Bogotá, 30 ago (SNE). Un total de 107.263 familias desplazadas
de las ciudades de Florencia, Villavicencio, Ibagué, Neiva
y Yopal, están habilitadas para acceder a los subsidios
de educación y nutrición que entrega el Gobierno
Nacional a través del programa Familias en Acción.
El Gobierno abrió este martes
30 de agosto las inscripciones del programa para familias que
afrontan el problema del desplazamiento
en las mencionadas ciudades. Los interesados tienen plazo hasta
el 2 de septiembre para registrarse y empezar a recibir las ayudas.
Las familias desplazadas que tengan hijos
menores de 18 años
y aparezcan en el Registro Único de Población Desplazada,
a fecha 31 de mayo de 2005, pueden inscribirse en las oficinas
dispuestas por el programa Familias en Acción en las cinco
ciudades.
Se estima que alrededor de 504.837 personas
están habilitadas
para recibir los subsidios de nutrición y educación
en Florencia, Villavicencio, Ibagué, Neiva y Yopal.
Luego de surtirse la etapa de inscripciones,
los beneficiarios recibirán cada dos meses una ayuda monetaria a través
de las madres de familia.
Se trata de un subsidio bimestral de
nutrición de 93
mil pesos por cada familia con niños menores de 7 años,
así como de un subsidio escolar de 28 mil pesos por cada
niño matriculado en primaria y de 56 mil pesos para quienes
se encuentren cursando la secundaria.
Al momento de la inscripción, las madres de familia deberán
presentar los certificados de educación de sus hijos,
su cédula de ciudadanía y fotocopia de la
misma, fotocopia de los registros civiles de los menores y certificados
de matrícula del año 2005.
La Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación
Internacional realizó las pruebas piloto de inscripción
para personas desplazadas en Buenaventura y Sincelejo.
También ha adelantado otros dos procesos de inscripciones
en 15 ciudades, con el fin de cumplir la meta de beneficiar a
100 mil familias desplazadas durante la actual vigencia.
El programa Familias en Acción es una iniciativa de la
Presidencia de la República y se financia con recursos
provenientes del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo
y el Gobierno Nacional.
Su propósito es reducir la deserción escolar,
complementar el gasto que hacen las familias de bajos recursos
en alimentación, aumentar la atención en salud
de los niños menores de 7 años y mejorar las prácticas
de cuidado de las madres y sus familias.