PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN LA ENTREGA DE LOS PREMIOS PORTAFOLIO
Bogotá, 30 nov. (SNE).- El siguiente
es el discurso del Presidente de la República durante
la entrega de los Premios Portafolio en el Club El Nogal
“Acudo por tercer año a la entrega
de los premios Portafolio, que estimulan a quienes hacen grandes
esfuerzos en el sector privado.
Vivimos un momento económico de expectativas,
alimentadas por realidades. Hay mejor crecimiento, la inflación
continúa cayendo y hemos vuelto por la senda de creación
de empleo.
Hemos sufrido este año un fenómeno
de revaluación, que bastante preocupa al Gobierno. Varios
sectores exportadores han visto disminuir sus ingresos. Los cafeteros
no han cosechado la totalidad del aumento del precio externo.
Otros ingresos agropecuarios también han disminuido, y
el Gobierno ha tenido que pagar mayores componentes de precio,
a algunos productos como el algodón.
Si bien se ha reducido el valor de importación
de bienes productivos, en una coyuntura de gran crecimiento de
la capacidad instalada, los empresarios, más que medir
alguna variación en la inversión inicial, calculan
el horizonte de precios de sus productos.
El alivio de la revaluación sobre la
deuda pública externa se da en el balance, pero en la
caja sólo se siente, si el Gobierno tiene capacidad en
pesos para comprar dólares destinados a cancelar obligaciones.
Esto no es frecuente, porque generalmente ocurre que la situación
fiscal obliga a obtener nuevos créditos en dólares
para pagar los vencimientos también en dólares.
El crecimiento sostenido es lo que finalmente
alivia el problema fiscal y suaviza el endeudamiento. Necesitamos
volver a la tasa de cambio estable pero en verdad competitiva.
El Banco Central ha puesto en ejecución medidas de control
de efectivo y procedimientos agresivos de intervención.
En compañía del Gobierno, ha comprado buena cantidad
de moneda extranjera. La persistencia del problema, impone aguzar
la imaginación y buscar nuevas alternativas. A esto, estamos
seguros, habrá de contribuir el nuevo Gerente del Banco,
Doctor José Darío Uribe, quien con su talento,
preparación, rigor y juventud genera tanta confianza y
esperanza.
Crecimiento, inflación y empleo
La realidad ha demostrado que se pueden hacer
compatibles las tendencias de reducción de inflación,
aceleración del crecimiento y construcción de empleo.
En ello han tenido incidencia la confianza, la tasa de interés,
el estímulo a la oferta y la mayor integración
con la economía mundial.
Se ha avanzado en el propósito de tener
una tasa de interés estable y baja. La voluntad política
del Gobierno de reducir el déficit y de enfrentar los
problemas estructurales como el de pensiones, ha contribuido
a que podamos disponer de una oferta monetaria más amplia.
La confianza en general, la seguridad, el crédito,
los estímulos tributarios y la vocación de llevar
nuestros productos a más y más mercados, han dado
como resultado una mayor oferta de bienes y servicios.
Una inflación a la baja es premisa esencial
para contar con créditos de más largo plazo y más
baja tasa de interés que, a su vez, fortalezcan más
la economía.
La seguridad ha ampliado la oferta de alimentos
que evita presiones inflacionarias.
Con las cámaras de comercio, sector
financiero, fondos de garantías, departamentos y municipios,
implementamos una acción perseverante para derrumbar barreras
de acceso al crédito de las pymes y microempresarios.
En varias ciudades se llevan a cabo las ferias de crédito,
que han permitido a muchos ciudadanos recuperar la condición
de sujetos de crédito o acceder por primera vez a estos
recursos. Con el sector financiero, Findeter, las cajas de compensación
y algunas cooperativas, impulsamos una nueva línea de
financiación a la vivienda de interés social. El
Estado Comunitario cumple una función promotora y facilitadora,
a través de las diferentes entidades oficiales.
Son de destacar el incremento del crédito
agropecuario que, entre 2002 y 2004, ha sido del 57% por parte
del Banco Agrario y Finagro; los desembolsos de Bancoldex a las
pequeñas y medianas empresas, entre enero y octubre de
2002 fueron de 156.462 millones, y en el mismo lapso de 2004
llegaron a 523.689 millones; y, el incremento de cartera a los
microempresarios, que en julio de 2002 ascendía a $707.000
millones y en septiembre de 2004 se situó en un billón
602.000 millones. Este crecimiento del 126%, es bastante elevado
frente al aumento de la cartera ordinaria que ha sido del 19.8%,
y ha representado desembolsos por 2 billones 992.000 millones
a favor de 1.330.000 microempresarios en el mismo período.
