“EL PACTO DE COHESIÓN SOCIAL
NO ES CON EL TERRORISMO, ES CON LAS MASAS EXCLUIDAS”: URIBE Quito,
Ecuador. Jul 12 (SNE). La siguiente es la trascripción
de la última respuesta del presidente de la República Álvaro
Uribe Vélez, durante la rueda de prensa de clausura del
XV Consejo Presidencial Andino, celebrado en la ciudad de Quito
- Ecuador.
Pregunta: Yo quiero preguntar lo siguiente.
El señor Presidente
de Colombia, Álvaro Uribe, Usted ha hablado sobre la equidad
económica entre los cinco países. Yo veo afuera una
protesta y esa protesta dice: ‘No queremos ser una colonia
nueva de Estados Unidos’. Me va a disculpar, yo quisiera
preguntarle al señor Álvaro Uribe: hay un Plan Colombia,
hay un Plan Patriota, hay un intento de integración militar
aparte de una integración económica con una competencia
desleal. Yo quisiera preguntar a usted: ¿usted no tiene
miedo que habrá una escalación de violencia, en primer
lugar?, y en segundo lugar, ¿cómo haríamos,
Presidente, una consulta popular para que también apruebe
una integración económica? me va a disculpar la pregunta.
Respuesta Presidente Uribe: Me va a disculpar
la respuesta. Ahora que Colombia ha tomado la decisión de derrotar el terrorismo,
ustedes nos preguntan a los colombianos si nos da miedo derrotar
el terrorismo, pero yo nunca oí que ustedes le preguntaran
eso a un Mandatario de Colombia cuando el terrorismo iba a derrotar
las instituciones democráticas de Colombia.
En Colombia el terrorismo espantó la inversión,
quebró al Estado, es el gran culpable del principio de exclusión
económica que tenemos que enmendar. Dividió el poder
real. El terrorismo había hecho que Colombia quedara convertida
en un Estado de papel. El Estado colombiano mantenía el
poder formal, pero un grupo terrorista en una región ejercía
el poder real; y otro grupo terrorista en otra región ejercía
el poder real. En unas partes del país los colombianos tenían
que estar sometidos a la guerrilla y en otras partes del país
no encontraban las instituciones para defenderlos, y entonces,
se defendían a través de los grupos paramilitares.
Colombia tiene derecho a reencontrarse
con su unidad alrededor del pluralismo democrático. Y eso requiere un presupuesto
que es la seguridad, la recuperación del imperio de las
instituciones. Nuestra política de seguridad ha logrado
avances sustanciales para que las instituciones reasuman el control
territorial. Reconozco, los logros no son plenos, pero es que acabamos
de vivir 40 años de crecimiento del terrorismo y de un Estado
agachado. En dos años, no es posible recuperarlo todo, pero
con persistencia, con eficacia, con patriotismo, con buena fe,
con valor lo vamos a recuperar.
Por ejemplo, el año pasado ya logramos un descenso superior
al 20 por ciento en homicidios y este año se suma otro 15
por ciento. El año pasado ya logramos una disminución
del 27 por ciento en secuestros y este año se suma otra
disminución del 49 por ciento.
El desempleo venía en Colombia del ocho, al nueve, al 12,
al 15, al 17, todavía está alrededor del 13, pero
hemos venido reduciéndolo.
El sector privado no había vuelto a invertir en Colombia.
El año pasado, el crecimiento de la inversión privada
en el sector de la industria fue del orden del 30 por ciento.
En Colombia la falta de equidad social
no se debe al sector privado, sino a la falta de sector privado.
Cuando usted examina una empresa
organizada en Bogotá, mira la situación del trabajador
de salario mínimo, afiliado a la seguridad social, encuentra
que ese trabajador tiene ingresos superiores en tres veces al trabajador
informal de las calles, que por falta de crecimiento de la economía
privada, no ha encontrado oportunidades.
Hemos venido haciendo una gran revolución en microcréditos.
En este Gobierno un millón cien mil colombianos se han beneficiado
del crédito para la microempresa. Un porcentaje muy importante
de ellos han accedido por primera vez a recursos de crédito.
Estamos avanzando en tres frentes: la lucha
por recuperar el imperio del Estado con la Seguridad Democrática, la lucha por la
recuperación de la economía y la lucha por la cohesión
social.
Algunos periodistas europeos han creído que la cohesión
social en Colombia se da en un pacto social con los terroristas
y han ignorado que los terroristas eran 50 mil, en cambio, los
pobres excluidos de Colombia, de los cuales no se acordaron ni
los terroristas ni ustedes, ascendían a más de 40
millones.
