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RUEDA DE PRENSA URIBE Y CHÁVEZ

Santa Marta, 17 dic. (SNE).- La siguiente es la rueda de prensa concedida este sábado por los presidentes de Colombia y Venezuela, Álvaro Uribe Vélez y Hugo Chávez Frías, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde se conmemoró hoy, los 175 años de la muerte del Libertador, Simón Bolívar:

Álvaro Uribe Vélez. Presidente de Colombia: Quiero repetir la bienvenida calurosa, afectuosa, al señor Presidente Chávez, a su muy distinguida delegación, ha sido nuevamente una reunión bastante productiva, hemos avanzado en una serie de temas y escuchemos al señor Presidente Chávez, además en un día tan importante para nuestra integración, como es este nuevo aniversario del deceso del Libertador.

Hugo Chávez Frías. Presidente de Venezuela: Gracias Presidente hermano, gracias a todos.

Ratifico a nombre de mis compañeros de delegación, mis compatriotas venezolanos, señor Presidente, señora Cancillera, señor Embajador, señores Ministros, señor Gobernador, señora Alcalde, compatriotas de Colombia, de esta Patria grande, nuestra infinita gratitud a ti Álvaro y a todos ustedes por esta invitación, que no es cualquier invitación, es la invitación un día tan especial como el de hoy y a un lugar tan especial como San Pedro Alejandrino.

Aquí provoca decir muchas cosas pero voy a ponerle frenos al espíritu para cumplir con la actividad de la rueda de prensa. Hemos pasado un día maravilloso, inolvidable, con esta brisa que trae tantas cosas con su fuerza. Es la brisa del Caribe, es la brisa de la Sierra.

Aquí llegó hace 175 años aquel que en un momento, de los tantos de amargura que vivió, lanzó aquí en Santa Marta aquella frase: “Jesucristo, Don Quijote y yo, los tres grandes majaderos de la historia”.

Aquí llegó con su cruz a cuestas, el peregrino que fue Simón Bolívar. Aquí llegó después de 25 años de haber jurado allá en el Monte Sacro, dedicarle la vida a la independencia y a la creación de una nueva gran república. Aquí llegó después de 14 años de guerra. Aquí llegó a lo que pudiéramos llamar el calvario Alejandrino, fue un calvario, el calvario de Bolívar, tan magistralmente recogido por ese genio y esa pluma maravillosa del compañero, del amigo, del compatriota Gabriel García Márquez, de “El general en su laberinto”. Fue aquí, a lo mejor debajo de estos árboles cuando lanzó Bolívar o donde lanzó Bolívar la frase: “¡Dios mío, cómo saldré yo de este laberinto!”.

Fueron días terribles días aquellos, cuyas consecuencias estamos viviendo hoy. También lo dijo Bolívar en esta Quinta, en esta Santa Marta, en este Caribe, dentro de tantas cosas que dijo en ese último camino: “mis angustias vivirán en el futuro”. Están vivas las angustias de Bolívar, vivas en nosotros, en nuestras angustias, en nuestros sinsabores, en nuestras frustraciones, en esos sueños, en esa esperanza.

En ese calvario, Bolívar dejó huella imborrable, huella de gigante, desde el primero de diciembre hasta el 17, dejó -por ejemplo- esa última proclama que leíamos comenzando la tarde, a la 1:05 minutos, una proclama que recoge mucho lo que pasó de verdad aquellos días, aquellos años.

Bolívar llegó aquí después de haber sido expulsado de Venezuela, le prohibieron volver a Venezuela y el gobierno oligarca de Venezuela, además le exigió a la Nueva Granada, que también lo echaran de aquí y lo echaron también de Bogotá.

Venía Bolívar de sentir el terrible dolor del asesinato de Sucre, allá en Berruecos, la noticia la recibió aquí, viniendo hacia acá, en julio del año 30. Y dicen que dijo: “ha muerto el Abel de Colombia, el Abel de Colombia”. Y dicen que dijo: “es la muerte que me anuncia su decisión, viene por mí, es el primer golpe de la guadaña para probar el filo de la hoja”. El se sintió muerto cuando murió Sucre. “Estoy muerto en vida”, decía.

Fue aquí en Santa Marta cuando escribió aquella carta incomparable a Fannie du Villars, despidiéndose de aquella mujer a la que quiso mucho, allá en Paris, por 1804, 1805, pero esa carta a Fannie es estremecedora. “Adiós Fannie, todo ha terminado”, le dice.

“Me tocó la misión del relámpago, rasgar un instante las tinieblas y tornar a perderme en el vacío. Esta letra temblorosa, no la reconoces ¿verdad? —le dice-, es la misma que tomó la tuya en los momentos del amor, es la misma que empuñó la espada en Carabobo, en Boyacá. No la reconocería si la muerte no me señalara con su dedo despiadado la realidad de este supremo instante”.

Y le dice —poeta hasta la muerte fue Bolívar, un gran poeta-: “tengo delante de mí el mar Caribe azul y plata, agitado como mi alma por profundas tempestades, detrás de mi el macizo gigantesco de la Sierra y encima de nosotros el cielo más bello de América”.

En fin, fue el Bolívar de esos últimos días, el Bolívar que se quedó guindado, que quedó como aquí, titilando en el viento, es el Bolívar que necesitamos para que nos guíe en este nuevo camino.