Bancoldex acaba de lanzar una línea de crédito
por 1.5 billones para la modernización de las pequeñas
y medianas empresas, con plazo de 12 años, tasa de interés
asequible y apoyo del fondo de garantías. Es un anticipo
a la agenda interna. El sector financiero ha asumido el explícito
compromiso de intermediarla.
La gran empresa está en una coyuntura
afortunada de acceso al crédito, debido a la buena salud
del sector financiero y a las tasas de interés. Estamos
comprometidos con sacar adelante el proyecto de ley que facilite
acudir al mercado de capitales.
Los estímulos tributarios que hemos
introducido no son rebaja general e injustificada de impuestos.
Son estímulos para apoyar la inversión, el crecimiento
y el empleo. No son regalos a los empresarios, sino factores
que los comprometen a asumir mayores responsabilidades con el
empleo. Los estímulos tributarios son una alternativa
para promover la inversión, en un Estado con limitaciones
para los subsidios directos y con dificultades fiscales para
realizar una significativa ofensiva de inversión pública.
Algunos son incentivos sin costo fiscal porque las actividades
estimuladas no han existido y otros implican un costo fiscal
inicial que, al inducir más vigoroso crecimiento, rápidamente
generan altos retornos fiscales, representados en nuevos y mayores
impuestos.
La dinámica tributaria ha sido favorable.
El recaudo creció 18% en 2003 mientras que a fin de octubre
había crecido en 21.1%. Además del mayor dinamismo
económico, factores como la ampliación de la base
del impuesto de renta y la devolución por pago en dinero
plástico, contribuyen a explicar este crecimiento. En
agosto de 2002 había 395 mil declarantes de renta, a octubre
de 2004 se había ampliado la base a 682.000. Esperamos
llegar a 738.000 a fin de este año y a 2.000.000 en 2006.
De otro lado, 12.300.000 consumidores se han beneficiado con
la devolución de $60.400 millones de pesos.
Pero el esfuerzo debe continuar, es necesario
que ampliemos la base del IVA sin afectar la canasta familiar.
Debemos reconocer que el IVA, como lo estamos proponiendo, no
crea pobreza; lo que genera pobreza es el uso inadecuado de los
recursos públicos, las inversiones en proyectos de bajo
rendimiento social y el excesivo gasto burocrático.
Lo mejor que le puede ocurrir a la economía,
es que el Estado promueva el crecimiento y el sector privado
lo jalone.
La reforma laboral ha aportado al aumento de
la oferta. Basta lanzar una mirada al sector comercio. No obstante
que muchos establecimientos extendieron las horas extras sin
crear nuevos empleos, el crecimiento en construcciones de nuevos
entes de comercio es asombroso, como lo acreditan los 500.000
metros cuadrados de construcciones comerciales que se iniciaron
en el primer semestre de 2004. En la decisión de emprenderlos
las normas laborales tienen peso específico.
Requerimos llegar a un crecimiento de la economía
superior al 5% y de manera estable. Las cifras de inversión
nos generan entusiasmo. Además de lo ya dicho sobre microempresa,
pymes y establecimientos de comercio, hay otros números
que debemos resaltar: los afiliados a ACOPI han aumentado sus
inversiones en 17%, los afiliados a la ANDI en cerca de 30%,
los afiliados a ACOPLÁSTICOS 26%. La agricultura se ha
expandido en 330.000 hectáreas y las importaciones de
bienes de capital entre enero y agosto crecieron 23%.
Crecimiento de corto y largo plazo
Las tendencias de inversión que registramos
son buenos augurios para el crecimiento de largo plazo.
Este requiere además, mercados para
nuestros productos, fuentes de abastecimiento, seguridad en la
disponibilidad de energía, avance en la escalera tecnológica,
la revolución educativa permanente, el esfuerzo investigador
y la infraestructura de competitividad.
Dentro de la Comunidad Andina, Colombia ha
firmado el acuerdo de comercio con Mercosur, de consecuencias
positivas inmediatas en lo político y mediatas en lo económico.
Confiamos que salga bien el Tratado de Libre Comercio con los
Estados Unidos. Esperamos próximamente la aprobación
definitiva del Sistema General de Preferencias de la Unión
Europea por 10 años, período durante el cual debemos
llegar al acuerdo definitivo. Insistimos en el acuerdo Andino
con Centro América. Carece de lógica que estos
países hayan negociado con los Estados Unidos, nosotros
lo hacemos ahora, y todavía no exista el acuerdo entre
la Comunidad Andina y Centro América.
