Presidente Uribe explica por
qué los grupos terroristas no tienen legitimidad
EN COLOMBIA LOS VIOLENTOS SON LOS QUE RESTRINGEN LA DEMOCRACIA
Cartagena, 3 feb (SNE). El presidente Álvaro Uribe Vélez
explicó por qué los grupos terroristas colombianos
carecen de legitimidad y a pesar de ello las puertas del diálogo
con estas organizaciones están abiertas, basado en el
cese de hostilidades.
Uribe instaló en Cartagena la Mesa de Coordinación
y Cooperación Internacional que conforman 24 países
de Europa, América Latina, Japón y Estados Unidos,
así como organismos multilaterales como las Naciones Unidas,
la Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo,
el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Al agradecer la masiva asistencia al encuentro, el Jefe del
Estado manifestó que la presencia internacional “es
un reconocimiento generoso y solidario a la circunstancia de
que un nefasto negocio internacional, la droga, ha sido y es
causa determinante de las dificultades de Colombia y que una
causa internacional requiere una solución internacional”.
Uribe explicó las razones por las cuales considera que
la situación de violencia es un desafío de organizaciones
terroristas a la sociedad e instituciones democráticas
y no un “conflicto”.
El Jefe del Estado señaló que las organizaciones
terroristas de Colombia, a diferencia de lo que ocurrió hace
muchos años en otras partes del mundo, no están
enfrentando dictaduras o “el oprobio del cercenamiento
de las libertades públicas”.
“Aquí la democracia se ha restringido no por culpa
de las instituciones estatales sino por acción de los
grupos violentos”, dijo Uribe.
A pesar de la acción de los terroristas, el Presidente
expuso a los asistentes la manera como se ha desarrollado la
democracia en los últimos años, recalcando la libertad
de expresión y de crítica existente en el país,
así como la manera como se realizó el proceso de
referendo convocado por el Gobierno a finales de 2003.
El Mandatario relató cómo los opositores al referendo
contaron con todas las garantías para expresar sus opiniones
y gozaron de la protección estatal a pesar de disentir
del Gobierno. Lo mismo sucedió con los candidatos a cargos
regionales de elección popular de oposición, cuyo
número se incrementó notablemente en esa jornada
electoral.
“Abstencionistas y voceros de la oposición tuvieron
todos los espacios, incluso más que los del Gobierno,
eso dice del grado de profundización de la democracia
colombiana”, explicó Uribe, al calificar ese proceso
como el “tránsito colombiano del período
de las libertades retóricas al período de las libertades
efectivas”.
Adicionalmente, el Presidente indicó que si bien los
grupos terroristas surgieron con la intención de reivindicar
causas e injusticias sociales, sus acciones violentas han generado
todo lo contrario.
Relató cómo, por culpa de la violencia de los
grupos terroristas, en Colombia se ha espantado el capital, se
han desplazado más de dos millones de personas dentro
del país y generó la salida del país de
otros cuatro millones, se redujo la inversión y se incrementaron
los cordones de miseria.
“Estos grupos violentos son hoy causa determinante de
la pobreza y del abatimiento de sectores importantes de la pobreza
colombiana”, señaló el Presidente.
PUERTAS DEL DIÁLOGO ABIERTAS
El Presidente de la República manifestó que si
bien la violencia de estos actores se considera terrorismo y
no tiene legitimidad política, esto no quiere decir que
las puertas del diálogo con ellos estén cerradas.
“Los procesos de paz se facilitan con quienes comenten
acciones terroristas cuando exista un compromiso de buena fe
de suspender esas acciones”, dijo Uribe.
Por eso recordó que el principal requisito para empezar
el acercamiento es el cese de hostilidades por parte de esas
organizaciones, lo cual no significa que tengan que entregar
las armas o desmovilizarse, en esa primera etapa.
“Urgencia para el cese de hostilidades y toda la paciencia
para llegar al desarme y a la desmovilización”,
expresó.