A ese Bolívar, gracias a ti, Álvaro, por la invitación generosa de este día a Santa Marta, gracias a todos ustedes, venimos a rendir tributo desde el alma, desde el corazón y pedimos y nos comprometemos en ese trabajo sincero, afectuoso por la unidad verdadera entre nuestros pueblos, unidad de la que hemos estado hablando aquí en San Pedro Alejandrino, desde el medio día, en lo económico, en lo político, en lo local, en lo regional, en lo social.

Unir de verdad nuestros pueblos, no nos queda otro camino, solo unidos nosotros podemos salir de la situación de atraso, de pobreza, de miseria, en que nos encontramos, producto precisamente de que el proyecto de Bolívar no se pudo concretar: la unión de Suramérica. Nos dividimos y nos pusimos a pelear entre nosotros y los poderosos del mundo se adueñaron de nuestras economías y nos impusieron modelos perversos de explotación, de exclusión.

Repito que provoca hablar mucho pero debo respetar el tiempo y a todos ustedes y solo digo con Neruda —recuerdo a Neruda aquí hoy, con esta brisa en Santa Marta-: “todo lleva tu nombre padre, en nuestra morada, el huracán Bolívar, el volcán Bolívar, el pájaro Bolívar, el estaño Bolívar, el salitre Bolívar. Tu herencia fueron ríos, valles, campanarios, tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre”.

Y provoca decir con Neruda: “despierta cada 100 años, cuando despiertan los pueblos”. Muchas gracias Álvaro.

Milagros Zambrano, periodista de Venevisión: En este tipo de reuniones nunca falta el tema de seguridad que siempre compete a los dos gobiernos, ¿se tocó en esta cumbre bilateral algún punto sobre el tema de seguridad, de los trabajos conjuntos, que realizan las Fuerzas Armadas de ambos países?

Además Presidente Chávez quisiéramos saber, ¿luego de este periplo que ha realizado por América latina, cómo percibe el proceso de integración?

Presidente de Venezuela: El primer tema no lo tocamos hoy en verdad, nos dedicamos a los temas económicos, los proyectos conjuntos, oímos los Gobernadores, los Ministros, los temas de la COPIAF (Comisión Presidencial de Integración y Asuntos Fronterizos), el tema del gasoducto, del oleoducto, de la planta de Monómeros, nos dedicamos sobre todo a eso. Aún cuando ese tema siempre está pendiente en nuestras conversaciones, en alguna conversación privada allá en el vehículo.

Aprovecho tu pregunta para manifestar nuestra alegría por la decisión del Presidente Uribe de dar un paso más, un esfuerzo más hacía la paz y en ese camino estaremos siempre a la orden, así cuadrados, firmes, ante Colombia para ayudar humildemente, en lo que podamos, para que haya paz. Aquí en Colombia, allá en Venezuela y en todas estas tierras. Pero si le dedicamos, sobre todo nosotros dos, unos minutos a ese tema.

En cuanto a la pregunta de la integración, creo que hemos dado pasos gigantescos que creo no se dieron en 50 años. Nosotros los suramericanos mirábamos cada quien hacía el norte, hacía el este, hacía el oeste, de espaldas unos a otros, casi todos, muy bajo el nivel de integración que hubo en el Siglo XX. En estos últimos años creo que hemos dado pasos pero muy firmes, que van pasando de las buenas intenciones, de la poesía, de las declaraciones a los hechos concretos.

Cuando hablamos de la refinería en Pernambuco, por ejemplo, una refinería que vamos a construir entre ambos para refinar allí 200 mil barriles de petróleo diario, petróleo venezolano, del Orinoco, donde vamos a estar Petrobras y Pdvsa —explotando ese petróleo conjuntamente- y petróleo de Brasil, a ligar el crudo allí y abastecer con combustible, a más bajo costo, a todo ese bloque que es el nordeste del Brasil donde hay como 50 millones de personas y no tienen fuentes de energía, tienen que traer la gasolina y el combustibles desde el centro y sur del Brasil y les sale mucho más caro. Eso va a ser una bendición para todos esos pueblos y para Venezuela también, porque lo que beneficia al Brasil beneficia a Venezuela, lo que beneficia a Colombia beneficia a Venezuela. Nosotros no estamos viendo esto con el cartabón de economicista de cuánto nos vamos a ganar, no, no queremos perder dinero, pero no es dinero lo que queremos ganar.

A mí me da tristeza cuando algunos voceros de la oposición venezolana —por eso es que están como están-. Esta mañana estaba leyendo una critica de algún dirigente de estos de la oposición en Venezuela, criticando que Venezuela vaya a construir 50 por ciento y 50 por ciento una refinería en Pernambuco, pero esos voceros de la oposición venezolana nunca han criticado ni critican lo que nosotros sí criticamos, aun cuando nos corresponde el manejo de ese problema heredado.

Venezuela tiene una refinería en Alemania, comprada hace no se cuántos años, esa refinería no nos da a nosotros un centavo de ganancia, como tenemos 8 refinerías en los Estados Unidos, que nunca nos dieron ganancia, solo ahora que estamos recuperando aquella empresa progresivamente.