La integración tiene que ser un proceso
equitativo y dinámico. Necesitamos concretar el inicio
de negociaciones con Canadá. Con la Comunidad Andina y
también con Mercosur buscaremos la inserción en
los mercados asiáticos.
Aún no se ha revertido la declinación
en la producción de petróleo, pero ha aumentado
la disponibilidad de otros energéticos. Ya tenemos un
principio de energía eólica, contamos con un inmenso
crecimiento en carbón y nuevas reservas de gas.
El futuro gasífero se despeja con la
integración con Venezuela y la participación en
el Plan Panamá Puebla. Este facilita la interconexión
eléctrica que deberá estar en operación
en el año 2008, y se convertirá en un paso de atracción
definitiva a los inversionistas en la generación hidroeléctrica.
El año entrante se iniciará la
producción de alcohol carburante. Ya se encuentran en
instalación 5 destilerías y confiamos que también
despeguen otros proyectos en el Cesar, Antioquia, Meta y la Hoya
del Río Suárez, entre Boyacá y Santander.
Nos encontramos en la creación del marco legal que facilite
la producción de biodiesel, sustentada en las enormes
posibilidades de nuestra Patria para extender el área
de palma africana.
Para que el País avance en la escalera
tecnológica, la economía tiene que ir conectada
con la Revolución Educativa.
El crecimiento del Sena, fruto de la reforma
administrativa, le permite estar hoy en todos los municipios
de la Patria, haber pasado de 1.100.000 estudiantes en 2002 a
2.600.000 este año, con una proyección de 4.000.000
para 2006, y haber incrementado la oferta de 5 a 10 millones
de horas de formación en estos 2 años.
Aferrados a la idea de un país cuyos
ciudadanos estudien y trabajen toda la vida, el estudiante del
Sena debe empezar por aprender oficios básicos, y en un
proceso acumulativo de teoría y práctica llegar
a ser técnico, posteriormente tecnólogo. El Ministerio
de Educación, ha reglamentado la posibilidad de que los
créditos de los tecnólogos sean recibidos por las
universidades para que el estudiante acceda al título
superior.
La Revolución Educativa, al estimular
las competencias laborales básicas, va tras el propósito
de que todos los bachilleres se gradúen con un inicio
de conocimiento de oficios productivos.
Las pruebas de ingreso al magisterio, de desempeño
de maestros, de egresados universitarios, son acciones encaminadas
a la calidad de la educación.
Aspiramos a una mejor financiación de
la investigación. En la última reunión del
CONPES se aprobó un crédito con el Banco Mundial
para incrementar el apoyo a los proyectos agropecuarios innovadores.
El Fondo Emprender ya supera los 29.000 millones. Esperamos que
los esfuerzos conjuntos de la academia, el sector público
y el privado, recuperen nuevamente una inversión en investigación
del 0.6% del PIB.
Cuando miramos la oferta exportable a 20 años,
no cabe duda del papel que deberá cumplir el sector agropecuario.
Sin embargo, sus posibilidades dependerán de su capacidad
de moverse dentro de la escalera tecnológica y de agregar
valor.
La biodiversidad colombiana es un activo fundamental
para el crecimiento de largo plazo. Por eso nos hemos propuesto
protegerla en el TLC con los Estados Unidos.
Crecimiento hacia afuera y hacia adentro
La integración a la economía
mundial, tiene que ir acompañada de un gran énfasis
del crecimiento hacia adentro. Por razones de equidad, de construcción
de comunidad fraterna y de capacidad de consumo.
La pobreza colombiana es una tragedia y al
proponernos superarla se presenta una gran oportunidad. La oportunidad
de integrar debidamente al 55% de nuestros compatriotas a las
corrientes de la economía, a la producción y al
consumo. Por ello, el fomento a las exportaciones es necesariamente
compatible con el estímulo a la construcción, sólo
para citar un ejemplo.
El microcrédito, que hace parte de la
estrategia de País de Propietarios, a cuyas principales
cifras ya me referí, impacta simultáneamente la
oferta y la demanda, apoya las exportaciones y el consumo interno,
activa la economía en el corto plazo y anima el espíritu
empresarial, presupuesto indispensable para el crecimiento de
largo plazo.
Cuando un microempresario recibe un crédito,
después de haber sido capacitado y de estar acompañado
por un buen tutor, destina el recurso a ampliar, mejorar o estabilizar
su oferta, y de inmediato asegura sus ingresos y los de terceros
trabajadores, con lo cual se perfecciona una relación
sin intervalo entre la oferta y la demanda.
