PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN FORO SOBRE INVERSIÓN AGROPECUARIA
Bogotá, 10 ago. (SNE).- Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
durante el foro sobre inversión agropecuaria y
forestal que se realizó al norte de Bogotá.
“Quiero felicitar ese gran esfuerzo de la Corporación
Colombia Internacional, felicitar a Adriana Senior, su
entusiasmo, su liderazgo.
Cuando vemos esta magnífica presentación
de la Fundación Chile, a la cual hay que copiarle
tanto, de la cual hay que aprender tanto y tenemos que
felicitar –doctor Arellano (Juan Pablo, presidente
de la Fundación Chile)- a todos los integrantes
de la Fundación Chile, agradecer esa extensión
de conocimientos que vienen dando a Colombia no solamente
en este campo de la promoción de algunas actividades
bien importantes en el sector agropecuario sino también
en el campo de los bienes públicos, como en el
tema de educación.
La verdad es que creo que, nosotros
tenemos en personas como usted Adriana (Senior Mojica,
directora ejecutiva
de la Corporación Colombia Internacional) un recurso
humano formidable para que Colombia pueda hacer ese milagro
que la Fundación Chile ha logrado en su país.
Quisiera referirme a algunos
temas siguiendo, en alguna forma, la presentación
del doctor Arellano.
La palabra clave que este Gobierno
ha buscado, para cimentar en el alma de los colombianos
y en la inversión
internacional es, confianza. Confianza en Colombia. Confianza
para invertir en Colombia, para trabajar en Colombia.
Confianza para vivir en Colombia, confianza para que
los jóvenes no sigan con la idea de irse sin tiquete
de regreso.
Para buscar confianza nos hemos
propuestos trabajar el tema de la Seguridad Democrática, el tema de
la estabilidad macroeconómica, el tema de la reactivación
social y el tema de la transparencia. Déjenme
referir algunos temas de la estabilidad macroeconómica.
El endeudamiento. El país, en un periodo no muy
largo, pasó de un endeudamiento público
consolidado del 12 por ciento (del Producto Interno Bruto –PIB-)
a un endeudamiento público del 54, 56 por ciento.
Confiamos terminar este año alrededor del 44 por
ciento y estamos haciendo todos los esfuerzos, primero,
para frenar esa tendencia alcista tan preocupante y,
segundo, para situar ese endeudamiento máximo
en el 40 por ciento.
Este año, por ejemplo, hemos aprovechado la revaluación –que
tanto daño le hace a las exportaciones- para reconvertir
deuda externa. Hemos logrado reconvertir ya, 3 mil millones
de dólares y el Gobierno ha obtenido para el país,
una ventaja muy importante en esa reconversión.
Y hay unos síntomas bien trascendentes de recuperación
de confianza. Colombia ya ha colocado, en los mercados
financieros internacionales en los últimos meses,
875 millones de dólares en bonos denominados en
pesos. Eso ha sido una gran muestra de confianza y nos
ha ayudado en este proceso de reconversión.
El tema del déficit. También, en un curso
de no muchos años, Colombia pasó de una
situación en equilibrio a un déficit del
4.2 por ciento. El año pasado terminamos con un
déficit del 1.2 por ciento, pero yo no lo contaría
porque fue un año atípico que no quisiera
mirar en la tendencia. Fue un año en el cual estaban
empezando alcaldes, gobernadores, estaban preparando
sus planes de desarrollo y entonces se redujo bastante
el gasto público en las entidades territoriales.
Compararía el 4.2 por ciento de inicio del Gobierno,
con lo que pasó en diciembre del año 2002,
con lo que pasó en el 2003 y con lo que aspiramos
que pase este año, donde estamos comprometidos
a que ese déficit no exceda el 2.5 por ciento.
Yo dividiría el tema en dos: fiscal tributario
y de gasto público.
En el tema fiscal tributario, hemos hecho un gran esfuerzo
enmarcado en este principio: hemos tenido que encarecer
impuestos, pero al mismo tiempo para contrarrestar eso
a favor del crecimiento, hemos introducido buena cantidad
de incentivos para aquellos que crezcan.
En la coyuntura actual la tributación colombiana
es alta para quienes no crezcan, pero está llena
de estímulos para quienes quieran crecer.
Por ejemplo, entre esos estímulos que ha traído
el señor Ministro de Agricultura (Andrés
Felipe Arias) quisiera enfatizar sobre uno muy importante:
para los años fiscales 2004, 2005 y 2006, en Colombia
está vigente una deducción tributaria del
30 por ciento de cualquier inversión generadora
de renta. En los estándares internacionales, eso
es un estímulo de gran importancia.
Nosotros hemos aumentado los
ingresos en un 18 por ciento en el año 2003. El año pasado los aumentamos
en un 22 por ciento y este año los estamos aumentando
por encima del 12 por ciento.
A eso ha contribuido ese incremento
de los impuestos, pero también el control de la evasión y
la ampliación de la base. Por ejemplo, en la Dirección
Nacional de Impuestos (DIAN) no se ha nombrado en este
Gobierno un solo recomendado político, todo ha
sido por concurso, con base en méritos.
Adelantamos un programa de modernización que
se llama MUISCA, aspiramos que, no en mucho tiempo, todos
los colombianos puedan hacer su declaración de
renta por Internet.
Y venimos en un proceso de ampliación de la base.
Por ejemplo en renta, hemos ampliado la base de 400 mil
contribuyentes a un millón y el objetivo es llegar
a 2 millones.
En IVA (Impuesto al Valor Agregado),
cuando empezó este
Gobierno, el conjunto de bienes y servicios gravados
por el IVA representaba el 37 por ciento del total del
Producto, hemos hecho una ampliación y hemos llegado
hoy, a que se grave el 53 por ciento. Fue aprobada una
tarifa general del 2 por ciento para lo que no paga IVA,
sin embargo –ustedes conocen- esa decisión
fue declarada inexequible por la Corte Constitucional.
La ampliación de base es un tema bien importante
en materia de tributos.
