Diciembre de 2004

Enero

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

Año 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007
25
26
 

ENTREVISTA DEL PRESIDENTE URIBE A RADIOSUCESOS RCN

Bogotá, 21 dic (SNE). El presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, concedió la siguiente entrevista al equipo periodístico de Radiosucesos RCN:

Juan Gossaín: Señor Presidente, sea lo primero, a nombre de RCN y de todo el país, desearles a usted y a su familia que tengan una Feliz Navidad.

Presidente de la República: Juan, a usted, a sus compañeros, a las familias de todos, a los compatriotas todos, uno quisiera que además de una Feliz Navidad, el año 2005 sea un año de mucho avance en nuestra Patria en seguridad, en empleo –que podamos superar estas dificultades de la economía como la tasa de cambio–, en equidad social, para que las nuevas generaciones vayan encontrando un país que de verdad les permita vivir felices.

Juan Gossaín: Usted lo ha dicho, señor Presidente, que tengamos un año próspero, bueno, y un año positivo en materia de seguridad y empleo. Ha dicho usted crecimiento económico. Esos son los dos temas de los cuales queremos conversar con usted en estos momentos. Comienzo de inmediato.

El Gobierno acaba de proponer, señor presidente Uribe, a través del Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, acaba de hacer una nueva oferta, propuesta a las Farc: reunirse las Farc y el Gobierno en una iglesia que sea rural o urbana para hablar de intercambio humanitario.

¿Cuál es el alcance de esa nueva propuesta, señor Presidente?

Presidente de la República Juan, como ve usted, el Gobierno ha venido en estos 28 meses buscando, de una u otra forma, teniendo en cuenta unos limitantes, por supuesto, que se dé la liberación de los compatriotas que estén secuestrados, de los tres norteamericanos y del ciudadano alemán.

Uno de los limitantes, uno de los inamovibles, que le he expresado al país, es que nosotros no podemos desmilitarizar zonas. Entonces hace unas semanas, discutiendo con el doctor Luis Carlos, llegamos a esta conclusión: no podemos desmilitarizar zonas, pero vemos la posibilidad de que haya una reunión entonces en una Embajada en Bogotá o en la Nunciatura. Creímos que era una proposición afortunada, porque incluso se llegó al detalle de decir: los voceros de la guerrilla que vengan a esa reunión serán traídos por la Cruz Roja Internacional y por la Iglesia. Pero eso, como todo, ha tenido una respuesta negativa.

En un esfuerzo adicional, a ver si a estos ciudadanos secuestrados los liberan antes del 30 de diciembre, desde la semana pasada empezamos a examinar un sitio que cumpliera las mismas condiciones o muy similares, muy semejantes condiciones y dijimos: ‘bueno, no hay zona desmilitarizada, pero si no se quieren reunir en la Nunciatura, si no se quieren reunir en una embajada en Bogotá, que se reúnan en una iglesia, urbana o rural, en cualquier parte del país, y que la llegada allí se coordine con la Iglesia –seguramente la Iglesia se hace ayudar de la Cruz Roja Internacional, qué se yo–.

¿Y todo esto por qué se lo digo? Porque nosotros hemos hecho una apuesta muy grande. Si yo le pregunto a un compatriota, de esos que no habla en las emisoras, no habla en la televisión, pero escucha a toda hora y procesa: ‘¿usted qué había pensado, que Álvaro Uribe como Presidente iba a ordenar la extradición del señor Simón Trinidad pura y llanamente o que iba a abrir la posibilidad de no extraditarlo si liberaban a los secuestrados? Dos o tres preguntas que he hecho durante el fin de semana y ayer la gente me dice: ‘no, yo pensaba que usted simplemente lo iba a extraditar, a mí me sorprendió que se abriera la posibilidad de no extraditarlo, si se libera a todos estos secuestrados’.

La fecha sigue para el 30 de diciembre. Lo que queremos con esa propuesta, de que se puedan reunir en cualquier iglesia del país, es dar un paso más, por parte del Gobierno. Nosotros quisiéramos, deseamos de todo corazón, que estos secuestrados estén libres cuando antes.

Entonces la propuesta es la siguiente –retoma los elementos de la anterior–: la reunión puede darse en una iglesia rural o urbana, en cualquier sitio del país, en la nunciatura o en una embajada en Bogotá. Antes de la reunión, las Farc deben liberar a alguno o algunos en una muestra de buena voluntad. La reunión tiene un propósito expreso, un propósito claro, que es completar el acuerdo humanitario y todos estos ciudadanos deben estar liberados el 30 de diciembre. Ese es el resumen, Juan.

Juan Gossaín: Muy bien, señor Presidente. Cuando usted dice: ‘de aquí al 30 de diciembre tienen que estar liberadas estas 63 personas secuestradas por las Farc’, ¿qué pasa el 30 de diciembre, si llega esa fecha dentro de nueve días y no se ha producido la liberación de ninguna de esas personas?

