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Presidente invita a participar a todos los sectores en la negociación a través del ‘cuarto de al lado’

“QUEREMOS Y VAMOS A DEFENDER LA AGRICULTURA EN EL TLC”: URIBE

Bogotá, 23 sep. (SNE). Contrario a lo que muchos creen, el Gobierno colombiano está comprometido con defender racionalmente la agricultura colombiana.

Así lo hizo saber el presidente Álvaro Uribe Vélez al participar en el conversatorio que realizó Unión Fenosa y la Casa Editorial El Tiempo con respecto a los avances y retos del TLC, donde aseguró que el agro es fundamental para el país y para el Gobierno Nacional.

“Yo quiero reconocer hoy, aquí, que para nuestra Patria, para este Gobierno, el agro es fundamental. Doce millones de colombianos viven en áreas rurales. Si bien ese universo poblacional ha descendido como porcentaje de participación en el total de la población colombiana, sigue creciendo como cifra absoluta: doce millones y al otro año un poquito más, y al otro año otro poquito más”, dijo.

Otra de las razones por las cuales el sector es importante para el país tiene que ver con el hecho de que una gran cantidad de poblaciones de Colombia, si bien se califican como poblaciones urbanas, su comunidad depende totalmente de lo rural.

“Además, cuando nosotros miramos lo que puede ser la oferta de Colombia en los próximos 20 años, está profundamente relacionada con el desarrollo agroindustrial”, aseguró el Jefe del Estado.

Pero adicionalmente –añadió- si se debilita la agricultura en Colombia, se fortalece la droga y el terrorismo. Ese aspecto sí que es importante para esta negociación.

Por eso hizo una explicación de las posibilidades del agro colombiano en las negociaciones del TLC y para ejemplificar la posición que debe asumir el país aseguró que se debe mirar cada uno de los productos, para ello se refirió a algunos puntualmente.

“La negociación debe pasar de la prevención ideológica a la proposición práctica. Entonces por eso en lugar de hablar genéricamente del campo, debemos es pasar a referirnos a cada producto en particular y a ver como va a quedar ese producto en el tratado”, aseguró.

En el tema del café se debe buscar que en las reglas de origen de las mezclas, el origen sea la región. “Ese es un aspecto importante con el cual hay que tener cuidado”, puntualizó.

En un producto –añadió- en el que somos plenamente competitivos, que le estamos buscando ahora una nueva versión en el café orgánico, en el café especial, y un nuevo canal de mercadeo en las tiendas que se convinieron con la Federación Nacional de Cafeteros, no hay que temer y por el contrario hay que tener plena confianza.

Con respecto al trigo es claro que Colombia no es competitiva en este producto y por lo tanto no tendrá mayor efecto si se elimina totalmente el arancel.

“Colombia consume un millón 500 mil toneladas de trigo. Hay que idearnos la manera de comprar 30 mil toneladas que se siguen produciendo entre Nariño y algunos poblados de Boyacá”, dijo.

En tal sentido el Mandatario explicó que ese es un tema de agricultura campesina que implica un esfuerzo del Gobierno o en subsidios o en algún esquema de absorción de esas 30 mil toneladas, pero que no debe ser motivo de preocupación.

En el maíz el tema es diferente porque en los últimos años ha logrado desarrollarse favorablemente.

“Este año tenemos en el país 170 mil hectáreas de maíz tecnificado, con producciones entre cinco y siete toneladas por hectárea. Tenemos 15 mil en la Altillanura, combinadas con soya. ¿Quien iba a pensar, hace algunos años, que se podía producir maíz competitivamente en la Altillanura?”, explicó Uribe Vélez.

Pero el panorama muestra que se produce un millón de toneladas, se consumen tres millones y se tiene un ritmo de crecimiento de cinco o seis por ciento. Por eso ahí se debe adoptar un esquema que puede ser de contingentes u otro.