Es muy importante la discusión pública
sobre ¿qué sigue en materia de tributos? Si algo elemental y firme, quisiera dejar hoy en la mente
de ustedes aquí, es que este Gobierno luchará para
dejar en Colombia cimentada la tesis de que no podemos,
con los tributos, afectar la competitividad de nuestro
sector privado y ese debe ser un principio fundamental
para construir confianza alrededor del horizonte tributario.
Nosotros tenemos que mirarnos en la arena internacional
y de acuerdo con ello, para no afectar nuestra competitividad,
debemos definir nuestro horizonte tributario.
Déjenme hacer algunos comentarios sobre temas
que se están discutiendo en la parte tributaria:
el Gobierno es partidario de eliminar el impuesto de
remesas. Vamos a presentar en los próximos días
al Congreso de la República ese proyecto. Es un
impuesto del 7 por ciento, los mayores recaudos de este
año, nos permite compensarlo. Y estamos en una
situación bastante difícil en materia de
competitividad, entre otras cosas, por el impuesto de
remesas.
El 31 de diciembre del año entrante, vencen unos
estímulos tributarios que tradicionalmente han
tenido zonas francas y que se extendieron en la administración
presidencial anterior, a las zonas especiales de exportación.
El Gobierno va a presentar el proyecto para que, de acuerdo
con la Organización Mundial de Comercio (OMC),
se mantengan unos estímulos ya, sobre base de
cumplimiento de compromisos de generación de empleo.
Esos son temas que aspiramos,
podamos evacuar con el honorable Congreso de la República.
El debate para lo que viene, repito, debe quedar asegurado
el principio de no afectar la competitividad de nuestro
sector privado.
Las tarifas de renta. El Gobierno
es partidario de que, desde ya, se adopte una tarifa
de renta reducida frente
a la actual, para dar una señal de largo plazo,
con suficiente antelación a los inversionistas.
Los inversionistas no improvisan, hay que dar a ellos
señales con antelación.
Creemos que esa tarifa debe aprobarse
este año
para que empiece a regir en el año fiscal 2007,
cuando ya no tendremos la deducción del 30 por
ciento.
Esto es, que en lo que resta
de 2005 y en el año
2006, se mantengan las actuales tarifas, con el beneficio
de la deducción de 30 por ciento a cualquier inversión
generadora de renta. Pero, que al terminar la vigencia,
esa deducción que expira el 31 de diciembre del
año entrante, inmediatamente sea sucedida por
la aplicación de una tarifa reducida de renta.
Una de las razones para invitar
a que tomemos esa decisión
es lo que está pasando en Centroamérica,
que se va a agilizar ahora. Con la aprobación
en el Congreso de Estados Unidos del tratado de libre
comercio entre los países Centroamericanos y los
Estados Unidos, el informe que tenemos, es que los países
hermanos de Centroamérica va a acelerar el proceso
de reducir la tarifa de renta. Nosotros no nos podemos
quedar atrás en esa materia.
Se habla de aumentar recursos
por otras vías,
se habla del tema de eliminar exenciones, se habla del
tema del IVA.
Algo que me preocupa, es no incorporar
en la agenda la decisión de la discusión pública,
el tema del crecimiento. Si en algo debemos empeñarnos
en Colombia, es que la mayor fuente de ingresos fiscales,
provengan no, de mayores impuestos, sino de mayor crecimiento.
Por eso el país se tiene que proponer llegar
rápidamente a un crecimiento del 5 por ciento
y aproximarse a un crecimiento estable del 6 por ciento,
como lo hemos propuesto en el documento que entregamos
a consideración de los colombianos el pasado domingo
7 de agosto.
-Es bien importante, Adriana,
que la Corporación
Colombia Internacional nos ayude en la discusión
de ese documento. Lo preparó Planeación
Nacional con el liderazgo de su director, el doctor Santiago
Montenegros se llama ‘Colombia, Visión II
Centenario”, unas metas muy ambiciosas, integrales,
para el 7 de agosto de 2019 y lo llamamos ‘primer
borrador’. Aspiramos hacer una ronda de discusión
con todos los estamentos de la vida nacional, en este
semestre, y en el primer semestre del año entrante,
publicar la segunda edición del documento, ya,
introducidos los ajustes que resulten de esta primera
discusión con todos los colombianos-.
Es bien importante, pues, para
los ingresos, poner énfasis
en el crecimiento de la economía.
Segundo, se viene hablando de
la eliminación
de exenciones. Este Gobierno ha eliminado muchas exenciones
que no se necesitaban, ha conservado exenciones que vienen
de atrás y ha introducido estímulos.
Déjenme, por ejemplo, referirme a las exenciones
que hemos conservado porque muchas veces me he reunido
con el Congreso de la República y me dicen: ‘Presidente,
para resolver el problema fiscal de la Nación
basta con eliminar las exenciones’. Llamo al Ministro
de Hacienda (Alberto Carrasquilla) y al director de la
DIAN (Oscar Franco) y les digo: ‘miremos estas
exenciones’. Ahí no hay una mina con tanto
oro, como muchos se imaginan.
Quiero hacer mucha claridad en
la mente de ustedes. La primera, es la del Banco de
la República: no
tiene sentido eliminarla, las utilidades del Banco de
la República llegan al fisco.
La segunda exención es la de los salarios: este
Gobierno hizo un esfuerzo muy grande al reducir en 5
puntos porcentuales el porcentaje del salario que no
es susceptible de retención. ¿Más?,
hoy no hay ambiente político ni condiciones sociales.
No creo que le convenga al país, en este momento,
eliminar las exenciones que existen a las rentas de trabajo.
Tercero: los dividendos. El país reclama estabilidad
en las reglas. Fue, apenas en el año 86 cuando
Colombia desmontó la doble tributación.
Colombia tiene un impuesto corporativo alto, la masa
de utilidades de las empresas –lo que es la renta
líquida gravable de las empresas- se cuantifica
en Colombia antes del reparto de dividendos y a eso es
a lo que se le aplica esa tarifa, que es alta.
Entonces, gravar adicionalmente
los dividendos, es regresar a la doble tributación. Ese debate está fresco.
