Ese acto de terror causó quemaduras de segundo y tercer
grado en el rostro, brazos y la espalda (el 30% de su cuerpo)
al soldado Heiber Herrera Cuyare, quién fue evacuado
al hospital de Arauca para recibir las primeras atenciones
medicas.
El estado del soldado era tan delicado
que a las 7:00 p.m. de ese mismo día fue trasladado de urgencia hacia el
Hospital Militar Central de Bogotá. Allí permaneció en
cuidados intensivos durante dos días.
El proceso de limpieza de las heridas
y de cicatrización
fue largo y doloroso. Tanto así, que dos meses después
fue llevado al Batallón de Sanidad en donde esperó el
proceso quirúrgico de reconstrucción.
A la fecha (un año y seis meses después) al
soldado le han sido practicadas cinco cirugías plásticas
para reconstrucción facial y esta a la espera de otras
intervenciones para recuperar la plena movilidad en el brazo
izquierdo e iniciar luego la reconstrucción de las cicatrices,
que probablemente, quedarán marcadas para siempre en
su alma.
"Son consecuencias de la guerra y hay que afrontarla.
Lo único que le pido a mi diosito es que me ayude a
salir adelante, no bajar la moral, mantenerla siempre en alto" dice
el soldado Herrera.
LAS FARC ASESINARON A SU PADRE
Herrera es un llanero de apenas 25
años. Hijo de una
familia campesina del Meta que con mucho esfuerzo de sus padres
estudió en una concentración de Villavicencio
hasta cuarto grado de bachillerato, que por razones económicas
debió retirarse a trabajar el campo con su padre en
una humilde finca de su familia para ayudar a mantener a sus
tres hermanos menores.
Sin embargo, sin razón alguna, el terror llegó a
su hogar. Ocho meses después de su regreso las FARC
arribaron hasta su humilde casa, asesinaron a su progenitor,
robaron sus pertenencias y lo obligaron, junto con su madre
y hermanos a dejar el pedazo de tierra que habían trabajado
durante toda la vida con dedicación y esfuerzo.
Las penurias económicas obligaron a Heiber a buscar
un empleo que le ayudara a mantener a su familia. Por eso,
en abril del año 2000, decidió alistarse en las
filas del Grupo de Caballería No 18 Reveiz Pizarro en
Saravena - Arauca como soldado profesional.
Su desempeño académico y militar fue tan sobresaliente,
especialmente en operaciones contra el frente 45 de las FARC,
que resultó escogido para integrar el relevo No 68 del
Batallón Colombia en la península del SINAI.
Ilusionado por el dinero que había logrado ahorrar
en el SINAI, Heiber tenía pensado retirarse de la fuerza
y trabajar en otro oficio, pero la ilusión de estar
en la institución pudo más y continuo.
"Yo ví que uno ganaba plata en el Ejército.
Por eso decidí seguir y estar económicamente
mejor y ayudarle a mi mamita que es lo más importante
que tengo en la vida y de ahí seguí y nunca pensé que
esto me fuera a pasar".
Hoy Heiber sigue en el Ejército, espera su recuperación
total y lo que gana lo da a su mamá, quien trabaja en
labores de aseo en diferentes casas. "Mi pensado es que
con lo que me den acá sacarla de todo eso y tenerla
mejor" dice.
Como él, cientos de héroes, policías
y soldados, en las ciudades y campos de Colombia, exponen a
esta hora su salud, su vida y su tranquilidad para garantizar
la salud, la vida y la tranquilidad de los colombianos.
"Gratitud infinita con los soldados y policías
que hacen este sacrificio por la Seguridad Democrática.
Su trabajo permitirá rescatar el poder real que había
perdido el Estado a manos del terrorismo," dijo el Presidente
en su discurso de instalación del Congreso, mientras
exaltaba el valor del soldado Herrera quien recibió un
reconocimiento generoso en aplausos del Parlamento.
"La experiencia de la Patria es clara: las fuerzas institucionales
proceden con eficacia, más allá de las disponibilidades
presupuestales, cuando hay indeclinable voluntad política
en el mando civil, acompañamiento de las otras instituciones
del Estado y apoyo del pueblo".
Aunque aún no sabe si pueda regresar a la tropa, dado
su actual estado de salud, el soldado herrera dice que si la
vida le diera una nueva opción volvería a ser
soldado. "Lo único que le pido a mi diosito es
que proteja a todo el resto de soldados y que ojalá le
colaboren mucho a la población civil y a los campesinos".
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