PALABRAS DEL PRESIDENTE ÁLVARO
URIBE VÉLEZ, EN LA ENTREGA DE LA ORDEN DE BOYACÁ A
LUIS CARLOS SARMIENTO ANGULO Bogotá, 8 jun (SNE).- A continuación las palabras
del presidente Álvaro Uribe Vélez durante la condecoración
al empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo con la Orden de Boyacá en
el Grado de Gran Cruz, realizado en el Salón de Gobelinos
de la Casa de Nariño.
El doctor Luis Carlos Sarmiento Ángulo es una de las grandes
figuras Bogotanas, que ha hecho de Colombia el objeto de sus sueños
y esfuerzos. Es representante inefable del alma empresarial, de
quienes enfrentan los retos del desarrollo, de la creación
de empleo, de la formación de infraestructura, de la apertura
de mercados, de la innovación tecnológica.
La Orden de Boyacá, en grado de Gran Cruz, queda hoy en
el pecho de un hombre que luce, individualmente, las virtudes que
hacen notable a nuestros empresarios. Esta condecoración
no es un gesto protocolario, sino ocasión para revitalizar
y expandir el buen ejemplo: el de la inteligencia, el estudio,
el trabajo honrado, la capacidad inventiva, y el sentido social,
representado en el interés por crear puestos de trabajo
y bienestar para los compatriotas.
¿Cuántos colombianos trabajan o han trabajado en
las empresas que creó su imaginación emprendedora? ¿Cuántos
jóvenes deben su formación académica a las
becas de su Fundación? ¿Cuántas vidas se han
salvado gracias a la sala de cirugía de la Fundación
Cardio infantil? ¿Cuántas familias gozan de vivienda
propia gracias a su impulso constructor?
Los colombianos, tenemos una deuda perenne
de gratitud con usted: por su cultura de trabajo incansable,
su aguda visión de
los negocios, su liderazgo en el sector financiero y su solidaridad.
Vidas y obras como la suya, y la de su
familia, son ejemplo para la Nación. Ustedes son herederos del esfuerzo de Don Eduardo
Sarmiento, un hombre que con la explotación de maderas en
Maripí, Boyacá, logró educar a todos sus hijos.
Su historia es la historia de una familia emprendedora, con formación
en el sacrificio personal.
Hoy, el riesgo de la empresa privada no
se desprende del vigor ideológico de las tesis que otrora desafiaron el capitalismo,
sino de la incapacidad del capitalismo de lograr que cada día
surjan nuevas empresas y nuevos empresarios. Sus empresas, sus
proyectos y su talante empresarial son una demostración
de que Colombia es fuente fecunda de capital social.
Nuestra Patria tiene que recorrer el camino
certero de la expansión
económica que genere empleo digno y promueva la relación
solidaria entre el capital y el trabajo. Sé que usted, con
sus empresas, está demostrando que los trabajadores colombianos
también pueden conocer el camino correcto, que es distinto
al discurso agitacional que exalta la pasión sin avizorar
el porvenir, que siembra el odio y niega la reivindicación.
Usted, ha propugnado y liderado un capitalismo
con sentido de solidaridad y miras patrióticas. Hay que decir, con justicia,
que su vida se convierte en inspiración para todos: nos
recuerda de manera constante que debemos respetar la actividad
empresarial, fortalecer el sistema financiero, olvidar el esquema
de los puestos improductivos.
Don Luis Carlos: usted es un ejemplo de
lo gratificante que es haber dedicado la vida al trabajo honrado,
al amor a la familia
y a mantener siempre un sentido de lo público. Usted redime
la vida cotidiana de miles de familias y hace que los colombianos
eleven su autoestima. Su patrimonio y buena voluntad garantizan
que muchos colombianos tengan hogar, mejores condiciones educativas,
recreación, salud.
Sus palabras son un anhelo ferviente de
mi Gobierno: "Es
notorio que se está recuperando la confianza de la gente,
que es un factor definitivo para la economía. La confianza
es el mayor motivador y el mejor actor para reactivar una economía.
Es claro que aquí la gente está recobrando la confianza,
y se ve en muchas cosas. Se ve en la reactivación de la
construcción, que es evidente, y en la reactivación
de la cartera de los organismos financieros"
Con el esfuerzo de todos, los inversionistas
van a dirigir sus capitales hacia Colombia porque sienten que
ya existe aquí seguridad
jurídica, reglas fijas y durables sobre aranceles, impuestos
y tasa de cambio. Con la Seguridad Democrática, vamos a
recobrar el libre tránsito de las mercancías por
las carreteras, para cumplir los estrictos cronogramas que rigen
el comercio internacional.
Colombia, patria de la creatividad y de
la inteligencia, será escenario
multiplicador de la productividad de vidas como la suya, encarnación
de nuestro admirable potencial en capital humano y empresarial.
Sueño que al conocer la personalidad y la obra de empresarios
como usted, corra la voz de que los inversionistas del mundo pueden
volcarse sobre Colombia, puesto que tenemos unos magníficos
operarios y grandes empresarios.
Don Luis Carlos: reciba de manos del Presidente
de Colombia, una condecoración que le otorga toda la nación, por sus
merecimientos. A su esposa, Fanny Gutiérrez, a sus hijos
Luis Carlos, Adriana, María Claudia, Luz Ángela y
Sonia, nuestra expresión de eterna gratitud.
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