Palabras del
Presidente de la República
77 AÑOS DEL BATALLÓN GUARDIA PRESIDENCIAL
Bogotá, 19 ago. (SNE).- El siguiente
es el discurso del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la celebración de los 77 años del Batallón
Guardia Presidencial:
“Nos reunimos nuevamente, en este patio, para celebrar
un nuevo aniversario de la creación del Batallón
Guardia Presidencial.
Inicialmente, el Libertador Bolívar, en 1814, creó la
Guardia de Honor en Barrancas, Venezuela. En 1927, el Presidente
Abadía Méndez, dictó el decreto que crea
la Guardia de Honor del Presidente de la República.
Desde septiembre de 1958, se constituyó la representación
de las cuatro armas del Ejército: la de Infantería,
la Caballería, la Artillería y los Ingenieros.
El Batallón Guardia Presidencial ha cumplido una loable
tarea en la defensa de la democracia de Colombia. Diría
yo, que el Batallón Guardia Presidencial es un ejemplo
del deber de la institución armada de preservar la institución
democrática, que enaltece a las Fuerzas Armadas y de Policía
de Colombia.
Expresó a usted, señor Coronel (Jorge Humberto)
Jérez Cuellar, a su señora, a sus hijos, a los
oficiales, a los suboficiales y a todos los integrantes del Batallón
Guardia Presidencial, nuestra infinita gratitud.
Déjenme hacer una referencia a lo personal. Las circunstancias
de Colombia han hecho de este período presidencial, un
período particularmente difícil para la protección
del Presidente de la República.
Gracias a Dios, al esmero, a la solidaridad
de la Fuerza Pública
de la Patria y al énfasis, muy especial, de la tarea del
Batallón Guardia Presidencial, esto ha transcurrido bien.
En nombre del Vicepresidente de la República (Francisco
Santos Calderón), cuya distinguida esposa aquí nos
acompaña, de sus hijos, de mi señora (Lina Moreno),
de mis hijos, de todos los compañeros que laboramos en
la Casa de Nariño, en la Casa de la Vicepresidencia, en
estos edificios públicos, nuestra gratitud al Batallón
Guardia Presidencial. Nuestra infinita gratitud.
Hace pocos días, en el aniversario del Ejército,
me referí ampliamente a seis puntos fundamentales para
la eficacia y la credibilidad de nuestra Fuerza Pública:
a la voluntad política, a la permanencia en las operaciones,
al acompañamiento integral, a la eficacia, a las comunicaciones
y a la transparencia.
Hoy quiero resaltar otros dos elementos:
el rol de la Fuerza Pública de Colombia, el papel que tiene que cumplir hoy
para la generación de empleo y para arbitrar los recursos
para la política social.
El primer elemento –al cual haré una referencia-
y el segundo, cómo el pueblo colombiano todos los días
quiere más a su Fuerza Pública, a medida que ve
que su Fuerza Pública es guardián de día
y de noche, guardián insomne de su democracia.
Colombia ha tenido una economía históricamente
bien manejada, con períodos mejores y con períodos
de rezago.
El grave problema colombiano es el influjo
del terrorismo en la desaceleración de la economía y en el empobrecimiento
de nuestros compatriotas. Por eso, suelo repetir lo que hoy quiero
fijar en la mente de ustedes: bienvenido el buen manejo económico,
bienvenida la preocupación por lo social pero, todo eso
tiene hoy una variable principal que es la Política de
la Seguridad Democrática cuyo actor principal es la Fuerza
Pública y cuyo aporte principal es el sacrificio de la
Fuerza Pública.
Ningún predicamento económico, ningún propósito
social produce resultados de inversión, de empleo, de
educación, de protección social, en un país
que no sea capaz de quitarse de encima la pesadilla del terrorismo.