Pero entonces, los que no critican eso, critican que ahora vayamos, junto con Brasil, a hacer un complejo que incluye desde la operación, el transporte, la refinación y la distribución de petróleo, diesel y derivados. Ese es un hecho concreto de integración.

Como el proyecto del gasoducto hacía el sur, que también adelantamos conversaciones con los equipos técnicos, y aquí hoy, menos de 24 horas después, estamos avanzando en la idea del gasoducto y ya no es una idea, ya es un proyecto, el gasoducto guajiro, que ya ustedes conocen. Ese ya es un proyecto y estamos arrancando la construcción de ese gasoducto que va a ser tan útil para nuestros dos pueblos.

La idea del oleoducto, que va a ser un oleoducto de mucha importancia, eso si está todavía al nivel de la idea, pero hoy avanzamos aún más. Ya están los equipos técnicos trabajando para cruzar desde las sabanas de Venezuela, cruzar el corazón de Colombia, pasar por Colombia hasta el pacífico, eso nos permitirá enviar petróleo y derivados hacía el Asia, directo, un gran proyecto.

El proyecto de la planta de Monómeros, que nosotros, dado que el Gobierno de Colombia ha ofrecido en venta su participación y nos ha ofrecido a nosotros la prioridad, nosotros queremos invertir allí. Queremos invertir, incluso tenemos la idea de ampliar esa planta que produce fertilizantes para el mercado colombiano pero podemos pensar en el marcado centroamericano y más allá. Ahí se producen un conjunto de productos, nylon para la industria textil y muchas otras cosas. Queremos ampliar esa planta y modernizarla y tenemos los recursos para hacerlo.

Bueno todo el tema de la gasolina fronteriza y el sistema que ya hemos decidido activar para garantizarle a los pueblos fronterizos de Colombia suministro de gasolina desde Venezuela hasta donde podamos. No podemos en verdad asumir todo el mercado y no queremos tampoco quitarle el mercado a ECOPETROL, pero si podemos fusionarnos y en eso estamos.

Presidente de Colombia: Quíteselo todo Presidente que yo le doy permiso.

(Risas…)

Presidente de Venezuela: Nos piden de Santa Marta que podamos traer gasolina hasta acá, nosotros queremos hacerlo y el Presidente Uribe también, y habrá que ponerse de acuerdo en el tope. Le he dado instrucciones a mi equipo de Pdvsa que está acá, que lleguemos hasta Santa Marta, siempre y cuando técnicamente se solucionen los problemas, que todo se puede solucionar cuando hay voluntad y nosotros tenemos la voluntad.

El tema fronterizo, de las zonas de integración fronteriza en el Táchira, en La Guajira.

En fin, creo que hoy podemos decir que la integración marcha como nunca marchó en un siglo y más, no solo en Colombia y Venezuela, sino en Suramérica. Suramérica unida, repito, insisto en eso, el caudillo oriental José Gervasio Artiga decía: “busquemos soluciones dentro de nosotros mismos”, de otras partes del mundo bien podemos recibir ayuda, cooperación, etcétera, pero comencemos por nosotros, unidos saldremos adelante.

Así que creo que la integración comienza a marchar como debe marchar y en la dirección en que debe marchar.

Edulfo Peña, periodista del diario El Tiempo: Para preguntarle al Presidente Uribe: usted anoche hizo un anuncio poco usual desde la Casa de Nariño, advirtió que los Estados Unidos no se pueden seguir metiendo en los asuntos internos de política colombiana. Le quisiera preguntar Presidente si esa es una decisión de marcar distancias de Washington, si ese es un distanciamiento o si es que por andar con el Presidente Chávez tanto, se le esta prendiendo la manía de responderle duro a Washington.

Presidente de Colombia: Lo escrito, escrito está, creo que no es el momento ni el lugar adecuado para hablar del tema.

Ricardo Durán, periodista de Venezolana de Televisión: Presidente Uribe, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas informó que las exportaciones de productos venezolanos se ha incrementado aquí en Colombia cerca de un 12 por ciento y casi 1.000 millones de dólares. ¿Es cierta esta información que se maneja aquí en Colombia?

Presidente de Colombia: Es muy superior, es inmensamente superior.

El comercio binacional ha crecido muchísimo, puede situarse este año entre 1.200 millones de dólares. Si vemos el crecimiento de las exportaciones de colombianas hacia Venezuela este año, pueden oscilar entre el 22 y el 28 por ciento y el crecimiento de las exportaciones venezolanas hacia Colombia esta creciendo más o menos en un 45, 48 por ciento este año.

Vimos ahora en la reunión ampliada una gráfica que muestra como el mejoramiento en el crecimiento económico colombiano ha aumentado verticalmente, la curva se vuelve casi vertical, las importaciones colombianas desde Venezuela.

Periodista: ¿Esto se debe a este tipo de reuniones y encuentros que se han incrementado durante el año 2005?

Presidente de Colombia: Ayudan inmensamente. No desde a año 2005, yo asumí la Presidencia el 7 de agosto del 2002 y rápidamente tuvimos acá en Santa Marta, en un hotel cercano, una reunión bilateral con el Presidente Chávez y empezamos a trabajar una agenda práctica, ajena a lo retórico, de proyectos necesarios para la conveniencia de nuestros dos países y en esa agenda hemos persistido.

