PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE ANTE EL CUERPO DIPLOMÁTICO
Bogotá, 31 ene (SNE). El presidente Álvaro
Uribe Vélez pronunció las siguientes palabras
durante el saludo del Cuerpo Diplomático acreditado
en Colombia:
“Quiero agradecer inmensamente su presencia esta
noche. Las palabras generosas, llenas de compromiso por
Colombia, que acabamos de escuchar del excelentísimo
Nuncio. Deseo reiterar la solidaridad del pueblo colombiano
con los pueblos asiáticos, víctimas del desastre
natural del tsunami. Que con la cooperación del
mundo entero, que con la solidaridad del mundo entero,
podamos apreciar rápidamente una recuperación
allí.
Nosotros seguimos empeñados en tener una Nación
profundamente democrática, con diversidad de opiniones,
con debate permanente, pero debate fraterno, sin acidez
que lo haga irreconciliable. Una Nación sin exclusiones,
pero una Nación sin odios. Con una economía
en permanente crecimiento y en permanente capacidad de
construir equidad. Una Nación con un nivel económico
signado por la solidaridad como garantía de la calidad
humana del crecimiento.
Nuestra política de Seguridad Democrática
ha avanzado pero mucho falta. En 2003 el homicidio se redujo
en un 20 por ciento. En 2004 volvió a mostrar otra
reducción del 15 por ciento. El país llegó a
tener 30 mil homicidios por año. 20 mil todavía
es una cifra enorme. Los porcentajes de reducción
no pueden darle al Gobierno tranquilidad para la pausa.
Nuestro objetivo es una Colombia sin violencia.
El secuestro tuvo una reducción del 27 por ciento
en el 2003. La del 2004 supera el 42 por ciento. Pero todavía
es muy alto. Este es un proceso en donde se han logrado
metas parciales, importantes, pero todavía falta
muchísimo en las metas finales que debe ambicionar
el pueblo colombiano.
Estamos abiertos a todos los procesos
de paz como lo reclama Su Excelencia, el Nuncio de su
Santidad. Esos procesos
de paz necesitan de fe. Esos procesos de paz no pueden
ser para que los grupos violentos se refuercen, para que
los grupos violentos se pongan en condiciones de avanzar
más eficazmente hacia la toma violenta del poder,
hacia la destrucción terrorista de la sociedad colombiana.
Establecemos una diferencia: una
cosa es la agresión
de los grupos violentos contra la ciudadanía colombiana
y sus instituciones y otra muy distinta la tragedia social
de la Nación. En cuanto a la relación de
la ciudadanía colombiana con los grupos violentos,
no podemos reconocer conflicto. ¿Por qué?
Porque históricamente esos conflictos se dieron
entre unas insurgencias y unas dictaduras. Esas insurgencias
buscaban la libertad del pueblo mediante la derrota armada
de las dictaduras que no había dejado opción.
En Colombia tenemos todo lo contrario
de una dictadura. Ustedes han presenciado diariamente
cómo se ejerce
la libertad de prensa en Colombia, cómo se ejerce
la libertad crítica en Colombia. Ustedes presenciaron
cómo se desarrolló el Referendo de 2003,
las garantías para la oposición, las garantías
para la abstención. Ustedes han presenciado cotidianamente
cómo es el acceso de la crítica a los medios
de comunicación en Colombia. Ustedes saben que este
Gobierno en nombre de la Seguridad Democrática,
se ha afanado por darle igual protección a aquellos
que ejercen labores políticas con ideas afines al
Gobierno y a aquellos que ejercen labores políticas
llevando la vocería de la oposición y de
la crítica.
Miren: en el Gobierno de la seguridad
se dio plena protección
a los diferentes candidatos a alcaldías y gobernaciones.
Eso nos permitió hacer el tránsito de un
largo período en Colombia de garantías teóricas
a un período que se ha iniciado a garantías
efectivas.
Una cosa es que la Constitución y la ley ofrezcan
plenas garantías a todos los candidatos y otra es
que efectivamente tengan esas garantías. La primera
garantía que este Gobierno ha ofrecido es la protección
de todos ellos, lo cual facilitó su llegada a tantas
alcaldías y a tantas gobernaciones. La segunda garantía
es el respeto al ejercicio de sus funciones en esos cargos.