Cuando ustedes, Soldados de Mi Patria,
están en la tarea
de devolverle a nuestra Nación la seguridad, están
luchando por el empleo, están creando las condiciones
para que afluya la inversión, están creando las
condiciones para tener un mayor crecimiento de la economía,
están creando las condiciones para que este país
construya una sociedad en equidad.
Ustedes son, hoy, grandes constructores
de la expansión
de la economía y de los cimientos para que este país
tenga una mejor política social.
Nada más importante que perseverar en su tarea, que pulirla
todos los días, que al despuntar de cada sol, cuando ustedes
despiertan y tienen que empuñar el fúsil de la
República, apostado al lado de su camarote, al rezar a
nuestro Señor por la compañía en el día
que empieza, su primer recuerdo sea el siguiente: cada uno de
ustedes es hoy arquitecto de la expansión económica
y de la protección social de los colombianos.
¡Sin la abnegada tarea de ustedes es imposible que esta
economía crezca velozmente, es imposible que concurran
los recursos para construir el sistema de protección social!
Hemos empezado una bella discusión en Colombia: ¿cómo
queremos que sea nuestra Patria en el 2019 cuando estaremos celebrando
los primeros 200 años de vida independiente, después
del triunfo de nuestros libertadores en la Batalla de Boyacá?
Con la dirección del doctor Santiago Montenegro, hemos
entregado para la discusión de los colombianos ese libro
que se llama: Colombia, Visión de Segundo Centenario.
Un primer borrador para irlo puliendo a medida que lo discutamos,
para que la visión de largo plazo se construya en el debate
democrático que permita superar tanta contradicción.
Pues bien allí hay unas metas muy exigentes en reducción
de la pobreza. Hoy, sin sumar subsidios, la pobreza afecta al
52 por ciento de los colombianos. Cuando la deflactamos o le
aplicamos los subsidios –que están recibiendo muchos
colombianos- se rebaja en 10 puntos. Pero para el 2019 tenemos
que tenerla muy cerca de su eliminación definitiva.
Una meta de ese tamaño, apreciados Soldados de Mi Patria,
implica que este país consolide la seguridad para que
afluya la inversión, se consolide la confianza y podamos
disponer de los recursos para esa política social.
Esa Patria nuestra, no hace mucho, llegó a tener un desempleo
rondando el 20 por ciento, hoy esta en el 11.4 por ciento. Dios
quiera que terminemos el año con el 10 por ciento. Todavía
muy alto, para la pobreza de los colombianos, pero la tendencia
es positiva.
Reducir ese desempleo a cifras alrededor
del 5, 6 por ciento, implica perseverar para consolidar, para
fortalecer la confianza
en Colombia. Y el primer punto de perseverancia es la Política
de Seguridad Democrática.
Esta Patria nuestra, había visto reducir la inversión
extranjera a 600 millones de dólares por año, este
año puede ser del orden de 5 mil millones de dólares.
Tengo fe, después de ver los registros de inversión
del año pasado, de examinar los registros de inversión
de este año y de anticipar los del año entrante –a
partir de analizar la apreciación de los inversionistas
internacionales sobre Colombia-, tengo fe que Colombia se está convirtiendo
en un país de moda para la inversión y que eso
nos va a ayudar mucho a generar empleo y a superar la pobreza.
Pero el buen suceso de estas predicciones
depende de nuestra perseverancia en la política de la Seguridad Democrática,
en el éxito de nuestra Fuerza Pública, que a su
vez se fundamenta en la exposición al sacrificio de cada
uno de sus integrantes.
Y el segundo punto: los campesinos colombianos,
los trabajadores colombianos, los empresarios colombianos,
los alcaldes colombianos,
los gobernadores, los congresistas, todos piden a diario más
y más presencia de nuestra Fuerza Pública en todos
los sitios del territorio.
Los colombianos hoy desean que, en todas
partes, se exprese la institucionalidad a través del ejercicio de la Fuerza
Pública como único instrumento de la Constitución
para la protección de nuestros connacionales.