A mi me parece que no es bueno que, simplemente regresemos
a algo que le hizo tanto daño al país y
que se corrigió en el año 86 con la primera
reforma tributaria de la administración Barco,
que es el tema de la doble tributación. Ahí llevamos
tres exenciones.
Hay otras exenciones, por ejemplo,
a los periódicos.
Lo único que habíamos logrado fue cuando
se hizo esa norma general de un gravamen al IVA del 2
por ciento, pero eso nos lo tumbó la Corte.
Le he dicho al Ministro de Hacienda:
mientras sea Presidente, no presenten proyectos para
gravar los periódicos.
Al Gobierno de la Seguridad Democrática no le
queda bien gravar, en alguna forma, la libertad de prensa.
-Nosotros llamamos esta Seguridad
Democrática
por muchas razones: porque es seguridad para todos los
colombianos, porque es seguridad para empresarios, para
trabajadores. Porque hay seguridad para amigos de Gobierno,
para opositores de Gobierno, para líderes sindicales,
periodistas, libre pensadores. Seguridad para todo el
mundo-.
Creo que no se pueden dar señales que vayan en
contra de ese profundo compromiso del Gobierno, que es
tan firme en la derrota del terrorismo como en la profundización
de las libertades públicas.
Hay otra exención que heredé y que me
parece que no es tiempo de marchitarla, que es la exención
a la industria editorial. También había
quedado gravada con un 2 por ciento cuando se adoptó esa
norma general que declaró inexequible la Corte.
Estas son las exenciones fundamentales
que hemos encontrado. Piensen ustedes y verán que ahí no
hay tanto oro en esa mina, como se ha querido hacer
pensar
en el debate fiscal.
Las que ha introducido este Gobierno:
a la hotelería.
Nosotros este año, por fortuna, ya vamos a tener
un millón de turistas extranjeros y estamos apostando
a que el año entrante sean 2 millones.
Colombia, su situación geográfica, su
belleza, su diversidad, la calidez de sus ciudadanos,
es un país con extraordinarias condiciones para
el turismo interno y para el turismo internacional. El
esfuerzo de los soldados y de los policías, su
heroicidad, ha permitido reactivar mucho el turismo interno
y se empieza a reactivar el externo.
Uno pregunta ¿cómo hizo Cuba sus hoteles?
El Gobierno cubano construyó los edificios, muchas
veces solito, en otras oportunidades en asocio con inversionistas.
Construyen un edificio y se lo entregan al operador y
al operador le dan unos años de exención
y después, todo lo que le cobran es el 30 por
ciento.
Aquí hay que empezar con
el pago del predial, con el pago de impuesto de industria
y comercio, con
el pago de las cotizaciones de seguridad social, de unos
aportes parafiscales, con una renta de 38.5 por ciento
y con un impuesto de patrimonio.
¿Cómo han avanzado en Costa Rica, en República
Dominicana?: con estímulos tributarios bastante
importantes.
Nosotros, que no tenemos manera
de entrar a construir hoteles, que no tenemos caja
de recursos fiscales para
entregarles los recursos a los constructores a fin de
que ellos los hagan, hemos encontrado que el camino es
el del estímulo tributario.
Pero además hay que tener en cuenta esto: estos
estímulos tributarios, a los que empiezo a referirme
ahora, no han tenido costo fiscal. ¿Por qué?:
porque son sobre actividades que no existían.
Nosotros no teníamos los hoteles que se van a
construir con estos estímulos fiscales, no teníamos
las destilerías de alcohol carburante que se están
construyendo en muy buena, parte gracias a estos estímulos
fiscales, etcétera.
Algunos me dicen: ‘si, pero es que este año
de la deducción del 30 por ciento le va a costar
al fisco casi 900 mil millones’. Eso es verdad,
pero no teníamos la seguridad de que en ausencia
de esa deducción, esas inversiones se hubieran
realizado.
No podemos olvidarnos que la
inversión privada
en Colombia se había caído al 8 por ciento
y aspiramos que este año termine en el 14 por
ciento. Y esos estímulos son bien importantes,
sobre todo para compensar unos esfuerzos que de otro
lado se están exigiendo en impuesto de patrimonio,
en sobretasa de renta, etcétera.
El Ministro (de Agricultura)
les habló de lo
que se ha hecho con madera, con cultivos de tardío
rendimiento, con alcohol carburante, con biodiesel. Quiero
repetir algo que muy rápidamente dijo el Ministro.
La exención en el caso del alcohol carburante
y el biodiesel no es al productor, el productor sigue
siendo sujeto contribuyente al impuesto de renta. La
exención es al IVA y al impuesto global al combustible, ¿para
que?: para garantizarle competitividad frente a los combustibles
fósiles, a estos combustibles biológicos.
Entonces, estos son los estímulos que ha introducido
este Gobierno. Creo que, cuando apenas empiezan a entusiasmar
a los inversionistas, es que uno no puede pensar que
uno introdujo un estímulo y ahí mismo hay
una reacción. Entre el momento en el cual se introduce
el estímulo y en el cual empiezan las inversiones,
hay un lapso.
Nosotros introdujimos los estímulos tributarios
a la madera en diciembre de 2002, en nuestra primera
reforma tributaria y todavía eso no reacciona,
pero hay que persistir.
Yo le decía al Ministro Arias ahora: no solamente
hay que hablar de la necesidad del estatuto forestal,
sino también hay experiencias empresariales muy
importantes en Colombia –porque hay que dar confianza-
donde los empresarios que van a invertir en madera hacen
un acuerdo con la corporación autónoma,
para que eso que van a sembrar allí se le dé tratamiento
de bosque comercial y no de bosque protector y no haya
problema alguno para la explotación.
La tesis a la que quiero volver
es: a los estímulos
hay que darles tiempo. La gente no tiene los proyectos
listos, en el bolsillo, para decir: ‘ya llegó el
estímulo, aquí está el proyecto’.
Por eso no me parece oportuno, entrar ahora, en este
debate electoral, a crear un ambiente contra los estímulos,
cuando apenas esos estímulos están empezando
a llamar la atención a los inversionistas.
