DISCURSO
DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE ALMUERZO EN HONOR DE SU HOMÓLOGO DE BRASIL,
LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA
Bogotá, 14 dic (SNE). El
siguiente es el discurso del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante
el almuerzo ofrecido en honor de su homólogo de Brasil Luiz
Inácio Lula da Silva.
“Presidente Lula, nos honra muchísimo hoy con su
visita a Colombia. Aquí admiramos inmensamente su carrera
pública, su servicio a la democracia, su consistente lucha
social.
La llegada suya a la Presidencia de la
República Federativa
de Brasil empezó a crear una gran corriente de unión
en Suramérica, como un paso para toda la unión hemisférica.
Reconocemos ese liderazgo suyo para que
la democracia cumpla un fin, superior, necesario, sin el cual
la democracia se desnaturaliza,
que es la erradicación de la pobreza.
Reconocemos su ejemplo, su convocatoria,
para que se cumpla con uno de esos capítulos necesarios de la erradicación
de la pobreza, que es la lucha contra el hambre.
Admiramos profundamente, pues, su consistencia
entre todos esos años de oposición, de apertura de su camino democrático,
de apertura del camino del PT, su llegada a la Presidencia del
Brasil y su discurso y sus ejecutorias como Presidente.
Da gusto, presidente Lula, observar como
su gobierno ha consolidado la confianza de la inversión en Brasil, y simultáneamente
ha logrado extraordinarias metas sociales.
Diría que los pensadores, los politólogos modernos,
tienen que ver en su realización en el Brasil, esos dos
elementos.
Porque muchos han tratado de mejorar las metas sociales, pero
al costo de sacrificar la confianza inversionista. Y otros, por
consolidar la confianza inversionista, han abandonado las metas
sociales.
Usted nos ha dado luces en el sentido de que hay que hacer compatibles
ambas luchas: la lucha por consolidar la confianza inversionista,
y la lucha por avanzar hacia las metas sociales.
Nuestras relaciones eran unas relaciones
más de cortesía,
eran diplomáticas en el sentido burgués del término.
Eran relaciones que no estaban interesadas en avances prácticos.
Usted las ha dinamizado muchísimo.
Cuando usted fue elegido Presidente del
Brasil y pocos meses antes se habían surtido las elecciones presidenciales en Colombia,
no aparecía en el horizonte de nuestros países la
posibilidad del tratado entre la Comunidad Andina y MERCOSUR.
Recuerdo mi primera reunión con usted, Presidente, su entusiasmo
para que sacáramos ese tratado adelante, y pudimos sacarlo
adelante. Una gran construcción de consenso entre los países
de la Comunidad Andina y los países de MERCOSUR, y una gran
construcción de consenso al interior de cada uno de nuestros
países. Lo que aquí se veía muy difícil
resultó menos difícil. Ese tratado se firmó obteniendo
un consenso, diría yo, que casi total entre los diferentes
sectores sociales y económicos de Colombia.
Cómo se advirtió en su rostro esta mañana,
expresión de contento cuando tuve oportunidad de comunicarle
que ya el Congreso de Colombia ha culminado la aprobación
de la ley ratificatoria del Tratado Comunidad Andina – MERCOSUR.
Pero usted no se ha quedado ahí, Presidente. Usted ha sido
un gran impulsor de la unión suramericana.
Una de sus gestas, una de sus preocupaciones
a la cual le consagra tantas horas, tantos desvelos, tantos esfuerzos,
es la unión
suramericana. Y la ha entendido como una gran unión de la
región, para construir la unión hemisférica.
Y también nos ha hecho ver que esa unión suramericana
no puede quedarse en declaraciones, no puede quedarse en retórica,
que tiene que expresarse en acciones concretas. Por eso, nos entusiasma
muchísimo ver su impulso a toda la agenda de infraestructura
suramericana.
Esta mañana nos decía que antes de terminar su gobierno,
su primer gobierno, el objetivo es financiar en cada uno de los
países vecinos por lo menos un proyecto importante.
Empieza el Brasil, con su gobierno, a realizar
una integración
eficaz con todos los países que tenemos el privilegio de
ser vecinos de esa gran nación.
Su empeño para que tengamos una integración en gas,
una integración en líneas de energía, va a
ayudar muchísimo, porque ese suministro energético
se vislumbra como una de las grandes dificultades para el buen
desempeño de las economías.
Colombia no solamente quiere participar
en esta integración
energética suramericana, a través de la nueva línea
que construimos hacia el Ecuador, ya interconectado con el Perú;
a través del gasoducto que hemos acordado con Venezuela;
y Venezuela se conectará a través de un inmenso gasoducto
con el Brasil, sino que Colombia quiere cumplir la tarea que le
corresponde por la historia y la geografía, de ser el puente
entre la unión suramericana y el Plan Panamá – Puebla,
que es el capítulo principal de la unión centroamericana
y de la visión de Mesoamérica.