Y el trabajo de esa agenda crea confianza y la confianza, por supuesto, rebaja tensiones y al no haber tensiones todo se facilita y se facilita la integración económica y se facilita el comercio y se facilita las inversiones de aquí allá y de allá acá.

Presidente de Venezuela: Lo hemos dicho en varias ocasiones, pero creo que hay que repetirlo y que lo repitamos todos los colombianos y todos lo venezolanos: en la medida que le vaya bien a Colombia, le va bien a Venezuela. Eso es… ¿como se llama esa ley matemática? Conmutativa, la ley conmutativa de las igualdades. Si A es igual a B y B es igual a C, A es igual a C. Si le va bien a Venezuela, le va bien a Colombia.

Por eso nosotros debemos —como estamos haciéndolo- trabajar siempre juntos, con transparencia, con franqueza y con el ánimo constructivo de solucionar cuantos problemas haya. Y no caer en provocaciones, no hacerle caso a los cantos de las sirenas por aquí, por allá, sino trabajar.

Hoy avanzamos mucho a pesar del poco tiempo, incluso hemos hablado de unas futuras reuniones tipo cumbre con los gobernadores fronterizos, porque queremos oírlos, porque estábamos ahí en la mesa, oíamos al gobernador del Magdalena, exponernos ideas, el Gobernador del Norte de Santander los alcaldes, oírlos y de allí ir amasando proyectos conjuntos.

Pudiéramos decir hoy, Álvaro, que hemos decidido avanzar en el estudio de una presa en una zona fronteriza por el Táchira, en Norte de Santander, ¿para que?, para solucionar uno de los más graves problemas que tenemos por ahí en esa región, de ambos lados, es la misma región, es el mismo pueblo, es la misma geografía: el agua potable. Entonces hay varias opciones, queremos avanzar y yo se que vamos a solucionar ese problema, problemas de agua, de energía, de salud, de educación.

Si dos pueblos podemos avanzar en infinidad de proyectos de integración, Colombia y Venezuela. Es que somos un solo pueblo en verdad, somos un solo pueblo. Bolívar hablaba de que la capital de la Colombia originaria, que llaman algunos la Gran Colombia, de aquella Colombia que nació en la Angostura y existió hasta el año 30, debía estar por ahí por La Guajira. Él decía que por ahí debería funcionar la capital de Colombia.

Entonces, en la medida en que cuidemos, por eso nosotros ratificamos acá nuestro apoyo a la institucionalidad colombiana. Pido a los hermanos colombianos, independientemente de su idea política, de su idea social, de su ideología, de su partidismo político, nadie en Colombia crea que nosotros estamos interesados en generar violencia aquí, todo lo contrario.

“¿Que si nosotros apoyamos grupos armados?”, mentiras. Los que siguen acusándome de eso, no han podido presentar una sola prueba en 10 años porque estábamos recordando con la señora Sarita (Abello, directora del Museo Quinta de San Pedro Alejandrino) que hace 12 años aquí me recibieron —andaba yo flaquito, andaba con un liqui liqui, el único liqui liqui que tenía- y desde entonces comenzaron, ustedes recuerdan, que aquí no me dejaron entrar, queríamos rendirle honores a Bolívar pero no me dejaron entrar, nos quedamos allá afuera el 17 de diciembre de 1994. Al día siguiente, gracias a Sarita, a Pinto y al grupo de amigos y amigas, nos dijeron ‘vengan mañana que todos se van a ir, ustedes vengan mañana’ e hicimos el acto fue el 18, ahí mismo Álvaro, debajo de esa ceiba hace 11 años, 18 de diciembre.

Desde entonces anda por ahí el Coronel Lora Ramirez —un coronel colombiano-, a él también lo acusaron de que él era emisario aquí en la formación de grupos guerrilleros y no sé que más. Y eso recorrió páginas de periódicos y noticias de televisión y de radio, eso es mentira. Yo soy un insignificante ser humano, comparado con nuestros próceres. Pero no se trata de comparación alguna, no, somos una brizna de paz en el viento, Bolívar fue un gigante, la huella de él esta viva, fresca por ahí, profunda, imborrable.

Pero Simón Rodríguez salió en defensa de Bolívar, cuando lo atacaban por todas partes, lo llamaban tirano, decían que quería colorarse rey, que era un traidor, a él lo llamaban traidor, a él lo llamaban tirano y fue el Libertador. Simón Rodríguez escribe un libro, “Defensa de Bolívar” y Simón Rodríguez dice ahí algo: se ataca a Bolívar ¿por qué?, no es por Bolívar, es por el modelo, se quiere desprestigiar el modelo para que no impacte a nadie más y eso lo lograron.

Entonces se nos ataca a nosotros de manera salvaje, inclemente, se nos sigue señalando de muchas cosas. Yo les ruego a los colombianos que no crean nada de eso porque es mentira. Nosotros apoyamos a la institucionalidad de Colombia, apoyamos al Presidente Uribe, apoyamos lo que decida el pueblo de Colombia, apoyamos la democracia colombiana, queremos que lo grupos que andan todavía en armas se pacifiquen.

