Gobierno
entregó predio
en Popayán a 31 familias de desplazados y desmovilizados
"MINISTRO, LE REGALO ESTE MACHETE COMO SÍMBOLO"
Popayán, 4 jun. (SNE).- En medio de la expectante concurrencia,
Lisandro Begocha agarró el machete, dio varios pasos y se
lo entregó al ministro de Agricultura, Carlos Gustavo Cano.
El campesino dijo que, a partir de este momento, ese machete se
convertiría en símbolo de su cambio de vida: el paso
de una existencia azarosa en el monte, al trabajo productivo del
cultivo de la tierra en paz.
Esta escena transcurrió este viernes, como a eso del mediodía,
en el sector rural del municipio de Popayán. Estaban presentes
las autoridades locales, el Ministro, varios funcionarios y los
protagonistas del evento: 31 familias campesinas a las cuales el
Gobierno entregó el predio Santa Bárbara, de 198,7
hectáreas, para que los beneficiarios lo trabajen y le den
un nuevo rumbo a sus vidas.
En el predio Santa Bárbara estas 31 familias, 15 de desmovilizados
de las Autodefensas Campesinas de Cajibío y 16 de comunidades
en desplazamiento, desarrollarán cultivos de mora, arveja,
tomate de árbol, maíz y lulo. Adicionalmente podrán
desarrollar proyectos de ganadería, todo con el acompañamiento
del Ministerio de Agricultura, la Oficina del Alto Comisionado
para la Paz y la organización no gubernamental Valle de
Paz.
Lisandro Begocha, un desmovilizado que
a sus cuarenta años
se hastió de la violencia, intervino ante un nutrido grupo
de 60 invitados. Lo primero que hizo fue expresarle su gratitud
al presidente Álvaro Uribe Vélez por la entrega del
predio, a lo que consideró como un auténtico acto
de paz: "Quiero agradecerle porque uno ve desde aquí que
en Colombia todavía existe la palabra y se puede creer en
ella".
Y luego contó por qué había tomado la decisión
de desmovilizarse. Dijo que cierto día, viendo jugar a unos
niños, empezó a sentir el cansancio que produce el
estar en el monte, aguantando hambre y frío y esperando
a que la muerte llegue en cualquier momento. Enseguida recordó aquellos
años felices en que se dedicaba al mejor oficio del mundo:
cultivar la tierra, por allá en Cajibío, su patria
chica.
Entonces dijo no más. Se desmovilizó y empezó a
buscar con el Gobierno una oportunidad para rehacer su vida. Se
unió, junto con otros desmovilizados, a 15 familias desplazadas
que venían gestionando la adquisición de una finca,
donde pudieran desarrollar proyectos agrícolas y ganaderos
que les permitieran mejorar su calidad de vida.
Elaboraron un proyecto productivo y lo
presentaron al Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder),
entidad que lo revisó,
le introdujo las modificaciones del caso y les dio luz verde para
que lo sacaran adelante.
El siguiente paso fue el que se dio este
viernes. El Incoder les entregó los contratos provisionales, a través de
los cuales ellos se comprometen a sacar adelante su proyecto productivo
en cinco años, tras lo cual recibirán los títulos
definitivos de propiedad sobre el predio Santa Bárbara.
Tras recibir el machete de manos de Lisandro,
el ministro Carlos Gustavo Cano dijo: "En el Gobierno estamos comprometidos a
abrir espacios económicos y sociales a todos los colombianos,
a todos a quienes alguna vez erraron su camino".
Alguna vez Lisandro erró el camino. Pero eso ya es parte
del pasado. Un nuevo horizonte de paz se abrió en su vida. |