PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN GRADUACIÓN
DE 539 MUJERES POLICÍAS
Fusagasugá, 31 ago. (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la graduación de 539 mujeres policías.
“Llego esta mañana a esta Escuela de Policía
del Sumapaz con una gran esperanza. Llego esta mañana sintiendo
que el territorio de la Patria es recorrido suavemente por una
brisa optimismo. Y todo ello se refuerza hoy con esta graduación.
Más de 450 mujeres de la Patria, jóvenes bachilleres,
algunas profesionales, técnicas y tecnólogas, abrazaron
esta noble y difícil tarea para convertirse en policías
de Colombia.
Su presencia en la fuerza, en la Policía de la Patria,
es garantía de transparencia, es un aporte a la inteligencia,
es un aporte al compromiso operativo, es un aporte al propósito
de realizar esta difícil tarea con amor.
Esta bellísima Escuela fue inaugurada el 10 de diciembre
del 97, era comandante del Departamento de Policía de Cundinamarca
el hoy general Alonso Arango Salazar.
Esta Escuela tuvo un inmenso apoyo de la
entonces Gobernadora, que hoy nos acompaña, doña
Leonor Serrano de Camargo.
¡En buena hora se construyó esta bellísima
Escuela!
Hoy, bajo la dirección del teniente coronel José Javier
Herrera Velandia, se gradúan 539 patrulleras provenientes
de Antioquia, Arauca, Atlántico, Bogotá, Boyacá,
Caldas, Caquetá, Bolívar, Casanare, Cauca, Cesar,
Córdoba, Chocó, Cundinamarca, Guaviare, Huila, Magdalena,
Meta, Norte de Santander, Nariño, Risaralda, Putumayo, San
Andrés y Providencia, Santander, Sucre, Tolima, Valle del
Cauca y Quindío.
A todos los familiares que han venido desde
las diferentes regiones mencionadas a acompañar a sus hijas, a acompañar
a sus primas, a sus hermanas para esta graduación, nuestra
bienvenida.
Si hay algo grato en este oficio que me
deparó la Providencia
y la confianza de mis compatriotas, son aquellos momentos cuando
puedo saludarme de mano con un compatriota e intercambiar rápidamente
algún comentario.
Ahora me decían: “Presidente, hemos venido desde
el Chocó; hemos venido desde Norte de Santander; hemos venido
desde tal y tal región, a entregar nuestras hijas a la Patria”.
¡Muchas gracias, papás y mamás,
por ese sacrificio!
Desprenderse ustedes de una hijita, para
que esa hijita le preste este servicio a la Patria, implica en
el alma y en el sentimiento
de ustedes un contraste: por un lado, la preocupación por
la permanente exposición al riesgo de la hija; por otro
lado, el sentimiento de tranquilidad por el deber cumplido con
la Patria.
Simultáneamente aquello de sentir que han aportado mucho
más que lo que los otros hemos aportado.
Pero también estoy seguro que estas distinguidas compatriotas
que hoy graduamos, al servir como policías de la Patria
van a contribuir a cuidar los niñitos, a cuidar las familias
de Colombia, a construir las condiciones para que las nuevas generaciones
puedan vivir felices.
Y entonces así estas patrulleras no tendrán solamente
la familia del papá y la mamá que las vieron nacer
y con quienes han crecido, sino que se integrarán paulatinamente
a todas las familias de la Patria.
Ustedes, mamás y papás, aportan una hoja a la Policía
y a la Patria, pero no pierden esa hija. Esa hija llevará a
todos los hogares de Colombia los valores que ustedes le inculcaron
al levantarla en el seno de su hogar.
Ustedes mantienen su hija, se la aportan a la Patria y todas las
familias de la Patria ganan esa hija.
Muchas gracias, papás y mamás.
