PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN EL FORO ‘MECANISMOS PARA COMBATIR
LA POBREZA’
Bogotá, 17 ago. (SNE).- La
siguiente, es la intervención
del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante el Foro ‘Mecanismos para combatir la pobreza’’,
realizado en la universidad Sergio Arboleda de Bogotá:
“Quiero agradecerles inmensamente esta invitación,
felicitarlos por esta convocatoria y por la continuidad que le
han dado al tema.
Hace un año, justamente como lo recordaba el doctor Martínez
Simahan, acudimos acá a revisa la política social.
Me parece fundamental que se le de continuidad al tema y que,
como control político, se exija a los gobiernos dar la
cara permanentemente en foros, del nivel de importancia de este
foro que nos congrega hoy nuevamente.
Quiero referirme a las intervenciones
de mis ilustres antecesores, intervenciones juiciosas, destacadas.
La verdad es que admira
mucho ver, por ejemplo al doctor Holguín Sardi, en su
activismo político tan intenso y preparar intervenciones
con ese orden y con esa manera de mostrar los problemas del país.
A mi me causa mucha admiración y eso da ejemplo para el
ejercicio de la política.
Al lado del doctor Rodrigo Noguera, rector
de la universidad, sobre el papel de la universidad es asociada
a la política
social. Estoy plenamente de acuerdo con él. La universidad
tiene que ser la caja de resonancia de los problemas nacionales,
el laboratorio donde se conciban las soluciones. Hasta ahí se
produce una acción de la sociedad sobre la universidad,
pero cuando la universidad procesa, cuando la universidad reflexiona
alrededor de cuáles tienen que ser las soluciones, se
produce una acción de réplica de la universidad
sobre la sociedad y esa acción de réplica se tiene
que dar en recomendaciones de acciones para que la sociedad vaya
superando los problemas que llegan al examen de la universidad.
Por eso la universidad tiene que ser
una universidad en permanente agitación intelectual, tiene que ser una universidad de
masas, tiene que ser una universidad científica, tiene
que ser una universidad agitacional, pero no puede ser una universidad
anárquica.
He ahí lo que yo siempre valoro de esta universidad:
una universidad agitando ideas, una universidad en la vanguardia
del pensamiento colombiano, pero una universidad sin anarquía.
Y es bien importante destacarlo porque,
por ejemplo, recuerdo mis épocas de universitario, donde la universidad agitacional
y científica se confundían con la universidad anárquica,
donde la lucha por la libertad de cátedra llevaba simplemente
a que se impusiera la cátedra dogma para examinar muchos
temas.
El doctor Carlos Martínez Simahan ha traído
unos temas bien importantes, me quiero referir a ellos.
El tema de reajustes de terrenos y
ordenamiento territorial. Creo que hemos dado dos pasos importantes en este
Gobierno: el
primero, la nueva ley de extinción de dominio que hace
competente a la Fiscalía General de la Nación para
iniciar procesos de extinción de dominio allí donde
encuentre un indicio, donde tenga la sospecha que la persona
que figura como titular de ese inmueble, no tiene la manera de
haberlo adquirido lícitamente.
Entonces, la Fiscalía inicia el proceso llamando a la
persona y diciéndole: ‘usted me explica cómo
adquirió ese bien.’ En alguna forma, a partir del
indicio, de la sospecha, le está diciendo a la persona: ‘pruebe
la legítima adquisición de ese inmueble.’
Se demandó ante la Corte Constitucional, con el argumento
de que rompía la presunción de inocencia y que
trasladaba la carga de la prueba al investigado. Afortunadamente,
esta ley de la República –que impulsara con tanto
entusiasmo el ex ministro (del Interior y de Justicia) Fernando
Londoño-, está hoy en firme.
Creo que hemos avanzado mucho en sentencias
y en recuperación
de bienes. Esta tarde el Ministro (del Interior y de Justicia)
Sabas Pretelt les va a traer las cifras, que son bien importantes,
y confío de acuerdo con lo conversado con el doctor (Mario)
Iguarán, nuevo Fiscal General de la Nación, que
se va a avanzar muchísimo en eso.
Me parece de la mayor importancia examinar
con el doctor Sabas Pretelt, y con el Fiscal Iguarán, lo que propone el doctor
Carlos Martínez Simahan, que es un examen cuidadoso, predio
por predio, en muchas zonas del país.
Además de esta ley de Justicia Y Paz, impone como obligación,
para que las personas que se desmovilicen accedan a esos beneficios,
entregar los bienes ilegítimamente adquiridos. O sea que
hay dos obligaciones concurrentes: una emana de la ley de Extinción
y otra emana de la ley de Justicia y Paz y no se excluyen.