La tercera garantía es el propósito de coordinar
acciones con todos ellos para construir una patria democrática,
a la cual la diversidad le contribuya en su camino al progreso,
en lugar de estancarla.
Por eso nosotros no podemos aceptar
legitimidad alguna a la lucha de los grupos violentos.
Por eso los denominamos
terroristas. Pero también las insurgencias armadas
se revelaron contra la injusticia social, contra las desigualdades
y la pobreza. Aquí en el período de la violencia
lo que hemos tenido es más pobreza, más miseria,
más desigualdad.
Estos grupos han espantado el capital.
Estos grupos han producido una estampida de los colombianos
al interior
y hacia el exterior. Estos grupos han aumentado la miseria,
la des-inversión y han aumentado el desempleo. Por
eso no les cabe el calificativo histórico de insurgencia
con algún viso de legitimidad para poder tipificar
un conflicto.
Estos grupos apelan todos los días a la cobarde
acción terrorista. El año pasado cerca de
600 integrantes de la Fuerza Pública colombiana
fueron afectados severamente en su fisonomía, en
su capacidad física, muchos de ellos mutilados por
la acción cobarde de las minas antipersonales. A
tiempo que el señor Vicepresidente de la República
lideraba la efectiva campaña, esa muestra de buena
fe de Colombia al mundo de que nuestro Ejército,
nuestra Fuerza Pública, se despojara de las minas
antipersonales que aún quedaban.
Colombia tiene una democracia.
Colombia tiene un propósito
democrático de construir justicia social. Colombia
sufre todos los días, en cabeza de su Fuerza Pública
y en cabeza de su ciudadanía inocente, la acción
bárbara del terrorismo. Por eso con ellos no reconocemos
conflicto.
No quiere decir ello que al calificarlos
de terroristas, como los ha calificado buena parte de
la comunidad internacional,
que al no reconocer conflicto con ellos, las puertas estén
cerradas. Las cifras son más elocuentes que lo que
yo pueda decir esta noche acá.
Se han reinsertado aproximadamente
10 mil integrantes de estos grupos: 4 mil de las autodefensas,
4 mil de las
Farc y 2 mil del ELN. Cuando se reinsertó el M-19,
eran alrededor de 200 integrantes armados y se sumaban
otros 500 que eran apoyos políticos al M-19.
Cuando se reinsertó el EPL no había más
de mil en armas. Cuando se reinsertó la Corriente
de Renovación Socialista, en armas había
algo más de un centenar.
Comparemos esas cifras con 10 mil
reinsertados en este Gobierno, a los cuales se les ha
tratado con toda la generosidad,
con patriótico afecto. Eso demuestra nuestra voluntad
de paz.
Ojalá, excelentísimo Nuncio y muy distinguidos
integrantes del cuerpo diplomático, haya expresiones
de voluntad de paz. Si quieren con este Gobierno negocian
cinco minutos.
¿Cómo queremos construir una Nación
con equidad? Primero, la tributación de los colombianos
en este período gubernamental ha crecido en 2 puntos
del PIB y la hemos radicado sustancialmente en mayor tributación
de los sectores más pudientes. Eso hay que tenerlo
en cuenta.
Estamos haciendo un gran esfuerzo,
en medio del déficit
fiscal que todavía enfrentamos, del alto endeudamiento
que no hemos podido reducir en la magnitud necesaria, para
hacer política social.
Nos propusimos crear millón y medio de cupos educativos.
Acabamos de terminar una reunión del Consejo Nacional
de Política Económica y Social, donde se
han puesto las bases para crear este año otros 400
mil cupos educativos que, sumados a los 750 mil creados
hasta el mes de diciembre, nos permitiría un acumulado
de millón 150 mil. Con la ayuda de Dios, vamos a
llegar al millón y medio. Ese es un avance sin precedentes.