Presidente de la República: Mire, Juan, esto se lo digo tranquila, reposadamente, no tiene tono ni intención retadora, lo que pasa es que yo tengo que hacer respetar las instituciones.

Lo que se dijo el viernes pasado, el Gobierno –en cumplimiento de la Constitución, de acuerdo con lo que ha sido la práctica de este Gobierno– ordenó la extradición del señor Simón Trinidad porque de las Farc no ha habido hechos de paz, que sí los ha habido en algunos de estos sectores paramilitares. Y dijimos en un comunicado, que acompañó al decreto o a la resolución: si el 30 de diciembre están liberadas estas personas secuestradas, se revoca la extradición del señor Simón Trinidad. De lo contrario no se revoca.

Juan Gossaín: ¿Y no se revoca significa que Simón Trinidad, cumplido el plazo que usted ha puesto del 30 de diciembre, sería extraditado cuándo señor Presidente?

Presidente de la República: Si ha habido recurso de reposición y se ha resuelto, en ese mismo momento. Si no en el momento en que se haya resuelto el recurso de reposición, si lo presenta.

Juan Gossaín: Algunas personas, entre otras los familiares de personas secuestradas, han opinado, han comentado, diciendo que el ultimátum de usted a las Farc, diciendo ‘espero hasta el 30 de diciembre’, que esa fecha, ese límite, ese plazo, pone en peligro la vida de los secuestrados. ¿Qué les responde usted a esas personas que opinan de esa manera?

Presidente de la República: Hombre, la han tenido en peligro todos estos años, por Dios. Mire, muchos me dijeron a mí en las últimas semanas: por favor, sabemos que usted va a extraditar a Simón Trinidad pero abra alguna puerta, abra alguna puerta. No crea que para el Gobierno es fácil, nacional e internacionalmente abrir estas puertas.

Por eso uno siente alguna tristeza cuando le cuentan algunas cosas que se dicen de familiares de secuestrados, del ex presidente Alfonso López, etc. Porque aquí lo que se hizo fue atender el clamor de mucha gente de abrir alguna puerta. Incluso mire: a mí no me gusta que el Gobierno se ponga de interlocutor de las Farc, porque para estos terroristas es muy fácil. Un día matan, secuestran, ponen un carrobomba y a la mañana siguiente quieren ser interlocutores políticos del Gobierno, a través de las emisoras, de los medios escritos de comunicación, de la televisión.

Esa legitimidad en la causa de la interlocución es muy grave reconocérsela a estos movimientos. Por eso le he dicho al Gobierno: nosotros nos entendemos con la Iglesia, con el gobierno suizo, con el gobierno francés, pero no tenemos interlocución con los terroristas.

Sin embargo, la semana pasada, alguno de los facilitadores trajo un comunicado de las Farc, donde las mismas Farc dicen que es gravísimo, pero amenaza, pero amenaza muy duro, de que el acuerdo humanitario se vería totalmente afectado si se extradita a Simón Trinidad. Entonces uno qué ha hecho al abrir esa posibilidad, sin que las instituciones claudiquen, decir: bueno, si liberan a la gente se revoca la extradición. Porque otras de las cosas que me ha sorprendido es que ahora se diga que cómo mezclamos la extradición con este tema y me pregunto: ¿usted se imagina donde simplemente, de manera indolente, yo firmara la extradición del señor Simón Trinidad y me olvidara que es un caso importantísimo y no apelara a ese caso para buscar la liberación de los secuestrados? Creo que incurriría mínimo en una imperdonable negligencia. Lo grave no es aprovechar este caso para tratar de liberar a los secuestrados. Lo grave sería no aprovecharlo, viendo el dolor de las familias de los secuestrados.

Juan Gossaín: Oyéndolo hablar, señor Presidente, saco esta impresión. Usted me dirá si estoy en lo correcto o no. La impresión que saco es: al Presidente de Colombia no le gusta hacerle estas ofertas a las Farc, pero lo hace en defensa de los secuestrados. ¿Estoy en al interpretación correcta?

Presidente de la República: Así es, Juan. Y no crea que es fácil para el Presidente de Colombia mezclar el tema de la extradición con este tema. Porque la extradición, he sido de la idea de que todos los días se desmitifique más. Que se tramite como un asunto ordinario de justicia. Pero qué hacemos frente a este tema. O qué hacemos, por ejemplo, en el caso del señor Mancuso donde han desmovilizado esa cantidad de integrantes de las Autodefensas. O qué haríamos mañana o pasado mañana si las Farc entraran en un proceso de paz y hubiera órdenes de extradición contra algunos de las Farc. O si ocurriere lo mismo con el ELN. Entonces son mezclas generalmente inconvenientes. Dados estos casos excepcionales, mezclas necesarias.

Juan Gossaín: Señor Presidente, en ese punto específico: ¿qué responde usted a quienes afirman precisamente que usted está usando la extradición, casos Mancuso, Simón Trinidad, como un instrumento político y no jurídico?