Por ejemplo, si alguien no entregara
un bien ilícitamente
adquirido, de todas maneras, por más que se haya sometido
a la ley de Justicia y Paz, queda vigente, frente a ese bien,
la ley de Extinción de Dominio. La ley de Justicia y Paz
no excluye a los sometidos a ella, a sus beneficiarios, de la
aplicación de la ley de Extinción de Dominio. Es
bien importante recordar eso ante los ojos y los oídos
de los compatriotas y ante la comunidad internacional.
El tema de servicios públicos en el campo, el tema de
la competitividad del sector agropecuario, lo comparto plenamente.
El banco de los pobres, déjenme hacer un amistoso comentario.
No lo llamen Banco de los Pobres, llamémoslo Banco de
la Prosperidad o algo por el estilo, porque es que, se lo dije
a mis coterráneos allá: ‘todo ese programa
de microempresas, llamémoslo Banco de la Prosperidad u
otro nombre’, pero eso de condenarlo ‘que pobrecitos
y eso’, no, eso no es bueno.
Vi que en la gráfica del doctor Carlos Holguín,
arriba mostraba, en el cuadrante, que el saldo de cartera ha
pasado de 735 mil millones de pesos a 2 billones 350 mil, pero
abajo, en las noticas del pie, ya hablaba de dos billones y medio.
Hoy está el saldo ya en dos billones y medio, lo de 2
billones 350, era por allá de mayo, eso ha venido creciendo
velozmente. Es un crecimiento del 190 por ciento mientras el
resto de la cartera ha crecido al 22 por ciento. Ese crecimiento
de la cartera de microcrédito es muy bueno.
Yo les sugeriría esto: con la idea de Medellín
tuvimos alguna discrepancia, porque el municipio se convirtió en
banco de primer piso. Yo creo que los municipios deben fondear
recursos a entidades especializadas, y más que fondear
recursos, dar garantías, que es el acuerdo que hemos venido
haciendo con muchos municipios y departamentos del país.
Pero no constituirse en bancos de primer piso, conocemos los
fiascos que en eso se han presentado.
¿Cómo ha sido nuestra política de garantías?
Generalmente, el Fondo Nacional de Garantías, que ha crecido
muchísimo en este Gobierno –creo que ha duplicado
el capital popular garantizado-, da garantías del 50 por
ciento del total de la acreencia. Le hemos pedido a departamentos
y municipios que nos ayuden con unos recursos contingentes, o
sea que no tienen que hacer los desembolsos, para que esa garantía
se eleve al 70 por ciento y eso nos ha ayudado a avanzar en microcrédito.
Yo sugeriría que, en lugar de que las entidades territoriales
se conviertan en bancos de primer piso, se generalice su obligación
de aportar, para poder aumentar el monto de las garantías.
Porque de aquí –frente a lo que en esta materia
presentan el doctor Martínez Simahan y el doctor Carlos
Holguín-, creo que lo que ha presentado el doctor Carlos
Holguín es una muy grande, generosa y noble defensa de
la política social del Gobierno. Pero, ya que él
la defendió, yo la voy a criticar.
¿Para dónde tenemos que ir en microcrédito?,
porque en un país con tantos problemas, todos los días
que tenemos que pensar: ¿llegamos aquí pero para
dónde vamos?
Veo dos problemas en microcrédito: veo el problema de
que hay regiones muy atrasadas y que aún, en regiones
muy adelantadas, hay unos municipios muy atrasados. Diría
que los dos grandes retos inmediatos de microcrédito,
es crear equilibrios, trabajar para sacar adelante las regiones
atrasadas y los municipios atrasados en muchas regiones que sus
capitales, por ejemplo, van bien.
En eso del crédito, agregaría esto –para
mirar esto todo en perspectiva-: vamos bien en microcrédito,
con esa salvedad de desequilibrios regionales y de rezagos municipales,
vamos bien en lo que es la financiación de la gran empresa
y de la empresa organizada y vamos mal, todavía, frente
a la mediana empresa.
La gran empresa, la empresa organizada
tiene hoy unas posibilidades de acceso al crédito en Colombia, como nunca las había
tenido. La DTF está esta semana al 7.01 por ciento. A
mi no me había tocado, en los 53 años que tengo,
una DTF más baja: 7.01 por ciento.
La gran empresa le está financiando a DTF + 2. Con la
ley que nos acaba de aprobar el Congreso que es una ley de crecimiento
económico, de financiación y de política
social. De crecimiento económico de financiación,
porque facilita que las empresas inscritas en el registro público
de valores crezcan y se financien más fácilmente-. ¿Por
qué social?: porque crea unos órganos de Gobierno
a favor de los pequeños accionistas. Eso hace parte del
conjunto legislativo que acaba de aprobarse.