Quiero felicitarlas a todas, apreciadas
patrulleras. Ustedes son ejemplo de carácter, de valor civil. La sola circunstancia
de entrar a las filas de la Policía, en una Patria con tantas
dificultades como la nuestra, acredita su coraje, su determinación,
su patriotismo,
Quiero felicitarlas a todas y a cada una,
y felicitar a Socorro Hernández Sandoval, de San Gil, Santander, cinturón
verde en taekwondo, quien hoy ha sido distinguida como la mejor
alumna de la promoción. Ustedes todas y Socorro enaltecen
a la mujer colombiana.
Quiero felicitar a sus profesores, a la
Policía, al señor
General Castro Castro y a todos los comandantes por abrirle al
pueblo colombiano la posibilidad de este crecimiento de la participación
de la mujer en la Policía.
Con esta graduación ya ajustamos casi 5 mil mujeres en
la Policía Nacional de Colombia. Eso es un paso extraordinario.
Que rápidamente las veamos de generales de la República,
sirviendo bien a la Patria.
Quiero felicitar a los directivos de la
Escuela, a sus profesores, a la mayor Alba Milena Velásquez Leyton, encargada del área
académica.
Un área académica muy bien definida, porque ese
pénsum ha incluido el procedimiento policial, los conocimientos
jurídicos, la promoción humanística, seminarios
de operaciones especiales rurales, técnicas de combate contra
subversivos, contra terroristas, contra paramilitares, contra secuestradores,
contra narcotraficantes, seminarios en Seguridad Democrática,
en el nuevo sistema penal acusatorio, en derechos humanos, en derecho
internacional humanitario y policía comunitaria.
Van a prestar sus servicios en todo el
territorio nacional, harán
parte de direcciones especializadas, como la Dirección de
Policía Judicial e Investigación, Dijin, la
Dirección de Inteligencia, Dipol, la Dirección de
Antinarcóticos y la Dirección de Antisecuestro y
Extorsión.
Fue María Eugenia Rojas Correa, hija del presidente Gustavo
Rojas Pinilla, doña María Eugenia Rojas de Moreno,
quien por primera vez vistió, en nombre de las mujeres colombianas,
el uniforme de la Policía.
En 1973 ingresaron 47 mujeres a la categoría de suboficiales
con énfasis en el trabajo con la población infantil
y comunitaria.
Este curso lleva el nombre de Dionis Marmolejo
Zea. Dionis ingresó a
la institución en agosto de 1993, recibió el grado
de patrullera en 1994, casada con Luis Alejandro García
Peña y madre de Daniela García Marmolejo, quienes
nos acompañan.
En 1978 Dionis obtuvo el ascenso al grado
de subteniente, prestó sus
servicios en la Metropolitana de Bogotá, en la Estación
de Suba, donde fue asesinada el 26 de agosto de 2004, cuando laboraba
en el programa Zonas Seguras, y al paso de su patrulla hizo explosión
un artefacto que segó su vida.
Ascendida póstumamente al grado de Intendente, que desde
el cielo nos ayude para que Colombia recupere rápidamente
su seguridad.
Mis compatriotas patrulleras: ustedes tienen
un gran compromiso con Colombia. Para que este país reduzca el desempleo necesita
inversión y la inversión no se da sin seguridad.
Para que este país produzca los recursos para poder aumentar
la inversión social y construir una nación justa,
se requiere la inversión, y la inversión demanda
seguridad.
Para que todos los colombianos confíen en las instituciones
que nos rigen, se necesita la transparencia, y ustedes las mujeres
son sinónimo de transparencia.
Hoy, después de esta graduación, cuando empiecen
a pensar en sus responsabilidades inmediatas y futuras, recuerden
su compromiso con el empleo, con la inversión social a través
de la seguridad para que crezca la economía.
Recuerden el compromiso con la transparencia para que ustedes
sean en todo momento ejemplo, luz que ilumine el camino de la transparencia.
Para que no haya corrupción en el Gobierno, para que no
haya corrupción en la justicia, para que no haya corrupción
en las relaciones entre los particulares y el Estado.
