PALABRAS DEL PRESIDENTE
URIBE EN LOS PREMIOS PORTAFOLIO
Bogotá, 7 Dic. (SNE).- En
la décima versión
de la entrega de los premios Portafolio el presidente Álvaro
Uribe Vélez pronunció las siguientes palabras:
“Bonanza de confianza
Acudo por cuarto año consecutivo a la entrega de los Premios
Portafolio a destacados empresarios y empresas que son motivo de
orgullo para el País. Es esta una nueva oportunidad para
formular comentarios sobre la marcha de nuestra economía.
Visión Segundo Centenario.
El 7 de Agosto pusimos a consideración de los colombianos
el “primer borrador” de una visión de largo
plazo, con miras al año 2019 cuando cumpliremos 200 años
de vida independiente. La participación popular en esa visión,
que se construye en permanente debate, es garantía de un
gran compromiso colectivo para convertirla en realidad.
Proponemos metas ambiciosas en crecimiento
económico y
resultados sociales. Hace 2 años empezamos a agitar la idea
de crecer al 5%. Nos acercamos y ya casi lo logramos. El documento
indica que debemos crecer al 6%. La inversión privada deberá situarse
por encima del 20% del PIB. Este año debería aproximarse
al 15%. La pobreza deberá reducirse del 52% a menos del
20% y todos los indicadores sociales deberán mostrar mejoramientos
sustanciales.
El documento lleva de la mano el crecimiento
con la cohesión
social. Sin crecimiento no hay recursos para la inversión
social y sin resultados sociales no se dan las condiciones para
un crecimiento acelerado y sostenible.
Los esfuerzos que se hacen en programas
sociales como familias en acción, atención a desplazados, mayores coberturas
de Sena y Bienestar Familiar, apoyo a ancianos indigentes, guardabosques,
reinsertados, aumento en el Régimen Subsidiado de Salud,
han sido posibles gracias al mejor desempeño de la economía.
Los economistas refieren a aceleradores
transitorios y permanentes de crecimiento. La seguridad democrática, la transparencia,
el saneamiento fiscal, la tributación competitiva, eficaz
y transparente, la competitividad, la capacidad adquisitiva interna
y el acceso a más y mayores mercados externos, constituyen
el conjunto de aceleradores de crecimiento que jalonan la actividad
gubernamental.
Saneamiento fiscal y tributación.
Haré unos comentarios sobre el saneamiento fiscal, la tributación
y el acceso a mercados.
En agosto de 2002, el déficit fiscal proyectado era de
4.2% sobre el PIB. Fueron 2 nuestras primeras decisiones: se congelaron
gastos en cuantía de un billón y se derramó el
impuesto patrimonial para la seguridad democrática. Este
año ese déficit oscilará alrededor del 1%.
El problema mayor subsiste en el Gobierno Nacional central, con
déficit superior al 5%, que ha debido absorber el agotamiento
de las reservas del Seguro Social, el consiguiente pago de las
pensiones y en general un aumento del costo pensional del orden
del 76% en términos reales.
Se ha reducido la deuda externa, el endeudamiento
público
como porcentaje del PIB, al tiempo que cumplimos las obligaciones
pensionales y pagamos las transferencias.
El saneamiento fiscal definitivo requiere
pasos estructurales en tributación y la continuidad de la reforma administrativa,
que ha sido salvadora y ya ha cruzado por más de 250 entidades
públicas. También la cuidadosa definición
legal de transferencias, a partir de 2008, cuando se extinguirá el
Acto Legislativo vigente que en su oportunidad lideró el
ex ministro Juan Manuel Santos, y el más efectivo control
a las regalías.
La adopción de tarifas de renta competitivas, la ampliación
de las bases tributarias con equidad y la simplificación
del sistema impositivo, constituyen elementos estructurales tributarios.
Hemos propuesto al Congreso adoptar dos
tarifas de renta. En relación
con la utilidad distribuida mantener el 35% máximo, pues
la sobre tarifa que subió al 38.5 es transitoria. Y con
respecto a la utilidad que se reinvierta en nuevos activos generadores
de renta y empleo, la fijación de una tarifa menor, del
orden del 28%. La fórmula tiene varias ventajas: es un estímulo
a la inversión y al empleo y no una reducción tarifaria
sin condiciones; responde a la necesidad de no revivir el debate
sobre la doble tributación que apenas se definió con
su desmonte en 1986; y proyecta en el tiempo una figura semejante
a la deducción del 30% sobre nuevas inversiones generadoras
de renta, estímulo que ha aportado tan positivamente en
los últimos 2 años al incremento de capacidad instalada.
