INTERVENCIÓN DE MINISTRA DE AMBIENTE EN FORO
SOBRE GESTIÓN URBANA
Bogotá, 25 may. (SNE). La siguiente es la intervención
de la ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Sandra
Suárez Pérez, en el foro "Región, Gestión
del Suelo y Participación en Plusvalías. Los aportes de
la Ley 388 de 1997 a la gestión urbana regional".
"El Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 'Hacia un Estado Comunitario',
que es la carta de navegación de este Gobierno, incluyó por
primera vez en las últimas décadas, un conjunto de objetivos
y estrategias dirigidas a las ciudades del país.
Estos objetivos orientan las acciones de este
Ministerio al cual se le ha encomendado la misión de velar por el desarrollo sostenible
entendido como un proceso que busca la erradicación de la pobreza
y el desarrollo humano a través del aumento de la cobertura a
los servicios básicos como el agua potable, el saneamiento básico,
la vivienda adecuada, el ordenamiento territorial y la protección
a la biodiversidad.
Las acciones contenidas en el Plan de Desarrollo
pretenden apoyar proyectos urbanos dirigidos a mejorar la calidad de
vida, poner a disposición
de los municipios un conjunto de instrumentos para promover el desarrollo
de proyectos estratégicos con base en los incentivos adoptados,
la aplicación de instrumentos de gestión urbana y la generación
de una oferta de tierra urbanizable a través de la intervención
del Estado.
La gestión eficiente del suelo es determinante
para avanzar en programas de vivienda social, transporte, equipamientos
y, en general,
lograr llevar a cabo lo que han dispuesto los Planes de Ordenamiento
Territorial.
La planeación contemporánea enfatiza la relación
cada vez más estrecha entre planeación y gestión,
de manera que desde el mismo momento en que concibe un programa debe
establecerse la manera como se va a ejecutar: los procedimientos técnicos
y jurídicos adecuados para su gestión, los recursos para
su ejecución y la distribución de derechos y responsabilidades
entre propietarios de la tierra, promotores, urbanizadores, y demás
actores urbanos públicos y privados.
En el caso de la vivienda de interés social, ésta es una
condición fundamental. La disponibilidad de la tierra a precios
adecuados, en los lugares y tiempos precisos, es una condición
previa al desarrollo de un programa de envergadura como el que busca
el Gobierno Nacional, para financiar 400.000 viviendas de interés
social en este cuatrienio.
La tierra tiene un peso importante en los proyectos
destinados a las familias de ingresos más bajos.
La dificultad de acceso a la tierra en condiciones
aceptables, ha implicado para los sectores de bajos ingresos acudir
al mercado informal de vivienda.
Esta vivienda se ha perpetuado como la "solución" para
un sector de la población que ha llegado a representar en períodos
recientes hasta un 35% de la producción total de vivienda. El
problema es de tal magnitud que, por ejemplo, en 1998 la ocupación
de la ciudad en condiciones ilegales correspondía a cerca de 6.000
hectáreas donde vivía el 26% de la población de
Bogotá.
Esta ocupación informal ha sido uno de
los mayores degradantes del medio natural, pues gran parte se ha realizado
sobre suelos protegidos
de incalculable valor ambiental.
Adicionalmente, su regularización e incorporación a la
estructura urbana tiene altos costos, se calcula que realizar las infraestructuras
y dotar un barrio informal tiene sobre - costos de más de 300
millones de pesos por hectárea, comparados con los costos de acueducto,
saneamiento básico y vialidad, que tiene un desarrollo similar
planificado. Por eso, cada nuevo barrio ilegal que se construye, significa
un aumento de la deuda de la ciudad al futuro.
Igualmente, los municipios enfrentan dificultades
relacionadas con la adquisición de las tierras necesarias para
los proyectos, debido entre otras, al aumento en los precios de los
terrenos y problemas en
los procedimientos para las adquisiciones y expropiaciones de suelos.
Para enfrentar esta realidad, se debe fortalecer
la capacidad de gestión
de los municipios en los diferentes aspectos del desarrollo urbano, en
particular la gestión del suelo, como requisito indispensable
para el desarrollo de los programas de vivienda, transporte y equipamientos
urbanos, así como un condicionante de gran importancia para asegurar
una mejor calidad del medio ambiente en nuestras ciudades.
De esta forma adquieren gran importancia los
programas referidos a los Bancos de Tierras y los Observatorios Inmobiliarios
que se están
desarrollando, y que pretenden construir una institucionalidad adecuada
para mejorar la administración y la adquisición de tierra
acorde con las condiciones de cada uno de los municipios del país,
basada en información veraz y no en procesos especulativos, que
permita una toma de decisiones acertada.
Su función implica también el uso eficiente de instrumentos
de gestión como las Unidades de Actuación Urbanística,
el reajuste de Tierras y la compensación, así como de instrumentos
de financiación como la participación en plusvalías
y la transferencia de derechos de construcción y desarrollo. Todos
estos tienen un gran potencial demostrado internacionalmente para convertirse
en mecanismos eficientes de la acción urbanística municipal.
Por esta razón, el programa de Asistencia Técnica a las
entidades territoriales que adelanta el Ministerio de Ambiente, Vivienda
y Desarrollo Territorial, a través de la Dirección de Desarrollo
Territorial, establece como parte de su estrategia la implementación
de mecanismos de difusión de los temas antes mencionados que pretende
fortalecer la capacidad de gestión de los municipios como requisito
indispensable para el desarrollo sostenible.
A partir del reconocimiento de este contexto,
estamos seguros de que sólo el trabajo conjunto entre la Nación, los municipios,
la academia e instituciones de gran experiencia en estos temas como el
Lincoln Institute of Land Policy, permitirá superar las dificultades
del desarrollo urbano que enfrentan los municipios.
Tal como lo planteó el Presidente Álvaro Uribe Vélez,
la calidad de vida urbana nos enseña a apreciar el vecino, a amar
el parque y a tener una vida alegre. Buscamos evitar que la selva de
cemento anule la ilusión de residir en nuestras ciudades. Al igual
que el Presidente, buscamos y estamos trabajando por ciudades con muy
buena calidad urbanística. Con un país democrático
en lo político y en lo económico. Un país con oportunidades
para todos. Con un país de propietarios.
Muchas gracias".
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