Estupefacientes asume control
en antigua finca de "El
Mejicano"
OCHO AÑOS VIVIENDO SOBRE UNA MINA DE ORO
Puerto Salgar (Cundinamarca), 11 may (SNE).-
Hace ocho años,
en medio de la dura batalla que el Gobierno enfrenta contra el narcotráfico,
las autoridades ocuparon los predios de la finca "La Esperanza",
en Puerto Salgar, de propiedad de Gonzalo Rodríguez Gacha, "El
Mejicano", pero sólo 96 meses después se dieron cuenta
que literalmente estaban sobre una mina de oro.
La sospecha de que algo raro había en la finca comenzó hace
ocho meses, cuando de manera misteriosa a los alrededores del terreno
comenzaron a llegar visitantes, con lo cual el rumor de la existencia
de una mina de oro se propagó.
Para los más antiguos moradores de la región el asunto
no era nuevo. "En ese mismo lugar hace 20 años se presentó un
derrumbe en el que quedaron sepultadas varias personas, por lo cual la
administración local tomó la determinación de no
explorarla más", dijo Don Santiago, un hombre golpeado por
los años y oriundo de Puerto Salgar.
La finca de terreno ondulado tiene una extensión de mil hectáreas
y está avaluada aproximadamente en 20 mil millones de pesos.
En ese entonces, se presentó una ola de guaqueros: "buscaban
piezas arqueológicas y cementerios indígenas pertenecientes
a la comunidad de Los Panches que habitaron la región", recordó el
Personero municipal, Esteban Ortiz.
Luego los terrenos verdes y adornados por las
innumerables garzas, pertenecientes durante varias generaciones a la
familia Troncoso, fueron comprados por
Rodríguez Gacha.
El capo utilizó los predios para construir un gran centro de
descanso que contaba con pista privada para avionetas, una laguna acondicionada
con tobogán y playa, y en la se dice estacionó alguna vez
un pequeño buque y se realizaban desfiles -muy particulares-.
Tal vez por esta razón Gacha nunca se dio cuenta que era el dueño
de una montaña de oro.
La historia llegó a nuestros tiempos. Desde hace unos ocho meses
los terrenos de "La Esperanza" volvieron a recibir un gran
número de visitantes. En esta oportunidad no llegaron con las
ganas de organizar gigantescas fiestas y orgías. Se trata de cerca
de 300 humildes mineros que día a día arriesgan sus vidas
en "tucas" (socavones) hasta de 25 metros de profundidad tratando
de encontrar uno o varios gramos del preciado metal.
La extracción del oro se ha hecho de manera artesanal -con pica,
pala y barra-. "Un compañero encontró un gran trozo
de oro por el que le dieron 80 millones de pesos, mientras que otros
hemos durado un mes sin encontrar un solo gramo", dice en voz alta
un joven caldense, padre de cuatro niños.
El Director Nacional de Estupefacientes, coronel
en retiro Luis Alfonso Plazas, aseveró este martes que la Corporación Autónoma
Regional de Cundinamarca ordenó la suspensión inmediata
de la explotación de la mina, hasta que no se tengan los estudios
de los ministerios de Vivienda, Ambiente y Desarrollo Territorial, y
de Minas y Energía.
Las regalías por el concepto de la explotación de la mina
son del cuatro por ciento. De éstas, el 87 por ciento pertenecen
al municipio, el diez por ciento será de la Gobernación
y el tres restante va al Fondo Nacional de Regalías.
Luego de hacer los estudios pertinentes, la finca
se distribuirá en
tres partes: una que se entregará a alguna fundación para
la explotación de la agricultura, otra que -seguramente- manejará una
caja de compensación sacando fruto de la belleza natural y turística.
Finalmente la zona del cerro de "La Barrigona" será concedida
-por Ingeominas- a través de un contrato de concesión a
un particular para la explotación. Este concesionario tendrá que
cumplir los requisitos y las exigencias de los ministerios en mención.
Plazas reveló que mañana miércoles se reunirá con
el Ministro de Defensa a fin de solicitarle se disponga de Fuerza Pública
para custodiar el lugar, evitando así la explotación clandestina
y cualquier otra situación anormal que se pueda presentar.
"Este control no es nada difícil. Con tres parejas de policías
a caballo se controla la zona", señaló.
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