Nuestro pacto de cohesión social no es con el terrorismo,
es con las grandes masas excluidas de Colombia. El terrorismo quiso
utilizarlas en el discurso pero finalmente el terrorismo en Colombia,
que nació en nombre de la guerrilla de ideas socialistas,
cambió la ideología por la droga, cambió el
idealismo por el mercenarismo, cambió la defensa de los
intereses populares de la nación por el enriquecimiento
personal de los terroristas.
Hemos ampliado profundamente las posibilidades
democráticas
de Colombia. La elección de alcaldes, de gobernadores, provenientes
de partidos políticos alternativos, de partidos de oposición,
todo un punto de gran importancia. Las garantías efectivas
para la democracia, que en nombre de la seguridad democrática
dio el Gobierno. Esta Seguridad Democrática ha permitido
pasar de un antiguo sistema de garantías formales, de garantías
de papel, donde un Estado débil no era capaz de garantizar
esos derechos políticos, a un nuevo sistema de garantías
efectivas, de garantías reales.
El 7 de agosto del año 2002 cuando asumí la Presidencia,
casi 400 alcaldes de igual número de municipios de Colombia
no podían ejercer sus funciones - no obstante que habían
sido elegidos popularmente - por las amenazas de los grupos violentos.
Hoy, creo que no hay excepciones. Ellos están ejerciendo
sus funciones en sus respectivas jurisdicciones municipales. Cuanto
ha contribuido esta seguridad a que se puedan ejercer los mandatos
democráticos.
La nación es inviable con 50 mil terroristas arrogantes,
de esa arrogancia que proviene de la mezcla de la sangre y del
dinero y con 170 mil hectáreas de droga la nación
era inviable; la gobernabilidad democrática, inviable; la
unificación de los colombianos, inviable; la protección
ecológica, inviable e inminente el peligro para los hermanos
y vecinos. El terrorismo no tiene reatos, no tiene límites.
El terrorismo es artero, el terrorismo es estratégico pero
finalmente cuando se sirve de alguien para someter a ese alguien
el terrorismo no tiene barreras ni tiene principios.
Hablemos de la cuenca amazónica: el Putumayo, la inserción
colombiana a la cuenca amazónica, es ejemplo de lo que está ocurriendo
en Colombia. La droga que usufructúa al terrorismo, la droga
que financia al terrorismo había destruido millón
700 mil hectáreas de selva tropical en Colombia. El Plan
Colombia es nada más ni nada menos que una decisión
de derrotar la droga que financia el terrorismo.
Es muy importante para el mundo que en
materia de contribuir a que un país como Colombia - víctima de la droga -
derrote el terrorismo, se pase del discurso a la práctica.
Cuánto mejor poder derrotar la droga en Colombia con el
Plan Colombia que mantener en Colombia 170 mil hectáreas
de droga con todos los peligros que eso implica para la sociedad
colombiana y para los países hermanos y vecinos.
Quiero hacerle este breve recorrido histórico. Cuando empezó la
droga en Colombia se dijo: “Aquí no hay peligro de
consumo, de plantaciones. Eso lo producen en Perú y Bolivia
y eso lo consumen en los Estados Unidos y en Europa”. En
años siguientes ya no la traían de Perú y
Bolivia sino que la producían en Colombia y sumaban en Colombia
un hectareaje superior al de Perú y Bolivia sumados. Y se
dijo: “bueno, ya la producen, pero aquí no hay riesgos
de consumo”, hoy más de un millón de jóvenes
colombianos son consumidores de droga.
Nosotros hemos sido víctimas del problema del tráfico,
del problema de la producción, del problema del consumo. ¿Y
saben por qué hay terrorismo en Colombia? porque en su fase
guerrillera no todos los movimientos guerrilleros quisieron negociar. ¿Y
saben por qué no negociaron? Por el elemento que los diferenció de
las otras guerrillas latinoamericanas. Algunas de ellas negociaron
cuando perdieron sus fuentes de financiación, muchas de
las cuales eran donaciones europeas. En cambio, estos movimientos
guerrilleros de Colombia no solamente se negaron a negociar, sino
que se tornaron en terroristas porque se enriquecieron basados
en la droga.
Esa es la pequeña y grande diferencia entre antiguas guerrillas
latinoamericanas que oportunamente negociaron, permitieron el reestablecimiento
de las instituciones, y esta degeneración hacia el terrorismo
de lo que en un momento fue el movimiento guerrillero de Colombia.
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