Esa ley le va a permitir, a las empresas
que cumplan con ella y que estén en el registro público
de valores, mucha mayor facilidad para financiarse directamente
en el mercado
de capitales. Entonces, debe haber empresas colocando papeles
en el mercado de capitales y captando recursos a la misma DTF.
Eso va a ser bien, bien importante.
Tal vez el único limitante, y es mea culpa, es Gobierno
culpa, es que el Gobierno coloca TES con tasas de interés
más atractivas. Si no fuera por ese limitante, la gran
empresa colombiana hoy se estaría financiando al 7.01
por ciento, que es la DTF de esta semana.
Lo microcrédito va bien, con la salvedad advertida, lo
de la empresa seria y organizada va bien. Nos preocupa la mediana
empresa porque todavía no hemos podido como queremos,
a pesar de que hay avances. Todavía hay mucho mediano
que está reportado a raíz de la crisis.
El Congreso está estudiando, ahora, un proyecto de ley –que
nosotros en el Gobierno lo queremos apoyar, darle todo el impulso-,
sobre el Habeas Data. Salir con una cosa razonable, no demagógica,
es una necesidad.
Y el Gobierno está trabajando permanentemente con las
cámaras de comercio en lo que se llama las ‘Ferias
de Crédito’ y ‘los Consultorios Empresariales’ para
mejorar el acceso al crédito de estos sectores medios
y populares. -Hoy, a partir de las 3 de la tarde tenemos una
nueva evaluación en Bogotá-.
Y estamos procediendo de la siguiente
manera: con el Fondo de Garantías de Antioquia desarrollamos un software que se
llama ‘People Point’ y entonces, esta tarde qué vamos
a hacer en Bogotá, vamos a presentar ese software y esas
Ferias de Crédito las estamos dividiendo en dos etapas:
la etapa virtual y la etapa presencial.
En la etapa virtual, todos los que tienen
necesidad de crédito
entran allí y en el software hacen un apareamiento con
los oferentes de crédito. Están ayudándonos
muchas instituciones del sector financiero. Y cuando hay problemas
que no se ha podido resolver en la etapa virtual, viene la etapa
presencial, que la hacemos con frecuencia.
Entonces, ahí sentamos a quienes no pudieron acceder
al crédito, con los representantes de las diferentes instituciones
financieras, a ver cómo se resuelve el problema. –Esta
tarde volvemos a hacer el ejercicio sobre Bogotá-.
Poniendo eso en perspectiva, ahí tenemos que insistir
y ojalá pueda salir del Congreso, ese proyecto de ley
de Habeas Data.
Oyendo al doctor Carlos Martínez Simahan y las tasas
del mercado, podríamos hacer este esfuerzo doctor Carlos,
entonces manejarlo con el Viceministro Zarruck (Carlos Alberto,
de Desarrollo Empresarial), a ver cómo, Banco Agrario
y Banco Cafetero –no del Banco del Café-, para reforzar
el crédito popular hemos tomado la decisión de
mantener el nuevo Banco del Café, se liquida el Banco
Cafetero, hace tres años no teníamos los recursos
para apoyar las pensiones, ya los tenemos –un patrimonio
del 500 mil millones de pesos-, no teníamos los recursos
para liquidar a sus antiguos funcionarios, ya los tenemos. Eso
va bien. Pero, con activos del viejo Banco del Café y
con parte del capital de Granahorrar, se constituye el nuevo
Banco del Café.
¿Por qué tomamos esa decisión?: porque
la experiencia del Banco Agrario –que lo reformó el
anterior el Gobierno-, va bien. Eso se ha mantenido blindado
contra la politiquería. –En señal de respeto
a lo que se hizo, este Gobierno confirmó y ha mantenido
al doctor Jorge Restrepo como gerente de ese banco-. Y queremos
que el nuevo Banco del Café siga el mismo camino.
Vemos que el Banco Agrario, solo, no
es capaz. Los Consejos Comunitarios dan la posibilidad de estar
observando los problemas
nacionales cada semana. Uno, de pronto en una oficina aquí,
viendo el power point, le muestran todo color de rosa. Cuando
uno está, a toda hora, con la base de la comunidad colombiana,
se da cuenta más cabalmente de los problemas. Y la realidad
es que el Banco Agrario solo no es capaz, por eso tomamos la
decisión de mantener otro banco trabajando esos sectores
populares como es el nuevo Banco del Café, con el mismo
esquema de blindaje del Banco Agrario.
Creo que podríamos buscar cómo, alrededor de plazas
de mercado de estos sitios funcionan los dos o el uno en una
parte y el otro en otra, con los fondos de garantías.