La semana pasada los cancilleres centroamericanos
se reunieron en Medellín, y ayer terminó una reunión de
los presidentes centroamericanos y el Presidente de México
-en la cual nos representó la señora Canciller- donde
se reafirmó todo ese propósito de integración.
Y para esa integración Mesoamérica, donde está Centroamérica,
Suramérica, Colombia está participando para que en
el año 2008 tengamos la línea de transmisión
de energía con Centroamérica, y rápidamente
también el gasoducto.
Hemos venido creando mecanismos para que
la opinión panameña
entienda que es la necesidad, que es el momento de construir la
carretera. El obstáculo del Darién, presidente Lula,
es más hoy un obstáculo de opinión pública
que un obstáculo de gobierno.
Por eso hemos venido transitando el camino,
no de presionar al gobierno de la hermana República de Panamá, sino
de crear las bases para hacer un trabajo de opinión pública
en Panamá, a fin de que se entienda la necesidad de construir
esta carretera.
Cuente presidente Lula con Colombia para
sus empeños nobles
de la unión suramericana, y cuente con Colombia para esa
unión entre Suramérica y la gran Mesoamérica,
cuyo componente tan importante lo integran nuestros hermanos centroamericanos.
También es bien importante registrar las otras obras de
infraestructura. A la señora Canciller y a mí nos
correspondió asistir en El Cuzco (Perú) a la firma
del convenio entre Perú y Brasil, al cual concurrieron el
presidente (de Perú, Alejandro) Toledo y usted, presidente
Lula, mediante el cual Brasil financió esa colosal vía,
que atravesando el Perú de este a oeste, comunicará al
Brasil con el Pacífico y será redentora como vía
transversal del hermano pueblo peruano.
Esa carretera ya está en plena construcción, qué bueno
que los testigos, que fuimos del acuerdo firmado en El Cuzco, podamos
decirle hoy al mundo que eso no se quedó en retórica,
sino que esa carretera está en plena construcción.
Confiamos que rápidamente en Colombia podamos abrir la
licitación para construir una de las carreteras más
importantes del continente, una carretera que será vital
para la comunicación de Brasil con el Pacífico, una
carretera vital para la comunicación de sectores del centro
este de Colombia, de su sur, con el occidente del país,
con el mar Pacífico: la carretera San Miguel – Puerto
Asís – Mocoa, variante de San Francisco – Pasto,
para llegar por la ya construida al Puerto de Tumaco, sobre el
Pacífico.
Esta mañana, cuando usted llegaba a la Casa de Nariño,
tuvimos una conversación en un salón protocolario,
donde cuelga un retrato del general Rafael Reyes, ese presidente
visionario, ese presidente realizador. Y le contaba yo a usted,
que Reyes fue el precursor de esa carretera, porque puso la montura
sobre su mular en Popayán, y descuajando selva, llegó a
las llanuras del Putumayo. Allí se embarcó por el
río, terminó en el Amazonas, en el mar Atlántico,
en Río de Janeiro.
Diría yo que fue el gran pionero
de las relaciones entre Colombia y Brasil, y el gran visionario
de esa carretera.
Y cuatro horas después en nuestro consejo de ministros,
usted impartía la orden perentoria de que se diera rápidamente
los pasos necesarios en el Banco de Desarrollo de Brasil para financiar
esa carretera.
El compromiso nuestro es volver a entregar
el proyecto cuanto antes, de parte del presupuesto de Colombia
financiar lo que quede
faltando de preinversión.
Y estamos muy complacidos de saber que
con su voluntad, en pocos meses vamos a tener firmada la carta
de intención, que nos
permitirá un crédito de aproximadamente 200 millones
de dólares, en las mismas condiciones ventajosas que ustedes
le otorgaron el crédito al Perú. En ese momento Colombia
abrirá la licitación, pidiendo esas condiciones financieras,
que seguramente le van a permitir a las empresas brasileras tener
mucho éxito en esa competencia, para construir tan colosal
obra.
¡Qué bueno Presidente, que en el curso de pocos meses
podamos ver adjudicada esa obra e iniciada su construcción,
porque sería empezar a materializar un gran sueño,
una gran necesidad de nuestros pueblos!.
También tenemos que avanzar en otros frentes de integración.
Leticia y Tabatinga tienen ambas energía térmica,
con un alto costo de transporte de diesel. Esta mañana se
examinaba la posibilidad de la Hidroeléctrica del río
Calderón, que la debemos sacar adelante los dos países
y que va servir de fuente para suministrar energía a Leticia
y Tabatinga.
El Brasil, acentuado con su liderazgo,
se convierte en un gran ejemplo para la producción de combustibles de origen biológico,
es fabuloso oírle decir a usted y sobre todo ver que eso
está avanzando en la práctica que en diez años
Brasil no va a consumir petróleo, que lo va a exportar en
su totalidad y que las necesidades internas serán atendidas
con alcohol carburante y con biodiesel de diferentes fuentes.
