Relato
de un barranquillero, en un partido social del Gobierno Uribe contra
la pobreza
1 – 0 QUEDÓ EL PARTIDO. GANÓ LA POLÍTICA
SOCIAL
Barranquilla, 12 nov (SNE). Como
si se tratara de la final de la Copa América, esa que Colombia ganó 1 – 0
en Bogotá, el 29 de julio de 2001, al jugar contra
México, hoy el estadio metropolitano de Barranquilla
se pintó de amarillo, azul y rojo.
El partido empezaba a las 8:00 a.m.,
pero como si en lugar de revender las boletas, las regalaran,
miles de barranquilleros,
con sus caras pintadas también de amarillo, azul y
rojo, se agolparon en las puertas del estadio para poder
coger la mejor ubicación en las tribunas oriental
y alta –las únicas habilitadas-, y hubo que
retrasar el inicio del partido por más de una hora.
Y como si estuviéramos en plena época de Carnaval,
la Banda Folclórica de Barranquilla y las comparsas
tradicionales, con trajes multicolor, animaban con el cántico
tradicional del ‘Garabato’ a las barras: “buenos
días, Presidente, buenos días ¿cómo
está?.. Lo ha venido saludar el pueblo de Barranquilla…”.
¡¿Buenos días, Presidente?”! Sí,
yo también me pregunté con asombro. ¡¿Cómo
así que ‘Presidente’? ¿Acaso esto
no era un partido de fútbol?!
Sin embargo y queriendo preguntar
qué era lo que
pasaba, lo único que escuchaba era el coro que salía
de la garganta de los más de 30 mil barranquilleros
que llenaban la mitad del ‘Roberto Melendez’: “buenos
días, Presidente, buenos días ¿cómo
está?.. Lo ha venido saludar el pueblo de Barranquilla…”
Entonces, en medio del tumulto y
la alegría, porque
el personaje central ya llegaba al evento -del que aún
no tenía ni idea-, logré, como niño
recogebolas al lado de la cancha, arrimarme a la tarima ubicada
frente a la tribuna oriental.
“¿Qué es lo que está pasando,
que esto está peor que si jugara la selección
Colombia la final de un mundial de fútbol?” –soñadora
comparación, claro-, pregunté a uno de los
asesores de la Alcaldía, que estaba en ese lugar.
“Ajá, es que llegó el Presidente Uribe
para entregar unos subsidios de salud y de vivienda”,
me respondió.
“¿Como así?”, contesté. “Entonces
esto lo que es un partido entre la reactivación social
y la pobreza”, dije. Con razón no veía
al ‘Cole’ colgado de las tribunas.. Y yo que
creía que eran los globos y la lluvia de papeles,
que eran los que no me dejaban verlo.
“Ajá” -de nuevo- me respondió el
tan amable funcionario, “y lo mejor ¿sabes qué es?”,
preguntó con sonrisa de oreja a oreja.
“¿Qué?” –le
dije-.
“Que el partido quedó 1 – 0. Ganó la
política social”, me respondió.
Ante tan contundente respuesta, decidí quedarme al
evento y corroborar si era o no verdad. Me sorprendí.
En la tarima, adornada con un gran
bandera de Colombia, Álvaro
Uribe Vélez, el presidente de la República,
no le importó el protocolo porque prefirió romperlo
para entregar 817 subsidios de vivienda de interés
social a igual número de familias pobres -muy pobres-,
de los municipios de Baranoa, Barranquilla, Candelaria, Malambo,
Palmar de Varela, Ponedera, Puerto Colombia y Soledad.
Y como si fuera Papá Noel, también entregó el
carné número 200 mil del régimen subsidiado
de salud en Barranquilla, a una niña, que nunca borrará de
su mente: Cindy Paola Vallecilla.
Ella fue una de las personas heridas
por los grupos terroristas cuando el 14 de abril de 2002,
estos atentaron contra la
vida del entonces candidato, Uribe Vélez. Y hoy, ella,
se convirtió en el símbolo de la política
de salud que adelanta el Mandatario en todo el país,
a través de una de sus siete herramientas de equidad:
la protección social.
“¿Cómo son las vainas?”, me pregunté,
mientras veía una gran bandera de Colombia que, en
las tribunas, pintaban las miles y miles de banderitas amarillo,
azul y rojo, que agitaban los barranquilleros -como si jugara
la selección, insisto-. Yo que creí que esto
era un partido y acá lo que había era gestión.
Ni modos, me quedé callado viendo el evento, y cuando
menos me di cuenta, yo también gritaba el otro estribillo
que ensordecía el estadio: ¡Uribe, amigo, Barranquilla
está contigo! ¡Uribe, amigo, Barranquilla está contigo!”.
El anterior fue el relato de un barranquillero
que pasaba por el Estadio Metropolitano ‘Roberto Melendez’ y
que se encontró con uno de los partidos sociales que
a diario juega el Gobierno Uribe, en su lucha contra la pobreza.
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