Presidente de la República: Primero el presidente de la Republica tiene una discrecionalidad. Si la Constitución le da al Presidente de la República discrecionalidad, es porque le permite al fuero interno del Presidente evaluar circunstancias de todo tipo. Y en esa evaluación circunstancias de esta naturaleza, entre comillas políticas, o diría que más que políticas, de interés superior para el orden público, no pueden estar por fuera de esa evaluación. Qué otro sentido, por ejemplo, tendría esa discrecionalidad que le da la Constitución al Presidente.

Es que la Constitución dice que si la Corte Suprema de Justicia aprueba la extradición, el Presidente puede aprobarla o negarla. Si la Corte la niega, el Presidente la tiene que negar. Pero en el caso de que la Corte Suprema la apruebe, el Presidente de la República tiene la discrecionalidad. Esa discrecionalidad pone en el fuero interno del Presidente una evaluación de elementos de conveniencia para el país.

¿Entonces qué hemos dicho nosotros? Hombre, un país que ha sufrido este problema tan grave de terrorismo no puede descartar ese instrumento como un instrumento que ayude. Lo confieso, lo confieso con toda buena fe, confieso esa dificultad con toda buena fe. A mí me parece imposible, dados los problemas de Colombia, desconsiderar ese instrumento, no tener en cuenta ese instrumento para que ayude a resolver este problema.

Caso del señor Mancuso. El Gobierno ha sido coherente con lo que dijo el 27 de abril. El 27 de abril dijimos: el Gobierno de Colombia no va a negociar extradición, no se ha negociado. Simplemente aquellos que quieran evitar la extradición, tienen que dejar de delinquir, demostrarle a Colombia y al mundo su buena fe, su contrición, su propósito de paz. Y eso que se escribió en un comunicado de prensa que el país conoció, si la memoria no me falla por los días del 27 de abril, ha tomado cuerpo jurídico en una resolución sobre el señor Mancuso.

Juan Gossaín: Señor Presidente, a propósito de extradiciones y del caso específico de Simón Trinidad, ¿los organismos de seguridad del Estado, los servicios de inteligencia, han podido establecer o le han informado a usted cómo reaccionarían las Farc si Simón Trinidad es extraditado?

Presidente de la República: Hombre, Juan, estos señores todos los días procuran hacer terrorismo. Estos señores no van a ser más o menos terroristas de lo que están siendo. Aquí hay que hacer un esfuerzo todos los días de seguridad, de orden público, de política de autoridad, hasta el día que estos señores entiendan que tienen que darle a Colombia un gesto de paz. Y con la oferta que reiteramos ayer, porque la semana pasada la habíamos discutido en privado con la Iglesia, de permitir ese diálogo en cualquier iglesita de Colombia, el Gobierno les está diciendo claramente: señores, apúrense, que en este Gobierno ha habido toda la firmeza para combatir el terrorismo, pero hay toda la apertura si ustedes quieren la paz. Conmigo se demorarían cinco minutos haciendo la paz.

Y además, mire, es que este Gobierno sin cacaraquear ha hecho el proceso de paz más importante de la historia de Colombia. Llevamos casi diez mil desmovilizados. De ellos son cuatro mil de las Farc. Cuando se desmovilizó el M-19, entiendo que eran alrededor de 900, 180 en armas, los otros eran apoyos. Si usted suma el M-19, el EPL, la Corriente de Renovación Socialista, eso le da menos de los cuatro mil de las Farc que se han desmovilizado en este Gobierno.

Acordémonos, ahora que estamos hablando de la oferta de ayer, quiero que los familiares piensen lo siguiente, los familiares de los secuestrados: cuando he ido a Neiva, estoy en un consejo de seguridad y me dicen: Presidente, allí en una oficinita lo están llamado los familiares de los secuestrados, que si los recibe. Dije: invítelos acá y que me esperen en una oficinita contigua. Me levando de ese consejo de seguridad y me voy a hablar con ellos y digo: Dios mío, qué dificultad.

¿Por qué? Porque los miro a los ojos y comprendo su dolor y lo siento en carne propia. Yo pertenezco a una generación que ha sufrido todos los días este problema de violencia en Colombia. Yo no he vivido en la luna ni en el extranjero. Yo he pasado por el extranjero dos raticos a estudiar. Yo he estado permanentemente enfrentando esto aquí. A mí se me contagia muy fácil el dolor de mis compatriotas. La única virtud que tengo es un inmenso amor por mis compatriotas. Usted no sabe lo difícil que son esas reuniones para mí. Pero por el otro lado pienso en los deberes con las instituciones colombianas. Eso ha sido muy, muy difícil.

