Roma (Italia), 24 abr. (SNE).- “Una homilía
profunda, sencilla y al grano”, así fue
la misa del inicio del ministerio de Su Santidad, Benedicto
XVI, según lo expresó el mismo presidente
de la República, Álvaro Uribe Vélez.
Para el Mandatario –quien tuvo el honor de saludar
a Su Santidad y visitar la tumba de Juan Pablo II-, la
homilía tiene tres mensajes especiales que él
mismo subrayó:
“En algunos de ellos dice: ‘el Palio indica,
primeramente, que Cristo nos lleva a todos nosotros,
pero al mismo tiempo nos invita a llevarnos unos a otros’.
Es un párrafo muy lindo, donde nos demuestra como
hay que ser solidarios, nos indica cómo hay
que ser tolerantes. Eso de que no esperemos solamente
que
Cristo nos lleve, sino que le ayudemos a llevarnos
unos a otros.
El otro párrafo de esa homilía tan linda,
habla de la paciencia y dice cómo sufrimos la
paciencia de Dios, pero necesitamos esa paciencia para
que salga adelante la humanidad.
Y ese párrafo tiene un giro hermosísimo,
habla de Jesucristo y de la crucifixión, donde
dice el Santo Padre que: ‘quien nos ha salvado
es el crucificado, no los crucificadores’.
Y finalmente, en uno de los últimos párrafos,
hace una alusión bellísima a Juan Pablo
II, los cita, lo profundiza y lo interpreta y entonces
dice Su Santidad, Benedicto XVI que nos abramos a Cristo,
como lo recomendaba Juan Pablo II, que no nos de miedo,
que si nos abrimos a Cristo él habría quitado
la corrupción, el quebrantamiento del derecho
y la arbitrariedad. Pero también, cuando nos abrimos
a Cristo, él nos ayuda para conservar todo lo
que pertenece a la libertad del hombre, a su dignidad,
a la edificación de una sociedad justa”.
Al destacar la frase de la crucifixión, el Jefe
de Estado hizo alusión a Colombia y dijo que este
ha sido un país “crucificado” durante
muchos años por el terrorismo, la corrupción
y la pobreza, “latigazos” que hay que superar
con trabajo y dedicación, para reivindicar al
pueblo colombiano.
“Esa actitud humilde de Su Santidad, esa homilía
tan profunda, es invocación de la tolerancia,
de la solidaridad (…), esa invocación a
favor de la libertad, a favor de la edificación
de una sociedad justa, a favor de la dignidad y ese llamado
para destruir la corrupción, para destruir todo
lo que sea el quebrantamiento del derecho y la arbitrariedad,
nos deja un mensaje muy, muy profundo que ojalá podamos
aplicar algo en nuestra vida”.
Durante el saludo al Sumo Pontífice, al Presidente
Uribe Vélez le sucedió algo que él
mismo calificó como ‘anécdota’:
“Cuando fui a pasar el filtro para saludar a Su
Santidad me dijeron: ‘¿pero si aquí ya
pasó adelante el Presidente de Colombia a saludar?’.
Y después que pasé, le dije: ‘no,
vea, me da pena déjeme pasar que yo soy el Presidente
de Colombia’. Y después de que yo pasé,
pasó otro que también dijo ser Presidente
de Colombia”.
Al finalizar su estadía en Roma,
el Presidente se reunió de nuevo con los cardenales
colombianos Alfonso López Trujillo, Pedro Pubiano
y Dario Castrillón. El regreso a Colombia, lo
hará el
Jefe de Estado el lunes en la mañana.