DISCURSO DEL PRESIDENTE
EN CEREMONIA DE ASCENSOS DE OFICIALES DE LA RESERVA
Barranquilla, 16 dic. (SNE).- El
siguiente es el discurso del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la ceremonia de ascensos de oficiales de la reserva del
Ejército y de la Armada Nacional, realizada este viernes
en el Comando Aéreo de Combate No. 3 en Barranquilla:
“Quiero saludarlo muy afectuosamente.
Con ocasión de reunirnos esta tarde en Barranquilla con
el señor Gobernador, el señor Alcalde, los alcaldes
de los municipios afectados por las inundaciones, hemos venido
a presenciar esta ceremonia tan significativa de unos compatriotas
de la vida civil, que han prestado durante muchos años sus
servicios como oficiales de reserva del Ejército y de la
Armada y que hoy reciben un merecido ascenso.
Quiero saludarlos a ellos muy respetuosamente,
a los señores
Tenientes Coroneles: David Dancur Baldovino y su señora
Luz; Heberto de Jesús Martínez Dávila, su
señora María Victoria, sus hijos; David Name Terán,
su señora Belinda y su hija; Álvaro Antonio Álvarez
Nader, su señora Elena Isabel, sus hijos; Luis Fernando
García Arrázola, su señora Martha, sus hijos;
Pedro Jesús María Tarud Tarud, su señora María
del Rosario, su hijo; Nicolas Solano Mesa, su señora Mari
Luz; Ramiro Alfonso Moreno Noriega, su señora Gloria y sus
hijos.
Y a los oficiales de la Armada ascendidos:
Capitanes de Fragata, Dorían Enrique Mejía, sus hijos; Álvaro Segundo
Munárriz Bula, su señora Ivonne; Carlos Arturo Donado,
su señora Aracelly, su hija; Antonio José Montoya,
su señora Margarita; Armando Alberto Uscategui, su señora
Elena.
A ellos nuestras felicitaciones, a sus
familias la gratitud por haberles dado apoyo en esta tarea con
vinculación con la
Fuerza Pública.
Si hay algo bien importante en Colombia
hoy, es interpretar cabalmente la consecuencia del valor de la
solidaridad incorporado en nuestra
Constitución. Ese solo texto, ese solo preámbulo
de nuestra Constitución, se debería entender como
la obligación de cada ciudadano en nombre de la solidaridad
y del ejercicio del Estado Social de Derecho, de cooperar con las
instituciones de la República que tienen la obligación
de dar paz y tranquilidad a toda Colombia.
Nosotros entendemos que no se necesita
ley, que no se necesita decreto, que basta con leer el texto
constitucional para entender
que nuestra vinculación a la sociedad colombiana nos exige
el cumplimiento de unas obligaciones para poder gozar unos derechos,
la obligación de apoyar a la Fuerza Pública permanentemente
como contrapartida fundamental para poder disfrutar el derecho
de la seguridad.
En este Gobierno hemos aumentado la Fuerza
Pública en 130
mil hombres. En muchas partes del país hemos mejorado el
control territorial, ha habido una notoria disminución de
la violencia, pero también tengo que reconocer con tristeza
que todavía se presentan hechos graves que lamentar como
los que en el día de ayer afectaron el departamento de Norte
de Santander, donde acabamos de crear la Brigada 30 en Cúcuta,
territorio en el cual el 4 de enero estará trabajando una
nueva Brigada Móvil que ya ha sido activada.
Territorio que tenía una paz artificial e ilegitima, derivada
de la presencia paramilitar y que ahora con la desmovilización
de los paramilitares se han sentido estos peligrosísimos
rebrotes de la guerrilla que tenemos que enfrentar como es debido
en el Estado de Leyes, a través del único instrumento
legítimo en el Estado de Leyes que es: la Fuerza Institucional
del Estado, nuestro Ejército, nuestra Policía.
Desde esta base de la Fuerza Aérea
en Barranquilla, hago llegar mi saludo al pueblo nortesantandereano.
Quiero expresarle al pueblo nortesantandereano
nuestro compromiso: hemos tenido muchas dificultades, se desmovilizaron
los paramilitares
del Catatumbo y hemos sentido esta arremetida guerrillera, pero
con la única arma valida del Estado de Leyes, la institución
constitucional, nuestra Fuerza Pública, vamos trabajar sin
desmayos hasta devolverle a Norte de Santander completamente la
paz. Por eso hemos dado pasos como la creación de la creación
de la nueva Brigada 30 con sede en Cúcuta y la Brigada Móvil
ya activada que entrará a operar en el Catatumbo a partir
del 4 de enero.
