Palabras
del Presidente en Cúcuta
CONTRATISTAS E INTERVENTORES DEBEN RENDIR CUENTAS CLARAS
A LA COMUNIDAD
- “Hay que entender las fronteras. Los compatriotas
de frontera se sienten tan cómodos en un lado como
en otro, es una hermandad natural, histórica. Entonces
allí donde la historia no creó barreras,
cómo las vamos a imponer por decisiones centralistas.
De ninguna manera”.
Cúcuta, 29 ene (SNE). Los contratistas e interventores
de las obras públicas, al igual que el Gobierno,
deben rendir cuentas claras, de cara y permanentemente
a la comunidad, exigió el presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez.
Durante la evaluación de los Consejos Comunales
de Gobierno realizados en Norte de Santander, el Jefe de
Estado dijo que si él como Presidente y los Ministros
le han tendido que dar la cara a la comunidad a toda hora,
también se la deben dar los contratistas y los interventores.
Porque, agrego, todos los que están cumpliendo deberes
frente a las comunidades, tienen que exponerse permanentemente
al control cívico y político de la comunidad.
“Que los contratistas den la cara permanentemente,
que los interventores den la cara permanentemente, así como
la da el Gobierno para que estas obras nos marchen bien,
porque ustedes saben que se hizo una adjudicación
importante –como lo dice el señor Gobernador-,
cuantiosa, los contratos están debidamente perfeccionados,
las órdenes de iniciación de obras están
dadas.
Las siguientes son las palabras
del presidente al inicio de la evaluación de los
Consejos Comunales de Gobierno realizados en Norte de
Santander:
“Quiero darles un saludo lleno de afecto. Siempre
es grato visitar esta tierra, estrechar la mano de ustedes.
Siempre es grato estar a toda hora con la posibilidad de
imaginar, discutir, concebir –en compañía
de ustedes- alguna solución para tantos problemas
de esta querida tierra. Siempre es grato constatar permanentemente
el talento de ustedes, su patriotismo, su civismo.
Yo propondría que estas dos horitas las utilizáramos
como un mecanismo dinámico para examinar en qué vamos
bien y dónde tenemos problemas y qué podemos
ir resolviendo.
El tema del crédito, que tantas vueltas ha dado
y que por fin parece concretarse, hemos tenido siempre
la mejor voluntad, pero un día ha aparecido un obstáculo,
otro día otro obstáculo.
Después de una de las últimas reuniones
comunitarias en Cúcuta, donde yo tenía la
convicción sobre la conveniencia de que el Gobierno
pagara por lo menos durante un año el costo de los
parafiscales al comercio de Cúcuta con la obligación
de garantizar el empleo, se me dijo que no lo permitía
el texto legal, que el texto legal solamente permitía
subsidiar nuevos empleos, no la sostenibilidad de los empleos
que ya estaban creados.
Entonces a eso se le buscó una opción, la
otra, y finalmente se encontró la alternativa de
este crédito, que quedó incorporada en un
documento Conpes que esta semana acogió ya definitivamente
Bancoldex y que el ministro de Comercio puede resumir.
El otro tema es el tema de la internación de vehículos
usados. Ahí tenemos dos realidades. Una realidad:
los tratados de comercio, donde Colombia ha asumido una
posición contraria a la autorización de la
importación de vehículos usados. Y otra cosa
es la relación de frontera, que la tenemos que entender.
En la relación de frontera ha que ser muy claro.
Muchas veces desde el interior no apreciamos lo que son
las costumbres centenarias de las fronteras, las desconocemos.
Los vehículos deberían transitar libres por
todo el mundo y el impuesto se los debían cobrar
en la gasolina. Ese es el ideal. Uno no puede gastar el
tiempo que tiene que gastar en restringir bandidos para
dedicárselo a restringir vehículos. Pero
tenemos, de todas maneras, unas limitaciones legales.
Si ustedes me dijeran a mi: ¿de qué opinión
participo yo?’, participo de la opinión que
me han trasmitido los congresistas y el Gobernador de Norte
de Santander. Pero como tenemos unas restricciones legales
y unos acuerdos de comercio, la flexibilidad nuestra tiene
límites, pero creo que el anuncio que va a hacer
el ministro Botero constituye algún avance en esa
materia frente a las decisiones recientes.
En el tema de infraestructura me
parece de la mayor importancia no sólo mirar las obras cuyos contratos ya están
adjudicados, sino mirar otras cositas. Mirar cómo
vamos a poner por lo menos transitable la carretera de
Cúcuta que cruza a Cubará y que debe llegar
a Arauca. Yo diría que podríamos trabajarla
en tres etapas.
Una etapa ahora con unos recursos
de emergencia, hay un aporte del Gobierno Nacional, otro
aporte de Norte de Santander,
estamos pidiéndole otro aporte a Arauca, a las petroleras.
Una segunda etapa el año entrante con otro poquito
y un trabajo para quede en el próximo Plan cuatrienal
de Desarrollo, la configuración y pavimentación
ya total de la vía. Por lo menos por ahora ponerla
transitable.
