Dice el Ministro
de Hacienda en Consejo de Ministros
REFORMAS TRIBUTARIA Y FINANCIERA Y BUEN ENTORNO ECONOMICO,
BASES DE LA AGENDA INTERNA
Medellín, 9 ago. (SNE). - Para el ministro de
Hacienda, Alberto Carrasquilla, las bases para poner
en práctica la Agenda Interna son las reformas
tributaria y financiera, en las que ya está trabajando
el Gobierno, y el ofrecer un buen entorno económico
a los inversionistas nacionales e internacionales.
De acuerdo con la exposición del Ministro de
Hacienda en el Consejo de Ministros efectuado en la 42
Asamblea General de la Confederación de Cámaras
de Comercio (Confecámaras), con el fin de mejorar
la competitividad y la productividad, debe insistirse
en una agenda de trabajo que contenga esos puntos.
En el caso de la reforma tributaria,
el funcionario reiteró que es necesario dejar las reglas de juego
claras para los inversionistas, ya que varias de las
normas aprobadas en las dos últimas reformas pierden
vigencia al finalizar el año 2007.
Por ejemplo, se pierde un punto del 4 por mil y se vuelve
al 3 por mil, o Gravamen a los Movimientos Financieros
(GMF).
Deja de recogerse el Impuesto
al Patrimonio; pierde vigencia la sobretasa del 10
por ciento al impuesto de
renta; y desaparece la deducción del 30 por ciento
por la compra de activos productivos.
Por estos 4 casos en el año 2008 se dejarán
de recibir recursos que representan el 0,8 por ciento
del Producto Interno Bruto; del 0,4 por ciento en el
2009 y en el 2010.
Además, el Gobierno es
partidario de eliminar el impuesto del 7 por ciento
que se cobra por los giros
de remesas al exterior.
En este proyecto de reforma tributaria
está trabajando
el Ministerio de Hacienda y será llevado al Congreso
en lo que resta del presente año.
En el caso de la reforma financiera
los objetivos son los de lograr un mayor acceso al
sistema o una “bancarización”,
y una financiación más barata para el sector
productivo.
“Entre los avances que se han logrado en el cumplimiento
de estos objetivos están la Ley del Mercado de
Valores y el actual proceso de fusión de las superintendencias”,
precisó Carrasquilla Barrera.
Específicamente de la ley de Valores señaló que
su objetivo fundamental es brindar profundidad y liquidez
al mercado, dar mayor seguridad a los inversionistas
a través de la actualización y modernización
de la regulación, la profesionalización
de la industria, la mejora en la transparencia del mercado
y el fortalecimiento de la supervisión.
Otro de los frentes en el que
trabaja el Gobierno es la fusión de las Superintendencias Bancaria y
de Valores. Allí la ventaja es la de mejorar la
supervisión de los conglomerados, eliminar los
arbitrajes regulatorios y de supervisión y crear
economías de escala y generar eficiencias en los
costos de la supervisión.
En la reforma financiera el Gobierno
está adelantado.
El objetivo es avanzar en la ampliación del objetivo
de los bancos permitiéndoles realizar operaciones
que son exclusivas para determinadas entidades y llegar
a un verdadero sistema de “banca múltiple” y
crear economías de escala que permitan eficiencias
operativas.
En concepto del Ministerio de
Hacienda, esta reforma financiera debe profundizar
en la información
crediticia; los derechos del acreedor e insolvencia en
los sistemas corporativos; los fondos privados de pensiones;
la regulación y los gravámenes fiscales
en el sector financiero; y la estructura y la supervisión
consolidada.
Carrasquilla explicó que en las negociaciones
del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos
se abarcan aspectos que implican una adaptación
de la legislación nacional en materia financiera,
como las operaciones autorizadas a los intermediarios,
el contenido y la presentación de los servicios
financieros, los procedimientos para expedir la regulación
y hacer la supervisión y en el comercio transfronterizo.
En el entorno económico favorable se solicita
en la propuesta de Agenda Interna (AI) seguir en la reducción
de la proporción de la deuda con respecto al Producto
Interno Bruto.
Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo entregado
al Congreso de la República, el Gobierno espera
que el saldo de la deuda se reduzca a niveles inferiores
del 40 por ciento del PIB en los próximos 10 años.
Cuando el Gobierno empezó estaba en el 54 por
ciento y ya se redujo al 48 por ciento.
Otra de las metas es seguir
reduciendo el déficit
fiscal del sector público, permitiendo una mejor
actuación del sector privado y manteniendo un
sector externo equilibrado.
Del mismo modo se propone en
la AI, acceso a financiamiento a través de líneas de crédito que
promuevan el desarrollo de las regiones, crear fondos
y cooperativas, dar incentivos tributarios a la producción
y/o importación de productos y tener tarifas aduaneras
competitivas.