Bogotá, 29 jul (SNE).- A las 4:35 de la tarde apareció por el pasillo del Capitolio Nacional el director de Planeación Nacional, Santiago Montenegro, y detrás de él el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quienes se dirigieron a la Secretaria de la Cámara de Representantes, donde radicaron el Proyecto de Ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2005.

Con un original y dos copias tanto del mensaje de presentación como del articulado, el jefe de la cartera de finanzas radicó a las 4:40 el proyecto 091 que prevé un presupuesto para el próximo año de 93 billones de pesos, de los cuales 91,5 billones corresponden al presupuesto básico y 1,5 billones a un presupuesto complementario.

De acuerdo con el ministro Carrasquilla, este proyecto refleja la política de darle especial importancia a la inversión social, de proveer los recursos necesarios para continuar con la política de seguridad democrática y de hacer el más estricto control al gasto de funcionamiento.

Al radicar el proyecto ante el Secretario de la Corporación, Carrasquilla expresó su confianza porque éste se convierta en Ley y no tenga mayores dificultades en el Congreso debido a su carácter eminentemente social.

De los 93 billones del presupuesto, 32,2 billones se destinarán al servicio de la deuda y los restantes 60,8 billones a inversión.

Teniendo en cuenta los tres pilares fundamentales que conforman este presupuesto, de los 60,8 billones de pesos, el 80 por ciento, ($48,9 billones) se destinarán a reactivación social y económica, el 16 por ciento ($9,8 billones) a seguridad democrática, y el resto ($2,2 billones), serán para la renovación de la administración pública.

PRESUPUESTO DE CONFIANZA

El proyecto denominado "Un presupuesto para consolidar la confianza" busca fundamentalmente aumentar la confianza en las instituciones, en el manejo de los recursos públicos y en el futuro económico.

"Se están reestableciendo las condiciones para que la economía vuelva a crecer a niveles superiores al promedio histórico y se están desarrollando políticas concretas para que este crecimiento beneficie a todos los sectores y atienda a la población más necesitada", dijo Carrasquilla.

Por eso los retos del presupuesto del 2005 serán ampliar el gasto social, continuar con el ritmo de inversiones contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo "Hacia un estado Comunitario", financiar el pago de las pensiones hasta ahora a cargo del Instituto de los Seguros Sociales y las amortizaciones, continuar con el programa de seguridad democrática y responder de manera sostenible a los desequilibrios existentes en la estructura fiscal colombiana.