Y los colombianos lo piden con afecto.
Yo no solamente escucho las razones, el pensamiento, de todos
mis compatriotas que hoy
están convencidos que el país necesita el imperio
de las instituciones, su Fuerza Pública en todo el territorio,
una Nación sin terroristas, sin guerrillas, sin paramilitares,
una Nación sin narcotráfico, una Nación
sin corrupción, una Nación con transparencia, con
política social eficaz, con la presencia de su Fuerza
Pública en toda parte. Eso ronda en el raciocinio de los
colombianos.
¡Pero más importante que eso que se palpa y se
escucha y se lee a diario en la expresión oral y escrita
de nuestros compatriotas, es el sentimiento de cada uno de nuestros
compatriotas! Con alborozo, nuestros compatriotas reciben a la
Fuerza Pública donde quiera que ella llega. Con alborozo,
nuestros compatriotas avivan a la Fuerza Pública en los
desfiles. Con alborozo, los niños que van en los buses
o en la parrilla de una moto o de una bicicleta o en la ventanilla
de un vehículo particular, agitan una banderita de Colombia
para saludar al policía o al soldado apostado en la vera
del camino, garantizando la libre movilidad por las carreteras
de la Patria.
Hoy, apreciados soldados, hay un alborozo
en el sentimiento colombiano por la presencia de la Fuerza
Pública. Ningún
momento más importante que éste, cuando hay ese
gran apoyo de la ciudadanía, para que la Fuerza Pública
en su razón y en su sentimiento fortalezca una voluntad:
la derrota del terrorismo.
¿Y saben por qué se consolida, no es oscilante
sino firme la tendencia de apoyo de nuestros compatriotas a la
política de Seguridad Democrática y a la Fuerza
Pública?: por su vocación democrática. ¡Porque
es una seguridad para todos!
Es una seguridad que en su nombre no
ha recortado las libertades sino que las ha profundizado. Es
una seguridad, para brindarla
por igual al defensor de las políticas del Gobierno que
al opositor, para brindarla por igual al que hace el comentario
amable, que aquel que hace el comentario crítico. Una
seguridad con libertades.
En muchas partes, los apoyos a la Fuerza
Pública fueron
fulguraciones del momento, tan pronto se oía el aplauso,
también se silenciaba el aplauso y era sustituido por
el señalamiento ignominioso.
¿Por qué? Porque en esos momentos, en esos países,
las políticas de seguridad no fueron democráticas,
las políticas de seguridad anularon las libertades, las
políticas de seguridad fueron simplemente instrumentos
para oprimir sectores y eso hizo que la opinión no acompañara
esas políticas de seguridad durante períodos largos
en el tiempo. Y marca el contraste con Colombia.
Aquí hay un reclamo de la opinión por el éxito
permanente de su Fuerza Pública, hay un alborozo del pueblo
con su Fuerza Pública, hay una expresión del sentimiento
del pueblo que quiere el éxito de su Fuerza Pública,
porque esta política es Democrática.
Ustedes le están devolviendo la seguridad a Colombia,
en un ambiente de libertades democráticas. Eso acompaña
la batalla de ustedes, la enaltece ante el pueblo y garantiza
el permanente apoyo del pueblo.
Al dar mis agradecimientos inmensos al
Batallón Guardia
Presidencial, quiero saludar a los compatriotas condecorados
esta tarde, expresar a todos ellos nuestra inmensa gratitud por
sus servicios a Colombia, a la institución armada, por
su devoción y afecto por la Constitución, por las
reglas de nuestro Estado de Leyes.
Señor Coronel Jeréz, pido permiso a sus superiores
para expresar a usted, a su señora, a los oficiales, suboficiales
e integrantes del Batallón Guardia Presidencial, toda
nuestra gratitud.
A todos muchas felicitaciones en este aniversario y nuestra
infinita gratitud.