Dice el Presidente Uribe en Cali:
“EL TERRORISMO ES LA MALEZA DE COLOMBIA, HAY QUE COMBATIRLO
A TODA HORA”
Cali, 2 dic. (SNE).- En momentos en que
se ve a unas organizaciones terroristas mermadas por el accionar
de la Fuerza Pública,
es necesario que las autoridades mantengan la alerta para poder
dar el golpe definitivo que acabe con estos grupos que perturban
la tranquilidad del país.
Así lo advirtió este viernes el presidente Álvaro
Uribe Vélez, al señalar que el terrorismo en Colombia
es como la maleza que el campesino arranca un día, pero
que a la mañana siguiente vuelve y aparece, lo que obliga
un nuevo y más intenso esfuerzo para ponerle fin definitivamente.
“No nos podemos descuidar ni un minuto, hay que perfeccionar
a toda hora esta política de seguridad, el terrorismo es
como las malezas de los suelos estériles, suelos estériles
no en el Valle del Cauca, esta es una tierra de promisión,
pero en los climas medios de Colombia, hay uno suelos estériles
que dificultan mucho al campesino ponerlos en condiciones de ser
productivos, y entonces esos suelos tienen unas malezas muy parecidas
al terrorismo”, dijo Uribe al intervenir en la graduación
de cursos de subtenientes de la Fuerza Aérea Colombiana,
en Cali.
“El terrorismo se reproduce muy fácil, el terrorismo
enseñorado de Colombia durante tantas décadas es
una maleza peligrosa, hay que combatirlo en toda hora, no puede
haber un solo momento de descuido, nosotros no podemos tener confianza
a fin de que los colombianos que no tienen la responsabilidad del
orden público si puedan vivir en confianza”, dijo
el Jefe del Estado.
Las siguientes son las palabras del Presidente
de la República
en la base aérea Marco Fidel Suárez:
“Nos reunimos esta tarde aquí al amparo del sol y
de la brisa vallecaucana para graduar una nueva promoción
de subtenientes de la Fuerza Aérea. Vengo en nombre del
Ministro, de los altos mandos, de los compatriotas todos a expresar
a ustedes jóvenes nuestra gratitud.
Su consagración a la tarea de servir a la Patria es ejemplar,
tiene todos los méritos y causa infinitos motivos de admiración.
Ustedes son un ejemplo, porque en lugar de haber dedicado la vida
a actividades de mayor relax y placer, se han dedicado con rigor
en esta consagración al servicio de la seguridad de los
colombianos a través de la Fuerza Aérea.
Ustedes merecen toda nuestra admiración porque son conscientes
de los momentos promisorios pero difíciles de Colombia y
se apuntan en esta tarea, corriendo todos los riesgos inspirados
por la energía espiritual de querer a su Patria. Ustedes
son un ejemplo porque ha de quedarnos claro que para que las nuevas
generaciones de colombianos puedan vivir felices en esta Patria,
como todos lo deseamos y por lo cual luchamos, también tendrán
que hacer grandísimos esfuerzos de disciplina, de estudio,
de consagración, de privaciones en la vida de los placeres
para poder conseguir, a través de la vida de los rigores,
la felicidad de todos los colombianos. Expreso mi inmensa gratitud
por su decisión, los felicito de todo corazón.
Hoy ha sido muy grato presenciar esta ceremonia
y condecorarlos a quienes han sacado los primeros puestos. Entregar
la Orden Francisco
José de Caldas al subteniente Luis Fernando Vallejo Coral,
de Nariño, que por sus méritos de estudio ha merecido
esta medalla que recuerda al gran héroe de la Patria. A
Luis Fernando, a Doña Maura y Don Bernardo, sus padres,
que han venido desde el sur nariñense a acompañarlo,
la gratitud y las felicitaciones de todos los colombianos. Que
grato que una mujer al graduarse de ingeniera tomó la decisión
de ingresar a la Fuerza Aérea, reciba hoy también,
en virtud de su mérito académico, la medalla Francisco
José de Caldas. La subteniente e ingeniera Edna Lorena Reyes
Otálora, hija del departamento del Casanare, a ella, a Don
Abel Antonio y a Doña Julieta, sus padres, nuestra infinita
gratitud.