El Sena, que llega a los sectores
más pobres de
la población, en las áreas urbanas y rurales,
ha pasado en este Gobierno de atender millón 100
mil ciudadanos por año a atender 2 millones 900
en el año que acaba de pasar. La meta es atender
4 millones de ciudadanos en el año 2006.
Noventa y ocho mil jóvenes campesinos ingresaron
al Sena en el último semestre para el programa Jóvenes
Rurales y aspiramos superar esa cifra este año.
En Cali, la semana pasada, concretamos
con el Icetex cómo
vamos a avanzar para acercarnos a la meta de 400 mil cupos
universitarios.
Hemos democratizado ampliamente
y facilitado el crédito
educativo y aspiramos concretar una gran reserva este año.
Que esa entidad sea autónoma, para que no esté limitada
por los problemas de presupuesto de la Nación.
En Protección Social este Gobierno ha pasado de
11 millones a casi 16 millones el número de colombianos
protegidos por el Régimen Subsidiado de Salud.
Ayer veíamos que por ejemplo en departamentos como
La Guajira, hemos crecido en un 50 por ciento. Aspiramos
este año que otros colombianos en cuantía
de más de un millón ingresen al régimen
subsidiado de salud.
Y estamos tramitando en el Congreso
de la República
la ley para facilitar que podamos avanzar rápidamente
hacia el objetivo: una Colombia con plena cobertura de
salud para los estratos 1, 2 y 3. Confiamos que aprobada
la ley este año, en los años 2006, 2007 y
2008 Colombia logre definitivamente esa meta.
En Bienestar Familiar estamos atendiendo
más de
6 millones de niños. Ayer pude presenciar en Riohacha
un Centro Múltiple de Bienestar construido, funcionando,
que agrupa varios hogares comunitarios.
Hemos incorporado 503 mil niñitos de menos de cinco
años al programa de los desayunos y confiamos para
el 20 de julio de este año haber incorporado otro
medio millón de niñitos.
Cuando el Gobierno empezó,
Colombia subsidiaba 60 mil ancianos. Los pagos eran irregulares.
Estamos subsidiando
hoy 170 mil y les pagamos cumplidamente.
Pero ahí no nos quedamos.
Esperamos el 20 de julio poder decirle al Congreso que
hemos incorporado 400 mil
ancianos, adicionales a los 170 mil, a un programa de una
comida diaria.
Estamos pagando cumplidamente cada
dos meses 37 mil millones de pesos a 340 mil Familias
en Acción, para que
sus hijitos puedan estudiar.
Ya estamos subsidiando 30 mil Familias
Guardabosques. Su compromiso es cuidar las áreas respectivas libres
de droga y cuidar la recuperación del bosque.
Hay dos programas bellísimos: El programa de alfabetización
que le ha llegado ya a 500 mil colombianos y el programa
de Seguridad Alimentaria de la Red de Solidaridad que le
ha llegado ya a un millón de colombianos.
Ustedes son testigos cómo con la colaboración
de muchos de sus gobiernos, a pesar de nuestro grave de
problema de desplazamiento interno, hemos venido mejorando
la atención al desplazado.
Y la hemos venido mejorando con
la atención inmediata,
con el subsidio permanente de salud y con programas que
les puedan mejorar sus condiciones de acceso a la vivienda
social.
A propósito de vivienda social, modificamos la
política, la reestructuramos para poder cumplir
con una característica: subsidio a la demanda pero
efectivo. Y eso nos va a permitir aproximarnos muy cercanamente
a la meta de 400 mil viviendas sociales en este cuatrienio.
Estamos trabajando en todas las áreas sociales.
Soñamos con un País de Propietarios. Hoy
los trabajadores son dueños de Paz del Río
en un 49 por ciento y la empresa es exitosa.
Hemos reformado 142 empresas del
Estado y a nosotros no nos guía el animo de la privatización que
destruya la herramienta social del Estado. Pasamos de una
Telecom ineficiente y burocrática a una Telecom
estatal, sostenible, eficiente. Perdían más
de 400 mil millones y en el año que acaba de pasar
se ganó cerca de 900 mil, con lo cual ha sido posible
pagarles puntualmente a sus pensionados.
