PALABRAS DEL PRESIDENTE
DE GUATEMALA, OSCAR BERGER, AL SER CONDECORADO CON LA ORDEN DE SAN
CARLOS Bogotá, 17 nov (SNE). Las siguientes son las palabras que
pronunció el presidente de Guatemala, Óscar Berger
Perdomo, al ser condecorado por el presidente Álvaro Uribe
Vélez, con la Orden de San Carlos en el grado de Gran Collar.
“Excelentísimo señor presidente, don Álvaro
Uribe Vélez, quiero expresar mi más profundo agradecimiento
por el gran honor que representa para mí el recibir este
reconocimiento del pueblo colombiano, no solamente se trata de
un gesto que confirma los fuertes vínculos de hermandad
entre nuestras naciones, sino en lo personal un símbolo
de amistad personal con usted, señor presidente Uribe, que
me honra muchísimo.
Sobra recordarle que se ha convertido en
un ejemplo a seguir en el hemisferio pues ha sabido usted convertir
la austeridad y el
sacrificio personal en una virtud política.
América entera lo admira y respeta y como amigo suyo le
confieso que la Orden de San Carlos no solamente toca hoy mis manos
sino también mi corazón.
Constituye también para mí un elevado honor encontrarme
de huésped en el histórico Palacio de San Carlos,
que albergó al Libertador, el general Simón Bolívar.
Es aquí donde nace el ideal de la Patria grande americana,
ideal que sigue teniendo vigencia dos siglos después y nos
sirve de referente para fortalecer las relaciones entre nuestras
naciones.
Mi visita y la cordial acogida que usted
me brinda evidencia claramente que seguimos avanzando para hacer
realidad el sueño bolivariano.
Deseo recordar, señor Presidente, el inicio de nuestras
relaciones diplomáticas en 1820 cuando el general Bolívar
encomendó al general Francisco de Paula Santander que iniciara
contactos político-diplomáticos con las provincias
unidas de Centroamérica y que en 1825 se firmó el
tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua entre
Colombia y las provincias unidas de Centroamérica. Ese instrumento
jurídico sentó las bases de nuestra amistad, la que
felizmente han fortalecido Colombia y Guatemala.
Desde aquellos lejanos días en que nuestros pueblos compartieron
una frontera terrestre nunca ha sido más importante un acercamiento
estratégico entre nuestros pueblos, porque la realidad es
que esas fronteras que tanto proliferaron y nos dividieron en épocas
pasadas, se van desvaneciendo ante vínculos más fuertes
de prosperidad, cooperación, de libre comercio y de lucha
contra problemas comunes como lo son la pobreza, la delincuencia,
el narcotráfico y el terrorismo, los cuales también
enfrentamos con coraje y dedicación, pero sobre todo con
profundo respeto a los derechos humanos.
Si alguna lección nos ha dejado la tan discutida globalización
es que el desarrollo y la integración son inevitables y
nuestro desafío no es el de simplemente criticar, o peor
aún, oponernos a la historia, sino el de prepararnos para
determinar qué clase de desarrollo queremos para nuestros
pueblos.
Tenemos la oportunidad y también la obligación de
decidir los caminos por los cuales va a discurrir esta integración,
y las decisiones que tomamos hoy tendrán hondas repercusiones
para el destino de nuestros pueblos y de América entera.
Centroamérica se encuentra ahora en un progresivo proceso
de integración que pretende el libre tránsito de
bienes, personas y capitales entre nuestros países cuyas
repercusiones jurídicas y políticas se amplían
cada día más.
La firma del Tratado de Libre Comercio
Cafta, con los Estados Unidos, impulsa cada vez más este proceso. Así como
los guatemaltecos tenemos la visión de asumir a fondo el
papel de puerta de entrada a Centroamérica, de esta nueva
prosperidad proveniente del norte, Colombia se enfrenta a un reto
similar como gran puerta de entrada a Sudamérica.