Ascienden ustedes en un gran momento de
posibilidades de la Patria, pero con muchos desafíos. La Patria necesita confianza.
Confianza para que se invierta en ella. Confianza para que se expanda
la economía, confianza para que haya recursos para la inversión
social, confianza para que los trabajadores puedan encontrar aquí fuentes
de empleo dignas, contratos laborales con solidaridad.
Confianza para que los jóvenes puedan desarrollar su vida
en Colombia con todas las ilusiones sin que se marchiten. Ilusiones
de realización espiritual, intelectual, material. Confianza
de la comunidad internacional en Colombia. Confianza en nuestros
mares y territorio y confianza desde afuera. Esa confianza, apreciados
subtenientes y compatriotas reposa en tres elementos: la consolidación
de la Seguridad Democrática, el avance de la política
social para cumplir las metas de erradicación de la pobreza
y la transparencia.
En otros países hubo proyectos de seguridad para sustentar
dictaduras. La seguridad nuestra es democrática porque su
propósito es profundizar la democracia. En otros países
hubo proyectos de seguridad para anular las libertades. La seguridad
nuestra es democrática porque busca que los colombianos
disfruten plenamente de sus libertades. En otros países,
en nombre de la seguridad se censuro la prensa, la seguridad nuestra
es democrática porque busca derrotar el terrorismo que ha
sido el factor de mordaza de la prensa.
En otros países, la seguridad se utilizó para perseguir
a los disidentes, para maltratar a la oposición. La nuestra
es democrática porque es un proyecto de seguridad para proteger
por igual al trabajador que al líder gremial, para proteger
por igual a los voceros de la política que defienden al
gobierno, a los más convencidos defensores de las tesis
de gobierno y defender por igual a los mas radicales críticos
y opositores.
Un proyecto de seguridad democrática consistente en la
actitud y el discurso, congruente entre la prédica y los
hechos, probado en 40 meses a pesar de todo lo que falta, honra
a las instituciones colombianas, a las civiles, a las militares,
a las policivas y honra, por supuesto, a la nueva generación,
que representada en ustedes, hoy ve que van llegando los colombianos
más jóvenes en la escalera de ascenso de nuestra
Fuerza Aérea. Pero también la Patria necesita un
gran esfuerzo en materia de política social.
El 48% de los colombianos vive relativamente
bien, y el 52% en condiciones de pobreza que tenemos que revindicar.
La semana pasada
pudimos consolidar los proyectos en cinco departamentos para que
la Patria llegue en ellos a la plena cobertura en régimen
subsidiado de salud y ese sea un gran escalón para llegar
en toda Colombia a esa cobertura universal.
Cuando empezó el Gobierno, 10,5 millones de colombianos
tenían acceso al régimen subsidiado de salud. Terminamos
este año con 18 millones. Los estratos 1, 2 y 3 de nuestra
población, suman 26 millones, cuatro millones están
vinculados al régimen contributivo, si restamos los 18 que
quedan este año con régimen subsidiado, necesitamos
todavía llegarle a cuatro millones de colombianos con el
seguro de salud. Avanza un proyecto de ley en el Congreso para
poder garantizar esa cobertura universal. Para garantizar los recursos,
para garantizar la transparencia.
Vemos cómo vamos avanzando en la seguridad y en la inversión
social. El país termina el año con 500 mil Familias
en Acción. Familias pobres que están recibiendo un
subsidio para garantizar la nutrición y la educación
de sus hijitos. No estamos conformes. El año entrante tendremos
que llegar a 650 mil y obtener un cubrimiento total en Buenaventura.
Necesitamos llegar a un millón de Familias en Acción.
En estos días hemos estado convocando a las familias desplazadas
de las grandes ciudades: Cali, Bogotá, Barranquilla, Cartagena,
Bucaramanga, Medellín, para que se inscriban en el programa
Familias en Acción. Estamos haciendo un gran esfuerzo en
inversión con los desplazados, un gran esfuerzo en inversión
con los desplazados, un gran esfuerzo en inversión con Familias
Guardabosques, un gran esfuerzo en el SENA, un gran esfuerzo con
los ancianos.