Yo anduve una vez con un fusil en la mano y varios de los que están aquí de mis compañeros, pero cuando salimos de la cárcel dijimos “no, ya”. Y hubo más de uno que nos propuso irnos para uno montaña, irnos no sé para donde, buscar otra rebelión militar y dije: no ya, vamos a buscar el camino pacífico, vamos a hacer un partido político, vamos a buscar una alianza, conocí a Yordani, después aparecieron todos ustedes, otros partidos, hicimos una alianza, bueno aquí andamos en la batalla política.

Ese tiene que ser el camino, ya basta de ráfagas de fusilería, de ametralladoras, de muerte y de dolor. ¡Tanto dolor que hay, la miseria es un dolor, ya con eso basta, sumarle más dolores a los dolores que tenemos!

Vamos a sumar nuestros dolores, nuestros amores. A mi me dio mucho gusto, mire, hoy Álvaro dio un gesto muy… -permítame que lo comente-, Soledad Córdoba andaba por ahí….

Presidente de Colombia: Piedad (Córdoba, ex senadora)…

Presidente de Venezuela: Perdón, Piedad… -ahí Dios mío, me va a matar- pero Álvaro me dijo: mira, por ahí esta Piedad…

Presidente de Colombia: y Petro (Gustavo, Representante a la Cámara)…

Presidente de Venezuela:… y Petro parece que no vino y entonces él fue, él, Álvaro le dijo a mi general Montoya: “Mande por ella que yo quiero que salude…”

Presidente de Colombia:… y por Petro…

Presidente de Venezuela : ...y por Petro, pero Petro no vino, no estaba ahí. Ahora, Piedad estuvo aquí, él la invitó al almuerzo, ella tenía que irse.

Bueno, eso es y yo te digo algo: ojalá Álvaro, cuando te veo hablando con Piedad y con estos senadores que fueron guerrilleros del M-19, que están aquí —hermanos como están ustedes-, estuvieron en las armas, son colombianos, colombianitos igual que Álvaro, venezolanitos allá igual que yo. Ojalá yo tuviera una oposición como la tuya con la que tu puedes hablar y darte un abrazo.

Yo añoro una oposición que no siga tratando de sabotear la democracia venezolana, como lo hicieron ahora retirándose faltando tres días de las elecciones, acusando de fraude, acusando de cualquier cosa, tratando de desestabilizarnos. No son leales con la democracia, no son leales con el juego democrático. Ojalá tengamos pronto esa oposición, sueño con ella, aspiro con ella, pero en fin.

En la medida que le vaya bien a Colombia nos irá bien a nosotros, en lo económico, en lo político, en la paz, en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y todos los males, la pobreza, la miseria. Juntos, vayamos juntos por el camino, como hermanos de verdad. Solo quería decir eso desde mi alma.

Ernesto Mcausland, periodista de Caracol Radio: Para el presidente Chávez: estamos a la expectativa de la respuesta de las Farc, en el país, en torno a una propuesta concreta que les hace el Gobierno para un despeje…

Presidente de Colombia: Perdón, no, no es propuesta del Gobierno.

Periodista: Bueno, sí, es propuesta de iniciativa internacional.

Presidente de Colombia: Es una propuesta de Francia, Suiza y España.

Periodista: Sí, concretamente. Sí señor Presidente, cómo no. Por eso le formulo la pregunta, porque sabemos que es un tema interno de Colombia pero tiene una iniciativa internacional. Entonces quisiera preguntarle cómo ve usted esta propuesta.

Y al señor Presidente Uribe quiero preguntarle: ¿por qué dos personas tan ideológicamente diferentes tienen tanta empatía y tienen tantas buenas relaciones?

Presidente de Venezuela: Somos hermanos, Álvaro y yo somos hermanos. La primera no te la puedo responder, porque no tengo muy claro todavía y fíjate la intervención del Presidente para aclarar algo, me indica que no debo opinar al respecto.

Presidente de Colombia: No, yo no quería indicarte eso a ti, de ninguna manera. Yo le quería recordar a Ernesto que esa propuesta no es del Gobierno, es de Francia, Suiza y España. Ahí participa Francia, que ha sido muy crítica de mi posición como Presidente frente al acuerdo humanitario, Suiza también y España que últimamente se incorporó para ayudar.

Entonces, lo que hizo el Gobierno fue respetar esa proposición de la comunidad internacional, salir rápidamente a apoyarla.

El Gobierno no se podía poner a calcular, el Gobierno no se puede igualar en cálculo con quienes no tienen sus mismas responsabilidades, el Gobierno tiene una responsabilidad superior. Y además tenía que darle la cara al país, porque al aceptar yo, cambiar un punto de vista que había sostenido durante tres años, tenía humildemente que decirle a los colombianos por qué aceptaba cambiar ese punto de vista, a solicitud de la comunidad internacional, asumir mi responsabilidad política.

¿Y por qué lo acepté? Por confianza en la comunidad internacional, porque si bien en esos 180 kilómetros la comunidad internacional propone que no haya soldados, también exige que no haya guerrilla y por ende no hay riesgo para la comunidad, por ende no hay cesión de soberanía y en lugar del Ejército de la Patria o la presencia de la guerrilla, habría 40 observadores internacionales.