Ustedes son garantía de transparencia,
que a su vez es un presupuesto para que crezca la confianza de
los colombianos
en nuestras instituciones.
Hay que ser tan firme contra los terroristas, como firmes en los
derechos humanos.
En un Estado de opinión, la política de Seguridad
Democrática es sostenible si el pueblo la apoya. Y para
que el pueblo la apoye, esa política tiene que ser eficaz
en la lucha contra el terrorismo, guerrillero, paramilitar, narcotraficante.
Y para que el pueblo lo apoye, esa política tiene que ser
transparente.
La transparencia depende de nuestra adhesión a los derechos
humanos. El crecimiento de la participación de la mujer
en la Policía Nacional es camino, es garantía de
respeto total a los derechos humanos.
Si somos eficaces, derrotamos el terrorismo.
Si somos eficaces, el terrorismo negocia. El terrorismo no negocia
porque sí.
El terrorismo no negocia por generosidad. El terrorismo negocia
cuando siente que lo vamos a derrotar militarmente.
Hoy deben “empanicarse” los terroristas al saber que
estamos graduando otras 500 mujeres para la Policía. ¿Por
qué? Porque las mujeres en la institución armada
son inderrotables.
El camino de la negociación no surge de simples llamados
a la negociación. Aquellos grupos paramilitares que hoy
están negociando, no lo están haciendo por espontaneidad
con la Patria. Se aprestan a negociar porque no les queda opción,
porque saben que si no negocian pierden una gran oportunidad y
se exponen a la derrota militar y policiva.
Así pasará con la guerrilla. Ellos van a tomar la
decisión de negociar cuando vean que no les queda camino,
que si no negocian se exponen al riesgo de la derrota definitiva
por nuestra Policía y por nuestro Ejército.
La eficacia de ustedes, queridas patrulleras, es camino para la
seguridad. De la seguridad surge el camino para la paz y para la
tranquilidad. Solamente es posible conseguir la paz y la tranquilidad
a partir del ejercicio de la autoridad.
La transparencia de su proceder, apreciadas
patrulleras, es camino para la confianza. Toda su devoción en el cumplimiento de
los derechos humanos garantiza que todos los colombianos confíen
en la acción de la Policía, en la acción del
Ejército.
Ustedes tienen que ser ejemplo al interior
de la Institución
y ejemplo frente a la comunidad.
Estas montañas de Sumapaz, tan cerca de Bogotá,
cuando apenas empezamos a salirnos de la gran urbe, muestran la
complejidad de nuestro territorio.
Derrotar el terrorismo en un territorio
tan extenso como Colombia, no es obra exclusiva de la Fuerza
Pública, es tarea de una
unidad, la unidad de la Fuerza Pública con la comunidad.
Si ustedes, con su buen ejemplo, con su
convocatoria, logran que todos los días más compatriotas de la comunidad civil
apoyen a la Policía, sean cooperantes, con ese logro estarán
contribuyendo a forjar esa gran unión entre Fuerza Pública
y ciudadanía civil. Esa unión que requerimos para
que las nuevas generaciones no tengan que sufrir la violencia que
han sufrido las presentes generaciones.
Las felicito de todo corazón. A
mis compatriotas todos.
Hoy con 500 mujeres más en la Policía
de Colombia, la Patria tiene una nueva esperanza.
Muchas gracias, general Castro Castro.
Muchas gracias a todos los directivos docentes, académicos
y administrativos de la Escuela.
Muchas gracias, papás y mamás.
Muchas gracias, patrulleras.
No se acuesten a dormir una sola noche
sin evaluar que ese día
produjeron acciones formidables para la paz de Colombia.
Antes de que despunte el sol de cada día, cuando ustedes
se apresten a iniciar sus labores, al encomendarse a Dios y a la
Virgen María, fortalezcan su empeño de contribuir
en las acciones del nuevo día a la paz de Colombia.
Con ustedes lo vamos a lograr.
Gracias, patrulleras, ustedes son autoridad
firme que conduce a la reconciliación”.