Este año terminamos con 600 mil ancianos de la Patria recibiendo
un subsidio, 200 mil un subsidio monetario, antes solamente lo
recibían 60 mil y 400 mil con un almuerzo, antes no había
ese programa. Hemos pasado en Bienestar Familiar de seis millones
100 mil usuarios a casi 10 millones, pero no estamos conformes.
Todavía hay muchos niños de la Patria desnutridos,
lo que se convierte en el gran obstáculo para la educación.
No podemos contentarnos con el salto de 60 a 600 mil ancianos protegidos
porque son 860 mil ancianos indigentes de la Patria. Esto lo traigo
a cuento porque en la Patria hay que superar definitivamente la
creencia equivocada, que ya se ha corregido en las grandes mayorías,
de que la seguridad y la política social son excluyentes.
Van de la mano jóvenes subtenientes y apreciados compatriotas.
La política de seguridad crea condiciones para que haya
inversión, florezca la economía, se genere empleo,
se causen los recursos para financiar la política social.
En un Estado de opinión, como tiene que ser un Estado democrático
como el nuestro, una política de seguridad que tiene que
proyectarse en el largo plazo para garantizar el rescate total,
primero de la seguridad y en una segunda etapa de la conciliación,
esa política de seguridad tiene que tener apoyo popular
para ser sostenible. El apoyo popular se deriva de que esa política
sea eficaz, de que esa política sea transparente y de que
la gente perciba que la seguridad está permitiendo que se
genere más empleo, que la seguridad está permitiendo
que haya recursos para lo social. Van pues de la mano, necesariamente
unidas. En una mano la política de autoridad, de Seguridad
Democrática y en otra la política social. Son inseparables.
Colombia, en consecuencia, ha tenido un
relativo buen manejo económico
a lo largo de su historia. Pero saben ustedes subtenientes hoy
que en sus manos está la responsabilidad de la marcha de
la economía, porque la economía en nuestros días,
en una Patria como Colombia depende fundamentalmente de la seguridad.
Falta mucho, pero no vamos mal. No estamos en los gloriosos, pero
vamos en camino a salir de los dolorosos.
Hace 40 meses el desempleo, que había saltado del 7.5 a
casi el 20%, parecía llegar al 25%. Está aún
muy alto pero se ha situado en el 10%. La expresión de desempleo
que más nos preocupa es la de jefes de hogar, porque cuando
pierde el empleo el jefe de hogar, la cónyuge que tiene
niñitos todavía para atender en casa, abandona la
casa y sale a buscar afanosamente empleo para compensar los ingresos
perdidos porque desapareció el trabajo de su esposo. Y esos
niñitos, cuando ya empiezan a ser adolescentes, desesperados
porque el jefe de hogar no tiene ingresos, entonces desertan del
aparato escolar para buscar prematuros empleos. Ese desempleo de
jefes de hogar que llegó a saltar del 4 al 10% viene retrocediendo,
está por debajo del 5%. Por supuesto, las tendencias son
positivas, pero los resultados insuficientes, por eso hay que perseverar.
Por eso vengo a invitarlos a que sigamos
puliendo la política
de seguridad democrática. A que avancemos en ella, a no
desfallecer, a que con nuestros resultados acrezca el ánimo
de la Nación entera. Si no hubiéramos avanzado, gracias
al sacrificio de ustedes los integrantes de la Fuerza Pública,
el país no habría podido atraer inversión
para generar empleo.
El país está en un momento promisorio, desde afuera
se le mira con gran positiva expectativa, adentro hay más
optimismo en un momento de mucho desafío. La culebra aún
está viva, y ella sabe engañar a su futura víctima,
la encanta con su actitud soñolienta, una culebra adormecida,
fingiendo estar moribunda o totalmente, desprendida del mundo inmanente,
es muy peligrosa, porque en algún momento salta y causa
daño mortal.