Ahora, Colombia tiene un instrumento
muy importante para el microcrédito que son las fundaciones. Por ejemplo, Cali
es un ejemplo de fundaciones, en otras ciudades colombianas no
las tenemos. Hay una presencia muy desequilibrada. Bogotá las
tiene excelentes, en otras ciudades colombianas no las tenemos.
Vamos a trabajar ese punto, recogiendo
esa idea con fundaciones, fondos de garantías, Banco Agrario y nuevo Banco del Café.
Pero cámbienle de nombre.
La Mojana. Creo profundamente en eso.
Eso va a incorporar 400 mil hectáreas, pero de suelos muy buenos, son de bancos
aluviales, depósitos aluviales históricos del río
Cauca, del río San Jorge y en alguna partecita, también
entra el Magdalena.
¿Qué estamos haciendo?, usted lo dijo. Hoy está adjudicada
la pavimentación de la carretera San Marcos – Majagual – Achí,
son 98 kilómetros. Ese es un principio de revolución.
Nosotros oímos mucho a los candidatos presidenciales hablar
de La Mojana, allí hay un principio bien importante.
Y por el lado de Antioquia, que sería la inserción
por el sur a La Mojana, va a quedar pavimentada la carretera
hasta Nechí, queda un tramo pequeño entre Achí y
Nechí sin pavimento. Yo miro con mucho entusiasmo ese
plan de la Mojana.
Lo segundo, es que estamos taponando
las entradas de agua, los sitios más críticos de inundación.
Lo tercero, es que hay unos programas
sociales ahí con
Bienestar Familiar. Por ejemplo, el programa Maná en la
parte de Antioquia –programa de la gobernación de
Antioquia- con el apoyo de Bienestar Familiar, en el área
de los departamentos de Bolívar y Sucre.
Y, hemos hecho unos experimentos de piscicultura,
pero no lo hemos hecho en La Mojana, lo vamos a llevar allá. Lo hemos
hecho en Simití y en otras partes del país que,
es aprovechar todo el conjunto cenagoso del país, que
especialmente en esa región es muy rica, para que los
campesinos excedan pescado en cautiverio en esas ciénagas.
Entonces, en lugar de tener que construir
estanques –que
allí hay espejos de agua, un mar de agua dulce en esa
parte de la Patria-, el campesino en la orilla de la ciénaga
tiene la jaulita de pescado en cautiverio, le suministra alimentación.
Tenemos mucha fe en eso, ya se está evaluando con el Sena
allá en Simití. Es una vieja tesis del doctor Carlos
Martínez, la gerencia de La Mojana.
Entonces, ¿por qué no hacemos lo siguiente?, hablemos
con el Ministro de Agricultura (Andrés Felipe arias),
por lo menos creémosle una junta que se reúna periódicamente
y que nos ayude a coordinar todos los programas de La Mojana,
a hacerle seguimiento a lo de la carretera, a lo del taponamiento
de las entradas de agua, a los esfuerzos de piscicultura, a la
política social.
Yo le hablo ahora, al Ministro de Agricultura,
para que mire con usted doctor Carlos, que ha tenido histórico interés
en eso. Cuando usted y yo éramos compañeros del
Senado, usted siempre mantenía el tema de La Mojana en
primera línea, a ver cómo le hacemos seguimiento.
El Fondo de Equidad Social. Podemos pensar
en esta opción:
incorporar en la Ley Anual de Presupuesto un artículo
que obligue a mantener, en valor real –o a crecer- la financiación
de proyectos sociales de gran importancia como algunos de los
que se trataron aquí esta mañana, tal el caso de
Familias en Acción y otros. Y ahora, que está en
discusión el proyecto de Presupuesto, pienso que eso podría
ser un camino.
Familias en Acción. Ya llegamos a 400 mil y vamos para
500 mil. Con la ayuda de Dios terminamos el año con 500
mil Familias en Acción, pero hay que pensar en un millón.
Esas 500 mil Familias en Acción nos cuestan 400 mil millones
de pesos en un año fiscal. Ese es un costo bien alto dadas
las dificultades presupuestales.
El domingo pasado fue el primer pago
en Soacha. Ese programa se aplica en municipios de menos de
100 mil habitantes, hemos
hecho tres excepciones: una excepción en El Pozón
de Cartagena, otra excepción en Quibdó y una tercera
excepción en Soacha.
Creo muchísimo en ese programa, porque es la manera de
garantizar a las familias más pobres de la Patria la educación
y la nutrición de sus hijitos. El país, con 500
mil Familias en Acción al final de este año, va
a sentir a un alivio y si se pudiera llegar rápidamente
a un millón, el alivio sería mucho más grande.
Empresas sociales, de participación de trabajadores.