Entonces me propuse para buscar la paz, buscar este acuerdo humanitario, sin que las instituciones claudicaran, liberar una gente. Una de las cosas que, por ejemplo, dijeron ayer, y es muy bueno que esto lo oiga el ex presidente López Michelsen, están restándole importancia a las liberaciones unilaterales que hizo el Gobierno hace dos meses, están diciendo: si esos tipos ya iban a salir. Oiga esto: a uno le faltaban 26 meses, a otro 30 meses, a otro 12 meses, a otro 64 meses, a otro 26 meses, a otro 32, a otro 37, a otro 45, 37. Aquí los tengo todos, caso por caso. Es que este Gobierno seguramente tiene todos los defectos del mundo. Yo la virtud que reivindico es que quiero profundamente al pueblo colombiano y soy solidario con todas sus dificultades y vicisitudes y no he procedido con cinismo. Si la oferta que se hizo el viernes fuera una oferta cínica, ¿usted cree que la estuviéramos complementando con la de ayer, de poder negociar en cualquier iglesita del país? ¿Usted cree que si la liberación de estos individuos que salieron de la cárcel, integrantes de las Farc, fuera cínica, les faltaría todo ese tiempo para estar en la cárcel? Esa liberación no fue un jueguito. A esa gente le faltaba todavía mucho tiempo de cárcel. Usted no sabe el alivio que sintieron.

Ayer que me decían a mí que algunas personas están restándole importancia a esa liberación diciendo que no, que eran personas que ya iban a completar la pena, comparaba esas afirmaciones, a través de los medios de comunicación, de compatriotas importantes, con los meses que a esas personas les faltan para cumplir las penas. Y con la dicha, la sorpresa grata de esas personas, el día que se les comunicó que quedaban en libertad.

Juan Gossaín: Señor presidente Uribe, usted acaba de decir: espero que eso lo entienda el ex presidente López, se ha referido a él varias veces. ¿Está usted usted molesto con la actitud del presidente López? ¿Por qué dice: espero que el presidente López entienda que yo pueda que tenga muchos defectos pero no soy un cínico?

Presidente de la República: Juan, porque se está negando cualquier importancia a la liberación unilateral que el Gobierno hizo de 23 personas de las Farc que están en la cárcel. Es uno de los argumentos que se ha dado por algunas personas: que estaban próximos a salir de la cárcel. Y como acabo de referirle había gente a la que le faltaban 24 meses. Tengo aquí una lista. A uno que le faltaban 12 meses. De resto hay uno, dos, tres, cuatro, dentro de 20 y 30 meses. Y el resto por encima de 30. Gente a la que le faltaban más de cinco años de cárcel. Creo que eso no ayuda, porque una afirmación de esa naturaleza va contra la realidad de las cosas.

Juan Gossaín: Mis compañeros de la mesa de trabajo. Este es el diálogo de RCN de manera ininterrumpida con el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.

Periodista: Señor Presidente, hoy se cumplen siete años del asalto al Cerro de Patascoy en Nariño. Ahí hay uno de los símbolos de la ignominia en el tema del secuestro y es el cabo Moncayo, cabo del Ejército, que cumple siete años de cautiverio. ¿Qué mensaje podría usted enviarle como Jefe de Estado si él lo esta escuchando en el monte en alguna parte?

Presidente de la República: Hombre, un mensaje de solidaridad. Estamos haciendo todo los esfuerzos a ver si los liberan y también los esfuerzos para liberarlos.

Creo que a medida que las fuerzas institucionales de la Patria sigan avanzando en el propósito de tener una Patria sin guerrilla, una Patria sin paramilitares, una Patria sin narcotráfico, los grupos que hacen estos secuestros van a tener que rectificar.

Periodista: Presidente, en las últimas horas el ex presidente Samper dijo que el Gobierno tenía que dar unas garantías a las Farc para que pudieran hacer un intercambio humanitario, que ellos ya no estaban pidiendo ningún despeje y que lo que estaban pidiendo en el Valle del Cauca se trataba simplemente de garantías. ¿Qué piensa de eso?

Presidente de la República: Vicky, mire. Primero dijimos: está bien que la reunión sea en la Nunciatura o una embajada. No se quiso. Ahora hemos agregado una iglesita, rural o urbana. Y que lleguen a esa iglesita protegidos por la iglesia. Y la iglesia autónomamente dirá de quién se hace acompañar y cómo se hace apoyar en transporte, etc. Creo, Vicky, que eso configura un marco suficiente de garantías.

Periodista: ¿La desmilitarización de cualquier zona, para que de una vez por todas quede claro este tema, está definitivamente negada por su Gobierno? ¿Y cómo van las conversaciones con ELN?

Presidente de la República: La desmilitarización está negada, pero no caprichosamente. No caprichosamente. Es que las desmilitarizaciones que se han hecho en Colombia en muchos períodos históricos, y Juan y yo que somos mayorcitos sabemos a que me refiero, esas desmilitarizaciones en nombre de la paz, han sido finalmente aprovechadas por estos grupos violentos para fortalecerse.

A los gobiernos que les han dado esas desmilitarizaciones, estos grupos les han aplicado aquello que los marxistas tomaron de Maquiavelo: esas generosidades del enemigo, tómalas como debilidades y aprovéchalas para golpearlos. Por todo esto uno tiene que esforzarse por conocer algo la historia de su Patria y que eso le vaya ayudando como brújula para el Gobierno.