Ahora, cuando nosotros miramos nuestra propuesta al
2019: se habla de una tarifa de renta baja, sin exenciones.
Una cosa es no tener exenciones en el largo plazo, de
estas que estamos diciendo, y otra cosa es eliminarlas
ya.
Por ejemplo, todos estos estímulos tienen unos
plazos definidos, -son de plazos indefinidos la eliminación
del IVA y el impuesto global al combustible en los combustibles
biológicos-.
En el tema de la palma africana,
de los cultivos de tardío rendimiento: hay un plazo durante el cual
está vigente la exención, que se cuenta
a partir del momento en el cual empieza la producción.
Los hoteles también tienen un plazo definido,
etcétera.
Dejemos que todos esos plazos
se agoten, que eso produzca sus efectos, que eso le
ayude a esta economía
a crecer, a despegar, a mi no me parece oportuno que
entremos, cuando apenas está llamando la atención
de los inversionistas, a frustrar eso, que además
no lo improvisamos. Eso fue producto de una gran discusión
con los colombianos.
Por ejemplo el tema de la madera.
Los estímulos
nuestros son una alternativa a aquello que hizo Chile
y que nosotros no podemos hacer.
En la primera etapa de la recuperación forestal
y me lo corregirán los distinguidos ciudadanos
chilenos que hoy nos acompañan –encabezados
por el señor Embajador (Augusto Bermúdez
Arancibia)-, le representó al Estado chileno subsidios
directos por 150 millones de dólares. Nosotros
hemos tenido enormes dificultades fiscales para pagar
unas pequeñas sumas al año, a un instrumento
de estímulo forestal que se llama: el certificado
de incentivo forestal, el CIF.
Entonces, cuando no hemos tenido
esos recursos de caja o de posibilidades de adquirirlos,
vía crédito,
que los tuvo Chile, a nosotros nos ha quedado la alternativa
del estímulo tributario.
Además, le pregunto a los críticos: ¿por
qué les preocupa tanto, si es para actividades
que no teníamos, que no nos están costando
fiscalmente y cuánto va ayudar eso en el futuro?
Por eso la deducción del 30 por ciento. Ese crecimiento
de las inversiones de las empresas cuánto ayuda
en empleo, en cotizaciones a la seguridad social, en
recaudo de IVA. La empresa deduce el 30 por ciento, pero
el año entrante esa inversión se le convierte
en base de su renta presuntiva, esa inversión
le suma para entrar a liquidar su impuesto de patrimonio.
Entonces, eso tiene también una tasa de retorno
para el fisco muy alta, eso tiene un retorno para el
fisco muy acelerado en el tiempo. Yo creo que eso es
bueno.
El tema del IVA. Ya les he dicho
qué hizo este
Gobierno, creo que hay que seguir en el debate nacional.
El Gobierno tiene que se responsable de hacer administración
y pedagogía hasta el último día,
por eso, por la proximidad de una campaña electoral
el Gobierno no puede dejar de asumir su responsabilidad
de tocar estos temas.
El IVA. Hay que agitar un grande
bate nacional para definir el cuándo y el cómo.
A mi me parece, que hay que tener en cuenta todos los
ajustes que este
Gobierno ha hecho. No todos los ajustes se pueden hacer
al tiempo.
Además de esas reformas tributarias, este Gobierno
ha hecho un trabajo muy severo en gasto público.
Nosotros hemos reformado 152 empresas del Estado –la
primera- Telecom, 111 hospitales, faltan muchos, -la última-
Inravisión, Audiovisuales, el Banco Cafetero.
En gasto público: hemos hecho un gran esfuerzo
que va a ser un ajuste para unos sectores compatriotas
en el tema de pensiones. Hemos hecho un gran esfuerzo
de crecimiento en el área de seguridad, por supuesto,
pero mejorando productividad.
Mientras hemos crecido 84 mil
hombres en la parte operativa de las Fuerzas Militares
y de Policía, hemos eliminado
2.700 cargos en lo que se llama la Fuerza de Apoyo Civil
en el Ministerio de Defensa. Y el Ministro saliente,
Jorge Alberto Uribe, dio grandes pasos de administración
gerencial. No les voy a citar sino dos: por ejemplo,
unificaron todas las compras de medicinas de las diferentes
entidades del Ministerio de Defensa, con un ahorro de
más de 30 mil millones al año, se unificó la
compra de energía y se definió comprar
energía en bloque para todas las dependencias
del Ministerio de Defensa, con un ahorro de 17 mil millones
al año, etcétera.
Ahí ha habido un crecimiento, pero tenga en cuenta
esto que es muy importante: a pesar del crecimiento absoluto,
en términos relativos, el presupuesto de defensa
hoy, como proporción frente al PIB, significa
lo mismo que significaba tres años. Eso es bien
importante. Poderle decir al país que le hemos
llegado con Fuerza Pública, con Soldados de Mi
Pueblo a 568 municipios, con policías a 170 cabecera
municipales, a 214 corregimientos y que ese gasto, como
gasto relativo, representa lo mismo que representaba
hace tres año frente al PIB.
Este Gobierno ha hecho un gran
esfuerzo en materia de reforma del Estado, falta mucho
en materia de impuestos,
en materia de precios de combustible, en materia de pensiones,
en materia de catastro, en materia de tarifas de servicios
públicos.
Uno no puede desestimar el esfuerzo
que ha implicado para los colombianos asumir estos
mayores costos de combustibles.
Eso nos obligó, por ejemplo a tomar decisiones
como la que se tomó el año pasado para
aliviarle algo la situación a los camaroneros
en materia de combustible. Pero el aumento en precio
de combustible por, la doble circunstancia de que Colombia
está declinando su producción y por lo
que ha pasado en el mercado internacional, eso ha sido
una carga pesada para los colombianos.
Lo que hemos hecho en pensiones, empezando por el aumento
de cotizaciones.