Ustedes mencionaron lo de Paz del Río, el fondo de capitalización
de Emcali hasta hace mes y medio ya llevaba 9 mil millones de
pesos, la idea es que en los primero años capitalice cada
año 20 mil millones de pesos.
Cada usuario de servicios públicos de la ciudad de Cali
es socio del Fondo. ¿Cómo se nutre el Fondo?: todo
el mundo paga un recargo del 2 por ciento a la tarifa y eso se
le devuelve en acciones del Fondo.
¿Qué beneficios trae el Fondo?: el Fondo elimina
la contradicción entre usuarios y proveedores. El que
abra la llavecita del agua en Cali sabe que ya no la recibe solamente
como usuario, sino que hace parte del Fondo de Capitalización
Social de esa empresa proveedora.
Es bien útil, para evitar también los antagonismos
cuando los proveedores de empresa son empresas privadas. Por
eso a los operadores de acueductos privados les hemos pedido
que allí, donde entre el Gobierno Nacional a apoyar, tiene
que crearse el Fondo de Capitalización Social.
Creemos que es una manera de ampliar
la base de propietarios en Colombia, de avanzar hacia el País de Propietarios,
de meterle espíritu social, realidad social, a nuestro
capitalismo, de hacer capitalismo democrático, de superar
contradicciones.
Empresas como Emcali, con ese Fondo de
Capitalización
Social, pueden llegar a tener autonomía financiera. Que
se demore 20 años para tener autonomía financiera,
pero eso puede ser un gran logro.
Y ese Fondo va a ayudar al buen manejo,
porque cuando la Nación
le devuelva al municipio de Cali la empresa, se la tiene que
devolver con un contrato de manejo y el contratista, en nombre
de la Nación, va a ser el Fondo de Capitalización
Social. O sea que eso tiene que ser una garantía para
buena administración de estas empresas.
Hemos hecho otros esfuerzos grandes,
de capitalización
social. Por ejemplo la entrega de las Salinas de Manaure a la
comunidad de allá, eso va muy bien. Hemos entregado, recientemente,
contratos sindicales en electrificadoras, estamos manejando algunas
generadoras como la de Prado a través de los propios trabajadores. –Se
está haciendo un gran esfuerzo en materia de capitalismo
social. Ojalá lo pudiéramos expandir-.
Y Paz del Río, donde los trabajadores han pasado de ser
dueños del 9 por ciento a ser dueños del 48 por
ciento y la empresa va sumamente bien, es una muestra de que
eso puede salir adelante.
En vivienda social. Necesitamos mucho
más. Soy crítico
en lo que estamos haciendo y hemos tenido un gran problema que
es el problema fiscal. Estamos tratando de financiar vivienda
social, que no depende exclusivamente de subsidios, por eso hemos
hecho dos acuerdos con el sector financiero: el del año
pasado y el nuevo.
En el nuevo, el sector financiero se
compromete a colocar en vivienda social, un billón de pesos en crédito,
entre el 30 de junio de este año y el 1 de julio del año
entrante.
Hemos encontrado casos como Cúcuta, urbanización
Ciudadela Atalaya. Son terrenos de invasión, unas casas
en muy malas condiciones pero se pueden mejorar. El alcalde de
Cúcuta nos ha dicho que el municipio está dispuesto
a comprarle a los dueños de esos terrenos para legalizar
los títulos. Y el Gobierno Nacional, a través de
este acuerdo con el sector financiero, ayudar a proveerlos de
crédito. Además el Gobierno Nacional con el Fondo
de Garantías de por medio, para que la gente mejore su
casita.
Creo que debemos darle un gran impulso
al programa de vivienda social, en el capítulo de mejoramiento, a través
de crédito y no sujetarlo, exclusivamente, a la disponibilidad
de recursos fiscales para pago de subsidios.
Además, el Congreso aprobó una ley muy buena que
está empezando a producir resultados, que es la ley que
autoriza a las cajas de compensación familiar a tener
cuentas de ahorro y crédito, para poderse fondear y mejorar
los programas de microcrédito y los programas de crédito
de vivienda.
Yo estoy de acuerdo con que Colombia
se comprometa, en lo que es el ‘Plan 2019: Visión Colombia II Centenario’,
a hacer una revisión periódica de esas metas. Y
estoy de acuerdo que vayan ajustadas a las del milenio.
Esta mañana, en un foro convocado por la Cámara
de Infraestructura, expresamos la necesidad de que el Plan Decenal
de Infraestructura, que algunos vienen proponiendo, se incorporen
a ese documento ‘Visión Colombia 2019’.
–Sea esta la oportunidad para proponerle a la universidad
que nos ayude con el examen de ese documento. Ese documento,
que lo pusimos a consideración de los colombianos el 7
de agosto, busca que el país no tenga que vivir en el
cortoplacismo, que a través de la discusión democrática
fijemos una visión de largo plazo, la presentación
del doctor Holguín me exime de hablar de algunas de estas
metas.