“Le dije a los Ministros: ‘no nos apeguemos a una sola fórmula, tengamos una baraja de fórmulas, finalmente negociamos la más práctica’. Hay que proteger el millón de toneladas que producimos, que tienen dos razones para protegerlas: la participación de la economía campesina y los esfuerzos de productividad. Y hay que facilitar la importación de las dos millones de toneladas que necesitamos traer del extranjero. Con esa visión es posible conciliarlo”, aseguró el Presidente.

A lo que necesitamos traer –puntualizó- quítele totalmente el arancel, aquello que necesitamos absorber en el país, para defenderlo, créele un contingente que lo defienda de importaciones en esa misma cantidad.

En el arroz, producto que se protege tanto en estados Unidos como en Colombia el panorama es otro.

“A los arroceros hay que decirles que se preocupen por algunas cositas: aumentar productividad pero no aumentar áreas, porque el problema del arroz es grave en todas partes, por una razón todos nos saturamos y todos queremos resolver el problema saturando más al vecino. Entonces, el problema del arroz no es un problema con el TLC, en un problema de la región, es un problema Andino, es un problema de saturación entre nosotros”, advirtió el mandatario.

El informe –agregó- que he tenido del ministro Jorge Humberto Botero, del ministro Carlos Gustavo Cano y el doctor Hernando José Gómez, es que Estados Unidos necesita proteger su arroz, nosotros vamos a proteger el nuestro. El problema del arroz es otro.

BARRERAS NO ARANCELARIAS Y SALVAGUARDIAS

El Tratado permitirá se obtenga lo que no se ha podido lograr con preferencias unilaterales como el Atpdea, como remover barreras no arancelarias.

“El sector agropecuario se queja enormemente de que las barreras no arancelarias dificultan la llegada de esos mercados. Pues bien, entonces ahí viene una reflexión: ¿si ese es un gran obstáculo, cómo lo removemos? ¿esperando que algún día haya un gesto de liberalidad de los Estados Unidos, o negociándolo de manera bilateral?”, cuestionó el Jefe del Estado.

Yo creo –añadió- que el camino es negociando ese desmonte a barreras no arancelarias de manera bilateral.

Con respecto al tema de salvaguardias, el mandatario precisó que se deben tener unas en el periodo de desgravación y otras permanentes.

“Recuerdo una conversación con el Embajador Zoellick, le dije: ‘nosotros no podemos seguir difiriéndolo todo al Acuerdo Mundial de Comercio, a la Ronda de Doha. Intentemos introducir en este tratado unas cláusulas que se anticipen a lo que se pretende a hacer Doha y no ha hecho. Tengamos unos esquemas de salvaguardia permanentes después de agotado el periodo de desgravación, para el momento en que se presenten situaciones difíciles’”, dijo Uribe Vélez.

De otra parte insistió en que el tema de territorialidad indígena no se ha contemplado ni se va a contemplar en las negociaciones del TLC y por eso no se explica el por qué los indígenas argumentaron que el Tratado afectaba su territorialidad’.

“De ninguna manera. No vemos por donde. Eso no ha pasado por la cabeza de alguien. No hay una sola cláusula que pueda producir dudas de que con el tratado de libre comercio se van a afectar los derechos de territorialidad de las comunidades indígenas de la Patria”, puntualizó.

Agregó que incluso se quiere que ellos participen en las negociaciones pues la idea es lograr el mayor consenso posible.

“Hace dos semanas, cuando nuevamente me sentaba con los indígenas del Cauca a examinar su problemática, entre su pliego de peticiones estaba que: ‘necesitamos tener un representante en el proceso del TLC’. Dije: ‘eso no necesitan ponérmelo en el papel, ni en un pliego de peticiones, ni necesitan alegarlo para hacer esa marcha. Hagan esa marcha sin alegar eso. Si me hubieran dicho ayer, ayer tendrían ese representante’”, dijo.

El Mandatario agregó que sector social o político de la Patria, que quiera participar en ese proceso, estar en el ‘cuarto de al lado’ y ayudar con sus ideas para obtener mejores contenidos, está invitado a hacerlo.

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