Todas las empresas de servicios
públicos se han
venido reestructurando, empezando por Emcali –que
hoy está en una situación mucho más
sana-, las electrificadotas de las cuales era socio mayoritario
la Nación, todas estaban en rojo, hoy todas están
en negro, es el resultado de dos acciones, si hay administración
y a continuado el proceso de mejorar la administración,
pero también hay un gran ajuste en tarifas, eso
es bastante gravoso para el pueblo colombiano.
Nosotros prácticamente vamos a dejar actualizado
todo el catastro colombiano que corresponde al Agustín
Codazzi. Por fuera del Agustín Codazzi están
el Distrito de Bogotá, Medellín, Antioquia
y Cali, lo otro lo maneja el Agustín Codazzi.
La actualización catastral en el campo, en este
Gobierno, es del 70 por ciento y lo decía anoche
en Confecáramas –porque algo trasnochado
me traje al Ministro de Agricultura, pero el está joven,
de la reunión en Confecámaras-.
Hay que poner mucho cuidado ahora
que se habla de impuestos a la tierra. Ministro, es
muy importante que aquí,
en donde hay tanto empresario del campo digamos cuánto
valía el catastro rural en Colombia en el 90 y
cuánto vale hoy. Porque aquí hay la falsa
creencia de que la tierra no está pagando impuestos
y eso se ha encarecido muchísimo.
Andrés Felipe Arias.
Ministro de Agricultura: Presidente, en el año 1990 el avalúo catastral
rural era de 1.76 billones de pesos de ese año,
excluye Medellín, Bogotá, Cali y Antioquia.
Hoy, este año 2005, el avalúo catastral
rural asciende a 30.6, 30.7 billones de pesos de hoy.
Uno tiene que comparar los pesos
de ambos años
utilizando un índice, sin importar el que uno
utilice, el crecimiento entre ese año y hoy, es
de 250, 300 por ciento del avaluó catastral rural.
Presidente de la República: ¿en términos
reales?
Ministro de Agricultura: Reales,
correcto, el incremento de ese avaluó, entonces ese era el dato de ese
valuó.
Presidente de la República: El debate que aquí no
grava la tierra, es un debate que hay que mirarlo tan
cuidadosamente como el debate de las exenciones. Ese
es un debate muy importante. Cando me hablaba de los
detractores, me mostraba qué pasa cuando ese crecimiento
de los avalúos catastrales rurales se detracta
con el índice de precios al productor,
Ministro de Agricultura: Correcto,
con IPC, con IP, con el índice de precios al productor general,
al productor agropecuario o en dólares, Presidente.
Cualquiera que uno utilice, está entre 250 y 300
por ciento del crecimiento real del avaluó catastral
rural entre el 90 y el 2005.
Presidente de la República: para este debate
es muy importante hacer este planteamiento: ¿vamos
a gravar el sector agropecuario con criterio de economía
especulativa o con criterio de economía productiva?
Nosotros no podemos pensar que Colombia se va a quedar
siempre en la economía especulativa del narcotráfico.
Yo confío que de eso estemos saliendo. Aquí hay
que derrotar la droga y creo que lo que estamos haciendo
con extinción de dominio ha frenado bastante la
incursión del narcotráfico y la tiene que
espantar definitivamente del país agropecuario.
El país tiene que focalizarse a gravar el campo
con criterio de economía productiva, no con el
criterio de economía mafiosa, especulativa. Y
por eso, hay que ser cuidadoso –también-
en lo que se propone en materia de gravamen activos agropecuarios
como es la tierra y reconocer lo que ha ocurrido en Colombia:
esa variación en los avalúos entre el año
90 y la fecha.
En fin, se han hecho una gran
cantidad de ajustes. Yo diría que el debate político sobre el cuándo
y el cómo para el IVA, debe tener en cuenta lo
siguiente: dejemos que estos ajustes se (…), para
que en ese momento haya espacio para poder seguir ampliando
la base de IVA.
Y preparémonos para lo siguiente, en el cómo:
creo que es año, el año que vayamos a universalizar
base de IVA, debemos tener en cuenta dos cosas: es menos
técnico, pero es lo socialmente recomendable que
para lo que falta, haya una tarifa considerablemente
baja. Y segundo, debe haber un acuerdo para incrementar
los salarios de manera extraordinaria, ese mismo año,
para compensarle a los sectores trabajadores el impacto
que se llegare a tener con un aumento del IVA.
El Gobierno no va a presentar
iniciativa alguna sobre IVA este año, las que va a presentar ya las resumí.
Pero como el debate se está dando en toda parte,
el Gobierno tiene que acudir con toda responsabilidad
a contribuir con sus tesis a este debate.
Me gusta mucho lo que ha hecho
Chile en materia de fondos. Nosotros aquí no hemos tenido esos fondos, hemos
buscado hacer un gran esfuerzo vía estímulos
tributarios, pero empiezan ya a crecer algunos fondos.
Por ejemplo, entre el Fondo Emprender y Fomipymes, creo
que este año vamos a tener aportes no reembolsables
del orden de 70 mil millones.
Lo que está pasando alrededor
del Sena con el Fondo Emprender es bien importante.
Y FINAGRO ha hecho
un primer esfuerzo de recursos de capital de riesgo para
el caso maderero.
Es bueno que le cuente a este
auditorio, doctor Cesar (Pardo Villalba, presidente
de FINAGRO) ¿cuántas
hectáreas completan ustedes este año como
socios de capital de riesgo, donde va el Estado promotor
también haciendo aportes de riesgo?
Cesar Pardo Villalba. Presidente
de FINAGRO: este año
completamos, Presidente, 7 mil hectáreas en un
programa de los departamentos del Cesar y Magdalena,
vamos a empezar a hacer inversiones en el departamento
de Antioquia para tres mil hectáreas en un convenio
que hemos firmado esta semana con la Reforestadota Industrial
de Antioquia. Nuestra Junta Directiva determinó que
como los recursos para esta inversión son 30 mil
millones de pesos, se concentre esta inversión
exclusivamente en reforestación.
