TRIBUNAL DE CUNDINAMARCA APROBÓ CONCILIACIÓN ENTRE
INVÍAS Y COMMSA Bogotá, 12 may. (SNE). Hoy, 50 años después
de haberse realizado el primer diseño de la vía,
el sueño de interconectar a la Costa Caribe con el centro
del país vía terrestre comienza a tomar visos de
realidad luego del fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca
que aprobó esta tarde el acuerdo de conciliación
entre el instituto Nacional de Vías, Invías, y
la Concesión del Magdalena Medio S.A., Commsa.
Con el acuerdo se reiniciarán las obras de la vía
Tobiagrande-Puerto Salgar, la concesión más grande
del país, cuyo contrato fue caducado por el Estado en
el año 2000, ante inconvenientes financieros de la sociedad
concesionaria.
El fallo del Tribunal permite que en
breve tiempo el país
cuente con una vía de casi 600 kilómetros que cubre
cinco departamentos y que corresponde al mayor proyecto de inversión
vial emprendido en Colombia en toda su historia.
En pesos de hoy se invertirán aproximadamente 1,2 billones
de pesos, es decir 428 millones de dólares, sin que el
Estado ponga un solo peso más y con un ahorro de 4.6 billones
de pesos en operación vehicular.
El acuerdo de conciliación permitirá que la Nación
obtenga 80 millones de dólares por parte del contratista
y durante la ejecución de la obra se generen más
de 30 mil empleos directos.
"Esta obra vial es la principal arteria de Colombia. Es
tan importante para el país hoy como lo es y lo fue el
río Magdalena hace 500 años. Permite la comunicación
de nuestra costa caribe con el centro, el oriente con el occidente
y el centro con el sur. Es fundamental para la competitividad
de nuestras exportaciones y para la conectividad de nuestras
regiones", dijo la directora del Invías, Alicia Naranjo.
Para el Gobierno este acuerdo es un gran
negocio para el país
por todos sus beneficios como el ahorro en tiempo y operación
vehicular que implica 4.62 billones de pesos en pesos constantes
del año 2.002.
"El país no puede permitirse el lujo de dejar obras
inconclusas ni mucho menos de no enfrentar los problemas y encontrar
las soluciones. En eso es en lo que estamos. La acción
del Estado en la defensa de sus intereses públicos implica
lograr los mejores resultados como efectivamente se lograrán
con este acuerdo que, dados sus antecedentes, es un buen negocio
para el país. Nos sentimos orgullosos, como ejecutores
de una política de Gobierno, de haber contribuido a materializar
este acuerdo", aseguró Naranjo.
Para el Gobierno más que la conciliación en sí misma
la importancia del acuerdo es el desarrollo vial del país
que se constituye en una de las principales herramientas de crecimiento
económico con las que debe contar Colombia.
"Estamos en la tarea de hacer y no de simplemente limitarnos
al cumplimiento de unas funciones públicas. El Gobierno
Nacional y el país no pueden desconocer que en Colombia
se moviliza por vía terrestre el 86 por ciento de la carga
doméstica y el 95 por ciento de la que se exporta por
vía marítima. COMMSA es parte de una política
de gobierno tendiente a resolver problemas, como efectivamente
también se ha hecho en los enfrentados y resueltos por
Telecom", explicó la directora del Invías.
Nada saca el país -agregó- recuperando la seguridad
vial y aumentando como consecuencia el tráfico en las
carreteras sí no existe la infraestructura adecuada que
soporte dicho crecimiento.
CONSIDERACIONES DEL ACUERDO
En el proyecto de conciliación la obra está concebida
en tres fases. La primera comprende la rehabilitación
y mantenimiento de los tramos El Vino-Honda y Puerto Salgar San
Alberto, así como la construcción de 90 kilómetros
entre Tobía Grande y Puerto Salgar. Dentro de la construcción
de este tramo se tiene prevista la ejecución de 13 de
los 15 túneles que contempla el proyecto, cuya longitud
total es de 19,5 kilómetros. Es decir, en esta primera
fase se construirán 12,1 kilómetros de túneles.
Esta fase se desarrollará en un tiempo máximo
de cinco años, pero se podría concluir antes si
el flujo vehicular aumenta a una tasa superior de 3,5 por ciento
anual. Con ella se recorta en 33 kilómetros de recorrido
actual y se ahorran los costos de operación, especialmente
por no tener que subir hasta el Alto del Trigo y el Alto de La
Mona.
La segunda fase que contempla la construcción del túnel
número 1, cuya longitud es de 6,3 kilómetros, comenzará cuando
se alcance un tráfico promedio diario de 13.500 vehículos.
Actualmente este flujo es de 11.553.
La tercera comenzará cuando se alcance un tráfico
promedio diario de 19.mil vehículos y contempla la construcción
del túnel número 11 cuya longitud es de 5,8 kilómetros.
Al terminar las etapas II y III, se perciben
ahorros en costos de operación estimados en 4,62 billones de pesos constantes
de diciembre de 2002 (costos definidos en la evaluación
económica del proyecto).
Con el proyecto de acuerdo no sólo se establece un cronograma
de obra concreto sino que se fijan montos para las diferentes
fases y el 20 por ciento de inversión anual que se contemplaba
deberá desembolsarlo obligatoriamente.
Si bien el Invías debió invertir 77,1 millones
de dólares en 1999 ahora, con el acuerdo, se garantiza
la viabilidad del proyecto sin aportar un solo peso adicional.
El proyecto recibirá 80 millones de dólares, de
los cuales 20 millones de dólares serán en efectivo
y 60 millones de dólares en realización de la obra
a cargo del concesionario, los cuales inicialmente debía
aportar el Instituto.