En el largo plazo lo único que garantiza
la sociedad sin exclusiones, fraterna, sin odios, con capacidad
adquisitiva, es la Revolución Educativa, que empieza a
mostrar buenos resultados en retención de niños
y jóvenes en edad escolar, a fin de impedir su ingreso
prematuro al mercado laboral. Para apoyarla tenemos el programa
Familias en Acción, que llega a 340.000 familias con un
costo de 37.000 millones cada dos meses, y que garantiza la alimentación
y la asistencia escolar para cerca de 900.000 niños. También
avanzamos con Jóvenes en Acción y con Jóvenes
Rurales. Este último, recientemente lanzado, ya cuenta
con 80.000 matriculados en diferentes localidades del País.
Estos programas están dirigidos a bachilleres pobres que
no han ingresado a la universidad, ni han desarrollado las competencias
laborales.
El Plan de Desarrollo propuso el ingreso de
3.000.000 de colombianos al Régimen Subsidiado de Salud.
Entre subsidios parciales y totales, en lo corrido del Gobierno,
hemos afiliado a 4.900.000 colombianos. Está en trámite
una reforma legal a este sistema, que al sumarse a los cambios
ya introducidos, como la disminución del 15% al 8% de
los costos en administración, deberá permitirnos
avanzar en el cumplimiento de la meta de una afiliación
universal de los colombianos de los estratos 1, 2 y 3.
Nuestra Patria necesita 3 tareas y una voluntad
férrea para ejecutarlas: la derrota del terrorismo, la
derrota de la corrupción y la reivindicación de
los pobres. Esta es premisa insoslayable para el crecimiento
sostenido en el largo plazo, que además necesita todos
los elementos de la denominada agenda interna de competitividad.
La agenda interna debe ser un enlace entre
planes cuatrienales de desarrollo. El Departamento Nacional de
Planeación está trabajando en los borradores de
una Visión de Colombia a 20 años, cuyo texto final
deberá ser objeto de una gran concertación con
todos los compatriotas. Capítulo especial deberá dedicarse
a la infraestructura y a la participación del capital
privado en su construcción, financiación y operación.
Para acrecentar la confianza de los inversionistas,
debemos continuar en la tarea de resolver con transparencia los
contenciosos en que han derivado concesiones viales, asociaciones
en telecomunicaciones y otras formas de vinculación del
sector privado.
Para acrecentar la confianza de los inversionistas
debemos continuar en la tarea de resolver el déficit pensional,
causa eficiente del déficit fiscal, y en la de encontrar
nuevas reservas de petróleo. Por fortuna la inversión
exploratoria está de regreso a nuestra Patria.
Para acrecentar la confianza de los inversionistas
debemos continuar en la reforma del Estado, para dejar atrás
el modelo clientelista y derrochón y darle forma y eficacia
al Estado Comunitario, al servicio de la equidad, con creciente
participación de la ciudadanía en la toma de decisiones,
en su ejecución y vigilancia.
Hemos reformado 143 entidades oficiales, de
las cuales hemos eliminado 38. Pero apenas estamos empezando
la reforma a fondo de los hospitales públicos. Somos opuestos
al Estado burocrático e ineficiente y a las avalanchas
privatizadoras. Creemos en un modelo comunitario, sostenible,
eficiente que estimule la equidad y la inversión.
Hemos pasado de 54 días a 8 para crear
empresas. Estamos pendientes de la aprobación final en
el Congreso al proyecto de reducción de trámites.
Si ustedes me preguntaran cuál considero
yo el primer problema de la vida nacional, les respondería:
la falta de confianza en las instituciones públicas. Para
edificarla nos hemos dado a la tarea de gobernar de cara a la
ciudadanía y en permanente y activo diálogo con
ella. El funcionario tiene dos opciones: encerrarse en las oficinas
públicas para deleitarse con informes en power point,
o vivir con la ciudadanía, en permanente interrelación,
para informarse a través del poder de la gente y reconocer
las dificultades y faltantes.
El contacto popular permanente apremia al funcionario,
lo somete al acoso surgido de las angustias de la gente, le aviva
la sensibilidad y le agranda el amor por Colombia.
Esta convocatoria de Portafolio nos da la oportunidad
de encontrarnos con los colombianos destacados esta noche, cuyos
desvelos y triunfos nos llenan de más fe en esta gran
tierra, que entre todos debemos hacerla fraterna, más
democrática, sin exclusiones y sin odios, para que las
nuevas generaciones discurran en plena felicidad.
Felicitaciones Portafolio. Felicitaciones compatriotas
galardonados.
Mil gracias,
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