Al
instalar negociaciones de TLC dice que opositores al Tratado
quieren sacar
beneficios políticos
"INTEGRACIÓN ECONÓMICA
CON EQUIDAD SERÁ MÁS SÓLIDA": URIBE
Cartagena, 18 may. (SNE). - Lograr la
equidad en los tratados de libre comercio es la única manera de conseguir que
una integración económica sea más sólida
y solidaria y que genere beneficios reales para los pueblos.
Con estas palabras el presidente de la
República, Álvaro
Uribe Vélez, instaló las negociaciones formales
del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia, Perú y
Ecuador con los Estados Unidos, en la ciudad de Cartagena.
Llamó la atención de los negociadores al señalar
que la búsqueda de la equidad en el Tratado con Estados
Unidos, contrasta con los acuerdos de adhesión o con las
pretensiones paternalistas.
La equidad -dijo- permite encontrar normas diferentes para igualar
a los desiguales.
En las negociaciones el Mandatario pidió protección
especial para la pequeña empresa y para el sector agropecuario.
Para la pequeña empresa por ser la expresión concreta
de la libertad, garantía del progreso y de la estabilidad
de las grandes unidades empresariales. Y para el agro, porque
es la garantía para una destrucción definitiva
de las drogas ilícitas y de lucha contra el terrorismo.
Aseguró que estos tratados permiten
que crezca la empresa privada y que el avance de las industrias
es lo que contribuye
a superar la injusticia y la miseria.
"Nuestros trabadores, agregó, no tienen futuro en
economías estancadas o de crecimiento minúsculo".
Consideró que por eso el trabajador debe pensar bien
cuál es el camino correcto: o el discurso agitacional
que exalta la pasión sin avizorar el porvenir, siembra
el odio y niega la reivindicación, o el camino de la expansión
económica que siempre genera empleo digno y una relación
solidaria entre el capital y el trabajo.
Por eso invitó a los trabajadores
y a los empresarios a integrar grupos permanentes de trabajo
para explorar soluciones
a las dificultades que se presenten durante la vigencia del Tratado
que se comienza a negociar.
PROTEGER EL AGRO
Ante los negociadores de los 4 países, delegados de los
empresarios, el Congreso de la República y los trabajadores,
el Jefe de Estado solicitó incorporar cláusulas
innovativas garantes de la equidad en el sector agropecuario.
El sector agropecuario en opinión de los expertos sería
uno de los menos beneficiados con el Tratado. Por eso el Presidente
de la República afirmó que la equidad en el tratamiento
del sector agropecuario y de la agroindustria, es elemento de
la credibilidad y perdurabilidad de esos tratados.
Para Uribe Vélez la fortaleza del sector agropecuario
es la garantía para una destrucción definitiva
de las drogas ilícitas, y por tanto lograr una equidad
con este sector es un instrumento para derrotar el terrorismo
financiado por la droga.
"Invito a que en esta negociación incorporemos cláusulas
innovativas garantes de la equidad con el sector agropecuario.
Que en lugar de diferir estos temas a acuerdos futuros, todavía
inciertos en el seno de la Organización Mundial de Comercio,
nuestro avance siente precedentes que pueda ser adoptados en
esta Organización", precisó.
DEBATE POLÍTICO
En su intervención ante la sesión plena de los
negociadores de Colombia, Perú, Ecuador y Estados Unidos
y los cientos de delegados, Uribe afirmó que en estos
momentos existen sentimientos cruzados entre la gente por el
futuro de las negociaciones.
Dijo que muchos ciudadanos son conscientes
de la necesidad del TLC, otros están preocupados por el futuro de la pequeña
empresa, del sector agropecuario, de las relaciones laborales
y otros están sacando beneficios electorales al ejercer
oposición política levantando proclamas incendiarias
contra la negociación.
Aseguró que el objetivo del Gobierno es que siempre habrá un
mecanismo de consulta permanente con los sectores económicos,
sociales y políticos y que la voluntad será la
de lograr un consenso total.
El Jefe de Estado consideró que en nuestros países
no hay un proyecto político que razonablemente pueda oponerse
a estos acuerdos, pero aceptó que tienen reservas o proposiciones
alternativas.
Muchos -anotó- se oponen estos tratados mientras estén
en la oposición, pero cuando llegan al Gobierno se convierten
en sus mayores opositores. Ofrezco a la discrepancia política,
receptividad para mirar cláusulas alternativas. Pido al
pueblo no dejarse desorientar por la consigna sin razón.
Uribe Vélez enfatizó que la negociación
de un Tratado con Estados Unidos es un paso que traerá enormes
beneficios para los pueblos de los cuatro países, y que
al mismo tiempo se entiende que haya oposición política.
BENEFICIOS
En su discurso, Uribe enumeró los beneficios que traerá para
las economías de los cuatro países el mayor intercambio
comercial que se presentará con un Tratado de Libre Comercio.
- El Tratado les abrirá a los productos agrícolas
e industriales y a los servicios exportados por Colombia, Perú y
Ecuador, las puertas al mercado más grande del mundo.
- Aumentará la inversión local y extranjera y
generará nuevas oportunidades de negocios.
- Acelerará el crecimiento económico.
- Generará nuevas fuentes de empleo.
- Disminuirá la pobreza.
- Habrá una mayor productividad
de las empresas nacionales.
- El libre acceso a los productos importados
beneficiará a
los hogares y los consumidores de los países andinos y
de Estados Unidos.
- Habrá una mayor oferta, mejor calidad y más
variedad de productos y eso se traducirá en una mejor
calidad de vida para todos.
El Presidente recordó que el no tener asegurados beneficios
arancelarios después del enero del 2006 cuando se acaben
las preferencias arancelarias concedidas por el Atpdea, ha generado
una incertidumbre que no permite nuevas inversiones ni propicia
proyectos económicos y sociales ambiciosos y de largo
plazo.
"La etapa que hoy iniciamos busca una integración
permanente, que abra las puertas para el crecimiento, el mejoramiento
del empleo, el ingreso, la mayor cobertura en seguridad social",
sostuvo el Presidente de la República.
Terminó diciendo que la nueva etapa que se inicia en
las relaciones comerciales no es una renuncia a la integración
americana sino un paso para que ella se de sin dilaciones, con
franqueza y con creatividad.
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