La negativa de la desmilitarización no es caprichosa. Es por el daño que ha hecho. Yo no puedo desmotivar a la Fuerza Pública.

Ayer que un colega de ustedes le hizo un bellísimo homenaje a los soldados y policías mutilados, eso sí que da duro, saludar a estos compatriotas que han perdido buena parte de su capacidad física y laboral por las acciones de estos grupos terroristas. Entrar a desmilitarizar zonas después de lo que se ha encontrado, por ejemplo, en minado de zonas que en algún momento han estado desmilitarizadas, eso es imposible.

El segundo inamovible es: yo no puedo liberar gente de la cárcel para que vuelva a las Farc. Eso es derrotar la moral de la Fuerza Pública de la Patria. Es que es muy grave. Uno de soldado, de policía, haciéndose matar, exponiéndose al riesgo y al sacrificio en la selva, con el agua hasta las rodillas, con picaduras de mosquito, de zancudo, con el riesgo de la lesmianasis, haciendo ese esfuerzo por la Patria y por sus compatriotas, para que un Gobierno orondamente libere una gente de la guerrilla para que vuelva a delinquir. Eso es matar la moral de la Fuerza Pública.

Pero mire lo que ha evolucionado el Gobierno. Primero dijimos: quienes salgan de la cárcel se tienen que ir para un país como Francia. Y ese país se hace responsable de que estas personas no vuelvan a delinquir.

Después de evaluar el tema meses con el la Iglesia Católica y de evaluar que nuestro proceso de reinserción va bien, porque hay alrededor de 10 mil colombianos en ese proceso de reinserción, y de ellos son alrededor de 4.000 de las Farc, dijimos: bueno. Se mantiene la condición de que no pueden volver a delinquir. Pero se abren dos opciones: o se van al extranjero o entran al proceso de reinserción.

Estos 23 que se indultaron entraron al proceso de reinserción y van bien. Entonces ese es el segundo inamovible. No pueden volver a la Farc. Tienen que irse al extranjero o entrar al proceso de reinserción.

Y el tercero es: no tengo instrumentos jurídicos hoy sino para liberar personas incursas en delitos diferentes a delitos atroces. Entonces esos son los inamovibles, Antonio José.

Por eso decimos no a la desmilitarización. Pero mire la alternativa que hemos dado. Es que el Gobierno ha venido buscando opciones, sin dar bandazos, teniendo muy claramente que no son los grupos terroristas sino las instituciones las que tienen que llevar la iniciativa. Teniendo muy claramente que esto no es una negociación, como algunos los pretenden, de tú a tú, porque una cosa es la representación de las instituciones de la Patria y otra cosa es el terrorismo.

El Gobierno, a pesar de que tiene en cuenta todos esos factores, ha dado opciones. A mí me parece que esta opción de que puedan reunirse, previo un gesto de buena fe, un gesto de paz, que se puedan reunir en cualquier iglesita del país, urbana o rural, creo que esta es una opción que el Gobierno entrega con todo el interés de que liberen a estas personas. La entrega con todo el interés.

¿Qué sigue con el ELN? Le hemos mostrado toda la buena fe, toda la buena voluntad. Vamos a ver. Pero tengo que ser prudente, porque esa tarea el Gobierno la está coordinando con toda discreción, pero hay un facilitador, que es el gobierno mejicano.

Periodista: Señor Presidente, volviendo al tema de las Autodefensas, ¿cómo percibe usted los más recientes pronunciamientos de la comunidad internacional frente a este proceso que se adelanta con los paramilitares? Por ejemplo, la Unión Europea ha dicho que es importante ese avance, pero que se requiere un marco jurídico muy concreto para garantizar, por ejemplo, la reparación a las víctimas. ¿Cómo ve usted ese caso?

Presidente de la República: Primero, celebro el apoyo que hemos venido recibiendo de la Unión Europea. Ya los Estados Unidos también ha venido apoyando, que eso es bien importante. Agradezco inmensamente el apoyo que en todo momento hemos tenido de la OEA. Ese ha sido un apoyo muy importante.

El marco jurídico. El marco jurídico tiene una oportunidad, necesita un equilibrio y tiene un universo.

La oportunidad. Creo que es mejor para aprobar el marco jurídico cuando previamente se han producido hechos de paz, que sin hechos de paz. Cuando uno trata de sacar una ley que configure ese marco jurídico y no hay hechos de paz, hay mucha suspicacia y mucha incertidumbre.

Unos con duda, suspicacia, dicen: ¿a quién irán a favorecer? Los otros con toda la buena fe, dicen: ¿eso si servirá? Adoptar un marco jurídico sin hechos previos de paz es muy difícil en un país que ha sufrido tanto.

Nosotros lo probamos en carne propia. Cuánto tiempo estuvo luchando el Gobierno por ese marco jurídico y no fue posible. Entonces creo que es más oportuno el marco jurídico con hechos de paz. Todo el mundo lo entiende. Y ya se han dado unos hechos de paz. Hay mejor cumplimiento del cese de hostilidades y estas desmovilizaciones son hechos contundentes de paz.