Hay un dato importante Presidente
y es que, con las 3 mil hectáreas que sembramos en el 2004, obtuvimos
una deducción del impuesto a la renta de 880 millones
de pesos que descontó FINAGRO y que obviamente
tiene una influencia muy importante en nuestro PyG (Pérdidas
y Ganancias). O sea que vamos a programar para el mes
entrante una reunión con los posibles inversores
en reforestación, para enseñarles esta
metodología y para decirles que no solamente tienen
la rentabilidad que da la inversión forestal,
sino la posibilidad de descontar las inversiones que
se hagan en el primer año.
Presidente de la República: Nosotros estamos
lejos de poder hacer unos aportes no reembolsables como
los que hizo Chile, pero diría que tenemos los
incentivos tributarios, tenemos el marco institucional
y vamos avanzando.
En ese marco institucional, todavía con pocos
recursos –a manera de síntesis- cito, el
Fondo de Capital de Riesgo (FINAGRO), el Fomipyme (creado
por el anterior Gobierno) y el Fondo Emprender –muy
exitoso en el SENA- creado en este Gobierno cuando el
Ministro Juan Luis Londoño (Q.E.P.D), al principio
de la administración, tramitó la reforma
laboral.
Nos ha hecho una gran presentación Chile sobre
el tema de mercados. Permítanme hacer una referencia
al mercado interno y al mercado externo.
Colombia va a duplicar, en este
Gobierno, sus exportaciones. Estamos ya con la posibilidad
de poderle decir al país
que estamos exportando 20 mil millones de dólares.
Que, duplicarlas en cuatro años es importante,
todavía sin haber logrado temas como el TLC. Y
sobre todo hay un gran crecimiento en las no tradicionales,
que se van a situar por encima de los 10.500 millones
de dólares, vienen de 6 mil. Pero, con esta pobreza
y con esta miseria, Colombia –para superar estos
fenómenos- tiene en el mercado interno una gran
posibilidad. Por eso hay que mirar ambos sincronizadamente.
Algunos voceros del sector agropecuario
han dicho y comparto su preocupación: ‘el Gobierno está presionando
un crecimiento de la oferta y ¿a dónde
está la demanda?”. Estamos haciendo los
esfuerzos de los mercados externos y los esfuerzos de
los mercados internos.
En el mercado interno señalaría dos elementos
claves: la tendencia de reducción de desempleo
y los estímulos a consumos básicos de los
sectores más pobres. El país vio en pocos
años, un salto muy preocupante, pasamos de un
desempleo del 7.5 por ciento a un desempleo de casi del
20 por ciento. Hoy está en el 11.4 por ciento.
Nosotros estamos haciendo todos los esfuerzos para que
en diciembre sea del 10 por ciento.
El país vio, en un periodo muy corto, saltar
el desempleo de jefes de hogar del 4 al 10 por ciento,
hoy está en el 5.8 por ciento. Ojalá, rápidamente,
lo podamos situar nuevamente en el 4 por ciento.
Un millón 700 mil colombianos han regresado al
régimen contributivo de salud -eso es bien importante-,
más el crecimiento en pensiones, en cobertura
que ya empieza a mostrar dinámica y lo mismo en
riesgos profesionales. Yo creo que ahí hay unos
síntomas importantes de que se va a recuperar
el mercado interno.
En materia de subsidios para
consumos básicos:
Bienestar Familiar, en sus programas de nutrición,
ha pasado –en este Gobierno- de 6 millones 100
mil usuarios a 9 millones 100 mil usuarios. Es un crecimiento
de 3 millones de usuarios superior al 40 por ciento.
Y eso es: consumo de alimentos con subsidios estatales.
Eso ayuda mucho a la demanda.
Rápidamente –porque ya está adjudicada
la licitación- el país tendrá cumplida
una meta de este Gobierno: un millón de niñitos
menores de cinco años recibiendo un desayuno bien
balanceado nutricionalmente.
En el tema de los ancianos vamos
por el mismo camino. Ya está prácticamente adjudicada la licitación,
faltaban 25 mil cupos, pero el país verá rápidamente:
400 mil ancianos recibiendo una comida diaria del Estado.
Eso es como darle una comida adicional a la ciudad de
Pereira.
Eso nos tiene que ayudar mucho,
desde el punto de vista de cohesión social, sin lo cual esta democracia
no se legitima. Y nos tiene que ayudar mucho –también-
desde el punto de vista de mejorar la demanda de alimentos
en Colombia. Son 570 mil ancianos lo que quedan subsidiados:
170 mil recibiendo un subsidio monetario y 400 mil recibiendo
una comida al día.
La administración presidencial anterior empezó el
programa Familias en Acción, nosotros nos hemos
empeñado en financiarlo y en crecerlo y en pagarle
a la gente. Terminamos el año pasado con 340 mil
Familias, aspiramos terminar este año con 500
mil. Cada Familia recibe una plática para garantizar
la alimentación y la asistencia escolar de sus
hijos. Todos estos factores estimulan la demanda de alimentos
en Colombia.
En materia de mercados internacionales
destacaría
algo que ha pasado en Colombia sin que lo estuviéramos
esperando muchos: el acuerdo CAN – MERCOSUR. No
le veo mucha importancia económica en el corto
plazo, sí en el mediano y largo plazo. Pero en
el corto plazo le veo gran importancia política
porque cuando empezamos a proponer el TLC (tratado de
libre comercio) con los Estados Unidos, muchos de los
compatriotas críticos del Gobierno decían: ‘¿cómo
van a hacer el TLC con los Estados Unidos, si no tienen
acuerdo con los países del sur y además
hay una norma Constitucional que indica que hay que buscar
acuerdos con los países del sur?’. Pienso
que ya hoy está removido ese obstáculo,
tenemos el acuerdo CAN – MERCOSUR. Eso es de un
gran impacto político.
Confío que rápidamente podamos hacer la
negociación del TLC. Ayer hablé nuevamente
con el doctor Hernando José Gómez –quien
está en los Estados Unidos- y le dije: ‘Hernando
José, sobre el memorando de la semana pasada,
avancemos, aceleremos”. Un memorando donde consignamos
unos puntos de preocupación en el tema textiles,
confecciones, azúcar, maíz, arroz, en el
tema de los cuartos traseros de los pollos y también,
unos puntos ahí importantes para el café de
marca, eso es lo básico. Ojalá podamos
hacer eso rápidamente.