Muchos inversionistas están a la espera de nuestras decisiones
en tarifa de renta debido a las tendencias de otros países
para reducirla.
Continuar con la ampliación de la base es otro imperativo.
Hemos avanzado pero no lo suficiente. En renta hemos pasado de
395.000 declarantes a más de un millón, pero aún
estamos lejos de los 2 millones requeridos. En régimen común
de IVA hemos ascendido de 280.000 inscritos a 350.000. Y en régimen
simplificado, de 450.000 registrados a 950.00. La base gravable
de IVA se ha expandido del 37% de los bienes y servicios al 52%.
El Gobierno tenía toda la confianza que el IVA del 2% a
lo no gravado y excluido, declarado inexequible por la Corte Constitucional,
ayudaría con pequeña tarifa a formalizar la economía,
a crear mayor sentido de responsabilidad tributaria y a proveer
nuevos recursos.
Debemos discutir cómo ampliar las bases tributarias con
equidad. Es preferible sacrificar el rigor de la tarifa única
e imponer, en su defecto, una escala reducida en escalones, con
pequeña tarifa a medida que se aproxime a la canasta familiar.
La devolución del dinero a los estratos más pobres
sería una garantía de equidad. Este Gobierno ha hecho
esfuerzos para que el público tenga confianza en las devoluciones
y pagos estatales. Así lo acredita la devolución
de los 2 puntos de IVA a quienes lo han cancelado con dinero plástico,
que este año estará alrededor de $120.000 millones.
La devolución en dinero a los estratos 1 y 2, la ampliación
del programa Familias en Acción que otorga un subsidio a
las familias que mantienen a sus hijos estudiando, y un fondo educativo
en el ICETEX para los estratos 3 y 4 de nuestra clase media, podrían
ser instrumentos sociales de manejo de la ampliación de
la base.
Muchos preguntan: ¿para qué cobrar si habrá devoluciones?
La devolución es solamente para los estratos populares y
medios. Para construir equidad es mejor cobrar a todos y devolver
con focalización.
Otro elemento esencial es la simplificación
de la normatividad. El Gobierno estudia un anteproyecto.
La coincidencia, para muchos sorpresiva,
de mayores recaudos con la aplicación de incentivos como la deducción del
30%, demuestra que el incremento en el recaudo no proviene de más
impuestos sino de una estructura que premie el crecimiento y la
equidad y castigue la evasión.
Acceso a mercados
Para el crecimiento acelerado y sostenido
es necesario tener más
mercado interno y acceso a más mercados externos. La pobreza
hace que tengamos más población que mercado pero
también una gran posibilidad de incrementar el consumo interno
a través de su eliminación. Sin embargo, esto no
se puede invocar para amurallar la economía. En efecto,
la búsqueda de mercados externos se constituye en un jalonador
de capacidad adquisitiva interna y de inversión. Y en un
mundo con creciente interdependencia, las economías terminan
integradas al amparo de la ley, pues de lo contrario, cada día
será más difícil aplicar leyes que propugnen
aislar las economías.
Hace 4 años, en nuestro horizonte no parecía posible
el acuerdo Comunidad Andina-Mercosur; hoy es una realidad ya ratificada
por nuestro Congreso. Significa un gran paso político en
la integración suramericana, y posibilidades económicas
en el mediano y largo plazo.
Con México hemos revisado capítulos
tan importantes como el automotor y ahora buscamos el acceso
a productos agropecuarios.
Hemos explicado al Gobierno Chino que las
salvaguardias no llevan significado político; son un simple medio de defensa de
algunos de nuestros sectores intensivos en generación de
empleo. La negociación bilateral con China es una necesidad,
las salvaguardias son transitorias.
Nos preocupa que el tratado entre Centro
América y los
Estados Unidos, de no darse otro entre Centro América y
nosotros, que juzgamos urgente, pueda restarnos espacios ganados
y expectativas válidas en dichos mercados.