A nosotros nos dijo la comunidad internacional: les entregamos esta propuesta, que la entregamos simultáneamente al Gobierno y a las Farc, para que nos respondan. El doctor Luis Carlos Restrepo (Alto Comisionado para la Paz) y yo la estudiamos esa tarde y llegamos a la conclusión que mi responsabilidad con los colombianos y con la comunidad internacional, era dar una respuesta rápida, clara, contundente y darle la cara al pueblo colombiano y decirle por qué cambiaba una posición de no desmilitarización que había mantenido durante tres años, para aceptar esta propuesta de la comunidad internacional.

Presidente de Venezuela: Nosotros apoyamos cualquier fórmula en dirección a la paz, por supuesto respetando la soberanía del Gobierno colombiano para asumir la recomendación venga de donde venga. Y nosotros lo ratificamos, y debo decir algo y lo voy a decir porque tú me dijiste que podíamos decirlo, no lo habíamos dicho hasta ahora: la llamada que me hiciste hace unos días.

Presidente de Colombia: Yo le propuse al Presidente Chávez esta mañana: Presidente, mire, para que no haya en el futuro especulaciones, para que no haya en el futuro malas interpretaciones, permítame contarle hoy a la opinión pública lo que se sucedió el jueves de la semana anterior, que era día de fiesta.

Estaba yo en la ciudad de Buenaventura, recibimos la señora Canciller y yo una llamada de Luis Carlos Restrepo, el Alto Comisionado de Paz, y me dice: ‘Presidente, todo está listo para las conversaciones con el Eln en Cuba, pero hay que facilitar el transporte de Antonio García a Cuba y creemos que el único que nos puede ayudar en esto es el Gobierno de Venezuela’.

Yo llamé al señor Presidente Chávez, lo saqué de una buena reunión, estaba comiendo cordero uruguayo con el Presidente Tabaré, le dije: Presidente, se van a dar unos diálogos en Cuba y necesito pedirte un favor, que Venezuela facilite el transporte de Antonio García para que llegue a Cuba. Y él aceptó y Venezuela lo facilitó, quiero darle las gracias y quiero contarlo, clara y paladinamente, para que después no empiecen a hacer conjeturas ni a distorsionar la realidad.

Estas cosas es muy bueno que queden en la memoria pública, a tiempo, porque si no quedan en la memoria pública a tiempo, después se corre el riesgo de que las falseen.

Presidente de Venezuela: Que haya paz, que haya paz, ese es nuestro deseo y hermandad, integración y vida. Gracias, Álvaro. Gracias a todos.

Presidente de Colombia: Déjenme referir a unos temas también. El señor presidente Chávez me entregó en Venezuela unos papeles que hemos analizado la señora Canciller, el Ministro de Defensa, el Director del DAS y yo. Y en esto para construir confianza hay que decir toda la verdad, Alfonso López Pumarejo solía decir: ‘hay que contar la verdad con incurable buena fe, con todos nuestros errores y vicisitudes’.

Los militares venezolanos que están en Bogotá, fueron a un edificio a reunirse con militares colombianos. El señor Presidente Chávez nos entregó esos papeles a la señora Canciller y a mí, en la reunión de Punto Fijo. Nosotros los hemos analizado y esta mañana, después de saludar al Presidente Chávez, le dije: Presidente, tengo que decirle la verdad, ese es un edificio de la Fuerza Pública colombiana, allí hay labores de inteligencia y está todo el mundo advertido que el Gobierno de Colombia no permite que nadie aquí vaya a armar conspiraciones contra un Gobierno democrático, menos de un país hermano.

En lugar de salirnos por las ramas, en lugar de engaños, yo asumí la responsabilidad frente al Presidente Chávez, se lo dije esta mañana y la asumo en público. ¿Por qué? Porque un país como Colombia, afectado por el terrorismo, no puede permitir que se le utilice como suelo para conspiraciones contra la democracia de nuestros pueblos hermanos. Ni terrorismo contra Venezuela ni terrorismo contra Colombia.

Entonces es bueno que ustedes conozcan, amigos, cual ha sido el estilo de comunicación de este Gobierno. Este Gobierno no es calculador, este Gobierno no disfraza la verdad, este Gobierno asume las responsabilidades. Cada vez que tenemos una dificultad, asumimos totalmente las responsabilidades.

Déjenme complementar algo que les ha dicho el Presidente Chávez.

Además de haber revisado la agenda concreta, los avances de nuestros proyectos, se ratificó que el lunes empieza el suministro de gasolina de la hermana República Bolivariana de Venezuela a nuestra Guajira. Pdvsa le vende a Ecopetrol y Ecopetrol distribuye a través de la cooperativa wayúu.

Las utilidades de ese proceso se van a invertir en reivindicación social a lado y lado de la frontera. Eso es bueno para Venezuela porque frena el contrabando, es bueno para Colombia porque evita que el dinero que se gana el contrabando lo sigan apropiando para actividades ilícitas y se facilita que, a través de esa actividad de la distribución legal de combustible, se emplee a la comunidad wayúu y que los ingresos, las utilidades que se produzcan, puedan favorecer a la comunidad en ambos lados de la frontera. Se va a ir cubriendo la frontera paulatinamente: Norte de Santander, Arauca, etcétera.