Allí hay otro tema muy importante que es que este
departamento tiene una gran posibilidad de carbón,
presente y futura. Debe tener todas las alternativas de
salida. Que el carbón salga –como históricamente
ha salido- por el lago de la hermana República de
Venezuela, que busque el río Magdalena, a lo cual
tiene que ayudar enormemente lo que empieza a hacerse ya
que está contratada la obra, de la carretera a Ocaña;
lo que se está haciendo de Gamarra – Acapulco;
lo que nos aprobó el Congreso cuando empezó este
Gobierno que es la exención tributaria para las
embarcaciones de bajo calado en el río Magdalena;
la activación de las navieras, etcétera.
Creo que eso tiene que ayudar.
Ahí se está discutiendo otro tema al cual
se va a referir el Ministro, yo le he pedido que procedamos
con mucha prudencia porque ustedes saben que tenemos dos
dificultades: primero, la situación fiscal de la
Nación que sigue siendo muy difícil. Y segundo,
dificultad para el Gobierno, oportunidad para los carboneros,
que el carbón está en unos precios históricos
afortunadamente buenos en este momento.
Y miramos otros temas. El Gobernador
y el doctor Carlos Celis me venían hablando ahora en el avión
del tema de saneamiento básico, quisiera escucharlos
también. Tenemos unos recursos para este año,
no muchos. Lo otro tenemos que empezar a buscarlos cuidadosamente
en los próximos presupuestos.
Este es un Gobierno que vive permanentemente
de cara a la comunidad, tiene que ser tiene que ser un
Gobierno muy
responsable y muy dinámico en gestión, de
muy buena disposición, de muy buena voluntad, pero
muy cuidadoso en promesas.
Porque el esfuerzo que hemos hecho
a lo largo de estos dos años y medio de Gobierno de estar permanentemente
de cara a la comunidad, busca construir credibilidad en
las instituciones democráticas. Y si en este diálogo
el Gobierno se lanza en promesas que después no
se cumplen, se crea muchas dificultades de credibilidad.
Uno de los primeros problemas que
encontramos acá,
fue el problema del acueducto. Creo que se ha superado
bastante, ha habido unos acuerdos excelentes con la misma
organización sindical, que honran –diría
yo- al país y a unas buenas perspectivas. Me han
hecho el reclamo de que no ha funcionado la veeduría
comunitaria, yo quisiera que esta misma tarde quedara instalada
para no entrar a aplazarla más y a discutirla, sino
que esta misma tarde instaláramos la veeduría
comunitaria.
Y voy a pedir una cosa: que haya
de inmediato una veeduría
comunitaria sobre todas las obras de infraestructura.
Le decía al señor Ministro de Obras Públicas:
los Ministros y el Presidente en este Gobierno le han tendido
que dar la cara a la comunidad a toda hora, también
se la van a tener que dar los contratistas y los interventores.
Todos los que estamos cumpliendo deberes frente a las comunidades
tenemos que exponernos permanentemente al control cívico
y político de la comunidad.
Entonces rogaría que instalemos esas veedurías
comunitarias y que permanentemente haya un informe aquí de
los medios de comunicación de cómo van esas
obras. Y que los contratistas den la cara permanentemente.
Y que los interventores den la cara permanentemente, así como
la da el Gobierno, para que estas obras nos marchen bien.
Porque ustedes saben que se hizo una adjudicación
importante –como lo dice el señor Gobernador-,
cuantiosa, los contratos están debidamente perfeccionados,
las órdenes de iniciación de obras están
dadas.
Hay otro tema de frontera al cual
me quiero referir. Hay que entender las fronteras. Los
compatriotas de frontera
se sienten tan cómodos en un lado como en otro,
es una hermandad natural, histórica. Entonces allí donde
la historia no creó barreras, cómo las vamos
a imponer por decisiones centralistas. De ninguna manera.
Por eso no tuve problema en decir
que se cooperativizaran los Wayúu en La Guajira para la importación
de combustible. No tuve problema aquí,en asumir
públicamente unas responsabilidades para flexibilizar
el tema de los pimpineros. Ojalá se cooperativizaran
y eso se pudiera organizar mejor.
No faltaba más que, con los problemas que tenemos,
ponernos a maltratar unos ciudadanos que lo que están
es bregándose a conseguir, digna y legalmente, su
modo de vida. Hay que organizar. Creo que la organización
que se dio con la cooperativa en La Guajira es una organización
muy buena que puede servir para replicarla acá.
Cuando la hermana República Bolivariana de Venezuela
tuvo dificultades de suministro de combustible, de manera
muy elemental yo dije: ‘véndanle todo el que
necesite, no obstante las dificultades nuestras’,
porque Colombia es un país con declinación
en producción de petróleo.
Con la canasta familiar hay que
dar el mismo tratamiento. Por épocas a unos ciudadanos les cuesta menos del
lado de la frontera donde viven y por épocas les
es benéfico ir al otro lado, etcétera, y
en eso los gobiernos tiene que ser respetuosos. Una cosa
es la canasta familiar y otra cosa es el contrabando. Entonces
hay que entender estas situaciones. Lo acabo de repetir
en Arauca: el Gobierno no puede ponerse a obstaculizar
esa manera como los ciudadanos que viven en las fronteras
entienden la vida cotidiana”.
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