La reforma nuestra en el Estado
es para garantizar la sostenibilidad de las entidades
estatales y para que las
entidades estatales cumplan su tarea de inducir la cláusula
social en la comunidad colombiana.
Ha sido muy grato constatar cómo Telecom está haciendo
contratos de servicio con trabajadores de la antigua Telecom.
Cómo ya hay una cooperativa de trabajadores de la
antigua Inravisión realizando contratos de servicio
con la nueva Inravisión.
Ha sido muy grato constatar los
acuerdos con sindicatos tan importantes como el sindicato
del Acueducto de Cúcuta
o los sindicatos del sector eléctrico que nos han
ayudado al siguiente transito.
Cuando este Gobierno empezó todas las empresas
estatales de distribución de energía perdían
dinero. Hoy todas están en saldo negro. Y eso se
ha hecho con una política de eficiencia y de criterio
social.
Hemos comprometido a los bancos
a llegar con los recursos de crédito a los sectores más populares de
la Nación y hemos repetido que un sistema bancario
privado no se legitima sino en la medida en que las bases
populares lo entiendan como un sistema útil para
su reivindicación.
Por eso se ha orientado muchísimo el microcrédito
a la vivienda social, banca privada, Findeter, cajas de
compensación familiar. Ahora estamos creando los
mecanismos para llevarlo a la educación universitaria.
Cuando este Gobierno empezó la cartera de microcrédito
ascendía a 707 mil millones. Hoy está en
cerca de un billón 800 mil millones.
En el nuevo aniversario del Banco
de la Mujer, la semana pasada en Cali, constatamos ese
colosal crecimiento en
microcrédito que hace parte de nuestra estrategia
de construir un País de Propietarios.
Comprendo la tragedia social de
Colombia. Pero estos elementos de política social, que no todos han sido numerados
y que he traído a cuenta esta noche, indican claramente
a la comunidad internacional para dónde vamos en
política social.
Las cifras son más elocuentes que los discursos:
cómo estamos buscando llevar de la mano la política
de seguridad con la política social. En una tarea
sostenida, donde haya confianza inversionista, Colombia
se irá poniendo en condiciones de superar esta tragedia
social.
No aceptamos que hay conflicto
con los terroristas, pero aceptamos que hay una profunda
crisis social. Desvinculamos
ambos fenómenos y así lo debemos repetir
esta semana en la mesa de donantes, a la cual el ánimo,
la organización de ustedes, está contribuyendo
tan generosa y eficazmente.
Una cosa es una organización terrorista contra
unas organizaciones democráticas. Eso es muy diferente
a un conflicto. Y una totalmente independiente es esta
crisis social que tenemos que superar en esta Patria con
una tarea sostenida de inversión social.
Quiero hoy desear a todos ustedes,
a sus gobiernos, a sus pueblos, que el año 2005 traiga para todos ustedes
prosperidad. Nosotros le pedimos a Dios que con la ayuda
de ustedes, con la comprensión del pueblo colombiano,
con un compromiso personal y de cada uno de mis compañeros
de Gobierno para trabajar más dedicadamente, con
más amor por esta Nación, con más
febrilidad para poder producir resultados, esta Nación
vaya mejorando.
Saludo a cada uno de ustedes. Colombia cree en la paz
y en la libertad, en la convivencia entre los pueblos,
en las buenas relaciones entre los gobiernos, con todos
los gobiernos del mundo.
Creo que con el presupuesto de
la libertad, que con el presupuesto del respeto, que
con el presupuesto de la fraternidad
entre los pueblos y de las buenas relaciones entre los
gobiernos, las incompatibilidades políticas jamás
pueden ser obstáculo para que se cumpla ese objetivo
en el cual soñamos: las buenas relaciones de esta
Nación con todos los gobiernos y con todos los pueblos
del mundo.
Asumamos este año 2005 con mucho entusiasmo. Con
amor. Si uno no se aplica las cosas con ganas, con garra,
con dedicación, no las logra. Para que con la ayuda
de Dios, al poder reunirnos acá a principios del
2006, podamos registrar, con el testimonio y la ayuda de
ustedes, una Nación que ha mejorado. A todos muchísimas
gracias”.
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