El documento lo hemos llamado primer
borrador. Esperamos que cuando se de esta primera ronda de
discusiones, en el primer
trimestre del año entrante se produzca el segundo borrador,
que sea producto de la discusión del primer borrador y
que sea el primer borrador, ya ajustado con esa discusión-.
En el tema de educación yo creo que vamos a cumplir,
vamos a cumplir la meta de millón y medio de cupos escolares.
Hay que hacer un gran énfasis en el tema de calidad. Ahí estamos
avanzando. Yo creo que en el tema de educación vamos por
buen camino.
Estoy de acuerdo con impulsar la ley
de saneamiento, con todas las advertencias del caso. Diciéndole a esa ley: esta
ley no se excluye con la Ley de Extinción o algo por el
estilo, cualquier duda se disipa. Entre otras cosas porque hay
que abaratar el saneamiento de títulos. El Gobierno se
propuso una meta modesta de 40 mil títulos saneados en
el cuatrienio, la vamos a superar, pero es muy costoso.
Entonces todo lo que la ley pueda hacer
para eliminar gastos notariales para esos casos de saneamiento
de títulos,
etcétera, ayuda muchísimo.
Quería así referirme, de la manera más
respetuosa y constructiva, a las intervenciones del rector, del
doctor Carlos Martínez y del doctor Carlos Holguín.
Yo les traía algunas ideas.
Pensaba, para este foro de la Universidad Sergio Arboleda hoy,
hablar de lo que son contradicciones aparentes.
Se suele proponer que hay una contradicción entre la
seguridad y la lucha contra la pobreza. Que hay una contradicción
entre crecimiento y pobreza. Que hay una contradicción
entre economía interna y economía externa. Que
hay una contradicción entre el manejo de corto plazo y
la visión de largo plazo. Y, hay un debate bien importante
que dar en política social en Colombia: ¿queremos
una política asistencial o una política estructural?
Entonces déjenme referir –y
voy a procurar hacerlo brevemente- a estos temas.
El diálogo con los colombianos nos ha demostrado que,
del pueblo colombiano, surge la tesis de que la Seguridad Democrática
y la lucha contra la pobreza no son excluyentes, sino que son
acciones de Estado que necesariamente tienen que ir de la mano.
Lo repitió el doctor Carlos Martínez, yo suelo
decir, para ilustrar eso: me reúno con los alcaldes, con
los gobernadores e independientemente del origen político
de su elección, todos reclaman más política
social y más autoridad, más policía, eso
es impresionante.
La verdad es que, sin seguridad, sin
una señal clara
de seguridad, no hay confianza inversionista, no hay crecimiento,
no hay manera de financiar la política social. Y si no
hay una política social de fondo, no se puede estabilizar
la seguridad en el largo plazo.
Entonces uno ve ahí una relación de mutua dependencia.
La sostenibilidad de la política de seguridad depende
de que haya una política social que legitime las instituciones.
Y a su vez, la sostenibilidad de la política social, depende
de que haya una política de seguridad que garantice la
afluencia de la inversión y el crecimiento continuo.
Creo que es muy importante, en el tratamiento
doctrinal de los problemas de la Patria, presentar la política de Seguridad
y la política Social, como políticas hermanas,
gemelas; políticas que van la una de la mano de otra,
en una ecuación en la cual cada una de las partes se convierte
en un factor necesario para la sostenibilidad de la otra.
Política Social, factor necesario para la sostenibilidad
de la política de Seguridad. Sin política Social
no se legitima la política de seguridad. Y sin legitimidad,
no hay manera de sostener la política de Seguridad. Y
por el lado de la política de Seguridad, sin ella, es
imposible que afluyan los recursos para la política Social.
El segundo tema, es la contradicción aparente entre crecimiento
y pobreza. Esa contradicción hoy no existe. Bien lo decía
el doctor Roberto Junguito: “un país que no crece
es un país que no tiene recursos para redistribuir”.
La práctica ha hecho mucha claridad sobre ese debate,
porque el país ha llegado a momentos tales de postración,
que si se insiste en la redistribución a partir de la
postración, no hay que redistribuir. Por eso necesita
el crecimiento. El país hay que mantenerlo en una senda
de crecimiento acelerado, ojalá como lo propone el Plan
2019, podamos llegar a un crecimiento estable superior al 6 por
ciento.
Los estudiosos me han dicho que en el
segundo trimestre del año, el crecimiento estuvo por encima del 4.5 por ciento.