Siguiendo el ejemplo del Brasil, aquí ya empezamos a producir
alcohol carburante. En el mes de enero que viene el país
estará ya produciendo un millón cien mil litros al
día, una cuta inicial de lago tan importante para generar
empleo, de algo tan importante como variable ambiental, y el señor
Ministro de Minas que aquí nos acompaña está próximo
a entregar la resolución de precios para que Colombia empiece
a producir biodiesel.
Otro gran ejemplo del Brasil es que todos
lo motores de vehículos
que se están ensamblando en el Brasil, son motores que pueden
funcionar con un combustible o con el otro o con una mezcla de
esos combustibles.
Nosotros en Colombia tenemos que dar ese
paso. Y me sorprende ver que ustedes están trabajando biodiesel a partir del
aceite de higuerilla, planta tan importante, tan rica, que aquí la
tratábamos como una maleza y apenas ahora le empezamos a
reconocer toda la importancia en las granjas de nuestras instituciones
agropecuarias de investigación.
También presidente, quiero agradecer
sus esfuerzos para que esa brecha tan amplia, esa brecha tan
amplia en favor del Brasil,
en nuestra balanza bilateral se vaya cerrando.
Sus esfuerzos para que Brasil compre más en Colombia, para
que Brasil invierta más en Colombia.
Transmítale a los inversionistas de Brasil que aquí están
dadas todas las condiciones para poder confiar plenamente en materia
de inversión en Colombia.
Han llevado nuestros dos países un liderazgo en la lucha
mundial por la caficultora. Se pudo comprobar recientemente cuando
lo acompañamos en la nueva versión del Congreso Mundial
Cafetero en salvador Bahía.
Tenemos mucha fe que los cafés con agregado industrial,
que los cafés orgánicos, los cafés especiales
y las nuevas modalidades como son las tiendas reivindiquen para
nuestros productores campesinos tiempos infinitos de mejores precios
y en todo eso el Brasil ha sido y es y será el gran socio
de Colombia.
Llega usted a Colombia, en un momento donde
aparecen las primeras luces de lo que podría ser el impacto reconciliador de la
política de Seguridad Democrática.
Como se lo he explicado en todas nuestras
conversaciones, que para mí han sido bien iluminantes al escucharlo y al registrar
en usted ese gran constructor de consensos y ese gran analista
con sentido práctico, la seguridad nuestra es democrática
porque es para todos los colombianos, es para que todos ejerzan
las libertades. La seguridad nuestra es democrática para
garantizar que en nuestro país, sin la interferencia del
terrorismo, puedan seguir floreciendo todas las flores del jardín
de las ideas.
Y una seguridad planteada y ejercida con
criterio democrático
tiene que producir el efecto de ser una seguridad que reconcilie.
Tenemos 20 mil desmovilizados, un poco
más de 13 mil de
los mal llamados paramilitares y un poco más de 6 mil de
las guerrillas.
Con prudencia esperamos que el doctor Luís Carlos Restrepo
inicie en Cuba los diálogos con el ELN.
Ayer dimos una respuesta contundente a
la propuesta que nos llego de tres países europeos: de Francia, de España y
de Suiza, sobre lo que podría ser un acuerdo humanitario
para liberar secuestrados y un principio de acuerdo de paz.
Quiero agradecer su permanente preocupación por la suerte
de la política de Seguridad Democrática en Colombia,
la disposición suya para ayudar en todo lo que Colombia
requiera para lograr el fin preciado de la paz.
Que bueno que usted haya sentido esta mañana la Seguridad
Democrática en Colombia.
Cuando lo vi salir de esta casa a reunirse
con el Alcalde de Bogotá yo
sentía algún halago de conciencia al saber que esa
reunión entre el presidente del Brasil y el Alcalde de Bogotá,
viejos amigos, compañeros en tantas luchas sociales, se
hacía posible por el espíritu democrático
del Brasil y por las convicciones democráticas de Colombia.
Que bueno que ahora que sea firmado el
acuerdo de salarios usted sea el testigo de esa firma, porque
hace dos horas me llamaron
los trabajadores, el Ministro y los empresarios, y me dijeron que
estaban afanando para lograr ese acuerdo y que querían que
usted fuera el testigo y usted muy generosamente aceptó.
Usted es un gran símbolo democrático, un gran símbolo
de la integración, un gran símbolo de cómo
avanzar en seguridad, avanzar en confianza económica y avanzar
en metas sociales.
Hemos dejado sobre su pecho la Cruz de
Boyacá, la presea
que creó el Libertador para premiar a los mejores hijos
de Colombia o a sus mejores amigos en la comunidad internacional.
Aquel cuadro del Libertador lo muestra
donde quiera que uno lo mire, con una aguda mirada, estoy seguro
que mira complacido desde
las colinas de la historia que la orden de Boyacá, la presea
de sus sueños, quede hoy en el pecho de uno de los más
importantes gobernantes democráticos y sociales del mundo.
Muchas gracias presidente Lula por su visita.
Quiero invitarlos a levantar esta copa por el Brasil, por Colombia,
por usted Presidente
Lula, por nuestros pueblos. |