En frente de una Unión Europea ampliada y más diversificada,
con más actores externos y más voceros internos que
presionan preferencias, pensamos en la urgencia de una negociación
que tendrá que ser con la totalidad de la Comunidad Andina.
Visto lo anterior, cabe decir que el acuerdo con los Estados Unidos
no es algo aislado, al contrario, debe mirarse como un componente
de mayor importancia en la estrategia de ampliar nuestros mercados
para generar empleo y erradicar pobreza.
Debo expresar a mis compatriotas que hoy
albergo el convencimiento íntimo
de la imposibilidad de una extensión del sistema de preferencias
unilaterales de acceso a los Estados Unidos, conocido con el nombre
de APTDEA, el cual se vence en diciembre de 2006. Tal conclusión
la infiero de la conversación con más de medio centenar
de congresistas estadounidenses, de testimonios de gobiernos como
el dominicano, que negociaron porque no veían la posibilidad
de una nueva extensión de la Iniciativa del Caribe, que
tanto bien les trajo y que vence en 2008.
Además, las preferencias unilaterales no son suficientes
ni atraen inversión. Productos con potencial exportador
han sido dejados por fuera del beneficio. Los inversionistas no
se atreven cuando el atractivo es un mercado transitorio con incertidumbre
futura.
Hemos escuchado la crítica por no aprovechar el APTDEA
en toda su extensión. Pues bien, no se utiliza en la totalidad
porque no se hacen las inversiones requeridas, y estas no llegan
por la incertidumbre sobre la continuidad del acceso.
Estamos empeñados en un TLC equitativo. Un acuerdo ideal
es imposible tanto para los Estados Unidos como para nosotros.
Hemos registrado avances de gran importancia en temas de pequeña
empresa y en normas relativas a la difusión de expresiones
culturales. Tenemos obstáculos en agricultura y propiedad
intelectual.
Hay productos agropecuarios que esperan
ansiosos el tratado y otros le temen. Para estos últimos
buscamos acuerdos equitativos.
El tratado debe beneficiar la economía
en su conjunto y cada sector en particular. El fisco hace sacrificios
iniciales
derivados del desmonte arancelario, que se compensan con creces
gracias al crecimiento que sobreviene. Esto contribuye a definir,
como estamos dispuestos a hacerlo con el sector agropecuario, programas
de apoyo a productos con dificultades competitivas.
En propiedad intelectual nuestro empeño es garantizar que
los nuevos medicamentos lleguen con prontitud, que los precios
estén a nuestro alcance, que el interés de la salud
pública impere sobre cualquier aspiración comercial.
Entendemos que el balance entre salud pública y propiedad
intelectual, para poner un ejemplo, debe darse con o sin tratado.
País ninguno permitirá el saqueo de sus descubrimientos,
país ninguno sacrificará la atención a la
salud pública por una exigencia comercial.
Colombia tiene probados resultados y enormes
posibilidades en la venta de servicios de salud. Estamos dispuestos
a construir
todas las condiciones para el éxito de nuestros hospitales
y profesionales de la salud.
El tratado no es en rigor de libre comercio,
es de mayor flexibilidad en acceso a mercados. Esta aclaración es pertinente porque
la locución “libre comercio” genera un debate
ideológico que oculta las verdaderas necesidades para el
crecimiento y el empleo.
Empleo.
A propósito del empleo, debo recordar que a principios
de Gobierno el ministro Juan Luis Londoño, q.e.p.d., me
decía: “Presidente, prepárese que el desempleo
va para el 25%”. Ministro, ¿cómo así? “Presidente
como lo oye, “pasó tan rápido y con tanta fuerza
del 7.5% casi al 20%, y en jefes de hogar del 4% al 10%, que pararlo
en seco y devolverlo es casi imposible”. El Ministro se empeñó en
leyes y decisiones para invertir la tendencia y ahí vamos.
No podemos estar tranquilos con lo obtenido,
pero hay una señal
en la reducción del desempleo general del 15% al 10% y en
las grandes ciudades del 20% al 12.1%. El desempleo de jefes de
hogar es un atentado contra la familia y un estímulo a la
deserción escolar y al trabajo infantil; viene de regreso
y ya está en menos del 5%.