Esperemos a ver qué dan las cifras, pero incluso, han
hablado algunos del 4.8 por ciento. Pero el país se tiene
que aproximar a eso: crecimientos del 6 por ciento, crecimientos
sostenidos, en una trayectoria de largo plazo, para poder financiar
una política social bien agresiva.
Entonces, es la segunda contradicción que tenemos que
eliminar: no hay contradicción entre crecimiento y política
social.
La tercera contradicción que hay que eliminar, en mi
concepto, es la contradicción entre el fortalecimiento
de la economía externa y el fortalecimiento de la economía
interna: no son excluyentes.
Hace pocos días, comentando con el doctor Santiago Montenegro,
director de Planeación, la propuesta que él hace
en el documento ‘Colombia 2019’, de que el sector
jalonador sea el sector externo, yo le decía: pero no
como un sector que excluya al interno, porque en un país
con un 52 por ciento de pobreza, el sector interno se convierte
en una gran fuente de crecimiento de la economía. Lo ha
mostrado el modelo chino.
El modelo chino, creo que está basado en lo que (Danilo)
Zolo decía el modelo japonés, recién pasada
la Segunda Guerra: en una disponibilidad permanente de capital
y de mano de obra.
Los chinos están recibiendo 67 mil millones de dólares
de inversión al año y tienen todavía mil
millones de pobres. Entonces, crecen al 10 por ciento sostenido,
porque cada año les llegan 67 mil millones de dólares
a invertir allí y van reivindicando esos sectores pobres.
Y esos sectores pobres se convierten en consumidores y a medida
que los van vinculando, activan muchísimo la demanda.
La erradicación de la pobreza hay que entenderla como
una fuente de crecimiento de la economía, además,
hay que presentarla como tal. Y eso nos tiene que llevar a considerar
que no hay contradicción entre una economía jalonada
por el sector externo y la necesidad de mantener la economía
interna, a través de la erradicación de la pobreza
en permanente expansión.
La otra contradicción que se ha querido presentar, especialmente
por este Gobierno –y por el defecto de este Presidente
de ser mirón de los detalles- es la contradicción
entre la visión de largo plazo y el corto plazo. No hay
tal.
Hay que tener visión de largo plazo y hay que tener angustia,
febrilidad para trabajar en el corto plazo. Si uno simplemente
se queda en la visión macro, en el discurso macro y no
trabaja en lo del día a día, el discurso macro
se queda en la teoría.
Hay que tener una gran vocación ejecutiva, con todos
los elementos que la vocación ejecutiva exige para dar
resultados, a fin de ir cumpliendo con las metas macro, con la
visión de largo plazo. Y no es un tema de abandonar la
macrogerencia y sustituirla por la microgerencia, no. Es un tema
de estar pendiente, como obligación del gobernante, de
que las cosas se ejecuten. Si no, no vamos a lograr las metas
de largo plazo de la política social y económica.
Es bien importante sí, en una visión de largo
plazo, para que la ciudadanía se entusiasme y legitime
esa visión, presentar metas parciales, victorias parciales,
victorias de corto plazo. Porque de ahí la importancia
y coincido con ustedes, de proponer esas revisiones trienal,
cada tres años; porque si la revisión da mal resultado,
nos tenemos que pellizcar a ver qué nos está fallando.
Y si da buen resultado, se convierte en una victoria de corto
plazo que anima a seguir.
Entonces, la relación entre la meta de largo plazo y
las metas parciales es fundamental, como es fundamental la relación
entre la visión de largo plazo y la dedicación
ejecutiva a lo del día a día. Esa es otra contradicción
que se debe eliminar en la doctrina política de la Patria.
Y finalmente, ¿la política social debe ser asistencial
o estructural? ¿Cómo la definiría yo?, de
manera muy elemental: una política social estructural,
en un medio como el colombiano, debería ser una política
que cada momento esté presentando reducciones de pobreza,
de miseria, de indigencia; y que muestre un mejoramiento en los
indicadores de distribución. Eso debe ser la manera de
medir una política, para decir si esa política
es estructural o meramente asistencial.
¿Qué es la política nuestra? ¿Estructural?:
creo que sí. ¿Tiene elementos asistenciales?: lo
reconozco. ¿Por qué digo que es estructural?: porque
está dividida en Siete Herramientas de Equidad, pero la
fundamental es la educación.
La Educación es la (primera) herramienta de equidad alrededor
de las cuales giran las otras. Por ejemplo, todo el programa
de Protección Social (segunda herramienta), que venimos
orientando a niños, Familias en Acción, etcétera,
es para facilitar el acceso al aparato educativo.
El programa de País de Propietarios (sexta herramienta)
no funciona si no hay capacitación. El programa de País
de Propietarios es un programa relacionado con la formación
técnica.