Segundo, el equilibrio. El marco jurídico debe reflejar lo que se requiere en un proceso de paz de esta naturaleza. Tiene que ser un balance entre paz y justicia. Pero en nombre de la paz no se puede llegar a la impunidad, y en nombre de la justicia no se puede llegar al sometimiento.

El equilibrio indica que el proceso de paz no es impunidad. Que el proceso de paz no es sometimiento. Ese sí que se necesita para ese marco jurídico.

Y tercero es el universo. Tiene que ser aplicado a todos. Aplicable a todos. Creo que hay que dejar atrás la vieja tesis de que una cosa es el tratamiento a la guerrilla y otra cosa es a los paramilitares.

Porque oí decir durante mucho tiempo y aún recientemente que a los paramilitares simplemente se les daba un beneficio jurídico y con la guerrilla había un proceso de paz pleno. Algunos para los paramilitares aceptan una reducción de penas simplemente. Y para la guerrilla incluso indultos frente a cualquier delito.

Entonces ahí viene el tema jurídico y un tema de interpretación de lo que ha pasado en Colombia.

¿Cuál es el jurídico? El delito atroz. El delito atroz no es amnistiable, ni indultable. Pero tampoco es diferenciable el delito atroz cometido por la guerrilla al delito atroz cometido por los paramilitares. Hay que darle el mismo tratamiento, sea tipificado por unos o sea tipificado por otros.

Y el otro tema es la realidad de lo que ha ocurrido en Colombia. Se decía: es que el delito de la guerrilla siempre es político porque está contra el orden establecido, injusto. Y decían los mismos: en cambio el delito de los paramilitares es un delito común, porque defiende el orden establecido y es un orden injusto.

Esas son apreciaciones, son juicios de valor, pero finalmente ambos están contra el ordenamiento jurídico, cuyo respeto es la regla de convivencia de la ciudadanía. Todo eso para hacer una pedagogía entre los compatriotas.

A estos grupos hay que tratarlos de manera igual. No puede haber un lacito cortico para unos y largo para otros. No se puede pretender llevar algunos de estos grupos a la guillotina y a los otros al cielo. Hay que tratarlos igual, con un marco jurídico que sea un buen balance entre paz y justicia. Donde haya justicia, no sometimiento. Donde haya paz, no impunidad.

Juan Gossaín: señor Presidente de la República, si le parece, si usted está de acuerdo, nos gustaría, como lo dijimos al comienzo de esta entrevista, habiendo dedicado esta primera media hora a los temas de la seguridad y el orden público, hablar también del tema económico para el año que termina y el que comienza.

Presidente de la República: Correcto, Juan. Si usted me excusa, mire yo me quedaría todo el rato con ustedes, pero tengo que salir en unos minuticos a La Guajira: hay una cosa muy bonita hoy allá, que después de un gran esfuerzo le vamos a entregar, dentro de nuestra política de País de Propietarios, las empresas salinas a organizaciones de trabajadores y de indígenas. Estamos procurando hacer allá algo parecido a lo que hicimos en Paz de Río, Boyacá, dentro de la idea de una nación fraterna, de unas organizaciones trabajadoras participativas, etc. Entonces no puedo llegar tarde a La Guajira, pero hablemos un minutico de economía.

Juan Gossaín: De acuerdo, señor Presidente. Muchas gracias por su amabilidad. Lo están esperando en Manaure las comunidades indígenas, dijo nuestra corresponsal hace un ratico. Señor Presidente, en el 2004 el crecimiento económico del país fue inferior a lo que se esperaba, y los augurios de organismos nacionales e internacionales no son los mejores para el año 2005. ¿Puede hablarse aún, considera usted, de reactivación económica?

Presidente Uribe: Juan, yo sí creo. Y le voy a decir lo siguiente. Le voy a decir lo bueno y lo malo.

En lo bueno qué hay. En lo bueno hay un gran crecimiento de inversión en todos los sectores. Por ejemplo, hasta hace pocos días afiliados de la Andi me decían: al ritmo que esta creciendo la inversión en el sector industrial va a llegar al 30 por ciento de crecimiento. Los de Acoplásticos, 26 por ciento. Los más pesimistas eran los de Acopi, 17 por ciento.

El país en el primer semestre empezó la construcción de 500 mil metros cuadrados de locales comerciales. Esa es una cosa inmensa. Hemos incorporado, hemos recuperado para la agricultura en estos dos años 330 mil hectáreas sembradas.

Entonces creo que ahí hay una cosa bien importante de reactivación. No obstante que tenemos un problema de declinación de petróleo, ha aumentado enormemente la inversión en petróleo, que la medimos en nuevos contratos para explorar. La medimos en área de sísmica. Cuando la sísmica se había caído en Colombia a 1.200 kilómetros al año, este año supera los 7.000.

Cuando estábamos en Colombia explorando 10 pozos al año, el año pasado exploramos 28, este año el invierno no nos dejó explorar sino 26, pero el año entrante vamos a superar 30. Tenemos que llegar a 57.