Por eso no nos podemos descuidar ni un
minuto, hay que perfeccionar a toda hora esta política de seguridad, el terrorismo es
como las malezas de los suelos estériles, suelos estériles
no en el Valle del Cauca, esta es una tierra de promisión,
pero en los climas medios de Colombia, hay uno suelos estériles
que dificultan mucho al campesino ponerlos en condiciones de ser
productivos, y entonces esos suelos tienen unas malezas muy parecidas
al terrorismo; el campesino trabaja en la erradicación de
esas malezas de algún helecho o de algún carate o
de alguna salvia o de algún salvión o de otra que
se llama mortiño, cree que ha arreglado el suelo, y esas
malezas son supremamente agresivas, al despuntar de la siguiente
mañana reaparecen y el campesino tiene que volver a maltratarlas
hasta que aquellas malezas vayan perdiendo la fuerza, hasta que
empiecen a tener un tallo descaecido, mermado, hasta que empiecen
a perder profundidad las raíces, y así solamente
con constancia campesina, se va derrotando esas malezas tan agresivas
y se van creando condiciones para convertir ese suelo estéril
en un suelo productivo.
Lo mismo pasa con la seguridad. El terrorismo
se reproduce muy fácil el terrorismo enseñorado de Colombia durante
tantas décadas es una maleza peligrosa, hay que combatirlo
en toda hora, no puede haber un solo momento de descuido, nosotros
no podemos tener confianza a fin de que los colombianos que no
tienen la responsabilidad del orden público si puedan vivir
en confianza. Nosotros tenemos que estar desconfiados frente al
terrorismo, ajustando a toda hora las acciones, los instrumentos
de nuestra política de seguridad, perfeccionándola.
Miro allí a la cordillera central, ese Valle de las Hermosas,
entre el Valle del Cauca y del Tolima, todavía plagado de
terroristas, y allá hay que sacarlos, los hemos venido sacando
del macizo colombiano, pero como merodean alrededor del Nevado
del Huila.
Y en estos cerros vallecaucanos, de la
cordillera occidental hacia el Pacífico, siguen haciendo daño como pretendieron
realizarlo en Anchicayá y como hacen de daño con
los cultivos de droga en el Pacífico con los cuales alimentan
sus acciones terroristas, vamos ganando pero no hemos ganado, es
tan importante que los colombianos perciban que hay mejoría,
como que nosotros en el Gobierno y en la Fuerza Pública
entendamos que todavía falta las materias cruciales para
devolverle a Colombia totalmente la paz.
Vengo hoy, a felicitar a la Fuerza Aérea por su trabajo,
a ustedes subtenientes por este ascenso, pero a llamarnos todos
la atención de que nuestra tarea todavía tiene un
trecho largo para devolverle a Colombia plenamente la paz.
La Seguridad Democrática, nos honra entre propios y extraños.
Porque es democrática, porque es transparente, y esa Seguridad
Democrática conlleva dos mensajes, uno de autoridad y otro
de reconciliación, un mensaje de autoridad porque esa Seguridad
Democrática tiene toda la determinación derivada
del palpitar del corazón de los colombianos que nos transmiten
con su energía la orden de que nosotros no seamos inferiores
al propósito de un pueblo que quiere vivir sin guerrillas,
sin paramilitares, sin narcotráfico y sin corrupción.
Esa señal de autoridad, no proviene de nuestros caprichos,
sino de nuestra manera de conectar las vibraciones del alma popular
de Colombia. Pero la Seguridad Democrática, además
transmite un mensaje de reconciliación, cualquiera en la
guerrilla o en los paramilitares, debería pensar que un
país que está practicando un proyecto de Seguridad
Democrática, es una garantía para que los terroristas
abandonen las armas, regresen a la vida constitucional, esa Seguridad
Democrática que hoy los combate es la misma que cuando ellos
hagan la paz, habrán de protegerlos.
Esa reflexión es muy importante que se dé en la
mente de quienes persisten en los caminos de la guerrilla y de
los paramilitares, esa Seguridad Democrática que hoy los
combate, será la misma que habrá de protegerlos cuando
ellos hagan la paz.
Por eso esa seguridad para combatir el
terrorismo lleva un mensaje de autoridad y esa seguridad para
ofrecer por anticipado garantía
a quienes quieran hacer la paz, lleva un mensaje de reconciliación.
Pero tenemos que seguirla trabajando con
toda intensidad, y además
hacer entender que la seguridad es un valor democrático
que no se excluye de los otros valores democráticos. En
Colombia hubo desorientaciones pedagógicas, a mi generación
por ejemplo, la formaron en el error de que para ser demócrata
había que darle la espalda a las Fuerzas Militares y de
Policía, que para ser civilista había que renegar
de la seguridad, se entendía la seguridad simplemente como
un factor de opresión y se le negaba la naturaleza que realmente
tiene, su esencia, un valor democrático. La seguridad es
el primero de los valores democráticos, y la seguridad va
de la mano del respeto a las garantías individuales y del
compromiso con lo social.
Solamente si un individuo muestra su compromiso
con el conglomerado, con ese bello ser social que configura la
Nación, solamente
se cumple con ese requisito, merece el respeto a sus garantías
individuales.
Y la sociedad como conjunto, debe entender
que el respeto a las garantías de cada individuo, es la razón
para exigir de ese individuo su compromiso con lo social.
La seguridad pues, es un valor democrático determinante
que nos va conduciendo a la eficacia de los otros valores democráticos.
Y quiero hoy, felicitar a un grupo de colombianos
que acude a esta ceremonia, a los papás y a las mamás de ustedes
subtenientes, a sus esposas y esposos, a sus hermanos y parientes.
Sus papás, sus parientes acuden a esta ceremonia con un
sentimiento contrastado, un sentimiento entre el alborozo y el
orgullo, pero un sentimiento también entre la alegría
y la angustia; aportar su hijo a la institución armada de
Colombia, es motivo de orgullo, motivo de tranquilidad de conciencia
con la Patria, pero también motivo de preocupación
por el riesgo que tiene que asumir ese hijo en la defensa de la
Patria.
En una Patria maltratada por el terrorismo,
el papá, la
mamá, que aporta a su hijo a la institución armada,
es un héroe que merece todo nuestro aplauso.
A los papás y a las mamás, no va mi saludo de Presidente,
va mi saludo agradecido de padre de familia, solidario con ellos,
por el bien que ellos nos hacen a todos los colombianos, al costo
de su angustia, al costo de su exposición al sacrificio.
¡Muchas gracias papás, muchas gracias mamás,
muchas gracias familiares de quienes hoy ascendemos a subtenientes!
Pero la confianza no sólo depende de la seguridad y de
la política social, se requiere la transparencia.
Cuando miro a los ojos de las nuevas generaciones
de compatriotas que ustedes representan, subtenientes, veo una
mirada de frente,
veo una mirada altiva, veo que por los ojos de los jóvenes
colombianos se derrama transparencia, que es lo que queremos.
Ustedes con su transparencia dan un ejemplo
a un país que
tiene que erradicar la corrupción. Con corrupción
no hay política de seguridad que valga, con corrupción
no hay política social que sea eficaz. La derrota de la
corrupción es otro imperativo de la Patria.
¿Y saben cómo logramos todas estas metas? No las
logramos con nuestras fuerzas físicas, que son limitadas;
no las logramos con nuestra energía, que es finita; no las
logramos con nuestra preparación, que cada día es
incompleta; estas metas las logramos si sumamos el amor de todos
nosotros por Colombia.
El amor a Colombia nos hace vencer las
dificultades en el conocimiento, el amor a Colombia nos hace
vencer el cansancio físico,
el amor a Colombia nos hace vencer y superar las tribulaciones
de las horas difíciles.
Esa bandera que ustedes conducen hoy, con
el orgullo de estar en una carrera de ascenso en la Fuerza Aérea Colombiana,
el símbolo de nuestra Patria, tiene que ser la inspiración
de nuestro amor.
¡Amemos a Colombia, para que en el amor a Colombia construyamos
una Nación que le de felicidad a las nuevas generaciones
y a quienes habrán de venir!
Gracias padres de familia.
¡Muchas felicitaciones subtenientes,
adelante por Colombia! |