Hemos avanzado en muchas partes del país. Barranquilla
muestra una gran disminución en todos los delitos, lo mismo
el departamento del Atlántico. Claro que debo anotar que
en disminución fue mejor, en el lado de homicidios, el primer
semestre en Barranquilla, que este segundo semestre y eso nos obliga
a estar ajustando, porque si bien la ciudad tiene uno o quizá el
nivel más bajo de homicidios en el país por cada
100 mil habitantes, de todas maneras estamos obligados a hacerlo
descender todavía muchísimo más. Ojalá que
la ciudad llegara a cero asesinatos.
Y hemos visto también un gran descenso de otros delitos
de gran impacto social en la ciudad y en el Atlántico.
Prácticamente la eliminación del secuestro, la eliminación
del terrorismo, la disminución de delitos de gran impacto
social como el robo de vehículos, el robo de motos, el hurto
a residencias, etcétera. Pero no nos podemos confiar, mientras
el terrorismo esté vivo su capacidad de hacer daño
no se puede subestimar, en cualquier momento golpea a la sociedad
como lo sentimos ayer en Norte de Santander.
Y no obstante que hemos aumentado en 130
mil los integrantes de nuestra Fuerza Pública, que estamos haciendo mejores esfuerzos
para dotarla de mejores embarcaciones en los ríos, de más
aviones de combate –como los 25 que acaban de comprarse al
Brasil-, de más helicópteros de combate y de transporte,
de más tecnología, todavía falta mucho para
una Nación con un territorio tan extenso: un millón
164 mil kilómetros cuadrados, con una geografía tan
diversa, con tantas posibilidades para el terrorismo como la circunstancia
bondadosa para la ecología de que todavía Colombia
preserva 578 mil kilómetros en selva.
Todo esto nos produce una reflexión: es necesaria la Fuerza
Pública pero con ella no basta, se requiere el acompañamiento
de la ciudadanía a la Fuerza Pública. Todos los ciudadanos
de bien deben ser acompañantes de la Fuerza Pública,
el país no puede permitir que en unas regiones la ciudadanía
tenga que estar acribillada por la guerrilla y en otras regiones –supuestamente-
defendida y de manera ilegítima, por los paramilitares.
En lugar de guerrilla y en lugar de paramilitares,
en lugar de sometimiento ciudadano a guerrilla o a paramilitares,
lo que requerimos
es apoyo ciudadano a la Fuerza Pública. Por eso, me complace
mucho poder invitar a mis compatriotas todos, a que cada uno sea
un cooperante y un acompañante a la Fuerza Pública
y hacerlo aquí, en presencia de unas familias tan importantes
de Barranquilla, que han venido a acompañar a sus esposos
o padres o parientes –en esta ceremonia de ascensos donde
obtienen un grado más como oficiales de reserva del Ejército,
como oficiales de reserva de la Armada. Ojalá cada colombiano
se convirtiera en un oficial de reserva de alguna de las Fuerzas-.
Necesitamos que cada colombiano sea un
civil comprometido en la cooperación con la Fuerza Pública para obtener ese
valor superior de la sociedad, ese bien jurídico colectivo,
que es la tranquilidad, que es la paz. Y, y siendo eso lo necesario,
lo ideal también es que cada ciudadano pueda enrolarse como
un oficial de la reserva de la Fuerza Pública.
Muy distinguidos Coroneles y Capitanes: muchas gracias por este
buen ejemplo que nos dan todos los colombianos. En la media que
el esfuerzo de ustedes, su disciplina para estar combinado su trabajo
en la sociedad civil con su apoyo a las Fuerzas Militares, sea
una luz que ilumine el camino que debemos seguir muchos colombianos.
La paz es hija de la autoridad y el ejercicio
de la autoridad no se impone mientras los ciudadanos no concurran
a abandonar la
guerrilla a abandonar los paramilitares y a acompañar resueltamente
a la Fuerza Pública.
Ustedes son un buen ejemplo para todos
los colombianos, muchas felicitaciones y contribuyamos todos
a que nuestros compatriotas
puedan tener una navidad y un año nuevo feliz y que el año
2006 sea un año de más avances para que Colombia
gane definitivamente la tranquilidad, que es hija de la seguridad
y de la autoridad y que es el camino para la reconciliación.
Muchas felicitaciones y muchas gracias. |