El subempleo en el cuatrienio ha disminuido,
pero no en el último
año. Las respuestas de los ciudadanos a las encuestas que
miden el subempleo son comprensibles: a medida que hay menos desempleo,
hay mayor insatisfacción con el salario y más deseo
de trabajar en oficios ajustados al gusto, conocimiento y habilidades
de la persona.
En cuanto al salario, debo recordar que
durante este Gobierno los incrementos han sido positivos en valores
reales. Hay factores
para incrementarlos como el mejor desempeño de la pequeña
empresa, las reformas laborales y la baja de las tasas de interés,
que debe convertir ahorros financieros en mejores pagos a trabajadores.
Sin embargo, preocupa la reducción de ingresos de los exportadores
por efectos de la revaluación.
En cuanto al subempleo por falta de empleo
adecuado a las competencias, el camino de solución es la revolución educativa
con el factor de pertinencia, o ajuste entre la oferta educativa
y las necesidades y realidades de la vida económica y social.
Debemos destacar que 2.256.000 trabajadores
reconocen haber pasado de laborar un número insuficiente
de horas a trabajos de tiempo completo.
Durante este Gobierno adicionalmente se
han creado 1.678.000 nuevos puestos de trabajo. La afiliación a la seguridad social
tiende a recuperar una dinámica de ampliación de
cobertura: En pensiones se ha presentado un crecimiento de un millón
de cotizantes, lo mismo que en riesgos profesionales; las cajas
de compensación tienen 762.468 personas más; y, en
régimen contributivo de salud hay 1.691.787 nuevos beneficiarios.
Un gran reto es cómo lograr que el crecimiento del empleo
vaya paralelo con la afiliación a la seguridad social. Todavía
no hemos logrado ese paralelismo.
La microempresa es un elemento fundamental
de creación
de riqueza, generación de empleo y fortalecimiento de la
clase media, de construcción de un país de propietarios.
A octubre de este año, se han beneficiado con crédito
2.246.467 microempresarios, con desembolsos que superan los 5 billones
de pesos. En 2002, la cartera de microcrédito representaba
el 1,52% de la cartera bancaria, 735 mil millones; a septiembre
de este año llegó a 4,3%, 2 billones 700 mil millones.
El sindicalismo participativo ha permitido
que los empleados de empresas como Paz del Río, Telecom, el acueducto de Cúcuta,
electrificadotas como la del Tolima, entre otras, conviertan en
ellas trabajadores en accionistas o se vinculen a través
del contrato de prestación de servicios. Así se ha
garantizado la viabilidad de las empresas, al tiempo que se protege
el empleo.
Una prolongada bonanza de confianza
A manera de renglones finales permítanme traer a cuento
el decir de muchos compatriotas que piensan con acierto que el
País está de moda para invertir.
Después de la instalación industrial generada por
la sustitución de importaciones, Colombia ha vivido furtivas
bonanzas, legales e ilegales, saludables y dañinas. Bonanzas
cafeteras, cortas bonanzas petroleras, bonanzas de inversiones
para adquirir activos en procesos de privatización, bonanza
de compra de vehículos cuando se pagaron indemnizaciones
a los trabajadores para trasladarse del viejo al nuevo régimen
de cesantías. Ahora el País parece estar en el principio
de una bonanza de confianza como lo demuestran la afluencia de
inversión a sectores diversos y las tasas internacionales
de interés, que se cotizan por debajo de las que tuvimos
cuando todavía no se había perdido la calificación
de grado de inversión..
Con instituciones fuertes, apoyadas en
la credibilidad y la transparencia, superiores a los personalismos
y a la coyuntura volátil,
con confesada fe en el sector privado como función social,
Colombia construye un escenario de estabilidad.
El presente y el futuro, el crecimiento,
el empleo y la erradicación
de la pobreza, requieren que todos trabajemos para consolidar una
permanente bonanza de confianza que de felicidad a nuestros compatriotas.
Felicitaciones a ustedes compatriotas que
reciben esta noche los premios Portafolio 2005, que sean un estímulo para que sigan
construyendo Patria. Felicitaciones a Portafolio, a su equipo encabezado
por los doctores Mauricio Rodríguez y Silverio Gómez
por este gran esfuerzo que nos hace ver a colombianos sobresalientes.
Muchas gracias.
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