Julio de 2004

Enero

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

Año 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007
4
11
18

La historia de un soldado herido por un carro bomba en Arauquita

HEIBER HERRERA: UN GUERRERO DE CARNE Y HUESO QUE VOLVERÍA AL CAMPO DE BATALLA

Bogotá, 20 jul. (SNE).- El 8 de enero del año 2003 será recordado por los colombianos como un día en el que la infamia de los terroristas mostró una sus facetas más macabras. Ese miércoles, el Ejército dentro de sus operaciones de registro y control en Arauquita (Arauca), instaló un reten en horas de la mañana. Hacia las 11:00 a.m., un camión que pasaba por el lugar se acercó a los soldados que hacían el reten y justo cuando los uniformados se acercaban para requisarlo explotó.

El conductor, un hombre que al parecer había sido secuestrado por terroristas de las FARC y, aparentemente obligado por sus captores a conducir el vehículo hacia los militares, murió instantáneamente. También perdieron la vida un soldado y una mujer que transitaba por el lugar.


Ese acto de terror causó quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro, brazos y la espalda (el 30% de su cuerpo) al soldado Heiber Herrera Cuyare, quién fue evacuado al hospital de Arauca para recibir las primeras atenciones medicas.

El estado del soldado era tan delicado que a las 7:00 p.m. de ese mismo día fue trasladado de urgencia hacia el Hospital Militar Central de Bogotá. Allí permaneció en cuidados intensivos durante dos días.

El proceso de limpieza de las heridas y de cicatrización fue largo y doloroso. Tanto así, que dos meses después fue llevado al Batallón de Sanidad en donde esperó el proceso quirúrgico de reconstrucción.

A la fecha (un año y seis meses después) al soldado le han sido practicadas cinco cirugías plásticas para reconstrucción facial y esta a la espera de otras intervenciones para recuperar la plena movilidad en el brazo izquierdo e iniciar luego la reconstrucción de las cicatrices, que probablemente, quedarán marcadas para siempre en su alma.

"Son consecuencias de la guerra y hay que afrontarla. Lo único que le pido a mi diosito es que me ayude a salir adelante, no bajar la moral, mantenerla siempre en alto" dice el soldado Herrera.

LAS FARC ASESINARON A SU PADRE

Herrera es un llanero de apenas 25 años. Hijo de una familia campesina del Meta que con mucho esfuerzo de sus padres estudió en una concentración de Villavicencio hasta cuarto grado de bachillerato, que por razones económicas debió retirarse a trabajar el campo con su padre en una humilde finca de su familia para ayudar a mantener a sus tres hermanos menores.

Sin embargo, sin razón alguna, el terror llegó a su hogar. Ocho meses después de su regreso las FARC arribaron hasta su humilde casa, asesinaron a su progenitor, robaron sus pertenencias y lo obligaron, junto con su madre y hermanos a dejar el pedazo de tierra que habían trabajado durante toda la vida con dedicación y esfuerzo.

Las penurias económicas obligaron a Heiber a buscar un empleo que le ayudara a mantener a su familia. Por eso, en abril del año 2000, decidió alistarse en las filas del Grupo de Caballería No 18 Reveiz Pizarro en Saravena - Arauca como soldado profesional.

Su desempeño académico y militar fue tan sobresaliente, especialmente en operaciones contra el frente 45 de las FARC, que resultó escogido para integrar el relevo No 68 del Batallón Colombia en la península del SINAI.

Ilusionado por el dinero que había logrado ahorrar en el SINAI, Heiber tenía pensado retirarse de la fuerza y trabajar en otro oficio, pero la ilusión de estar en la institución pudo más y continuo.

"Yo ví que uno ganaba plata en el Ejército. Por eso decidí seguir y estar económicamente mejor y ayudarle a mi mamita que es lo más importante que tengo en la vida y de ahí seguí y nunca pensé que esto me fuera a pasar".

Hoy Heiber sigue en el Ejército, espera su recuperación total y lo que gana lo da a su mamá, quien trabaja en labores de aseo en diferentes casas. "Mi pensado es que con lo que me den acá sacarla de todo eso y tenerla mejor" dice.

Como él, cientos de héroes, policías y soldados, en las ciudades y campos de Colombia, exponen a esta hora su salud, su vida y su tranquilidad para garantizar la salud, la vida y la tranquilidad de los colombianos.

"Gratitud infinita con los soldados y policías que hacen este sacrificio por la Seguridad Democrática. Su trabajo permitirá rescatar el poder real que había perdido el Estado a manos del terrorismo," dijo el Presidente en su discurso de instalación del Congreso, mientras exaltaba el valor del soldado Herrera quien recibió un reconocimiento generoso en aplausos del Parlamento.

"La experiencia de la Patria es clara: las fuerzas institucionales proceden con eficacia, más allá de las disponibilidades presupuestales, cuando hay indeclinable voluntad política en el mando civil, acompañamiento de las otras instituciones del Estado y apoyo del pueblo".

Aunque aún no sabe si pueda regresar a la tropa, dado su actual estado de salud, el soldado herrera dice que si la vida le diera una nueva opción volvería a ser soldado. "Lo único que le pido a mi diosito es que proteja a todo el resto de soldados y que ojalá le colaboren mucho a la población civil y a los campesinos".

 

Imprimir
 
MAPA DEL SITIO
 
| Quejas y Reclamos | Web Master |
Linea de Quejas y Reclamos 018000-913666

COPYRIGHT © 2006 PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA