Cartagena, 3 feb (SNE). El Gobierno Colombiano tiene claro que,
en aras de sacar adelante un proceso de paz, no puede garantizar
la impunidad especialmente para quienes cometieron delitos atroces
o de lesa humanidad.
Así lo reiteró este jueves el Presidente de la
República, Álvaro Uribe Vélez, ante delegados
de muy alto nivel de 24 países reunidos en Cartagena en
el marco de la Mesa de Coordinación y Cooperación
Internacional para Colombia.
Al referirse a un proyecto de Ley que establece el marco jurídico
para los procesos de paz, tanto con guerrilla, como con paramilitares,
que se adelanten en Colombia, Uribe dijo que “en nombre
de la justicia no se puede llegar al sometimiento, y en nombre
de la paz no se puede llegar a la impunidad”.
Para el jefe de Estado, ese proyecto de Ley, que empezará a
ser debatido en el Congreso la próxima semana y deberá estar
aprobado en el primer semestre del presente año, deberá reunir
tres condiciones básicas: credibilidad, equilibrio y universalidad.
El Gobierno cree que la desmovilización de más
de seis paramilitares, de manera individual o masiva, hace que
el marco jurídico de un proceso de paz sea creíble,
porque hay hecho como ese que hacen oportuna su aprobación.
Credibilidad
“Para ser creíble es muy importante el momento
de su aprobación y pensé en dos momentos, un momento
sin desmovilizaciones y un momento con desmovilizaciones, he
hice esta reflexión: un marco jurídico sin hechos
de paz como la desmovilización, es un marco jurídico
que suscita toda suerte de dudas. Sus efectos se constituyen
en un albur”, dijo.
Equilibrio
El equilibrio se consigue –explicó el Presidente-
cuando dentro del proceso hay “un buen balance” entre
justicia y paz, por lo que resulta claro debe haber reparación
a la sociedad y a las víctimas y que la amnistía
y el indulto no pueden cobijar delitos atroces.
“He dicho, que en nombre del equilibrio, al
hacer ese balance entre justicia y paz, se requiere lo siguiente:
en nombre
de la justicia, no se puede llegar al sometimiento y en nombre
de la paz no se puede llegar a la impunidad. Se necesita
justicia, pero hay que establecer la diferencia entre un proceso
de paz
y un sometimiento (...).
El Gobierno tiene claridad que tienen que ir a la cárcel
los sujetos responsables de atrocidades y que el marco jurídico
debe definir unos mínimos y unos máximos de cárcel
y permitir que, en ese rango, se aplique el criterio de los jueces
de la República que deban conocer estos casos”,
insistió el Mandatario.
Universalidad
El Presidente dijo a los representantes de los 24 países
que conforman la Mesa de Cooperación y de los organismos
multilaterales, que el proyecto debe servir tanto a paramilitares
como a guerrilleros, porque entre los más de 10 mil personas
que se han desmovilizado desde agosto de 2002 a la fecha, más
de cinco mil son de las Farc y el Eln.
“No podemos pensar con sesgos. No podemos tener la apreciación
política de que a unos hay que llevarlos al paraíso
y a los otros hay que pasarlos por la guillotina. No es posible
atenuar la gravedad un delito atroz porque lo haya cometido un
guerrillero o porque lo haya cometido un paramilitar. Tenemos
que pensar muy bien que lo de hoy no es solo para paramilitares
sino también para guerrilleros, y que lo que aprobemos
hoy, tiene que servir para cuando se den procesos con la guerrilla”.
Uribe se opone a las diferenciación entre un grupo terrorista
u otro, porque tanto guerrilla como paramilitares han hecho sufrir
por igual a la sociedad colombiana, se han involucrado con el
narcotráfico y han cometido atrocidades.
El Presidente hizo un llamado a los miembros de la Comunidad
Internacional y el Congreso de la República para que,
a la hora de las evaluaciones, se tenga en cuenta la historia
de los procesos de paz en Colombia que han sido más que
justos, prevaleciendo el interés de paz sobre el interés
de la justicia.
“Por primera vez la sociedad colombiana empieza a ser
muy exigente en el sentido de que es importante la paz pero sin
impunidad. Hay que mirar, entonces, este recorrido histórico.
Es importante esperar también consecuencias, de parte
de quienes se favorecieron de procesos generosos, que ojalá no
se conviertan en obstáculos a procesos equilibrados”.