La cartera se esta recuperando sin afectar la calidad.

Mire lo que ha pasado con el microcrédito. Cuando este Gobierno empezó había en poder de los microempresarios colombianos 707 mil millones de pesos. Hoy gracias a toda esta política conjunta sector financiero, fundaciones, Fondo de Garantías, el apoyo que nos han dado algunas gobernaciones, algunos municipios, y el liderazgo del Ministerio de Industria, Colombia tiene una cartera a favor de los microempresarios, ya no de 707 mil millones que había en julio de 2002, sino de un billón casi 700 mil millones. Ese es un gran crecimiento.

¿Qué me preocupa a mí enormemente?

Desde el punto de vista fiscal, nosotros tenemos que terminar de resolver el problema pensional e ir concertando con el Congreso y con nuestros compatriotas, cuál debe ser el nuevo paso tributario del país, donde hay que hacer un gran esfuerzo en ampliación de base.

¿Y qué me preocupa en esta coyuntura económica? La revaluación. Eso sí mortifica enormemente, Juan. Y eso si nos está haciendo daño. Yo confieso la angustia por eso.

Anoche discutimos muchísimo en el Consejo de Ministros después de haber aprobado siete documentos Conpes, el tema de la revaluación. Y de una vez le informo. La decisión que ha tomado el Gobierno es buscar unos recursos, a pesar de las dificultades fiscales, para compensarle parcialmente a los grupos exportadores más afectados sus pérdidas. Y confío que antes de que los Colombianos se recojan en sus hogares a pasar el 24 y el 25 de diciembre a las horas de Navidad, esta decisión esté tomada.

Mientras yo estoy hoy en La Guajira, el equipo económico del Gobierno va a estar estructurando esta decisión y les pedí que la pudiéramos revisar hoy en la noche a ver cómo la adoptamos cuanto antes.

Quiero a través de RCN hacerles llegar ese mensaje a los exportadores. Ahí tenemos un problema y estamos buscando como lo enfrentamos.

Periodista: Presidente, tenemos entendido que esta decisión fue tomada al filo de la una de la madrugada. ¿De qué monto podría ser ese tipo de apoyo o de subsidio si se quiere, si se tiene en cuenta que Analdex asegura que este año, únicamente este año, los exportadores han dejado de recibir cerca de dos billones de pesos, es decir más de una reforma tributaria?

Presidente de la República: Sí. Tenemos que hacer una cosa seria, pero por supuesto tenemos limitaciones fiscales. Vamos a hacer un esfuerzo y los exportadores colombianos pueden saber que vamos a hacer un esfuerzo. Seguramente no cobija a todos los exportadores sino a los que están en una situación más difícil.

Juan Gossaín: Señor Presidente, ¿eso será a través de qué figura jurídica: préstamos a los exportadores a largo plazo con bajos intereses o subsidios gratuitos? ¿Cómo será?

Presidente de la República: Creo que tiene que ser una compensación, que no se va a llamar subsidio. Es que una de las cosas que digo y lo digo al oído del Banco de la República, de los gremios, del equipo económico: por qué poner a la gente a pagar estas cosas que ocurren en tasa de cambio.

Los exportadores habían hecho sus pronósticos para exportar este año con dólar entre 2.800 y 3.100 pesos, y ahora está prácticamente en 2.300. Entonces una guía que se les dé es simplemente una parcial compensación. No es un subsidio.

Juan Gossaín: Finalmente, señor Presidente, esas son las medidas para ayudar, las que se están estudiando, como usted dijo desde esta madrugada, para ayudar a los exportadores. Pero en materia de fondo, ¿se puede frenar la reevaluación del peso, la caída del dólar, o no hay nada que hacer, señor Presidente?

Presidente de la República: Este año se han hecho esfuerzos grandes. Si usted suma la compra neta de dólares por el Banco de la República, la del Gobierno (a pesar de las limitaciones fiscales el Gobierno ha comprado ha comprado netos alrededor de 500 millones de dólares, la de Fogafin, el Gobierno ha salido con pesos al mercado a comprar esos dólares y los ha girado afuera), todo eso bordea los 3.000 millones de dólares.

Hay un esfuerzo grande. Después de mucha discusión, el Banco de la República tomó dos decisiones contra el efectivo: una, prohibir que un ciudadano que salga al extranjero lleve más de 10 mil dólares en efectivo. Otra, decirles a todos los agentes del mercado: ustedes llevan sus dólares a los Estados Unidos, el Banco de la República no los va a seguir llevando por ustedes.

La semana pasada el Gobierno dictó un decreto para dar una señal, prohibiendo a estos inversionistas que traen dólares, portafolios de menos de un año en Colombia. Porque el que trae dinero para una inversión productiva no se afecta porque le digan: tiene que permanecer en Colombia por lo menos un año.

La situación es grave. Yo veía narcotráfico, porque este país tiene su problema de narcotráfico, que lo estamos combatiendo.