Por eso el narcotráfico y el terrorismo los cuales también
enfrentamos con coraje y dedicación, pero sobre todo con
profundo respeto a los derechos humanos.
Nuestros pueblos, tenemos esta oportunidad
y estamos en este proceso de integración. Bajo su claro mandato, señor presidente
Uribe, Colombia está despertando al enorme potencial de
ser el único país de Suramérica con costa
en ambos océanos, el lugar donde la milenaria cultura de
Los Andes se encuentra con el Caribe y el Amazonas, un crisol de
razas e ideas que a pesar de la violencia hoy es fuente de talento
para el mundo en la música, en el arte, en la literatura,
en la investigación científica, en el deporte, en
la moda y en muchos campos más.
Consciente de este potencial ha buscado
su Gobierno estrechar sus lazos con Centroamérica al ingresar al Plan Panamá Puebla,
iniciativa que Guatemala ha impulsado con entusiasmo.
Ya hemos logrado el ingreso de Colombia
como miembro observador y le garantizo que haremos todo lo que
esté a nuestro alcance
para consolidar su condición de miembro en propiedad.
Sin duda, activar la prosperidad Norte
Sur es un objetivo estratégico
para Colombia y lo es también para Guatemala. En este sentido
le manifiesto a usted, señor presidente, que vemos con buenos
ojos y trabajaremos a favor de un eventual Tratado de Libre Comercio
entre Colombia y Centroamérica, dos zonas estratégicas
del hemisferio con población y Producto Interno Bruto similares,
y cuyo destino en el corazón de América se encuentra
ineludiblemente unido por la geografía y la historia.
Todo esto es más que un sueño, en verdad es una
necesidad urgente, el gran antídoto contra la violencia
que aún enfrenta Colombia y que en un pasado reciente padeció Guatemala
en el desarrollo sostenible. Un crecimiento económico que
no atropelle sino que aproveche nuestra riqueza cultura, humana
y ambiental.
Es momento de dejar atrás los viejos miedos y los viejos
paradigmas y sumar esfuerzos para construir un futuro de prosperidad
en este mundo cada vez más globalizado.
Yo quisiera manifestar con todo el respeto
al Presidente y a los buenos amigos que hoy nos acompañan que me siento en mi
casa, me siento en mi familia y que este viaje y esta condecoración
tan importante que nos honra, nos ha servido para hermanarnos más,
para estrechar más nuestras relaciones, pero tengo que decir
algo que me tiene muy impresionado y es la entrega, la calidad
humana, la caballerosidad, el esfuerzo por una mejor Colombia que
está realizando el Presidente Uribe y que todos reconocemos.
Presidente, quiero confesar que esta visita
me ha servido muchísimo
para revivir ese espíritu por una mejor Guatemala, para
seguir muy de cerca los pasos y los ejemplos que su actuar al frente
de la Presidencia de Colombia están dando tan buenos resultados.
Quiero prevenir a los colaboradores nuestros
que vamos a, siguiendo el ejemplo del presidente Uribe, van a
tener que trabajar sábados,
domingos y toda la semana, que no vamos a perder un solo minuto
como él lo hace y que gracias a ese esfuerzo ha cosechado
para beneficio de sus colombianos, que tanto quiere, mejor condición
y calidad de vida.
Así es que si de algo me siento orgulloso es de haber compartido
contigo y con todo tu equipo, agradecido por las recepciones de
que hemos sido objeto pero agradecido porque el estar tan cerca
de ti, me ha servido muchísimo, insisto, para entender lo
que es querer a un país como Colombia, como Guatemala, que
necesita de ese acercamiento y del cariño de sus autoridades
y del esfuerzo absoluto como tu lo estás haciendo.
De tal manera que pienso que a nuestro
retorno vamos a poner en práctica eso que hemos aprendido
de ti, de tu calidad y de lo mucho que te esfuerzas por una mejor
Colombia.
Quiero pedir un brindis por nuestro excelente
Presidente y amigo Álvaro
Uribe y su equipo de Gobierno y por Colombia.
Muchas gracias”. |