El señor Gobernador del Magdalena y el señor Alcalde de Santa Marta pidieron que se permitiera que esa gasolina llegue a Santa Marta. El presidente Chávez y el ministro Ramírez (Rafael, ministro de Energía y Petróleo y Presidente de Pdvsa) han aceptado. Tenemos que hacer esta aclaración: Santa Marta no está incluida en la zona de frontera, pero sí puede importarse gasolina para Santa Marta. Y la interpretación que yo tengo es que al importar esa gasolina desde la hermana República Bolivariana de Venezuela, se aplica al arancel andino, que es cero.

Entonces estamos es, esperando que el señor ministro Ramírez de Venezuela y el señor ministro Mejía (Luis Ernesto, ministro de Minas y Energía) de Colombia, hagan una aclaración sobre las cifras sobre la necesidad de consumo de Santa Marta y en ese momento, el presidente Chávez ha dicho, que entonces le adicionarían a los litros que le van a vender a La Guajira, unos litros para darle un cupo a la ciudad de Santa Marta. También hemos avanzado en eso en el día de hoy.

Y quiero también hacer una complementación sobre el tema de la integración Norte de Santander — Táchira. Allí hay infinitas limitaciones e infinitas posibilidades. Una limitación es la limitación de agua potable y de energía. Venezuela había pensado en el proyecto del río Táchira, aguas arriba, parece que es inviable, no es factible. En Colombia hemos pensado en lo que se llama la represa del Cínera, es un proyecto multipropósito, Cordillera Oriental arriba, en los nacimientos del río Zulia.

Entonces lo que hemos propuesto hoy es lo siguiente: que Colombia culmine los estudios, a través del Ministerio de Minas y a través del Ministerio del Medio Ambiente. Que una vez estén culminados los estudios, se entreguen a los homólogos venezolanos y que procuremos construir ese proyecto en territorio colombiano, captando las aguas del río Zulia, en su nacimiento en Colombia, para alimentar de agua potable y de energía a todas las poblaciones colombianas y venezolanas, a uno y otro lado de la frontera.

Yo quiero, para cerrar, agradecer inmensamente la presencia del Presidente Chávez, la presencia de todo su equipo en esta reunión.

Usted preguntaba, Ernesto, que por qué tantas diferencias ideológicas. Usted no sabe lo que pasa entre el ejercicio del discurso político y el ejercicio de gobierno. Cómo, lo que en el discurso político parecen contradicciones antagónicas, se cierran cuando se está frente a las responsabilidades del gobierno.

La diversidad es fundamental y hay que manejarla siempre con franqueza y con fraternidad. Porque esa mezcla de franqueza y de fraternidad permite que la verdad relativa que cada ser tiene, se sume con la verdad relativa del otro ser. Ambas se debatan, se analicen, siempre salga la síntesis y de una relativa analizada, mano a mano con otra verdad relativa, sale una verdad relativa superior. Ese es el proceso dialéctico de la historia.

Presidente de Venezuela: Y eso es marxista, ese planteamiento.

Presidente de Colombia: Mis compañeros de universidad, los marxistas tenían consignas, yo que era el jefe de los ‘contras’ me quemaba las pestañas estudiando eso profundamente, Presidente.

Me emociona mucho llegar con el presidente Chávez a esta Quinta de San Pedro, hoy 17 de diciembre.

En 1828, El Libertador no pudo llegar a Ocaña, se quedó en Bucaramanga, envió una carta bellísima al Congreso de Ocaña. Yo he analizado esa carta y encuentro en ella una gran fuente para llevar de la mano la inversión social y la política de seguridad. Una gran fuente de inspiración para el gobierno de fortaleza y para el gobierno de leyes. Una gran fuente de inspiración para la democracia participativa. Una gran fuente de inspiración para la derrota de la corrupción.

En unos párrafos de esa carta decía bellamente El Libertador:Legisladores, arrojad vuestras miradas penetrantes sobre el recóndito corazón de vuestros electores. Allí leeréis la angustia que los agoniza. Ellos suspiran por seguridad y por reposo”. Y más adelante decía El Libertador en esa carta: “Dadnos un gobierno en que la ley sea obedecida, el magistrado respetado, el pueblo libre ”. Y más adelante dice: “Considerad, legisladores, que la corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad del delito. Considerad, legisladores, que sin fuerza no hay virtud, y sin virtud perece la República” . Y en otro párrafo decía El Libertador: “Considerad, legisladores, que la energía de la Fuerza Pública es la salvaguardia de la flaqueza individual, es la amenaza que aterra al criminal, es la esperanza de toda la sociedad”.

En cuanto a la democracia participativa, ese llamado de El Libertador a los legisladores, para arrojar permanentemente su mirada penetrante sobre el recóndito corazón del pueblo, es la más bella invocación en la historia sobre la democracia participativa. Más bella que aquellas que se hicieron en los debates originarios de la Constitución de los Estados Unidos, cuando se definió ese gran balance entre democracia participativa y democracia representativa.

Y es imposible que la ley sea obedecida y que el pueblo se sienta libre, si no hay simultáneamente fortaleza en el Estado para aplicar la ley y reivindicación social para garantiza la libertad del pueblo. Cómo combina de bien esa carta de El Libertador y cómo nos inspira a trabajar por la fortaleza del Estado y por la equidad de la sociedad.

