacional, el compromiso es total.

Igualmente, aquí me acompaña el señor director de reinserción, quien está comprometido en buscar con ustedes caminos dentro de la civilidad. Hoy es apenas el primer paso de un proceso de reincorporación a la civilidad y esperamos que haya frutos para ustedes, para sus familias y para la región.

Y pueden tener la completa convicción, el paso que están dando, en el momento que lo han dado, es lo mejor. Que estos niños, estas niñas y estos jóvenes que nos acompaña hoy sirvan de testigos de este paso histórico que estamos dando, que queda grabado en la memoria del corregimiento de Terán, como un gran acto de fe por la paz de Colombia.

Muchas gracias

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