Bogotá D.C.,
Agosto 22 de 2005
Doctor
LUIS CARLOS VILLEGAS ECHEVERRY
Presidente
Doctor
RAFAEL MEJIA LOPEZ
Vicepresidente
Señores
INTEGRANTES DEL CONSEJO GREMIAL NACIONAL
Ciudad.-
Apreciados Señores:
Comprensible estupor debió causar en ustedes el titular
de El Tiempo de hoy: “TLC: No mas consultas a empresarios”,
toda vez que, si esta afirmación fuese correcta, entraría
en pugna con la actitud que el Gobierno Nacional invariablemente
ha sostenido durante todo el proceso de negociación con
los Estados Unidos.
En mis declaraciones ante los medios
de comunicación
el pasado viernes, señalé que el Gobierno y su
equipo negociador conocen a cabalidad cuáles son los intereses
ofensivos y defensivos que perseguimos; qué puede obtenerse
conjugando ambición y realismo; y cuáles son las “líneas
rojas”, es decir, aquellos elementos que constituyen el
piso de la negociación. A nadie puede sorprender que,
a estas alturas, después de transcurridas once rondas
generales, varias reuniones bilaterales, multitud de consultas
con los empresarios, un amplio número de debates de control
político en el Congreso y múltiples visitas a las
regiones, tengamos esta claridad. Bien por el contrario, tendría
que causar alarma que todavía tuviésemos al respecto
vacilaciones e incertidumbre.
La permanente interlocución con los empresarios y, de
modo preferente, con el Consejo Gremial y las Instituciones que
lo integran, ha sido una regla de juego que siempre hemos respetado.
Debo manifestarles, a nombre del Presidente de la República
y en mi condición de Ministro responsable del proceso,
que ella será mantenida hasta la finalización de
las negociaciones.
Desde luego, ustedes y nosotros comprendemos
a cabalidad que la obligación de velar por los más altos intereses
públicos, si bien gravita tanto sobre el sector privado
como sobre el Gobierno, es a este último a quien corresponde
la carga y responsabilidad de tomar las decisiones. Lo haremos
con patriotismo, pensando en el bienestar nacional, pero dispuestos
a pagar los costos políticos que ello signifique, tal
como lo he señalado en numerosas ocasiones y lo reiteré en
mis declaraciones del pasado viernes.
¿Cuando hablo de costos políticos, a qué me
refiero? A que no todos los empresarios resultarán ganadores,
y que aún entre estos últimos algunos recibirán
un beneficio potencial mayor que otros. Tales resultados no son
exclusivos de esta negociación. En realidad, toda política
tiene costos y ganancias; de allí que la tarea, difícil
y muchas veces ingrata, que corresponde a las autoridades consista
en reducir los primeros y maximizar los segundos. Aún
la decisión de preservar el statu quo económico
y social produce este tipo de resultados: cuando se decide inhibir
el cambio se frustran las posibilidades de progreso para sectores
importantes de la sociedad.
Nos acercamos, sin duda, al fin de la
negociación con
los Estados Unidos. Conocen ustedes el cronograma de reuniones
de preparación de las siguientes rondas, tan intenso o
más que los anteriores. Su participación es ahora
tan importante como siempre pero mucho más difícil.
Les corresponderá moderar expectativas, articular intereses
encontrados y buscar, conjuntamente con nosotros, el bien nacional.
Se que contamos con ustedes. Confíen ustedes también
en nuestra buena fe y capacidad para concluir una negociación
que le sirva al país para la realización de sus
sueños de mayor crecimiento y progreso social.
Cordialmente,
JORGE H. BOTERO
Ministro de Comercio, Industria y Turismo