Bogotá, 24 ago. (SNE).- La libertad controlada de los precios
de la leche ha permitido no sólo mantener el ingreso a
los productores, sino en algunos casos mejorarlo.
Al hacer un balance de la medida que
se adoptó desde el
14 de julio, el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias
Leiva, dijo que está funcionando bien y no ha tenido hasta
el momento ninguna queja.
“La medida está funcionando bien. No se conoce ningún
pronunciamiento en contra y todos deben estar muy atentos vigilando
que esté funcionando bien para informar al Consejo Lácteo
que es el que me asesora en el tema lácteo con el fin de
poder ajustar cualquier cosa que deba ser ajustada”, manifestó.
De acuerdo con Arias Leiva, es una medida
que lo único
que busca es el bienestar de todos los agentes de la cadena y en
tal sentido es bueno darle una oportunidad para que demuestre que
sí funciona, sin desconocer que “en el momento en
el que no funcione se revisa y los Gobiernos están para
revisar, para ser flexibles para adaptarse cada momento”.
El Ministro explicó que lo único que se hizo fue
eliminar una resolución que fijaba el precio cuota y el
precio excedente. El primero de ellos determinaba un precio para
pagar la leche hasta cierto nivel de producción y el segundo
era un precio artificialmente bajo para pagar la leche por encima
de ese nivel de producción.
“La verdad es que esos precios no se cumplían en
muchas partes del país. En algunas zonas sí, pero
en muchas zonas, especialmente en las regiones más apartadas
no, y lo que servían era para que algunos compradores de
leche abusaran pagándoles siempre el precio artificialmente
bajo”, explicó el funcionario.
Agregó que adicional a esta medida se adoptaron otros mecanismos
para mejorar la situación del sector lechero del país.
“Las importaciones de leche están cerradas y permanecerán
cerradas, eso es lo que ha permitido tonificar el precio de la
leche en los últimos 18 meses y ha sido redentor para el
sector”, aseguró.
Otra medida pretende evitar abusos de industriales con ganaderos,
llevando un control y vigilancia estricta del comportamiento de
los precios tanto de compra como de venta de la leche.
“Si en algún momento se diera una reducción
ligera en el precio al ganadero por condiciones de oferta o por
la estacionalidad propia del mercado lácteo, el industrial
que compra esa leche a un precio ligeramente inferior al que está hoy
tiene que bajar también su precio de venta, si no lo hace
incurre en la figura de precio inequitativo y la Superintendencia
de Industria y Comercio entraría a multar y sancionar”,
explicó Arias.
Para ello se fortaleció el Consejo Nacional Lácteo
con un equipo de 10 técnicos que están vigilando
por todo el país, allí donde se pudiera estar pagando
a un precio inequitativo para que la Superintendencia pueda entrar
a sancionar.
Así mismo se destinaron 4 mil millones de pesos para estructurar
en lo que queda del año y en el 2006 un incentivo al almacenamiento
de leche para romper la estacionalidad que se da.