Para nuestra política de Seguridad Democrática, esa carta es de profunda inspiración, porque es la combinación de la seguridad con la ley. No la seguridad arbitraria, es la proposición de la seguridad en favor del pueblo y es la proposición de la seguridad de la mano de la inversión social.

Dice bellamente El Libertador: “Considerad, legisladores, que la energía de la Fuerza Pública es la salvaguardia de la flaqueza individual, es la amenaza que aterra al criminal y es la esperanza del pueblo”. Un concepto democrático de seguridad para el pueblo, para todos los ciudadanos, para los más entusiastas defensores de las tesis del gobierno y para los más críticos. ¡Qué bueno poder hoy meditar, reflexionar, sobre esa carta de El Libertador que tanto inspira nuestro concepto de Seguridad Democrática!

Y esta América Latina tan flagelada por la corrupción, encuentra en los mensajes de El Libertador mensajes de virtud, mensajes de congruencia en transparencia. La prédica de El Libertador tenía toda la congruencia con su práctica. Y cómo convoca al Estado a aplicar su energía para garantizar la virtud, que es el único camino para la transparencia y cómo advierte que si perece la virtud, perece la República.

Presidente Chávez, alguna vez le pregunté al maestro Gabriel García Márquez, porqué en su libro de El Libertador en el Laberinto había omitido la carta que se le atribuye a El Libertador, que debió escribir el 6 de diciembre de 1830, a Fannie du Villars, alrededor de la cual usted traía bellos párrafos.

No me dijo, no me dio una razón contundente. Cuando leí el libro, al notar la omisión del maestro García Márquez a esa carta, pensé: tienen razón los que niegan la autoría de El Libertador. Pero después, cuando le pregunté al maestro García Márquez y él guardó silencio yo me quedé sin razones para darle la razón a los que niegan la autoría de El Libertador y a aquellos que la confirman.

La Oveja Negra, editorial seria de Colombia, ha publicado esa carta como carta de El Libertador. Escrita por él o no, se interpretó o la interpretaron muy bien.

Y decía aquí —permítame complementar los párrafos que usted trajo-, además yo sí tengo ahí una duda histórica, porque en el libro de Indalecio Liévano se abunda sobre la vida de El Libertador en París, la experiencia con Fannie du Villars, que aparecía muy mayor que él y él lo enamoró, pero no aparecía como su prima. Pero en esa carta se interpretó bien, o lo interpretaron.

Y dice El Libertador: “Querida prima, te extrañará que piense en ti, al borde del sepulcro. Tengo enfrente el Mar Caribe, azul y plata, agitado como mi alma por grandes tempestades. A mi espalda se levanta el macizo gigantesco de la Sierra, con sus viejos picos coronados por nieves impolutas, como nuestros ensueños de 1805. Y por sobre mí, el más grandioso cielo de América, el más grandioso derroche de luz. Y tú estás conmigo porque todos me abandonan. Tú estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia.

Escribo esta carta con la mano que estrechó la tuya en las horas del amor, de la fe, de la esperanza, que iluminó el relámpago de los cañones de Boyacá, Ayacucho y Carabobo, que escribió el mensaje al gran Congreso de Angostura. ¿No la reconoces? Yo tampoco la reconocería, si no fuera porque la muerte, con su dedo despiadado, nos advirtiera sobre la realidad de este supremo instante.

Si yo hubiera muerto sobre el campo de batalla, dando frente al enemigo, te daría mi gloria, la gloria que entreveía a tu lado, a los lampos de un sol de primavera.

Muero miserable, proscrito, víctima de inmenso dolor, presa de infinitas amarguras. Te dejo en tus recuerdos mis tristezas y las lágrimas que no alcanzaron a verter mis ojos. ¿No será digna de tu grandeza tal ofrenda? Estuviste en mi alma en el peligro, conmigo presidiste los consejos de gobierno, tuyos fueron mis triunfos, tuyos mis reveses, tuya es mi pena postrimera.

En las noches de galantes del Magdalena, vi mil veces la góndola de Byron por los canales de Venecia. En ellas iban grandes bellezas y grandes hermosuras, peor no ibas tú, porque tú has flotado sobre mi alma, coronada por níveas castidades. A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las íntimas congojas, apareces ante mis ojos moribundos con los hechizos de la juventud y la fortuna.

Me miras, y en tus pupilas arde el fuego de los volcanes. Me hablas, y en tu voz escucho las dianas inmortales de Junín y Bomboná.

¿Recibiste los mensajes que te envié desde la cima del Chimborazo? Adiós, prima, todo ha terminado. Juventud, ilusiones, sonrisas y alegrías, se hunde en la nada, sólo quedas tú como misión seráfica, señoreando el porvenir, dominando la eternidad. Me tocó la misión del relámpago, rasgar por un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderme en el vacío.

Adiós, querida prima”.

Presidente, la presencia hoy de Rosemberg Pabón…

Presidente de Venezuela:¡ Bravo este regalo que nos ha dado Uribe, este poema, bravo!

Presidente de Colombia: ¿Y a dónde está Everth, que no lo veo? Y Everth Bustamante, que nos ayuda muchísimo en la Presidencia, es la presencia de la diversidad fraterna de esta Patria.

Muchas gracias por su visita y que El Libertador ayude a nuestros pueblos. A todos, muchas gracias.

Presidente de Venezuela: ¡Viva Colombia!

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