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17 de agosto
Con la orden de San Carlos en el grado de Caballero

PRESIDENTE URIBE CONDECORÓ AL PADRE JOAN CAÑELLAS I BARCELÓ

Bogotá, 17 ago. (SNE).- El siguiente es el discurso del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante la imposición de la condecoración Orden de San Carlos en el grado de Caballero, al padre Joan Cañellas I Barcelo:

“El Servicio Solidario y Misionero de los Padres capuchinos de Cataluña y Baleares, es la materialización de uno de los mandatos más admirables del cristianismo: “amar al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios”.

En reconocimiento a su trascendental tarea de caridad y solidaridad con los pobres de Colombia, el Gobierno Nacional otorga a usted, reverendo Padre Joan, la Orden de San Carlos en el Grado de Caballero. Es un acto que nos enaltece como colombianos, porque permite manifestar nuestro respeto y admiración a la inmensa obra misionera y a su director.

Usted, reverendo Padre, es un nacional colombiano en el mejor sentido de la palabra: ama a los pobres y olvidados de nuestra nación, conoce sus regiones más apartadas y en ellas, acompañado del Servicio Solidario, se ha entregado a la educación y a la salud de los más vulnerables.

Usted, es solidario con la Colombia Profunda, esa que con su esfuerzo, unido al de otros millones de colombianos de buena voluntad, está saliendo de la postración, del abandono y de la humillación que produce la miseria.

Algunos colombianos, alegando la defensa de la sociedad, han derramado sangre, destruido escuelas, martirizado campesinos, dividido familias y empobrecido más a los pobres. Intentando destruir al Estado legítimo, han oprimido a la sociedad. Usted, y la Misión, en cambio, sí que están alzados contra la miseria, contra el abandono, contra la ignorancia. Usted y la obra, son un ejemplo de lucha por la trasformación de la sociedad, por la equidad y por la paz.

Colombia agradece al Servicio Solidario y Misionero, las tareas adelantadas en San Andrés: capacitación a madres cabeza de familia en diversos oficios, entrega de mercados mensuales a hogares de adultos mayores, creación del programa de estudios universitarios para jóvenes de San Andrés y Providencia, que hoy cuenta con tres residencias estudiantiles en Bogotá, donde además de ayudar con la matrícula y manutención, brindan formación moral.

La Fundación ha expandido su acción a centros nutricionales, dos en Alcalá (Valle del Cauca), uno en construcción en Florencia y el que está en proceso en Cartago. Pero su obra, no se limita a Colombia. ¿Cómo no exaltar el hospital para enfermos de VIH, que funciona en Costa Rica, gracias a su labor; o el trabajo en África?

La obra de la Misión no utiliza palabrería vana, sino acción y realidades. La palabra social es, para la Misión solidaridad, trabajo filantrópico que adiestra a los alumnos para ejercer el oficio que los realizará en la vida. Para la Misión, la palabra paz es el rescate de la soberanía con hechos; es impartir una educación que no trasplante conocimientos inútiles, sino que los cree desde abajo para que las comunidades puedan vivir mejor.

El Servicio Solidario y Misionero de los padres Capuchinos de Cataluña y Baleares, y su director general, el padre Joan Cañellas I Barceló, testimonian la fecunda producción de bienestar colectivo que pueden aportar los particulares cuando hay transparencia y desprendimiento. La actividad del sector público, la actividad altruista del sector privado español es complemento necesario y alternativa indispensable a los esfuerzos gubernamentales.

Muchas gracias por todo lo que hace en bien de Colombia. Que la Providencia nos permita que los colombianos lo sigamos teniendo a usted que tantos beneficios ha traído para esta Patria.

Siento mucho orgullo al imponerle en nombre de todos los compatriotas la orden de San Carlos”.

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