El programa de Calidad de Vida Urbana
(séptima herramienta),
necesita una gran de construcción de capital social a
partir de la educación.
Entonces, uno revisa las Siete Herramientas
de Equidad y cada una de las siete está conectada con la principal, que
es la educación. Por eso diría yo que esta política
es estructural.
Me preguntarán ustedes: ‘¿y eso garantiza
un mejoramiento de los indicadores de distribución?’ Yo
sí creo. Los resultados de la educación no son
de corto plazo, pero si hay persistencia, se dan.
Ahora, en el tema de la igualdad lo fundamental
es la igualdad de oportunidades, que sólo se consiguen a través
de la universalización del acceso a la educación
y a educación de calidad.
Por eso el Gobierno le hace tanto énfasis a la Revolución
Educativa, que tiene que ser una revolución dialéctica,
en permanente mejoramiento, en permanente revisión.
No les voy a hablar de lo que se ha hecho
hasta ahora en la Revolución Educativa, para no ser tan extenso. Simplemente,
a manera de ejemplo de cómo tiene que ser dinámica
esa política, si ustedes e preguntaran cuales tiene que
ser los siguientes pasos de la Revolución Educativa, yo
les hablaría de dos: este Gobierno va a pasar de 6 millones
900 mil usuarios de Bienestar Familiar, a más de 10 millones.
En los próximos días voy a invitar al Congreso
de la República a solemnizar que hay 570 mil ancianos
recibiendo subsidios del Gobierno y que han entrado un millón
de niñitos menores de cinco años, al programa de
desayunos reforzados.
Entonces sumemos: un millón de niñitos menores
de cinco años, en el programa de desayunos más
un millón 300 mil niñitos en el programa de hogares
comunitarios, que no tiene educación. Ahí hay 2
millones 300 mil en esos dos programas.
¿Cuál debe ser un paso de la Revolución
Educativa? A esos muchachitos, a medida que están en los
programas de nutrición, empezar en los programas educativos.
El mundo entero coincide, que si se anticipa la edad escolar,
se crea mejor ciudadanía, hay menos riesgos de que los
jóvenes entran a la delincuencia, etcétera.
Otro reto para mantener la Revolución Educativa en dinámica:
cumplir, nosotros, lo que hemos propuesto al Sena.
Colombia es un país que miraba las técnicas y
las tecnologías con desdén, las veía como
oportunidades educativas de cuarta categoría. Mientras
los países desarrollados por cada 10 técnicos producían
un profesional, aquí al revés, por cada 10 profesionales
un técnico. Eso hay que invertirlo.
¿Qué hemos hecho?: estamos proponiendo el acuerdo
del Serna y de las entidades de formación técnica
y tecnológica con las universidades, para que el muchacho
que se gradúe en el Sena, esos créditos se los
valgan para después acceder a un título de educación
superior.
El Sena termina este año con acuerdo con más de
60 universidades. Entonces en poco tiempo habremos de ver muchachos
que se graduaron en una tecnología del Sena, que la Universidad
Sergio Arboleda le recibe esos créditos y así pueden
graduarse, acceder al título superior.
Y eso dentro de un punto que es medular
en nuestra Revolución
Educativa, que es crear en los colombianos el hábito,
a partir de darles la oportunidad de que los colombianos estudiemos
y trabajemos toda la vida.
El año pasado, cuando lanzábamos eso, me decían
en el Sena de Cundinamarca: ‘¡Ah! Presidente, pero
es que uno ya cuando entra aquí tiene que aprender a manejar
un tractor y una máquina, esto está muy aburrido’.
Les decía: muchachos, después van avanzando en
sus estudios pero permítanle al Sena hacer esta reforma,
para que ustedes empiecen conociendo un oficio productivo. Entonces
el Sena los habilita para entrar al mercado del trabajo o para
seguir estudiando hasta cuando quieran, hasta llegar a ser científicos.
Esa concepción piramidal de la educación, nos
puede ayudar mucho y estos dos serían los dos grandes
retos.
Hay elementos asistenciales de la política
social, claro que los hay.
Así como es claro el tema de que la nutrición
infantil, para posibilitar la educación, es un elemento
estructural; hay que entender que subsidiar 570 mil ancianos,
es un elemento asistencial. Pero es que la democracia tiene unos
elementos de legitimidad, no creo que le convenga a la democracia
nuestra tradicional indiferencia por los ancianos. Una solidaridad
simplemente de discurso y no de resultados.
Reconozco, por ejemplo, que ahora que
este Gobierno va a ajustar 570 mil ancianos subsidiados, esa
es una política sustancial
pero es una política necesaria para la democracia, para
la legitimidad, para el conglomerado social.
Les agradezco inmensamente, quería hacerles estas reflexiones”.