En el caso de un acuerdo humanitario, fue enfático en
señalar que existen tres puntos inmodificables para el
Gobierno: no habrá desmilitarización ni despeje;
los guerrilleros que obtengan la libertad no podrán volver
a delinquir y no se puede violar el ordenamiento jurídico,
es decir, que ninguno de los presos que esté condenado
por delitos atroces podrá obtener la libertad.
En el caso del proceso con las autodefensas, el Jefe del Estado
expresó que “el cese de hostilidades ha tenido,
por muchos de los paramilitares –mal llamados paramilitares,
de las autodefensas ilegales-, buenas intenciones en las declaraciones,
pero apenas un proceso paulatino de mejoramiento en la eficacia”.
MARCO JURÍDICO PARA LAS AUC
Al referirse al marco jurídico para el proceso con las
Autodefensas, el Jefe del Estado recordó la convocatoria
a sesiones extras del Congreso de la República para discutir
este tema.
“Aspiramos que cuando termine el nuevo periodo de cesiones
del Congreso, el 20 de junio, Colombia tenga ese marco jurídico.
Le pondremos toda la voluntad para que se cuente con él”,
expresó.
Agregó que el tema es difícil y que contrasta
con la generosidad con la que contaron los grupos violentos en
otros procesos de paz. “Este es un marco jurídico
exigente en verdad, en justicia, en reparación. Por supuesto,
discutido como tiene que ser en una democracia”, dijo el
Presidente.
Señaló que ese marco debe tener tres condiciones
fundamentales: credibilidad, equilibrio y universalidad.
En cuanto a la credibilidad, Uribe expresó que esta se
gana con hechos de paz con las desmovilizaciones, pues de lo
contrario un marco jurídico generaría muchas dudas.
“Un marco jurídico precedido de desmovilización
da credibilidad. Con las desmovilizaciones presentadas, el Gobierno
piensa que es el momento oportuno para aprobar el marco jurídico
porque ya hay manera, hechos que permiten la credibilidad en
ese proceso”, expresó el Jefe del Estado.
La segunda condición tiene que ver con el equilibrio.
En ese sentido el Presidente indicó ante los representantes
del G-24 que debe existir un balance entre la justicia y la paz.
“Se requiere lo siguiente: en nombre de la justicia,
no se puede llegar al sometimiento y en nombre de la paz no se
puede llegar a la impunidad. Se necesita justicia, pero hay que
establecer la diferencia entre un proceso de paz y un sometimiento”,
afirmó al reiterar que el Gobierno tiene claro que la
amnistía y el indulto no pueden cobijar delitos atroces.
En lo referente a la universalidad, Uribe indicó que
el marco jurídico debe servir “para guerrilleros
terroristas y para paramilitares terroristas. No podemos pensar
con sesgos, no podemos tener la apreciación política
de que a unos hay que llevarlos al paraíso y a los otros
hay que pasarlos por la guillotina”.
Finalmente, el Jefe del Estado hizo un balance de la labor social
desarrollada en su administración, reconociendo el aporte,
no sólo de la empresa privada sino también de la
comunidad internacional.
Destacó las condiciones que seguridad social que generan
los empresarios para los trabajadores y también resaltó el
cooperativismo fomentado por el Gobierno Nacional.
Explicó las reformas a 142 empresas del Estado con el
fin de hacerlas más eficientes y transparentes, habló de
los acuerdos con los sindicatos del sector eléctrico y
el aumento de la carga tributaria en dos puntos del PIB “comparable
con muchos países desarrollados”, la creación
de 750 mil nuevos cupos educativos, el aumento en la cartera
de microcrédito, el incremento en los alumnos anuales
del Sena que llegó a 2.9 millones de personas el año
pasado, el acceso al sistema subsidiado de salud para 15 millones
de colombianos y las 30 mil familias campesinas que están
dentro del Programa de Familias Guardabosques, que respalda la
Comunidad Internacional, todo de la mano de la política
de seguridad.
“He dicho que la política de seguridad y la política
social no son excluyentes. Que tienen que ir de la mano la una
con la otra”, señaló Uribe.