Alguien me decía que ‘¿y cómo
va hacer eso en periodo electoral?’ El Gobierno
no puede pensar que haya periodo electoral o no. El Gobierno
lo que tiene que hacer es, cumplir sus responsabilidades
con el país. El escenario más grave, peor,
es 31 de diciembre del año entrante: expiración
de la APTDEA sin este tratado.
Algunos me han dicho: ‘Presidente no se afane
por el tratado, que nos prorrogan las preferencias unilaterales’.
No nos las van a prorrogar.
A la administración Pastrana le costó mucho
trabajo emprender la consecución de la prorroga
del APTA y a nosotros que lo promulgaran ya como APTDEA.
Eso fue muy difícil.
Lo que hemos visto en el Congreso
de los Estados Unidos, ahora –sobre todo después de tener tratados
con otros países como los Centroaméricanos-
es que abría enormes dificultades, casi una barrera
imposible, para que nos prorroguen estas preferencias
unilaterales de acceso al mercado de Estados Unidos.
Pensemos en la fecha del 31 de
diciembre del año
entrante, por eso creo que hay que acelerar esta negociación
y que debe ser una negociación equitativa y que
en el caso del sector agropecuario debe considerar, como
lo hemos dicho, a todas las autoridades de los Estados
Unidos, a su Presidente George Bush: en Colombia hay
que tener en cuenta el tema del agro y su relación
con las drogas ilícitas y con el terrorismo.
Si aquí el agro se deprime, prosperan las drogas
ilícitas y el terrorismo. Y lo contrario, si recuperamos
la agricultura lícita, si diversificamos la agricultura
lícita, si le abrimos los horizontes que busca
la Corporación Colombia Internacional y que han
logrado en Chile, nosotros –con eso- ayudamos muchísimo
a acabar con los cultivos de drogas ilícitas y
a acabar con el terrorismo. Creo que hay que hacer esto
con los Estados Unidos, ojalá rápidamente.
Me preocupa que ahora haya un
tratado de Centroamérica
con los Estados Unidos y que nosotros no lo tengamos,
porque eso nos puede poner en desventajas arancelarias
en Centroamérica. Entonces, nosotros tenemos que
hacer un gran esfuerzo para el tratado con los países
Centroaméricanos y del Caribe, quiero proponerlo
en la agenda.
Hemos logrado una prorroga de
10 años de los
tratamientos preferenciales en la Unión Europea,
pero hemos tenido problemas. Ustedes saben el problema
del banano, afortunadamente el panel que se había
establecido, falló favorablemente a nuestro reclamo
sobre los aranceles altísimos, ese arancel específico
tan alto que nos impuso la Unión Europea, ahora
se está negociando antes de que tengan que instalar
un segundo panel, ojalá lleguemos a un acuerdo.
Quiero llamar la atención sí: 10 años
pasan en nada, Colombia no se puede dormir en estos 10
años, en estos 10 años hay que tener un
acuerdo con la Unión Europea porque, lo que uno
puede mirar hoy a 10 años, todo cambia mucho,
pero hoy la certeza que se anida en la intimidad de este
raciocinio, es que en 10 años la Unión
Europea no nos dará otra prorroga unilateral de
estas preferencia –que tenemos que sustituirla
en el tiempo por un acuerdo bilateral que debe ser Unión
Europea – CAN-.
Quiero destacar la gran posibilidad que Colombia tiene
en materia de recursos humanos.
Hay un reconocimiento internacional
a la buena gerencia colombiana, todo el mundo se lo
dice a uno, creo que
eso hay que aprovecharlo y entre nosotros también
resaltarlo. Porque encuentro alguna diferencia de ánimo
en foros nacionales e internacionales.
Yo he sido el más experto en foros internacionales,
pero ahora que voy a ellos, a promover a Colombia, encuentro
un entusiasmo y me pregunto: ¿será verdad
todo esto? Y le pregunto al uno y al otro, a los más
expertos y me dicen: ‘sí’.
Veo a Colombia de moda en los
mercados internacionales, la gente quiere invertir
en Colombia, hay un gran entusiasmo,
la gente es con entusiasmo, es con ganas, con energía
para invertir en Colombia y siempre le destacan a uno
la buena gerencia colombiana. No hay inversionista internacional
que no destaque eso. Adicionalmente estamos haciendo
un gran esfuerzo en capacitación de todos los
niveles del recurso humano.
La Revolución Educativa, para no fatigarlos con
cifras de la Revolución Educativa, déjenme
hablar simplemente de algunos logros del Sena.
El Sena estaba capacitando millón 100 mil personas
por año, este año capacita casi 4 millones.
La meta es que capacite cuatro millones el año
entrante.
Hemos forzado al Sena a que este
más integrado
con el sector privado día a día. A pasado
de una empleabilidad que era apenas del 42 por ciento,
a una que es del 62. Todavía bajita, pero ha recuperado
20 puntos en empleabilidad de sus egresados.
Está haciendo presencia
hoy, en todos los municipios de Colombia. Eso es bien
importante.
Ya completa este año 250 mil estudiantes en ambiente
virtual y está manejando un programa muy bello
que es Jóvenes en Acción y otro más
ilusionante que es Jóvenes Rurales. El año
pasado capacitamos 107 mil Jóvenes Rurales, este
año vamos a repetir la cifra. Son muchachos campesinos,
bachilleres, que no tienen conocimientos laborales de
valor agregado y que no han tenido la posibilidad de
ingresar a la universidad, pero si todas las tentaciones
de que los vinculen los grupos terroristas o que los
involucren en el narcotráfico.
Y estamos conectando ese programa
de Jóvenes
Rurales con el programa de microcrédito. Eso ayuda
muchísimo.
Hay que aprovechar lo que está haciendo el Sena.
Además veo, Adriana, el gran interés de
la Corporación por el tema de las incubadoras.
Me parece que hay que integrar más la Corporación
con el Sena, porque la meta del Sena es dejar el país
el año entrante con más de 40 incubadoras,
creo que ya anda alrededor de las 30. Ahí veo
una gran alianza estratégica para efecto de incubadoras
de empresas entre el Sena y la Corporación Colombia
Internacional.
Y les diría que hay que
considerar otro aspecto: el marco laboral colombiano.
Déjenme ser atrevido y ofrezco excusas por la
comparación: creo que es el mejor del Continente.
Las dos reformas que ha logrado
Colombia, una en el 90 y otra en el 2002, ponen el
marco laboral colombiano –creería-
como el más adecuado del Continente.
Tiene un suficiente grado de flexibilidad, sin llegar
a la incertidumbre para los trabajadores. Y al mismo
tiempo, todos los elementos para que haya equidad, para
que haya justicia social, sin lo cual no se crean unas
relaciones armoniosas, estables, permanentes entre trabajadores
y empleadores.
Hay que resaltar, para estimular
la inversión
en Colombia, el marco laboral que ha logrado el país.
Eso es bien importante.
Y creo que hay un tema que no
podemos ignorar: los esfuerzos que se han venido haciendo
en otros temas de la agenda
legislativa. Déjenme destacar tres de las últimas
leyes que el Congreso de la República nos aprobó:
la que simplifica trámites, alivia mucho la vida
de las empresas y alivia mucho la vida de los ciudadanos.
La que moderniza el mercado de
capitales: le exige a las empresas del registro público, tomar unas
decisiones como la de incorporar en sus órganos
de gobierno lo necesario para proteger a los accionistas
minoritarios. Eso les da mucha más confianza,
mucha más credibilidad, las pone mejor situación
para tener éxito en el mercado de capitales.
Y si la gran empresa, con estos órganos del gobierno,
se puede financiar sin obstáculos en el mercado
de capitales, cuánto mejor para la mediana y la
pequeña empresa, que les queda más espacio
en los recursos de intermediación financiera.
Y la ley que es tan importante,
la que autoriza al Gobierno para firmar pactos de estabilidad
con los inversionistas.
Dio mucha dificultad, en buena hora el Congreso de la
República la aprobó.
Hace dos días me preguntaba el Ministro (Jorge
Humberto) Botero (de Industria, Comercio y Turismo) que
si publicábamos ampliamente el decreto reglamentario,
le dije: ‘no, no Jorge Humberto. Hagámosle
difusión a los primeros pactos, hacer pedagogía
con el ejemplo, cuando ya tenga los primeros inversionistas
listos a firmar esos pactos de estabilidad, llamemos
todos los fotógrafos y todos los que tengan cámaras
y grabadoras para difundir eso, para que eso haga camino.’ Esos
pasos que ha dado Colombia son muy importantes.
Y los acuerdos que Colombia empieza
a firmar en el campo internacional, los bilaterales.
Con España hemos
firmado dos que nos van a abrir camino, que van a hacer
trocha.
Uno para desmontar la doble tributación y el
otro, es el acuerdo de protección a las inversiones.
Ya van los dos al Congreso de la República, para
su ratificación. Y confiamos replicarlos con otros
países que invierten en Colombia. Habíamos
tenido muchos reclamos por los dos temas: eliminen doble
tributación, que el inversionista colombiano que
tenga inversiones en España y el español
que tenga inversiones en Colombia, por esas inversiones
no tenga que pagar en los dos países.
Y el Acuerdo de Protección de Inversiones. Esos
acuerdos de protección de inversiones se van a
favorecer muchísimo con la ley interna colombiana
que autoriza al gobierno a firmar los pactos de estabilidad.
En esta Patria falta mucho, pero
trabajando todos de buena fe, ahí vamos sorteando
problemas.
En materia de seguridad nosotros
no hemos ganado, pero vamos ganando. Lo importante
es incorporar la Seguridad
Democrática, como una política de Estado
en Colombia.
Todavía hay muchos asesinatos en Colombia y mucho
secuestro, pero las tendencias son positivas. En el año
2003 tuvimos una reducción del asesinato del 20
por ciento, en relación con el 2002. En 2004,
en relación con el 2003, del 15 por ciento. Y
este año llevamos una reducción del 19
pro ciento, estamos apuntando al 22 por ciento. Se nos
ha caído algo.
En materia de secuestros, en
el país estaban
secuestrando 3.050 personas por año. Este año
van 408, de ellos 187 secuestros extorsivos.
Cada vez que repito lo que les
voy a decir, cruzo los dedos, cómo lo digo y cómo no lo digo:
en Bogotá no se ha presentado un solo caso de
secuestro extorsivo este año, nos secuestraron
un señor en Chía y lo rescatamos, secuestraron
a un señor en un pueblito de la Sabana y lo rescatamos.
Estamos haciendo un gran esfuerzo,
pero quiero llamar la atención sobre esto: ese esfuerzo necesita
todos los días creciente cooperación ciudadana.
Me parece que cada colombiano tiene que ser un demócrata
y simultáneamente, tener alma de policía
y de soldado para cooperar con la Fuerza Pública.
Es lo único.
En muchas regiones de Colombia
me dicen, ‘bueno
Presidente y ahora con la desmovilización de los
paramilitares quién nos va a cuidar’. Le
dicen a uno en el Catatumbo, le dicen en una regiones
de Córdoba, le dicen en Urabá. Yles dije:
pues tenemos que hacer el esfuerzo porque lo único
válido en Colombia, en una democracia, es la protección
institucional y nosotros no tenemos presupuesto ni posibilidades
ni nos permite la geografía colombiana ser totalmente
efectivos, en un esquema de seguridad, sin cooperación
ciudadana.
Por eso y aquí donde hay tantos representantes
del sector agropecuario, déjenme hacer una invitación:
que cada uno sea un cooperante efectivo con la Fuerza
Pública. Es lo único que nos ayuda a tener
un nivel de eficiencia, de transparencia en seguridad,
que nos permita convertir en realidad el sueño
de una Colombia sin narcotráfico, sin guerrillas
terroristas, sin los mal llamados paramilitares terroristas
y sin corrupción. Una gran vinculación
ciudadana a todas estas actividades”.