Le decía anoche al Ministro de Defensa, y si lo he dicho todas estas semanas al Director de la Policía y se lo decía también al doctor Sabas Pretelt, que como Ministro del Interior y de Justicia es el superior del Consejo Nacional de Estupefacientes, les decía: a ver, hombre, ¿será que yo estoy en una ilusión?

Pero uno observa que la extinción de dominio que se ha acelerado en este Gobierno, primero por una ley que impulsó el ex ministro Fernando Londoño, y hemos tenido toda la voluntad, ha frenado la incursión de capitales de narcotráfico en la propiedad inmobiliaria. Eso va a ser muy bueno para el país.

Pero también hay este temor: antes les vendían una finca y pagaban esa finca en el extranjero. Frenada esa negociación inmobiliaria, por lo menos desmotivada con el avance de la extinción de dominio, uno teme que traigan esos dólares, que ya no los pueden lavar de esa manera, y congestionen mal este mercado.

Pero por el otro lado hemos disminuido enormemente el área sembrada. Hemos duplicado los decomisos y se observa en sectores de guerrilla y de paramilitares unos desesperos. Da la impresión, por ejemplo, en algunas zonas de guerrilla donde esta el Plan Patriota, se han quedado sin plata y han empezado a pagarle a la gente con coca. Y en otras zonas de esas se sabe que han sacado afanosamente dólares de escondites y han empezado a liquidarlos a cualquier peso, y lo mismo con algunos sectores paramilitares que han liquidado dólares a cualquier precio.

Entonces uno miraría que también en lugar de que esté creciendo la droga, hay una cosa que es un coletazo, un desespero por acciones de Gobierno.

Le decía anoche a los Ministros de Defensa, del Interior, y le he dicho al Comandante de la Policía: pongamos todo el cuidado, que no vaya a ser que nosotros estemos creyendo que estamos siendo efectivos y que a la hora de la verdad, no lo estemos siendo. Pero todo mundo coincide que ha habido avances en eso.

Juan Gossaín: Señor Presidente, muchas gracias, muy buen viaje a La Guajira. Fíjese que voces de la oposición ya sostienen que usted está en campaña para la reelección: entrega de obras, tierras, vivienda, consejos comunales, ahora va para La Guajira, actos transmitidos por las cadenas oficiales de televisión, en fin.

Presidente de la República: Yo no sé si lo de hoy lo van a transmitir o no. Mire Juan, yo creo en el Estado Comunitario. Como Gobernador de Antioquia, no había reelección, desde el primer día y hasta el último día trabajé con la comunidad. Esta Patria nuestra el principal problema que tiene es la falta de credibilidad en las instituciones. Si yo me quedo aquí en la oficina mirando el power point, me dicen que todo está muy bien. Cuando uno está en la calle en contacto con la gente, ve lo otro importante que es el power people.

Usted no sabe lo importante que es el power people. Es mejor estar con el power people que estar en la oficina viendo el power point.

Juan Gossaín: Ah, el power people. Ya le entendí. No el computador sino la gente de carne y hueso en la calle.

Presidente de la República: Claro. Y tenemos otra cosita allá que siempre es importante. Hoy consolidamos la ampliación de 50 mil cupos de Régimen Subsidiado para indígenas de La Guajira. Es un crecimiento enorme.

Nosotros en este Gobierno hemos crecido el Régimen Subsidiado por encima de cuatro millones y medio de cupos. Hemos reducido del 15 al 8 por ciento los costos de administración del Régimen Subsidiado. Hemos estado denunciando y trabajando contra la corrupción en Régimen Subsidiado. Identificamos alrededor de 800 mil casos de multiafiliación y estamos empeñados en salvar los hospitales públicos. Confío que de aquí a mañana esté tomada la decisión final sobre el González Valencia de Bucaramanga.

El Gobierno con lo que invirtió en los dos años anteriores y lo que está invirtiendo ahora supera los 500 mil millones en salvación de hospitales públicos. Y es un trabajo en el cual hay que estar a toda hora con la comunidad, Juan.

Y en eso no es que haya reelección sino que hay vocación. Uno esta cosa no la puede hacer si no siente un gran afecto por su pueblo y por eso hay que estar con la gente a cada hora.

De pronto sería más cómodo en lo personal por ahí quedarse rumiando chismes en una reunioncita social, sábados y domingos, tomando whiskicito en la Sabana de Bogotá o en el Oriente Antioqueño, pero para las instituciones democráticas es mejor estar a toda hora en trabajo con la comunidad Juan, tranquilo.

Juan Gossaín: Que le vaya muy bien, señor Presidente, y atentos al avión presidencial. Fíjese lo que pasó en Cartagena.

Presidente de la República: Bendito sea mi Dios. Muchas gracias y muchas saludes.

Juan Gossaín: A usted y a su familia. Que le vaya muy bien. Buen viaje.

Imprimir
 
MAPA DEL SITIO
 
| Quejas y Reclamos | Web Master |
Linea de Quejas y Reclamos 018000-913666

COPYRIGHT © 2006 PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA