Obras se pagarán con vigencias futuras
CON PLAN DE VÍAS SE ACABA RIESGO FINANCIERO E INFLACIONARIO
Bogotá, 1 mar. (SNE). - Ni los constructores ni los inversionistas tendrán que correr con los riesgos financiero e inflacionario durante la ejecución del Plan 2.500, con el cual Gobierno aspira a pavimentar 2.500 kilómetros de vías en lo que resta de la administración.
De acuerdo con el esquema de financiación de vías explicado por Sergio Restrepo Isaza, vicepresidente de la banca de inversión de Corfinsura, con otro sistema no sería posible adelantar una obra tan ambiciosa que pretende tener 100 frentes de trabajo diferentes con igual número de sociedades constructoras.
Este esquema parte del principio de separar completamente el riesgo construcción del riesgo financiero, indicó.
"Hasta la fecha -anotó- en la mayoría de las obras el constructor tenía que asumir todo el riesgo financiero. Si el Gobierno se tardaba 3, 4 o 10 años sin pagar, ese riesgo o esa obligación quedaba en cabeza del constructor", explicó.
En su intervención durante el lanzamiento del Plan 2.500, el dirigente financiero aclaró que el proyecto se origina en los compromisos de vigencias futuras y en los dineros del Plan Nacional de Desarrollo "Hacia un Estado Comunitario".
Unas vez esas vigencias futuras están debidamente comprometidas, el Ministerio de Transporte procede a hacer todas las licitaciones con las sociedades constructoras, se estima que deben ser unos 100 tramos diferentes con igual número de sociedades constructoras.
Cada sociedad tendrá una serie de socios que aportarán los dineros requeridos para iniciar la construcción y posteriormente pagarán a todos los proveedores de bienes y servicios.
Igualmente, en la primera parte el Ministerio de Transporte a través de una fiducia del mercado de capitales, dispone de un capital semilla que servirá para darle dinámica a todo el proceso.
LA OPERACIÓN
Sobre la forma como operará el sistema, el dirigente indicó que la sociedad concesionaria, una vez construye un kilómetro va a la fiducia del mercado de capitales y vende esa acta o derecho de cobro, por ese kilómetro efectivamente construido.
A renglón seguido la fiducia de capitales le paga de contado al constructor y en ese momento se rompe la obligación entre el constructor y el financiador. Allí termina su obligación financiera.
Restrepo Isaza explicó que ahí se va generando un inventario de deuda pues en la medida que va comprando deuda, la fiducia del mercado de capitales cada cierto tiempo va al mercado público de valores y en forma similar a como ocurre con los TES, hará subastas para que ese mercado compre las deudas.
"Una vez se subaste vuelve a ingresar dinero a la fiducia del mercado de capitales y nuevamente el proceso vuelve a iniciar otro ciclo", señaló.
El vicepresidente de banca de inversión de Corfinsura indicó que eso permite que con poco dinero en un principio se pueda llegar a los 2,5 billones de pesos, cifra que sería totalmente inalcanzable si el sector financiero tratara de financiar a los constructores.
Siguiendo el mecanismo de financiación, Restrepo señaló que por último y una vez salgan las vigencias futuras año a año, pasan al Ministerio de Transporte y éste las entrega a la fiducia del mercado de capitales. A su vez la fiducia finalmente honra los títulos que se van venciendo en el mercado público de valores.
"El esquema es la titularización de flujos futuros de los contratos, las fuentes de pago son las vigencias futuras y algunos dineros del Plan Nacional de Desarrollo, títulos de contenido crediticio, a la orden y básicamente inscritos en la Bolsa y destinados al público en general", explicó.
Restrepo Isaza estimó que todo el proceso tardará unos 8 años que es el tiempo que demoran las vigencias futuras.
Los papeles que emiten las fiducias y que se venden en el mercado de capitales pueden ser expedidos a una tasa igual al IPC más un margen para que ninguna de las partes asuma el riesgo de inflación, indicó.
Señaló que los inversionistas toman el papel y simplemente le ponen un margen sobre el IPC y así no hay riesgo inflacionario en cabeza del inversionista.
Los intereses serían trimestrales y se pagarían básicamente con la amortización y de acuerdo con los ingresos de las vigencias futuras, precisó.
"Queremos que sea un papel lo más líquido posible, este tipo de financiación exige la mayor liquidez posible para que haya la mayor cantidad de actores en el mercado. En la medida de la liquidez y si es un papel lo más uniforme posible, habrá la mayor cantidad de dinero disponible para este tema", concluyó.
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